Si
consultamos un listado actualizado de propietarios de fincas rústicas sitas en
el término de Huérmeces, nos llamarán la atención dos o tres nombres:
·
María Arquiaga
Díaz (0,5 hectáreas)
·
Julio Arteche
Villabaso (0,3
hectáreas)
·
Cuatro
Hermanos Keller Arquiaga (6,6
hectáreas)
Estos
dos apellidos de resonancias vascas coparon la propiedad de una buena parte del
labrantío de Huérmeces durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras
del XX.
No
solamente las tierras de Huérmeces, que también las de otros muchos lugares en
los alrededores de la capital provincial, sobre todo en las vegas bajas de los
ríos Urbel y Arlanzón.
Estas
grandes propiedades tenían la característica peculiar de que se encontraban
dispersas en pequeñas parcelas por numerosos pueblos de una determinada comarca
o zona geográfica.
Este
tipo de “gran propiedad dispersa” se
originó en las últimas décadas del siglo XIX por compras de bienes afectados
por la Desamortización,
tierras adquiridas a particulares y acumulación de herencias.
Eran
propiedades que pertenecían a dueños absentistas, que no vivían en la zona ni
tomaban decisiones en cuanto a la explotación de las tierras, dadas en renta a
labradores del lugar.
Alguno
de estos propietarios era, incluso, completamente ajeno a la provincia. Tal es
el caso de los Arteche, naturales de
Vizcaya, que adquirieron gran cantidad de propiedades por compra tanto a los
propios campesinos como de tierras previamente desamortizadas (sobre todo a la Iglesia).
Arteche
intentó por todos los medios evitar dar la sensación de “cunero” o
“paracaidista” vizcaíno en Burgos, procurando mezclarse con la élite local y
acreditando su burgalesismo a través de su casa abierta en el Paseo de la Isla.
Alguno
de estos grandes propietarios inició una carrera política como representante de
la provincia en el Congreso o en el Senado, tanto en democracia como durante el
franquismo, siéndoles otorgados títulos nobiliarios, tanto por Alfonso XIII
(Marqués de Buniel) como por Franco (Conde de Arteche). En general, estas
familias sabían navegar políticamente siempre con viento en popa.
Este
tipo de gran propiedad dispersa entró en crisis
definitiva a mediados del siglo XX debido fundamentalmente a tres factores:
- otras fuentes de riqueza (industria, energía, turismo) iban sustituyendo a la tierra poco a poco, lo que originó la necesidad de vender y obtener liquidez necesarias para otras inversiones más productivas
- cambios en la legislación que permitieron el fácil acceso a la titularidad de la tierra a los antiguos renteros
- las rentas que pagaban los vecinos eran en general bajas, lo que unido al hecho de que durante los años 50 y 60 del siglo XX el labrador pasó a poseer cierta capacidad de ahorro (debido a la política de precio fijo para el cereal y otras fórmulas proteccionista de la agricultura), trajo consigo el que muchos renteros tuvieran capacidad económica suficiente para adquirir la propiedad de las tierras que su familia venía cultivando desde generaciones.
Alguna
de estas grandes propiedades dispersas aún mantenía una cierta importancia
cuantitativa en tiempos recientes. A principios de los años 90, por ejemplo, los
Arteche aún eran titulares de unas 430 hectáreas, aunque
casi todas (400) concentradas en Buniel.
Los
Arquiaga (Hermanos Keller Arquiaga), por su parte, aún poseían unas 100 hectáreas
dispersas por 22 pueblos de las vegas bajas de los ríos Ubierna, Úrbel,
Arlanzón y Odra. En Huérmeces aún poseen casi 7 hectáreas.
Las propiedades de estas familias no se limitaban a terrenos agrícolas, ya que también acapararon gran parte de las edificaciones civiles de cierta solera y tamaño (palacios, torres y casas-fuerte).
En el caso de Huérmeces, y hasta donde he podido saber, la familia Arquiaga era la dueña del denominado Palacio de Arriba (Alonso Maluenda o Salamanca) durante las primeras décadas del siglo XX, hasta que en el año 1941 María Arquiaga Díaz se lo vendió a mi bisabuelo Bernardo. Por su tamaño y caro mantenimiento, a un labrador de aquellos tiempos, estas construcciones únicamente le servían para almacén, cochera, palomar, huerto o incluso, en algunos casos, de cantera.
