sábado, 21 de septiembre de 2024

Pinturas al óleo de Rosa María Hidalgo Fontaneda (2005-2024)


Tras un estío un tanto atípico, ya tenemos al otoño llamando a la puerta de septiembre. El otoño, esa estación tan dada a la melancolía, puede ser un buen momento para abrir una pequeña sala de exposiciones, virtual, en este blog. 

Muy probablemente, si Rosa María Hidalgo Fontaneda (Huérmeces, 1956) fuera una artista consagrada y reconocida, no me habría atrevido a plantearle ni siquiera la posibilidad de realizar un post con parte de su obra, particularmente  la relacionada con paisajes faroles y burgaleses. Pero el caso es que quizás pocas personas, fuera del ámbito familliar, conocieran el hecho de que Rosa María fuera una gran aficionada a la pintura al óleo, disciplina que practica desde hace mucho tiempo.

Y es que en este blog tienen clara preferencia historias y personajes poco o nada conocidos, parajes olvidados o minusvalorados, acontecimientos escasamente festejados y, también, artistas desconocidos.

En este post presentamos una colección de diez pinturas al óleo, realizadas entre los años 2005 y 2024, con una temática predominantemente paisajística. En todos los casos, el modelo utilizado consistió en una fotografía a color. Cinco de los lugares retratados se corresponden con parajes situados en Huérmeces; cuatro, con paisajes ubicados en las Merindades burgalesas; y uno, con un conocido enclave situado en la vertiente soriana de los Picos de Úrbión.

El orden de la presentación responde a un criterio exclusivamente cronológico. Se han mantenido los títulos otorgados por la autora a cada pintura.


1. Estío en Huérmeces (2005)




Una composición pictórica que resume la esencia de Huérmeces de una manera mucho más evidente -y poética- que el escudo de armas municipal: unas peñas, un palacio, un río y un molino. Dicho de otra manera: el monte, el antiguo poder señorial, el Úrbel y su trascendencia económica, en forma de molino harinero. Solo falta la iglesia, pero todo llegará.

El vado de Cigatón, ese lugar antaño utilizado en verano por carros tirados por yuntas de bueyes, resulta hoy frecuentado por niños ávidos de sentir el frescor del agua en sus pies, la emoción de levantar una presa con cantos rodados o la sorpresa del avistamiento de un cangrejo señal entre la cada día más espesa vegetación riparia del Úrbel.

Hace cuarenta o cincuenta años, cuando el Úrbel se mantenía libre de vegetación y contaminación, aguas arriba del vado existía una poza muy utilizada por vecinos y veraneantes. Hoy en día, apenas resulta accesible, ni siquiera visible.

Y qué decir del molino de Zigatón (así, con zeta, aparece en el Catastro de Ensenada), también conocido como molino de Filiberto o, años más tarde, como molino del Chato. Era el único de propiedad comunal, de los diez con que llegó  a contar el pueblo en las primeras décadas del siglo XIX. 


2. El Molino. Quintanilla Valdebodres (2005)

 



Quintanilla Valdebodres, en la Merindad de Sotoscueva, es uno de los 38 pueblos de la provincia de Burgos que llevan Quintanilla por nombre; y también es uno de los pueblos más fotogénicos de Las Merindades, además de puerta de acceso a los espectaculares barrancos conocidos como Canales del Dulla.

Entre su patrimonio natural cabe mencionar a "La Mea", una cascada de agua con 30 metros de caída, y al misterioso "Pozo del Infierno", una surgencia insondable -supuestamente conectada con el sumidero de Ojo Guareña- cuyas cristalinas aguas mueven a uno de los molinos más fotografiados de la provincia. El molino, de una sola rueda, ya aparecía mencionado en el Catastro de Ensenada, y ha sido rehabilitado recientemente. 

Desde siempre, los molinos, los molineros y las molineras han dado mucho juego a la pintura, a la literatura y al mundo del arte en general. Además de lugares de molienda, los molinos constituían puntos de encuentro en los que se socializaba (en ocasiones, más de lo prudente), se movían dinero e influencias y se cerraban tratos.  

Aparte del indudable interés del molino, todo el caserío de Quintanilla Valdebodres conserva el encanto de la arquitectura popular, hasta el punto de que en 2020 fue elegido el "Mejor pueblo de las Merindades". Para aportar un interés añadido a nuestro orgullo comarcal, cabe decir que en el campanario de su iglesia, dedicada a San Miguel Arcángel, cuelga una campana tozana (Juan Pérez Manjón, 1928), lo que indica hasta dónde llegaron los fundidores de campanas de Santa Cruz del Tozo, en unos tiempos en los que las campanas eran el principal medio de comunicación vecinal.


3. Mañana de otoño. Crespos (2006)




Cuando lo visité por primera vez, a finales de los años ochenta del pasado siglo, todo parecía indicar que Crespos era uno de los muchos pueblos de la zona condenado a la desaparición. En sus inviernos ya no vivía nadie allí. Afortunadamente, todo cambió cuando una pareja abrió un Hotel Rural en 1997, tras conseguir rehabilitar una vieja y enorme casa del pueblo. Con el centro de salud más cercano a 25 km por tortuosas carreteras (Villarcayo), con el colegio más cercano a 14 km con un páramo de por medio (Escalada), con problemas de cobertura telefónica, consiguieron sacar adelante su proyecto de vida.

Hoy es un pueblo con casi la totalidad de su caserío totalmente rehabilitado, sus calles cuidadas, con detalles jardineros en cada rincón. Además, cuenta con el valor patrimonial de una pequeña iglesia románica, siempre abierta a las visitas. Y es que no se trata de una iglesia rural más, ya que esta tiene una fecha concreta inscrita en uno de sus sillares (1143) y es considerada la parroquia más antigua de la diócesis de Burgos.

4. El portón. Casa de Ismael Hidalgo (2008)




Todo un mundo en cuatro colores. El azul del cielo, el teja de la cubierta del portón y los tiestos de cerámica, el crema de las piedras calizas que limitan el patio y el verde de los elementos de madera, las plantas enmacetadas y la trepadora que aprovecha el calor matinal generado por la pared orientada al sur. 

