martes, 7 de noviembre de 2017

Huérmeces y alrededores en el Archivo Villanueva



Eustasio Villanueva Gutiérrez (Villegas, 1875 - Burgos, 1949) fue un relojero y fotógrafo aficionado que viajó por toda la provincia de Burgos, tomando fotografías estereoscópicas en placas de vidrio, entre los años 1913 y 1930. 

Fue precisamente su actividad profesional, como fabricante de relojes de torre, la que le hizo viajar continuamente por gran parte de los pueblos de la provincia y alrededores.

En 1910 viaja a París por asuntos profesionales relojeros y se interesa por los últimos avances en el campo de la que se convertiría en su pasión: la fotografía; establece contacto con la firma Lumière, precursora de la cinematografía y de la fotografía en color, que comercializa desde el año 1907 las denominadas placas “autocromas”; se interesa especialmente por la fotografía estereoscópica.

Al volver de París, en su equipaje de viaje ya nunca faltarían las cámaras fotográficas y trípodes traídos de la capital francesa; y se dedicó a fotografiar la provincia burgalesa. Montó su laboratorio particular y empleó distintas fórmulas de revelado, logrando tonos diversos de gran calidad.

Adoptó el formato 6 x 13 centímetros, con el que realizaría casi toda su obra. Puesto que las fotos eran estereoscópicas, se podían contemplar en tres dimensiones gracias a un estereóscopo "Taxiphotes", toda una sensación en la época.

Aunque la mayoría de las vistas corresponden a la provincia de Burgos, Eustasio Villanueva también tomó fotografías estereoscópicas en lugares tan variados como Aguilar de Campóo, Soria, Bilbao, San Sebastián, Covadonga, Santander, Madrid y Barcelona, entre otros.

V-7-24 [Campanero en la torre de la iglesia de San Gil, y al fondo la catedral]
Sus imágenes, que están muy bien conservadas, poseen gran calidad técnica y estética. Entre las fotografías de Eustasio Villanueva se pueden destacar varias obras maestras, como la tomada al campanero  mientras voltea en la torre de la iglesia de San Gil, con la Catedral de Burgos al fondo. 

O la realizada a Primitiva Oqueluri, la guardesa de la antigua abadía de San Quirce, en posición sedente, rodeada de gallinas. 




V-30-12 [San Quirce, acceso al recinto de la antigua abadía, sentada la ...]
Muchas de sus fotografías destacan por constituir un testimonio documental del estado en que se encontraban algunos monumentos en los años 20 del siglo XX. Así sucede con los castillos de Sotopalacios, Úrbel y Ubierna, o con los monasterios de Fresdeval y San Pedro de Arlanza.

Recientemente algunas de sus fotografías han sido utilizadas por los técnicos encargados de la restauración de la Catedral de Burgos.

Con el paso del tiempo, las fotografías de Eustasio han acabado por adquirir ese halo especial que les hace parecer antiguas estampas, más cerca de la pintura romántica que de la técnica fotográfica.

El denominado Archivo Villanueva fue adquirido por el Estado en 1986 y más tarde enriquecido por donaciones de Mario Fernández Albarés (2001) y Pedro Villanueva Riu (2004); consta de 1.625 negativos, unas 1.000 diapositivas estereoscópicas, un estereóscopo y diverso material del laboratorio fotográfico del artista.

Desde el año 2012, pueden descargarse y usarse libremente (excepto para fines comerciales) las mil placas positivas escaneadas, a través de la Fototeca del Patrimonio Histórico. Archivo Fotográfico Eustasio Villanueva

Entre el millar de fotografías estereoscópicas que componen el archivo, se encuentran dos fotografías realizadas en Huérmeces:


V-25-16 [Huérmeces, Torre de los Padilla]

Otras dos fotografías antiguas del Torreón que han llegado a nuestros días (datadas en los años 20 y 30 del siglo pasado), habían sido tomadas desde el camino que va del pueblo al puente Vega, por lo que únicamente era posible apreciar sus lienzos norte y este, sin apreciarse la posible integridad o ruina de los otros dos.

