Algunos camposantos destacan no por su antigüedad ni por su ubicación en un bello paraje, sino por la existencia de un sencillo cartel o leyenda, generalmente grabado en la piedra del dintel de la puerta de entrada.
Los textos de estas leyendas suelen ser recurrentes:
- hacen referencia a lo efímero de la vida humana
- son un canto a la esperanza en la vida eterna
- invitan al paseante a hacer un alto en su camino, meditando o rezando por los que están dentro
Por estos lares castellanos -austeros en casi todo- no son muchos los camposantos con este tipo de carteles. Lo más que podemos encontrar, en la mayor parte de los casos, es una fecha, la del año en el que se realizó la última reforma del camposanto, acompañada de una sencilla cruz.
Hemos elegido cuatro ejemplos de pequeños cementerios con leyenda, dos del entorno cercano (Celada de la Torre y Rabé de las Calzadas) y otros dos del algo más lejano (Ahedo de las Pueblas y Rebollar de Ebro).
Hemos elegido cuatro ejemplos de pequeños cementerios con leyenda, dos del entorno cercano (Celada de la Torre y Rabé de las Calzadas) y otros dos del algo más lejano (Ahedo de las Pueblas y Rebollar de Ebro).
Celada de la Torre
El cementerio de este pequeño pueblo se encuentra adosado al ábside de la barroca iglesia parroquial de Santa Cristina (finales del siglo XVIII). Sobre el dintel de la puerta del camposanto se yergue una labrada cruz de piedra. En el propio dintel, grabada sobre la piedra y repintada, apenas podemos leer la siguiente leyenda:
COMO TE VES, YO ME VI
COMO ME VES, TE VERAS
Todo un canto al carácter efímero de nuestra existencia. Imposible decir más con menos.
Esta leyenda -idéntica o con ligeras variaciones- aparece en otros cementerios de la geografía nacional.
En el osario de la iglesia de Santa María, en Wamba (Valladolid), así como en la ermita de Nuestra Señora de Belén (Córdoba), la leyenda se completa con otras dos estrofas: "Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecarás". Y en la ermita cordobesa, una calavera aporta contundencia al texto.
En el cementerio de Tordelpalo (Guadalajara) la leyenda es idéntica a la de Celada de la Torre. En el de Los Arcos (Navarra) presenta una pequeña variación: "Yo que fui lo que tu eres, tu serás lo que yo soy".
En Fuentemilanos (Segovia): "Aunque me ves que aquí estoy, tan triste pálido y feo, me vi como te ves, te verás como me veo". Y en La Guardia (Toledo): "Tu que pasas por aquí, y me ves cadáver feo, yo me vi cual tu te ves, y te verás cual me veo".
Rabé de las Calzadas
En este pueblo del valle bajo del Urbel, el cementerio está situado al lado de la ermita de la Virgen del Monasterio, a la salida en dirección a Hornillos del Camino, en pleno Camino de Santiago.
En el frontón neoclasicista que preside la puerta de acceso al camposanto aparece la siguiente leyenda:
TEMPLO DE LA VERDAD ES EL QUE MIRAS
NO DESOIGAS LA VOZ CON QUE TE ADVIERTE
QUE TODO ES ILUSION MENOS LA MUERTE
Casi idéntico texto se puede leer en el cementerio de Montánchez (Cáceres), uno de los más bellos de España, situado en la ladera del castillo almohade que domina sobre el pueblo. Con ligeras variaciones, como la sustitución del verbo mirar por admirar: "Templo de la verdad es el que admiras, no desoigas la voz del que te advierte, que todo es ilusión menos la muerte."
Fueron unos versos muy socorridos en dinteles de muchos cementerios levantados en la segunda mitad del siglo XIX. Aparecen, por poner un par de ejemplos más, en el antiguo cementerio de La Concepción, en Getafe, y también en el de Vegueta, el más antiguo de Las Palmas. En este último, dos relojes alados, tallados en piedra, simbolizan lo efímero de la vida humana.
Los exitosos versos son atribuidos al escritor y periodista Mariano José de Larra (1809-1837).
Fueron unos versos muy socorridos en dinteles de muchos cementerios levantados en la segunda mitad del siglo XIX. Aparecen, por poner un par de ejemplos más, en el antiguo cementerio de La Concepción, en Getafe, y también en el de Vegueta, el más antiguo de Las Palmas. En este último, dos relojes alados, tallados en piedra, simbolizan lo efímero de la vida humana.
Los exitosos versos son atribuidos al escritor y periodista Mariano José de Larra (1809-1837).
Ahedo de las Pueblas
En este bonito pueblo del norte burgalés (Merindad de Valdeporres), el cementerio se encuentra a las afueras de la población, en un agradable rincón.
Grabada sobre el dintel de la puerta, debajo de una sencilla cruz de piedra fechada en 1880 y de dos figuras esquemáticas de animales tumbados, podemos leer la leyenda:
HASTA AQUI LA VANIDAD Y
DESDE AQUI A LA ETERNIDAD
No he encontrado este texto en ningún otro cementerio del país, aunque seguro que alguno habrá.
Rebollar de Ebro
El cementerio de esta pequeña localidad del municipio cántabro de Valderredible está situado al lado de la ermita de Santa María de Entrepuerta (siglo XIII), a las afueras del pueblo, en la carretera que se dirige a Sobrepeña.
Sobre el dintel de la puerta, grabada y pintada, se lee la siguiente leyenda, realizada en el año 1890:
PARA UN POCO CAMINANTE
AL FRENTE DE ESTA MANSION
Y NO PASES ADELANTE
SIN UNA BREVE ORACION
Tampoco he sido capaz de encontrar una leyenda similar en ningún otro camposanto del país.