El mundo rural plasmado en un patio de una antigua casa de labranza, hoy mutada en casa de holganza, como todas las demás del entorno. Un patio que vio corretear a gallos y gallinas y hoy quizás tenga que conformarse con sentir el vuelo de golondrinas y aviones. Un patio en el que el principal foco de interés consiste en un enorme portón de madera, pintado en el mismo verde que el banco que se sitúa a su vera.
 
En la vieja casa del portón, situada en el antiguo número 15 de la calle Real, vivió -durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX- la familia formada por Ismael Hidalgo y Lucía Fontaneda. Con anterioridad, en los años treinta del siglo XX, en la misma habían vivido Francisco y Avelina Hidalgo. En la década final del siglo XIX y las dos primeras del XX, en ella residieron Quiterio Hidalgo y Florentina Fernández. Desconocemos quienes la habitaron con anterioridad, ya que los padrones municipales no llegan más allá de 1886. 

El portón, quizás pintado en otros colores al principio de su existencia, fue testigo privilegiado del ir y venir de cuatro generaciones de la familia Hidalgo. Y el característico sonido de su picaporte, al abrirse y cerrarse con fuerza, forma parte de la memoria sonora del barrio de Arroyuelo, allí dónde otro sonido característico define el espacio de la plazoleta inmediata: el que hace el agua al caer en la pileta de la fuente pública que lleva más de cien años dando de beber a vecinos y ganados.


5. Laguna Negra. Soria (2008)




Esta laguna de origen glacial, situada en la vertiente soriana de los Picos de Urbión, constituye uno de los lugares más visitados de la provincia de Soria ... en verano. Se ubica a nada menos que 1753 metros de altitud, casi quinientos metros por debajo del señor del lugar: el Pico de Urbión (2228 m).

Como no podía ser de otra forma, esta oscura laguna tiene adheridas numerosas leyendas, la mayor parte de las cuales se repiten en otras lagunas de montaña de la geografía nacional. Que no tiene fondo. Que se comunica con el mar (Cantábrico, supongo, a 150 km en línea recta, rumbo norte) gracias a un larguísimo e intrincado sistema de corrientes subterráneas y cuevas. Que todo ser viviente que cae a sus insondables aguas es devorado por otro ser viviente, enorme y único en su género.

En 1912, y por si el anterior curriculum legendario no resultara más que suficiente, el bueno de Antonio Machado eligió este paraje para situar su particular leyenda, a la que tituló Los Hijos de Alvargonzález; en ella se habla de un parricidio cometido por tres hijos con muchas ganas de heredar, y que encuentran en la Laguna Negra un lugar idóneo al que arrojar el cadáver de su padre. 


Llegaron los asesinos
hasta la Laguna Negra,
agua transparente y muda
qué enorme muro de piedra
donde los buitres anidan
y el eco duerme, rodea;
agua clara donde beben
las águilas de la sierra,
donde el jabalí del monte
y el ciervo y el corzo abrevan;
agua pura y silenciosa
que copia cosas etenas;
agua impasible que guarda
en su seno las estrellas.



6. Desde el Puente Miguel (2009)
 



Al viejo chopo, peligrosamente inclinado sobre el cauce del Úrbel, le quedan pocos años de vida. Quizás un par de avenidas invernales más. Con él desaparecerá uno de los elementos icónicos de esta zona del Úrbel medio. Dos son los momentos del año durante los cuales el paraje ofrece su más plástica estampa: otoño temprano y primavera tardía.

En estos lares, el otoño llega pronto y sin excesivos preámbulos. A finales de septiembre o principios de octubre comienzan a caer en picado las temperaturas nocturnas y la vegetación riparia del Úrbel pronto manifiesta su respuesta en forma de paleta de amarillos, ocres y beises. Chopos, álamos, fresnos, sauces, majuelos, salgueras y algún que otro arce. Todo el lecho del río se va cubriendo de hojas, con importantes acúmulos en los márgenes y en las zonas de remanso.

La primavera, por el contrario, no se da mucha prisa por alcanzar estas tierras. Después de un invierno que dura -o duraba- hasta bien entrado abril, la vegetación riparia va poco a poco despertando del letargo obligado por heladas y temporales de norte. A partir de mediados de mayo, a pesar de alguna noche aún traicionera en temperaturas mínimas, comienzan a florecer las especies de ribera, alcanzando su climax a primeros de junio, cuando las flores amarillas de nenúfares y lirios ofrecen un contrapunto a las oscuras y remansadas aguas del Úrbel.

En la poza originada a la altura del Puente Miguel (Puente del barrio la Parte) por la cercana presa del cauce molinar de Cigatón, se produce un denso tapizado de hojas flotantes de nenúfar (platos), que culmina con la curiosa floración de esta especie vegetal anfibia. Curiosamente, ni el aroma que desprende la flor del nenúfar, ni mucho menos la del lirio amarillo, pueden considerarse como agradables al alfato humano. Los insectos polinizadores, afortunadamente, no opinan lo mismo.

Y allí, al fondo de la poza del Puente Miguel, aguas abajo del mismo, el chopo torcido nos recuerda que la vida es bella, en otoño, en primavera o en cualquier otra estación, aunque siempre efímera, al albur de sequías, crecidas, incendios y hongos de la madera.


7. Río Ebro (2020)




Hace mucho, mucho tiempo, en el extremo oriental del Valle de Tobalina, el río Ebro dibujó a cincel el paraje denominado las Hoces de Sobrón, singular espacio compartido entre las provincias de Burgos y Álava. En el lado burgalés, en la margen derecha del río, destaca la contundente silueta del pico denominado El Campanario/Los Campanarios (1020 m).

Este emblemático hito de los Montes Obarenes posee en su cima un singular buzón montañero: una pequeña iglesia a escala, con una diminuta campana en su campanario y todo. Las campanas y las montañas siempre han congeniado bien, como seres de altos vuelos que ambas son.

