Si
vienes desde Burgos, puedes llegar a Huérmeces por dos carreteras siamesas: la vieja carretera de Aguilar (BU-622) y la nueva carretera de
Aguilar (N-627).
Huérmeces
se encuentra enclavado a la altura del antiguo kilómetro 25 de la vieja carretera de Aguilar (BU-622). Abandonando la capital por el Paseo de Los Cubos, no lleva mucho más de media hora llegar al pueblo.
Huérmeces desde la BU-622, en la interminable recta (4 km) de Santibáñez |
Desde 1992, también se puede ir a Huérmeces por la nueva carretera nacional de Burgos a Aguilar de Campóo. A la altura del kilómetro 28 de esta N-627, en el paraje de Santa Cecilia (Montorio), un desvío a la izquierda te llevará a Huérmeces en poco más de 6 km, recorriendo el desfiladero del Urbel en dirección sur por la BU-622.
Confluencia de la N-627 (en primer plano) y la BU-622 (al fondo) en el paraje de Santa Cecilia (Montorio) |
Aunque
por esta nueva ruta el recorrido total entre la capital y el pueblo se alarga
en casi 9 km, hay gente que lo prefiere, evitando las travesías de Quintanadueñas, Arroyal, Mansilla, Miñón y Santibáñez, así como el tramo de carretera anterior al Polígono Industrial
de Villalonquéjar, muchas veces saturado
de tráfico.
Primer tramo inagurado de la A-73 (Burgos-Aguilar), a la altura de Quintanaortuño (iglesia de San Martín, en ruinas) |
Además,
en 2013 se inaguraron 8,5 km
del primer tramo de la Autovía
de Aguilar (A-73), entre Quintanilla-Vivar y Quintanaortuño, por lo que a muchos
conductores les puede resultar aún más cómoda esta ruta para llegar a Huérmeces.
Tramo acuático de la vieja carretera de Aguilar (BU-622) después de Huérmeces, camino de Fuente La Hoz y el desfiladero del Urbel; en este punto, el río suele desbordarse casi todos los años |
Personalmente, prefiero el recorrido por la antigua carretera de Aguilar, la BU-622. No me molestan las travesías de los cinco pueblos citados, ni las curvas de la Cuesta de Mansilla, ni la fuerte pendiente del Aguilón, después de Arroyal, ni siquiera el tramo encorsetado del polígono de Villalonquéjar. La algo estrecha salida de Burgos, tras el Paseo de Los Cubos, me parece un lujo, sobre todo si la comparas con la anodina Avenida de Cantabria, por la que abandonarías la capital camino de la N-627.
Con la remodelación total de la carretera en el tramo entre Burgos y el polígono industrial de Villalonquéjar, se realizó la renumeración kilométrica de la BU-622, comenzando la cuenta casi en Quintanadueñas. De esta manera, lo que ayer era km 25, hoy es km 20.
Es cierto que en madrugadas de invierno las curvas de la Cuesta de Mansilla pueden ser una trampa de hielo, pero como ya no hay inviernos... De todas formas, y por si algún año vuelve la nieve, siempre tienes la posibilidad de evitar la Cuesta por la carretera que sigue paralela al curso del Urbel, camino de Las Quintanillas.
Es cierto que en madrugadas de invierno las curvas de la Cuesta de Mansilla pueden ser una trampa de hielo, pero como ya no hay inviernos... De todas formas, y por si algún año vuelve la nieve, siempre tienes la posibilidad de evitar la Cuesta por la carretera que sigue paralela al curso del Urbel, camino de Las Quintanillas.
Además, si el visitante ocasional quiere practicar turismo, tiene dónde elegir, sin necesidad de separarse mucho de la BU-622:
La nueva carretera de Aguilar, beneficios indudables aparte, ocasionó que el tráfico entre Quintanadueñas y Huérmeces por la BU-622 se redujera considerablemente. Lo que convirtió a este tramo de 26 km en un remanso de paz y paraíso ciclista.