Esta toma de Villanueva, sin embargo, se ha realizado desde el sur, desde la zona posterior de la manzana central del barrio Vega, ya en las inmediaciones de la finca ocupada por el Palacio del Arzobispo. Y se aprecia que ya a mediados de los años 20 no existían sino apenas pedazos de los lienzos occidental y meridional de la torre, y que una enorme grieta longitudinal recorría en toda su altura una pequeña parte de lo que quedaba del lienzo sur. También persistía todo el almenaje de los dos lienzos supervivientes, que serían derribados a principios de los años 40 para su reutilización en diversas viviendas del entorno.


V-30-6 [Huérmeces, carretera y ruinas de una construcción]

No hacía muchos años que existía la carretera de Montorio, a través del desfiladero de Fuente la Hoz, que luego continuaba por El Tozo hasta Aguilar de Campóo. Dicha vía de comunicación llegó a Huérmeces a finales del siglo XIX, aunque a Aguilar no lo hizo hasta la década de los años veinte del siglo XX. 

En cuanto a las ruinas que aparecen a la izquierda de la misma, pertenecen al viejo molino de Berlanga, que se levantaba –por lo menos desde mediados del siglo XVIII- justo antes de que la carretera penetrara en el desfiladero.

Excepto por el pequeño grupo de chopos, llama la atención lo limpias que aparecen en aquellos tiempos las orillas del Úrbel, sin apenas vegetación arbórea ni arbustiva, únicamente prados de ribera bien aprovechados por el ganado, que no permitía rebrotes de chopos, fresnos ni sauces.



En cuanto a fotografías realizadas en los pueblos del entorno cercano a Huérmeces, en el Archivo Villanueva encontramos también abundante material:

V-27-6 [Úrbel del Castillo, torre del castillo en lo alto del risco, e iglesia de la Purificación de Nuestra Señora]

La fotografía está tomada desde el camino de la iglesia, uno de los dos accesos diferentes de que dispone el pueblo. 




 







Pocas cosas han cambiado: el camino, asfaltado; algún poste del tendido eléctrico y las antenas de telefonía de La Mesa.










V-30-8 [Ubierna, vista desde el castillo, casas e iglesia de San Juan]

Aparentemente, el gran boquete -practicado en su día en el lienzo SE del castillo- no se ha visto agrandado por el paso de los casi cien años transcurridos desde que Eustasio tiró su foto. Únicamente se observan nuevos vecinos (vegetales) a ambos lados del arco, lo que indica -sobre todo-  ausencia de visitantes rumiantes que limpien de broza el entorno del castillo.



V-30-7 [Ubierna, castillo en ruinas, muros sin almenas]

La fotografía está tomada desde la ladera NW del risco en el que se encarama el castillo. En aquellos años 20 del siglo XX, la fortaleza aún conservaba gran parte de su contorno defensivo. Pocos años después, la mayor parte de las altas murallas del castillo fueron demolidas y, al igual que muchas otras fortalezas de la zona, su piedra reutilizada en varias construcciones.






Por este lado del castillo, únicamente ha llegado a nuestros días una pequeña porción de lienzo.










V-33-13 [Peñahorada, curva de la carretera, coche, ciclistas]


La fotografía está tomada en las inmediaciones del barrio de La Ventilla, al poco de penetrar en el desfiladero de Peñahorada por el sur.

Por la situación del lugar desde el que fue disparada la fotografía, esta habría sido realizada hacia 1928 o  1929, en todo caso en una fecha muy cercana a la inaguración del tramo Burgos-Peñahorada del ferrocarril Santander- Mediterráneo.


La foto fue tomada desde la propia plataforma del ferrocarril, allí donde el trazado ha exigido realizar un profundo corte en un farallón calizo, muy cerca de la abandonada "Cantera Polar".