El colorido de algunos árboles riparios nos dice que estamos en otoño y las quietas aguas del Ebro nos cuentan que nos encontramos cerca de la presa del pantano de Sobrón, inaugurado con fines hidroeléctricos en 1961. Posteriormente, sus aguas también sirvieron para la refrigeración de la cercana Central Nuclear de Santa María de Garoña. La Central Nuclear se encuentra a unos 9 km aguas arriba de la Central Hidroeléctrica. Era pues, el de Sobrón, un pantano fuertemente energetizado, desde su cabeza hasta su cola, aunque algo descompensadas ambas: las turbinas de la hidroeléctrica suponían una potencia instalada de 28 MW, mientras que las de la nuclear alcanzaban los 460 MW. 

Sesenta y tantos años después de su inauguración, la presa sigue produciendo energía, mientras que la nuclear apenas aguantó en activo cuarenta y dos años (1971-2013). Por su parte, El Campanario continúa ejerciendo su función de destacando oteadero sobre las Hoces de Sobrón y las aguas del Ebro, sin pausa ni descanso, desde hace unos pocos millones de años.


8. Escarcha (2023)




Decíamos antes, al comentar el primer óleo, que los elementos que mejor definían la esencia del Huérmeces de antaño eran el monte, los palacios, el río Úrbel y sus molinos harineros. Faltaba, al menos, uno más: la Iglesia. Esa Iglesia que, como poder económico, social, religioso y cultural, se manifestó en nuestro pueblo en forma de varios edificios, de dispar suerte con el devenir de los siglos: la iglesia principal (San Juan Bautista), la iglesia de Santa María del barrio de la Parte (La Blanca), la ermita de Cuesta Castillo, y las otras cinco pequeñas ermitas que se levantaron de manera dispersa por varios parajes del término (San Román, San Vicente, Santorcaz, San Miguel y San Pedrillo).

La iglesia de San Juan Bautista, un destacado ejemplar de edificio religioso de estética neoclasicista, tiene un punto de vista desde el que muestra todo su esplendor: desde el camino del puente Vega, un poco antes de alcanzar la casa de Castilla, e iluminada por el tibio sol de la mañana. Si a esa iluminación matinal se le añade la neblina de fondo y la escarcha en el entorno, los resultados son aún más espectaculares. Todo el paisaje aparece congelado, difuminado, y la mole de la iglesia destaca aún más sobre el entorno.


9. El arenal (2023)




En la falda occidental de La Coronilla (949 m), a la vera del viejo camino de San Miguel y Mulimayor, existe un peculiar paisaje de claro origen antrópico. Fueron las características geológicas del término las causantes directas del aprovechamiento humano de las arenas albienses que componen gran parte del cotorro de La Coronilla. La granulometría y composición química de dichas arenas las hacía óptimas para su uso en la elaboración de morteros y hormigones, y los vecinos y canteros locales comenzaron a extraerlas en las primeras décadas del siglo XX.

Tanto las aprovecharon que acabaron por originar una corta de unos doce metros de altura en su máximo desarrollo. El paraje, cercano al pueblo y bien comunicado, pasó a convertirse en El Arenal. Una vez que cesaron las labores extractivas, comenzó la invasión vegetal de parte de sus terrenos, sometidos en su parte baja a periódicos encharcamientos. Los chopos acabaron por convertirse en los dueños y señores del lugar. 

Para muchos caminantes que visiten el paraje no puede pasar desapercibido el fuerte contraste entre el verdor y verticalidad de los chopos y el rosa pastel de las paredes de este auténtico acantilado de secano. El cortado también mostraba un desarrollo claramente vertical en origen, pero el agua de lluvia ha ido creando incipientes canales acarcavados que contribuyen a diversificar la paleta de colores de aquel. Una auténtica mina cromática para un pintor paisajista.

Y otra mina, pero esta de hierro, existió a pocos metros del lugar. A mediados de los años cincuenta se llegó a excavar una galería exploratoria de unos veinte metros de desarrollo. Aquí fueron los grises grafito los colores dominantes en los materiales extraídos. Pero esa es otra historia.   

10. Pesquera de Ebro (2024)




Nos encontramos ante un puente de origen medieval, aunque muy modificado en el siglo XVII, bajo una sobria estética clasicista. Consta de tres vanos en arco de medio punto, de planta irregular, con tajamares rectangulares aguas abajo y apuntados aguas arriba. La buena labor de sillería y mampostería fue realizada por alguno de los muchos maestros canteros cántabros que trabajaron por la zona en aquellos tiempos. 

Aparentemente, el punto de vista de la composición se encuentra en la orilla izquierda del Ebro, aguas abajo del puente, ya que se aprecian los referidos tajamares rectangulares, así como la leve caída de agua situada al otro lado de aquel. En la pintura destaca el arco central del puente aunque también se vislumbra, parcialmente cubierto de vegetación arbórea, uno de los arcos laterales.

Por el colorido de árboles y arbustos, así como por la disposicion de las sombras, nos encontramos ante una espléndida mañana de principios de otoño. Al fondo, por encima del puente, destaca la mole caliza de Sobrepeña.


sábado, 14 de septiembre de 2024

Hic Svnt Dracones: la terra incógnita entre Montorio y Huérmeces

 

UN OSO JOVEN, MUY LEJOS DE LAS ZONAS OSERAS

A primeros de septiembre comenzó a circular por las redes sociales un vídeo en el que aparecía un oso joven transitando por lo que parecía ser un bosque de robles. Al vídeo le acompañaba un breve texto que aseguraba que el vídeo fue tomado en un lugar indeterminado, situado entre Montorio y Huérmeces.




Poco después, el asunto fue recogido por la prensa escrita y el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos confirmó la veracidad del vídeo, aunque asegurando que el oso ya no se encontraba en la zona dónde se realizó la grabación (con cámara fija) de la secuencia, a mediados de agosto.




La distancia con las zonas dónde se sabe de la presencia puntual del plantígrado (Monte Hijedo en Alfoz de Santa Gadea; Brañosera en la Montaña Palentina) oscila entre los 40 y 70 kilómetros en línea recta, lo que parece ser que no supone nada excepcional para un animal acostumbrado a largas marchas nocturnas.

Varios días después, el joven oso fue avistado en los alrededores de Gredilla de Sedano, aparentemente siguiendo una ruta de retorno a territorios más oseros que los Páramos y el Úrbel.

