Breve catálogo florístico de dos túmulos dolménicos de La Lora
Los dólmenes de La Lora fueron excavados y rehabilitados a finales de los años ochenta del siglo XX. Sus túmulos reacondicionados y sus cámaras abiertas han visto pasar ya unos treinta años, tiempo más que suficiente para que una flora relativamente rica y variada se haya asentado sobre su lomo.
Las Arnillas, unos pocos días antes del estallido floral típico de la primavera de estas altiplanicies |
Las Arnillas, en plena floración; destaca la abundante presencia de cresta de gallo y una aislada "mata" de gamones |
El Moreco: cámara, pasillo y lomo tumular invadidos por todo tipo de vegetación |
Las Arnillas: amapolas medrando en la zona alta del túmulo, ya en las inmediaciones de la cámara |
El Moreco: peonías en flor en las cercanías de la cámara |
Las Arnillas: la cresta de gallo (Rhinanthus) es la especie dominante en todo el espacio tumular |
Las Arnillas: pasillo invadido por especies herbáceas |
Flora en una superficie tumular segada periódicamente (Las Arnillas)
El megalito está situado en la coronación (1040 metros) de un altiplano delimitado al norte por el río Gredilla y al sur por el Moradillo; hacia el este, sin embargo, esta zona de buenos pastos de altura continúa hacia Los Llanos, atravesados longitudinalmente por el viejo camino de Poza a Nocedo.
Suele haber ganado bovino pastando en los alrededores del megalito, sobre todo en las laderas que caen hacia el arroyo del Valle, afluente del Gredilla. El recinto del megalito está protegido por un pastor eléctrico.
La flora que nos encontraremos sobre el lomo del túmulo será, pues, la típica de estos pastizales de altura. Aparte del bonito majuelo (Crataegus monogyna) y algunos tallos de rosal silvestre (Rosa canina, escaramujo, tapaculos) que coronan el túmulo por el NW, aquí medran una gran variedad de especies herbáceas, entre las que destacamos las siguientes:
Cresta de gallo (Rhinanthus mediterraneus): muy abundante, hasta el punto de ser la especie en flor claramente dominante en la fecha de nuestra visita (2 junio).
Esparceta silvestre (Onobrychis viciifolia): probablemente, se trata de poblaciones asilvestradas, procedentes de antiguos cultivos de esparceta.
Orquidea flor de abeja amarilla (Ophrys lutea): orquídea de pequeño tamaño, abundante en pastos secos y soleados.
Orquidea flor de abeja rosa (Ophrys
tenthredinifera): algo menos frecuente que la anterior.
Orquídea flor del hombre ahorcado (Aceras anthropophorum): de nombre harto descriptivo, abunda en herbazales de toda la mitad norte de la provincia.
Orquídea flor del hombre ahorcado (Aceras anthropophorum): de nombre harto descriptivo, abunda en herbazales de toda la mitad norte de la provincia.
Rosal rastrero (Rosa pimpinellifolia): este pequeño arbusto espinoso crece en los espacios libres existentes entre los grandes ortostatos de la cámara y del corredor.
Lecherina (Euphorbia helioscopia): al igual que sucede con la peonía y otras plantas herbáceas, el ganado vacuno no se alimenta de lecherina, por lo que prospera por toda la zona sin grandes sobresaltos.
Viborera (Echium vulgare): esta planta vivaz puede alcanzar un tamaño de hasta un metro de altura; sus flores son muy del agrado de las abejas.
Gamón (Asphodelus albus): el rey de la estepa, con sus tallos de hasta metro y medio de altura, coronados por una llamativa floración primaveral, a la que sustituye una no menos llamativa fructificación veraniega.
También abundan plantas consideradas malas hierbas, por sus tendencias invasoras: Amapola (Papaver rhoeas) y jaramago o gévina (Diplotaxis sp).
Flora en una superficie tumular apenas segada periódicamente (El Moreco)
Este túmulo se encuentra situado a poco más de 4 km al N-NW del dolmen de Las Arnillas y, a pesar de ubicarse a una altitud ligeramente superior (1060 m) a la de su vecino, no ocupa una zona culminante, ya que se encuentra casi totalmente rodeado (excepto por el sur) de crestas calizas que superan ampliamente los 1100 metros de altitud.
Por otra parte, en sus inmediaciones orientales existen dos pequeñas y alargadas manchas de pinar de repoblación; incluso un ejemplar de pino medra dentro del recinto murado del megalito, enfilado al corredor, y dificultando de esta manera la contemplación anual del milagro de la luz durante el solsticio de invierno.
En los alrededores pasta una próspera cabaña de ganado vacuno, pero lo hace dentro de un espacio acotado, por lo que no puede penetrar en el interior del recinto murado del megalito.
Desde el punto de vista botánico, en este túmulo se constata la mayor presencia de especies leñosas, semileñosas y perennes, consecuencia lógica de no sufrir (o no haber sufrido durante mucho tiempo) periódicas siegas; entre la variedad de especies, destacamos las cinco siguientes:
El Moreco: abundancia de especies vegetales leñosas y perennes |
El Moreco: túmulo y cámara invadidos por la vegetación |
El Moreco: pasillo invadido por la vegetación |
El Moreco: pasillo y túmulo |
Endrino y restos de viejos desbroces |
Lampazo y jaramago |
Lino azul (Linum narbonense): planta herbácea, aunque algo leñosa en la base; muy común en sustratos calizos y ambientes secos y soleados
Peonía (Paeonia officinalis subsp. microcarpa): hay que reconocer que la presencia de peonías en flor constituye un aliciente más para visitar este dolmen durante la segunda quincena de mayo; aparte del túmulo, también en los terrenos que circundan el megalito crecen peonías por doquier, ya que no son consumidas por la fauna herbívora ni por el ganado doméstico.
Carrasquilla (Spiraea hypericifolia): muy abundante sobre sustratos pedregosos calizos de toda la mitad septentrional de la provincia.
Además de las cinco especies anteriores, abundan sobre el lomo tumular del Moreco otras muchas plantas herbáceas: lecherinas, viboreras, rosales rastreros, jaramagos, etc.