El ferrocarril atraviesa el desfiladero por medio de dos túneles, uno de los cuales se ubicaría justo a la izquierda de la curva de la carretera que aparece en la foto. 

En la fotografía actual, destaca la presencia de mayor abundancia y densidad de las matas de encina agarradas a las laderas rocosas, así como de la vegetación ribereña que medra en el fondo del desfiladero, ambas consecuencia de la práctica desaparición de la presión ganadera.


V-30-5 [Sotopalacios, castillo del siglo XV, y picota o rollo]


El "rollo jurisdiccional", compartía con las picotas la función de ajusticiamiento, aunque su fin primordial era  la de representar la categoría administrativa del lugar, y se levantaba en aquellos pueblos que tenían alcalde y, por lo tanto, jurisdicción para juzgar y condenar a muerte. Poseía, pues, una clara simbología de amenaza coercitiva

 




También servían para castigar y pagar las penas menores de los delincuentes comunes, que tras ser azotados, eran expuestos a pública vergüenza. Estos ajusticiamientos fueron suspendidos por las Cortes de Cádiz en 1812, y a consecuencia de ello muchos rollos fueron derribados.




V-27-1 [Olmos de la Picaza, vista panorámica con casas, torre señorial e iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora] 



El pintoresco conjunto arquitectónico del pueblo, sobre el que destacan la altísima -y entonces habitada- torre y la curiosa iglesia parroquial, también captó el interés de Eustasio, dejándonos esta bonita composición del Olmos de los felices veinte.











V-32-23 [San Martín de Ubierna, cazador en una cueva] 


Eustasio tomó varias fotografías en la serie encadenada de cuevas que perforan la pared meridional del desfiladero del Rucios.

En ellas aparecen varios personajes, entre los que destaca la figura de un cazador.













V-18-24 [Miñón: portada románica]



Villanueva tuvo el buen criterio de fotografiar una de las portadas románicas más interesantes de la provincia de Burgos.






























V-16-1 [Monasterio de Fresdelval, fachada y portada renacentista, con espadaña]

Esta es solo una de las nueve fotos que Eustasio dedicó al ya entonces parcialmente arruinado Monasterio de Fresdelval.


















V-26-19 [Tubilla del Agua, iglesia de San Miguel, torre, muro con contrafuertes] 


Esta es una de las tres fotos de la iglesia de San Miguel que aparecen en el Archivo Villanueva. En ella se aprecia la famosa "Vieja", escultura románica que hace de parteluz de una de las ventanas de la torre, vendida en los años sesenta a un anticuario de Reinosa y expuesta hoy en día en el Museo Marés de Barcelona.










V-33-14 [Páramo de Palacios de Benaver, pastor con carnero y rebaño de ovejas]

Tres fotografías de Palacios de Benaver se pueden contemplar en el Archivo Villanueva. Una de ellas retrata los sepulcros de los Manrique, situados en el interior del Monasterio de San Salvador; y las otras dos, a un pastor del páramo y su rebaño.













Llama poderosamente la atención que la cámara de Eustasio obviara iglesias monumentales como las de Santibáñez Zarzaguda o Tobar, o espléndidos palacios como los dos existentes en Huérmeces; quizás el fotógrafo estuviera más interesado en pequeñas iglesias o ermitas, arquitectura popular, edificios y castillos en ruinas, pintorescos paisajes calizos, anónimos pastores, cuevas encadenadas…

El caso es que, durante los años veinte del siglo veinte, Eustasio recorrió los principales desfiladeros de La Comarca, horadados por los ríos Úrbel y Ubierna, por los arroyos de Peñahorada y Rucios, y fotografió las estrechas carreteras que ya entones los atravesaban, las ruinas de molinos y castillos, los automóviles, ciclistas y paseantes que las usaban, los pastores y sus rebaños ... y es precisamente esta querencia por lo sencillo, humilde y popular lo que otorga un mayor valor añadido a sus fotografías.

1 comentario:

  1. Se agradece la publicación de estas magnificas fotografías que quedaran y no se perderan.

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