Ante la lógica indefinición del paraje exacto dónde fue captado el vídeo, solo nos queda elucubrar al respecto. Sabemos que los mayores robledales de la zona se extienden entre Montorio y Quintanilla Sobresierra. Entre Montorio y Huérmeces, por el contrario, las manchas de Quercus faginea (quejigo) revisten menor extensión, y se presentan en forma de fajas sobre las laderas meridionales del vallejo de Santa Cecilia, las septentrionales de la lora de Las Mesas, las muy pindias de Valcavado y las que caen hacia Navatillo y el molino Quemado.


UNA ENORME SERPIENTE

Retrocedamos en el tiempo unos 130 años, aunque sin cambiar de espacio: estamos en la misma zona, ese territorio indeterminado situado entre Montorio y Huérmeces.

El 28 de octubre de 1894 aparecía en la prensa burgalesa una curiosa noticia. Es cierto que la cabecera que publicaba la reseña no era una cabecera al uso, ya que estamos hablando del semanario satírico burgalés "El Papa-Moscas".




Al tratarse de una publicación para la que primaba lo satírico y la hipérbole sobre todo lo demás, habría que tomar con cierta prevención cualquier tipo de noticia publicada por este semanario, por muy local que aquella fuera. En esta ocasión, además, la indefinición en cuanto al lugar es aún mayor que en el caso del joven oso errante: "en Huérmeces, o en Montorio".




La reseña habla de que "han matado una culebra de más de tres metros y medio de larga". Mucho parecen tres metros y medio en unas tierras tan alejadas del Amazonas o del Orinoco. 

La serpiente más grande en las tierras del Úrbel, entonces y ahora, no puede ser otra que una culebra bastarda (Malpolon monspessulanus). Esta serpiente venenosa (aunque escasamente peligrosa para el ser humano) puede alcanzar una longitud máxima de dos metros y medio. No existen referencias documentadas que hablen de ejemplares de culebra bastarda de tres metros y medio, ni en España ni en el resto de Europa, aunque sí que se ha documentado recientemente algún ejemplar con una longitud cercana a los tres metros (Cuenca, marzo de 2019).




Por lo tanto, pudiera tomarse como cierto el gran tamaño de la culebra encontrada y matada en 1894, aunque quizá aquel se exagerara un tanto. Conviene recordar que el sistema métrico decimal no llevaba mucho tiempo implantado en España (un Real Decreto de 1879 estableció su obligatoriedad a partir de julio de 1880), y menos aún en el medio rural, por lo que las mediciones realizadas sobre el reptil y su posterior conversión al sistema decimal pudieron presentar errores, seguramente al alza.


LA TERRA INCOGNITA ENTRE MONTORIO Y HUERMECES

¿Qué sucede en ese indeterminado territorio situado entre Montorio y Huérmeces? ¿Nos encontramos quizás ante un pedazo de lo que muy antaño se denominaba "Terra Incognita"? 




Este bloggero, aficionado a los paseos en bici por varios lugares "entre Montorio y Huérmeces", no puede sino afrontar con cierta prevención futuras excursiones por Valcavado, Las Mesas, Los Huertos, Santa Cecilia, Gudivilli o Peña Ladilla. A cada sonido de rama partida, a cada avistamiento de profundo agujero, este ciclista de monte no podrá evitar el imaginarse rodeado por osos adolescentes en fuga o por enormes serpientes constrictoras. Nada volverá a ser como antes.



En los viejos mapas, las zonas inexploradas solían representarse con figuras mitológicas tales como gigantescas serpientes marinas o fieros dragones de llama fácil; para añadir más misterio al asunto se añadían letreros del tipo "TERRA INCOGNITA".


Globo de Hunt-Lenox (1503-1507): HC SVNT DRACONES


A principios del siglo XVI, aparece por vez primera, en el denominado Globo de Hunt-Lenox (un mapamundi de la época) la expresión latina HIC SVNT DRACONES (AQUÍ HAY DRAGONES), en forma de un letrero colocado sobre las costas orientales de Asia, quizás relacionando la presencia del dragón de Komodo con el carácter inexplorado de ese territorio.

 


Propongo, pues, hacer algo parecido en el caso que nos ocupa. Para que excursionistas, ciclistas y amantes del Wikiloc en general no se lleven sorpresas faunístico-mitológicas. El que avisa no es traidor...


Mapa de la provincia de Burgos, Coello (1868)


 

NOTA:

El Papa-Moscas fue un semanario satírico burgalés que se editó en dos épocas diferentes: la primera, entre 1866 y 1870, impreso por Calixto Ávila y dirigido por Cesáreo Hernando; y la segunda, entre 1878 y 1920. Durante algunos años de esta segunda época salió a la calle con periodicidad diaria, bajo la dirección de Jacinto Ontañón y la impresión de Timoteo Arnáiz. En 1917 fallecía Jacinto Ontañón, y tres años después lo haría su querido semanario satírico.



sábado, 7 de septiembre de 2024

El Castellano, diario católico burgalés (1900-1940)

 

Hasta la fecha, había sido la hemeroteca del Diario de Burgos la preferentemente consultada a la hora de buscar noticias relacionadas con Huérmeces y comarca. No obstante, existieron otras cabeceras burgalesas que, aunque gozaron de una más corta vida comercial, también recogieron hechos curiosos, quizás primando los sucesos trágicos sobre los demás, todo ello adornado con un cierto barniz sensacionalista.

En esta ocasión, hemos consultado la hemeroteca del periódico burgalés de rotundo nombre: El Castellano.




Al comenzar su periplo, El Castellano era periódico de línea editorial católica, aunque luego fue evolucionando hacia el tradicionalismo más montaraz. Durante la Segunda República fue uno de los dos principales periódicos conservadores burgaleses, aunque el Diario de Burgos era considerado independiente.

En aquellos años de la Segunda República, su director fue Francisco Estévanez, un político carlista de libro, además de abogado, propietario y empresario. Su oposición al nuevo régimen fue implacable desde el mismo advenimiento de la República.


He realizado una pequeña selección de las noticias -siempre relacionadas de alguna manera con Huérmeces- que considero más sorprendentes o interesantes, dentro de un contexto histórico complicado, que acabó en una salvaje guerra civil.