- el páramo eólico de Los Marmellares, con sus espectaculares vistas sobre la Sierra de La Demanda
- el cerro del castillo, a la vera de Mansilla, antigua cabeza del alfoz homónimo
- la torre, iglesia y caserío de Zumel
- la ermita de La Cuadra, en la que se celebra una romería anual el domingo de Pentecostés
- la interesante portada románica de la iglesia de Miñón
- la vieja iglesia románica de La Asunción, en Las Celadas
- la iglesia, el moral y los deslizamientos de Ros
- la monumental iglesia gótica y el restaurado molino de agua de Santibáñez Zarzaguda
- Huérmeces, con sus palacios, su ermita, su torre en ruinas y el conjunto del caserío
- el desfiladero de Fuente La Hoz, con la cueva y el sendero de Valdegoba
- el diapiro y la iglesia románica de Quintanilla Pedro Abarca
- la casa neorrománica, las peñas y la ermita de Las Mercedes de Montorio
La nueva carretera de Aguilar, beneficios indudables aparte, ocasionó que el tráfico entre Quintanadueñas y Huérmeces por la BU-622 se redujera considerablemente. Lo que convirtió a este tramo de 26 km en un remanso de paz y paraíso ciclista.
A
consecuencia de la década eólica, con la construcción de varios parques en la
zona, el firme de la BU-622
presentó durante años un aspecto lamentable, tras el constante trasiego de
camiones y hormigoneras de gran tonelaje. Afortunadamente, hace años que se le
dio un buen repaso al trazado y hoy luce un firme ideal para los aficionados a
la bici y suficientemente seguro para los numerosos vecinos que hacen
diariamente el recorrido en coche hasta la capital.
Obras de construcción del nuevo trazado de la N-627 a la altura de Castrillo de Rucios |
Construcción del nuevo trazado de la N-627 a la altura de Santa Cecilia (Montorio), cerca del cruce con la vieja BU-622 |
La
nueva carretera N-627 no llega a transitar por el término de Huérmeces, apenas
rozándolo a la altura de La
Cabañuela y Valmares. Pero su trazado si que ha afectado de
una u otra manera a los vecinos, visitantes y veraneantes del pueblo.
El
antiguo camino de Huérmeces a Castrillo se ha visto cortado por la nueva carretera a la
altura de Salagún, cerca ya del pueblo castrellano. Ahora hay que desviarse 700 metros hacia el
Oeste, por un vial paralelo a la carretera, y salvar ésta por un paso elevado.
Lo
mismo ha sucedido con el antiguo camino de Quintanilla Sobresierra por Becerril, cercenado sin otra alternativa que cruzar la carretera a pelo.
La N-627 entre Monte Las Eras-Navas (Huérmeces) y Castrillo de Rucios |
La N-627 a la altura del Nido del Buitre, cerca del viejo camino de Huérmeces a Quintanilla-Sobresierra |
La
antigua tranquilidad de estos parajes ha desaparecido, engullida por el tráfico
y sus ruidos. Antes de la construcción de la N-627 podías llegar monte a través,
bucólicamente, hasta Quintanilla Sobresierra sin cruzarte con un alma.
Ahora debes cruzar una concurrida carretera no sin antes encomendar tu alma. Es
el progreso y sus peajes.
A
partir del citado cruce de Santa Cecilia, el trazado de la
vieja y la nueva carretera de Aguilar se solapan, y ya se mantiene prácticamente el mismo que existía
desde el siglo XIX, hasta llegar a la capital del Campóo palentino. Unicamente varía en que se circunvalan las travesías de Montorio y Basconcillos del Tozo, evitando la cuesta de la primera y las estrecheces de la segunda.
Cuando
se materialice la proyectada Autovía Burgos-Aguilar (A-73), allá por 2024, un
viaducto salvará la zona de Santa Cecilia-Nido del Buitre, y la nacional N-627 se verá
entonces condenada al ostracismo, como lo fueron en su día la N-623 y la BU-622. Las carreteras siamesas de
Aguilar quedarán reducidas al tráfico local, para alegría de unos y desesperación –quizás- de otros.
Viejo punto kilométrico 26 (hoy 21), justo debajo de Cuesta Castillo |