La mayor o menor aparición de un pueblo en un determinado periódico dependía, aparte de la importancia demográfica o económica del lugar, de la existencia de la figura denominada "corresponsal", generalmente una persona con estudios y de pluma fácil. Casi siempre, la función de corresponsal era ejercida por el cura, el maestro, el secretario, el médico o algún "industrial" ilustrado.

Durante las décadas de 1910, 1920 y 1930, El Castellano tuvo en Huérmeces a un activo corresponsal que solía firmar sus colaboraciones con dicho apelativo o, en ocasiones, con una "M". Suponiendo que dicha letra se correspondiera con la inicial de su nombre de pila, no tenemos posibles candidatos al puesto entre el cura (Félix), maestro (Buenaventura, Agustín), médico (Luis), secretario (Emilio); y no se tiene constancia de que existieran industriales ilustrados.

De todas formas, lo habitual era que el corresponsal residiera en el pueblo de mayor población más cercano, y podría ser este el caso. El corresponsal "M" residiría, pues, en Santibáñez Zarzaguda, y recogería los sucesos de toda la comarca del Úrbel medio. En diversas crónicas remitidas por el corresponsal en Santibáñez, aparece la firma "M. Palacios". 

Por lo tanto, damos por sentado que el corresponsal de prensa (tanto de "El Castellano" como del "Diario de Burgos") en el Santibáñez Zarzaguda de aquellos años era Marcelo Palacios Conde, que fue secretario del Ayuntamiento de aquel pueblo durante 25 años (1920-1944).
 

En orden cronológico, estas son las once noticias seleccionadas dentro del periodo de cuarenta años de vida del periódico El Castellano, tiempo durante el cual Huérmeces apareció citado en aquel en un total de 126 ocasiones:


1. El Castellano, 10 de marzo de 1910

Campaña contra las escuelas laicas. Actos de adhesión a la misma en diversos pueblos de la provincia de Burgos, Huérmeces entre ellos.




Dada la extremada virulencia de la campaña, así como el inusual seguimiento que la misma tuvo en Huérmeces, le dedicaremos a este asunto una próxima entrada monográfica.


2. El Castellano, 22 de marzo de 1913

Huérmeces: protesta contra el proyecto del gobierno en materia de enseñanza. El día de San José, el párroco, Eusebio Arroyo Dorao, leyó al pueblo asistente a misa el texto de la protesta que había formulado, invitando a padres y madres a que la firmaran.

Aquel fue un acto más de los celebrados en un contexto de lucha entre clericalismo y anticlericalismo, en aquellos años en los que gobernaron en Madrid los liberales de Canalejas (1909-1913). Aquellos gobiernos intentaron suprimir o aminorar parte de los privilegios de la Iglesia, sobre todo en el ámbito económico y de la enseñanza, ocasionando virulentas respuestas por parte de sectores de la sociedad, todavía mayoritariamente conservadora y católica.

 



Eusebio Arroyo Dorao (Burgos, 1875-Villadiego, 1938) fue párroco de Huérmeces durante veintiséis años (1902-1926). Como casi todos los curas de aquellos tiempos, participó activamente en las protestas contra las nuevas leyes "anticlericales" de los gobiernos liberales de 1909-1913.


3. El Castellano, 29 de noviembre de 1913 

Doble boda de dos hermanas del párroco de Huérmeces, Eusebio Arroyo Dorao. En aquellos años era relativamente habitual el hecho de que dos hermanas o dos hermanos celebraran su respectiva boda el mismo día, en la misma parroquia, por el mismo celebrante.

La breve crónica no nos aclara el lugar dónde se celebraron las bodas de las hermanas, aunque sabemos que fue en Huérmeces, en contra de la costumbre habitual de hacerlo en la localidad de nacimiento de las novias (la ciudad de Burgos, en este caso). Las bodas se celebraron con dos días de diferencia.




En un padrón de Huérmeces del año 1909 comprobamos que el párroco residía en el pueblo junto con sus padres y dos hermanas. En la vieja casa rectoral residían, pues, cinco personas:

  • Manuel Arroyo Arias (Los Ausines, 1848), padre del párroco
  • Agapita Dorao Peña (San Miguel de Cornezuelo, 1847), madre del párroco
  • Eusebio Arroyo Dorao (Burgos, 1875), párroco
  • María Consuelo Arroyo Dorao (Burgos, 1890), hermana del párroco
  • Teodora Arroyo Dorao (Burgos, 1888), hermana del párroco

Sirva esta situación como ejemplo de la que constituía una responsabilidad colateral de muchos párrocos de aquellos años: mantener o colaborar en la manutención de sus familiares más cercanos (padres, hermanos y sobrinos). Este alto nivel de responsabilidad familiar condicionó el comportamiento económico de muchos curas, originando situaciones conflictivas con la población del lugar. 

En la doble boda de noviembre de 1913, los novios, ambos faroles, fueron:

  • Mauricio Ubierna Luis (Hces, 1887): hijo de Pablo Ubierna Díaz-Ubierna (Hces, 1853) y Balbina Luis Puente (Trashaedo, 1868); Mauricio y Teodora se establecieron en Vizcaya, ya que Mauricio era empleado del tranvía de Baracaldo
  • Mariano Crespo García (Hces, 1890): hijo de Pablo Crespo Díaz (Hces, 1861) y Manuela García Alonso (Hces, 1858); Pablo y su hijo Mariano fueron los sastres del pueblo; Mariano y Consuelo se establecieron en Huérmeces y tuvieron seis hijos, de los que solo tres sobrevivieron a la infancia: Manuela (1915), Federico (1921) y José María (1926)
Los padres del párroco, Manuel y Agapita, fallecieron en Huérmeces en 1923 y 1910, respectivamente. Aún resulta legible su placa metálica en el cementerio del pueblo.

4. El Castellano, 4 de junio de 1921

Desaparición de una joven de 16 años natural de Huérmeces, Lucía Alonso, de un colegio cercano a Burgos.




Lucía Alonso Villalvilla (Hces, 1904), hija de Eugenio y Elisa; hermana de Escolástica, Eladia, Leonila, José y Julián. Seguramente, Lucía se encontraba estudiando en el colegio de las Hijas de la Caridad en Rabé de las Calzadas, dónde también había estudiado su hermana mayor, Escolástica, que luego ingresaría en la orden.

La memoria familiar reza que Lucía se escapó del colegio de Rabé aunque, en lugar de volver al hogar familiar, en Huérmeces, y con la idea de posponer la inevitable reprimenda parental, se encaminó hacia Olmos de la Picaza, dónde vivía Eladia, su hermana mayor, recién casada con Maximiliano, natural del pueblo.

La distancia entre Rabé y Olmos rondaba por entonces los 25 km, tomando primero el Camino de Santiago hasta Hornillos, luego remontando el valle del Hormazuela hasta Cañizar de Argaño y, finalmente, por Pedrosa del Páramo, llegar a Olmos. 

En 1923, apenas dos años después de su larga marcha, Lucía contrajo matrimonio con Luzgerico Pérez, carpintero-carretero, natural de Acedillo, y establecido en Huérmeces. En 1933, diez años más tarde, Lucía se convirtió en una joven viuda con tres hijas de corta edad a su cargo. Lucía no volvió a casarse.

 

5. El Castellano, 13 de septiembre de 1922

Uno de los acontecimientos socio-religiosos de mayor relevancia en aquellos píos años era, sin duda, la periódica visita del arzobispo de la diócesis, al objeto de imponer el sacramento de la confirmación sobre las cabezas de los niños de la comarca.

En esta ocasión, la visita pastoral corrió a cargo de Jaime Viladrich y Gaspar, obispo auxiliar del cardenal Juan Benlloch y Vivó, arzobispo de Burgos durante siete años (1919-1926). La visita se centró en la localidad más importante, demográfica, religiosa y económicamente hablando, Santibáñez Zarzaguda.

 



Afirma el corresponsal (Marcelo Palacios) que el obispo auxiliar "llegará a esta importante villa de Huérmeces a las cuatro de la tarde"; obviamente, se trata de un error, ya que la visita pastoral y las consiguientes confirmaciones se celebraron en Santibáñez, no en Huérmeces.

La noticia nos cuenta que fueron 400 almas las receptoras del Santo Sacramento de la Confirmación, la mayoría llegadas de pueblos limítrofes.


6. El Castellano, 6 de abril de 1923

Accidente de caza mortal en el monte de Los Tremellos: un vecino de Huérmeces, Primitivo López, molinero, se dispara accidentalmente con su escopeta de caza mientras se encontraba al acecho de un lobo, falleciendo a los dos días a causa de la septicemia originada por la bala, alojada en la región lumbar.




Primitivo López (Melgosa de Villadiego, 1867), casado con Victoria Pérez (Arenillas de Villadiego, 1867) ejercieron como molineros en Navatillo durante los últimos cinco años del siglo XIX y la primera década del XX, hasta la clausura del molino. Tuvieron, al menos, seis hijos: Venancio (Melgosa de Villadiego, 1894), Fernando (Hces, 1897), Quirino (Hces, 1899), Nicanor (Hces, 1902), Maximino (Hces, 1905) y María Mercedes (Hces, 1906). Ignoro si en aquel año 1923 Primitivo ejercía como molinero en algún otro de los varios molinos activos con que contaba aún Huérmeces.


7. El Castellano, 30 de julio de 1926   

El párroco de Villadiego, Eusebio Arroyo Dorao, acude a Burgos para para apadrinar en su primera misa al Padre Ubierna S.J., natural de Huérmeces.




La expresión "Padre Ubierna S.J." hace referencia al jesuita Aurelio Ubierna Luis (Hces, 1894), hijo de Pablo Ubierna Díaz-Ubierna (Hces, 1850) y Balbina Luis Fuentes (Trashaedo, 1856), hermano de Heliodoro, Mauricio, Pedro, Eliecer, Natividad, Luis y José. Aurelio vistió los hábitos jesuitas en 1911, estudió en Oña, La Habana y América del Norte, terminando su carrera en Comillas y su aprobación religiosa en Inglaterra. En septiembre de 1928 fue destinado a China, desarrollando allí gran parte de su misión evangelizadora en seminarios. Fue también un prolífico escritor, tocando muchos palos: gramática inglesa, leyendas chinas, biografía, catequesis, historia eclesiástica, espiritismo y apologética. Falleció en China en 1939, a los 45 años de edad.


8. El Castellano, 8 de agosto de 1930 

Un claro ejemplo de "crónica social rural" de aquellos años. El autor de la crónica, abusando de un lenguaje empalagoso hasta la náusea, se limita a llenar de palabras un espacio excesivo (dos columnas) para no decir nada. Aunque el escrito fuera realizado en supuesta clave de humor, resulta complicado encontrarle gracia alguna. Los gustos han cambiado mucho en cien años, lógicamente.

Titula su crónica: "Nuestro activo municipio", y comienza realizando una loa al nuevo alcalde, que lleva apenas seis meses en el cargo: "Parece ser que con el advenimiento del nuevo alcalde, se anuncia el advenimiento de una nueva era para el vecindario". Ahí es nada.

Dispersos por tanto texto, aparecen ciertas expresiones en clave local aderezadas con pura tontería: "la señora marquesa de Sutildarache", "los prados de la Bagoya", "la colonia veraniega de Montorio", "los de Santibáñez" y el "club Prao Redondo"

Para dejar claro que es persona de mundo y de lenguas, el corresponsal añade términos como "Scot", "Rolls", "gentleman", "fielday", "bicoca", "pertinacia"...

Tiene incluso el mal gusto de recordar un luctuoso suceso (el reciente incendio de la escuela de niñas, al año de su inauguración) con una bochornosa frase: "la escuela de niñas, purificada del fuego, podrá ahora unir a los encantos de su coquetería, la gravedad de sus enseñanzas". Lamentable.





En agosto de 1930 era alcalde del pueblo Sandalio Alonso Alonso (Hces, 1884), elegido en febrero del mismo año, y que ejercería hasta abril de 1931. El alcalde anterior había sido Eugenio Alonso Fernández (Hces, 1873), que ejerció entre 1923 y 1930.

La escuela de niñas había sido inaugurada en septiembre de 1927 y ardió completamente en diciembre de 1928; por lo sugerido en la "crónica", parece ser que en 1930 habría vuelto a inaugurarse una nueva. 

El que fuera maestro durante muchos años (1916-1930), Buenaventura Marcos Fontúrbel (Montorio, 1881), dejó la escuela de nuestro pueblo al finalizar el curso 1929-1930, sustituido por Agustín de Torres Rubio (Madrid, 1893), que estuvo en Huérmeces hasta finalizar el curso 1932-1933.

La maestra era la recién llegada desde la escuela de Santa María Rivarredonda, Sabina Varona Villabriga (Hontomín, 1897). Sería sustituida al curso siguiente por Jesusa Valcavado de la Horra (San Martín de Rubiales, 1891), destinada en Huérmeces hasta 1943. 

El secretario municipal era Emilio Palacios Gómez (Arraya de Oca, 1893), que lo era también del entonces municipio de Quintanilla Pedro Abarca. Fue secretario de ambos ayuntamientos durante siete años (1929-1935).

El médico era el joven recién llegado a su primer (y único) destino profesional, Luis Salinas Mendizábal (Burgos, 1903).

No creo que esta "crónica" fuera realizada por el corresponsal del periódico en Santibáñez Zarzaguda, el ya citado Marcelo Palacios Conde. Me inclino a pensar que el autor fue alguien mucho más relacionado con Huérmeces, bien por cuna, bien por consorte, bien por coto de caza y pesca.

 

9. El Castellano, 11 de julio de 1934

Un incendio en el caserío de Ros afectó a cinco viviendas, dos de las cuales quedaron completamente calcinadas. Acudieron a las tareas de extinción los bomberos de Burgos y vecinos de La Nuez de Abajo, Miñón, Las Celadas, Los Tremellos, Santibáñez y Huérmeces. Durante los primeros momentos, resultó fundamental la colaboración de las camionetas de Guillermo López y Bernardo Alonso, vecinos de Santibáñez, y de Calixto Álvarez [Arnáiz], de Huérmeces.




Calixto Arnáiz Bárcena (Cantabrana, 1875) había llegado a Huérmeces en 1932, acompañado de su esposa, Eustaquia Bañuelos Puente (Santa Coloma del Rudrón, 1880) y dos hijas, Felisa (Ros, 1911) e Hilaria (Ros, 1917). En los padrones de aquellos tiempos aparece como "industrial", en concreto transportista, entre otras actividades comerciales.


10. El Castellano, 22 de enero de 1935

Tarifas que aplica la Central Eléctrica de Santibáñez Zarzaguda para el suministro de fluido eléctrico a sus abonados en los pueblo de Los Tremellos, Ros, Mansilla, Huérmeces y Santibáñez Zarzaguda.




Conviene recordar que el moderno tendido de energía eléctrica, realizado por "Electra de Burgos", no llegó a Huérmeces hasta el año 1952. Y que la línea no llegó a Ruyales, Quintanilla y Pantaleón hasta 1955, cuando se le concedió a "Electra  de Burgos" la concesión de la línea que partía del centro de transformación de Huérmeces y finalizaba en La Nuez de Arriba, pasando por los tres pueblos citados.

Mientras tanto, algunos pueblos se abastecían de pequeñas centrales eléctricas instaladas en molinos servidos por las aguas de ríos de caudal suficiente y constante, como era el caso del Úrbel a la altura de Santibáñez Zarzaguda. Que sepamos, el molino de La Vallejera de Santibáñez, propiedad del vecino de Burgos Justiniano Mata Villanueva, tenía autorización para transformar la energía hidraúlica en eléctrica desde el año 1915, así como para transportarla hasta los pueblos de Santibáñez y Huérmeces, para alumbrado y otros usos industriales. 


11. El Castellano, 27 de octubre de 1936

Luciano Huidobro Serna (Villadiego, 1874-Burgos, 1958) fue un sacerdote, historiador, investigador histórico y arqueológico y, por entonces, también cronista oficial de la provincia de Burgos. El cura Luciano firma una colaboración periodística muy prototípica de aquellos bélicos años. Estamos en otoño de 1936, con guerra en todos los frentes, y con la España leal a la República dividida en dos zonas. El contenido de los periódicos se encuentra completamente monopolizado por noticias relacionadas con el conflicto.

En esta ocasión, el cronista escribe acerca de un evento bélico acaecido en las lejanas tierras de La Alcarria: la toma, por parte de las tropas rebeldes (con participación del Tercio de Requetés burgaleses) del cerro de San Cristóbal, una importante posición en las cercanías de Pelegrina, dentro de las operaciones encaminadas a la toma de Sigüenza. 

No puedo resistir la tentación de transcribir parte del contenido de la crónica escrita por Luciano Huidobro, claro ejemplo de simplificación histórica, al intentar equiparar las acciones bélicas acaecidas en el entorno de Sigüenza durante la Guerra Civil (Gloriosa Cruzada, en el argot de la zona nacional) con las andanzas medievales del Cid por estas tierras, luchando contra los infieles:


"...ha producido en Burgos una gran satisfacción por lo que significa en el avance hacia Madrid tan fuerte y defendida posición estratégica, y por tratarse de paisanos nuestros, que en tierras de la Alcarria, la Campiña y Cifuentes, están haciendo reverdecer los laureles que el Cid y su primo Álvar Fáñez de Minaya conquistaron para Castilla, facilitando con sus incursiones y batallas las que Alfonso VI consiguió después, y le permitieron llegar hasta el Tajo para conquistar Toledo, que culminaron en Alfonso VIII con las tomas de Sigüenza y su comarca limpiando de moros definitivamente ese país.

En nombre de esta provincia, orgullosa de tener ahí tan dignos descendientes de nuestros héroes, que iban ampliando los límites de Castilla al galopar de sus corceles y al choque de sus bien templados aceros de Monterrubio y forjas de la Sierra burgalesa, vaya mi entusiasta felicitación a ellos, a sus abnegados conductores y a su cronista, moderno Per Abat, que no dudo cantará  algún día con su inspirado estro estas nuevas hazañas, de la raza, que quedan desde hoy grabadas en el corazón agradecido de los burgaleses y en las crónicas de la provincia.

Y cuando lleguen a poblaciones que llevan nombres originalmente burgaleses en ese país, como Huérmeces, Las Padillas, Embid, Horna y otros, y contemplen en Guadalajara el torreón de Álvar Fáñez, recuerden que son descendientes de sus pobladores y esto les obligará a redoblar su esfuerzo para reconquistar enteramente para España esa provincia violentamente separada de la nación, a la que por nuestras conquistas perteneció en cuerpo y alma desde el siglo XIII.

Luciano Huidobro y Serna. Cronista de la provincia de Burgos.


Durante los dos primeros meses después del golpe del 18 de julio de 1936, las tierras de Sigüenza se mantuvieron fieles a la República. En Sigüenza, en concreto, los milicianos se hicieron fuertes en la catedral, hasta que fueron derrotados por las tropas golpistas en octubre de aquel año.

Dicen algunos historiadores que el Huérmeces del sur fue fundado por repobladores procedentes del Huérmeces del norte. Es posible. Durante la Guerra Civil, el Huérmeces alcarreño permaneció brevemente en el bando rojo, mientras que el Huérmeces burgalés se mantuvo en el lado azul desde el principio de la contienda.

  • Huérmeces [del Cerro] (Guadalajara): municipio y localidad de la comarca Sierra Norte de Guadalajara; 41 hab (2023); 270 hab (1930); hasta 1916 se denominó Huérmeces, a secas; a partir de ese año se le añadió "del Cerro" para diferenciarlo del homónimo burgalés
  • Huérmeces (Burgos): municipio y localidad de la comarca Odra-Pisuerga [Páramos]; la localidad tiene 75 hab (2023); 400 hab (1930)

Las otras localidades homónimas de las provincias de Burgos y Guadalajara, a las que hace referencia Luciano Huidobro: 

  • Padilla de Hita (Guadalajara): localidad perteneciente al municipio de Hita, en la comarca de La Alcarria; 21 hab (2023); 200 hab (1930)
  • Padilla del Ducado (Guadalajara): localidad perteneciente al municipio de Anguita, en la comarca Molina-Alto Tajo; 10 hab (2020); 140 hab (1930)
  • Padilla de Arriba (Burgos): localidad y municipio de la comarca Odra-Pisuerga; 89 hab (2023); 460 hab (1930)
  • Padilla de Abajo (Burgos): localidad y municipio de la comarca Odra-Pisuerga; 66 hab (2023); 610 hab (1930)
  • Embid (Guadalajara): municipio y localidad de la comarca de Molina-Alto Tajo; 30 hab (2023); 280 hab (1930); con un valioso castillo de la primera mitad del siglo XII, en la frontera entre los reinos de Castilla y Aragón
  • Embid [El] (Burgos): despoblado del término de La Piedra; con la leyenda del tesoro escondido debajo del Peñón (curiosa piedra de gran tamaño), desde los tiempo de la despoblación de la zona ante la inseguridad del avance de los moros 
  • Embid [El] (Burgos): despoblado del término de Monasterio de Rodilla
  • Horna (Guadalajara): localidad perteneciente al municipio de Sigüenza, en la comarca Sierra Norte de Guadalajara; 11 hab (2023); 345 hab (1930); tuvo un apeadero a la vera de la línea ferroviaria Madrid-Barcelona, clausurado en 2017
  • Horna (Burgos): localidad perteneciente al municipio de Villarcayo, en las Merindades; 221 hab (2021); tuvo una estación (Horna-Villarcayo) a la vera (km 345) de la extinta línea ferroviaria Santander-Mediterráneo, clausurada en 1985






EL RESTO DE NOTICIAS RELACIONADAS CON HUÉRMECES APARECIDAS EN EL CASTELLANO (1900-1940)

El resto de noticias en las que aparece el término "Huérmeces" se engloban en las secciones periodísticas siguientes:

  • Movimiento demográfico (datos proporcionados por el Registro Civil de Burgos): nacimientos y defunciones de personas naturales de Huérmeces o portadoras del apellido toponímico
  • Esquelas: recordando el fallecimiento de personas naturales o avecindadas en Huérmeces
  • Crónica de sucesos: robos y accidentes soportados o cometidos por personas naturales o residentes en Huérmeces
  • Anuncios oficiales: venta de lotes de tierra; vacantes y nombramientos en las plazas de maestros y maestras de sus escuelas; renuncias de alcaldes y concejales; vacantes de médicos y de carteros; vacantes de secretarios de ayuntamiento (en 1934 aparece la vacante conjunta de Huérmeces y Quintanilla Pedro Abarca); ingresos y salidas de personas del asilo provincial; solicitud de perdón del pago de la Contribución Territorial por pérdida de cosecha; proclamación de representantes sindicales; mozos en quintas y reemplazo de soldados; subsidios a familias numerosas; denuncias a infractores de la Ley de Pesca; adhesiones y felicitaciones del Ayuntamiento al Gobierno nacional de turno (en octubre de 1934 el Ayto de Huérmeces felicitó al Gobierno de la República, en manos de la derecha, por la pronta resolución de los sucesos de Asturias y la declaración del Estat Catalá)
  • Servicios religiosos: misas, rosarios y sermones impartidos en las diversas parroquias de la ciudad de Burgos por parte de curas párrocos de Huérmeces; asistencia del párroco de estos a las romerías de las ermitas más próximas (La Cuadra y Las Mercedes, principalmente); exaltación de los Sagrados Corazones; fiestas catequistas
  • Donaciones y recolectas de fondos: con fines religiosos (nueva Custodia para la catedral), caritativos o políticos; recolectas a consecuencia de catástrofes (incendio de Huerta de Rey), accidentes o guerras (aguinaldo del soldado; donativos a la Junta de Defensa Nacional de España)
  • Crónica social: visita de personas notables del pueblo a la redacción del periódico (normalmente, el cura); bodas en las que uno o los dos novios eran naturales del pueblo
  • Anuncios comerciales: venta de molinos (en noviembre de 1930 aparece reiteradamente la venta del molino de Cigatón), tierras, ganado, aperos, maquinaria