Las propiedades de estas familias no se limitaban a terrenos agrícolas, ya que también acapararon gran parte de las edificaciones civiles de cierta solera y tamaño (palacios, torres y casas-fuerte).
En el caso de Huérmeces, y hasta donde he podido saber, la familia Arquiaga era la dueña del denominado Palacio de Arriba (Alonso Maluenda o Salamanca) durante las primeras décadas del siglo XX, hasta que en el año 1941 María Arquiaga Díaz se lo vendió a mi bisabuelo Bernardo. Por su tamaño y caro mantenimiento, a un labrador de aquellos tiempos, estas construcciones únicamente le servían para almacén, cochera, palomar, huerto o incluso, en algunos casos, de cantera.
El
apellido Arquiaga procede de Las
Merindades, en dónde a mediados del siglo XIX ya se encontraba fuertemente
enraizado.
Francisco Arquiaga Rodríguez: senador por la provincia de Burgos (1872-73),
antiguo propietario del Monasterio de Rioseco (1855) hasta que su descendiente
Margarita Arquiaga lo donó a la Archidiócesis en 1953, lo que acabó por suponer
la ruina del edificio.
Rodrigo Arquiaga García (Burgos?, 1843 - Madrid, 1921): ingeniero industrial, concejal del ayuntamiento de Burgos y diputado provincial. De su matrimonio con Bonifacia Díaz García (+Burgos, 1909), nacieron cuatro hijos: Pedro, María, Francisco y Miguel.
El mayor, Pedro Arquiaga Díaz figura como propietario de la central eléctrica de Incinillas (Hidroeléctrica Arquiaga), que daba luz a gran parte de las Merindades. Fue asesinado en Villarcayo en 1936 por sus ideas republicanas.
El mayor, Pedro Arquiaga Díaz figura como propietario de la central eléctrica de Incinillas (Hidroeléctrica Arquiaga), que daba luz a gran parte de las Merindades. Fue asesinado en Villarcayo en 1936 por sus ideas republicanas.
Su
hermana, María Arquiaga Díaz (Burgos? 1879 - Madrid, 1959) contrajo matrimonio en 1901
con Federico Keller Mezquiriz (Madrid
1868-1940), arquitecto e ingeniero de caminos, funcionario de la Diputación de Burgos., participó en el proyecto de ensanche de Miranda de Ebro. Tuvieron siete hijos: Clementina (1903), Laura (1905), Manuel (1908), Federico (1910), Rodrigo (1912), Carmen (1914) y Mª Cruz (1918).
A finales del siglo XX, cuatro de los hermanos Keller Arquiaga figuraban como herederos de los restos del antiguo patrimonio familiar en la comarca burgalesa.
BREVES NOTAS BIOGRÁFICAS:
-Clementina Keller Arquiaga (Burgos, 1903-Madrid, 1996); en 1929 contrajo matrimonio con Jesús Royuela Arnáiz, coronel de infantería y abogado.
-Laura Keller Arquiaga (Burgos, 1905); maestra; en 1935 contrajo matrimonio con el militar Federico de la Iglesia Navarro, más tarde miembro del Estado Mayor; por su lealtad a la República, ambos debieron exiliarse en el Reino Unido al finalizar la Guerra Civil.
BREVES NOTAS BIOGRÁFICAS:
-Clementina Keller Arquiaga (Burgos, 1903-Madrid, 1996); en 1929 contrajo matrimonio con Jesús Royuela Arnáiz, coronel de infantería y abogado.
-Laura Keller Arquiaga (Burgos, 1905); maestra; en 1935 contrajo matrimonio con el militar Federico de la Iglesia Navarro, más tarde miembro del Estado Mayor; por su lealtad a la República, ambos debieron exiliarse en el Reino Unido al finalizar la Guerra Civil.
-Manuel Keller Arquiaga (Burgos, 1908-Madrid, 1992): ingeniero industrial
-Federico Keller Arquiaga (Burgos, 1910); ingeniero aeronáutico, especialista en aeronaves (1936)
-Federico Keller Arquiaga (Burgos, 1910); ingeniero aeronáutico, especialista en aeronaves (1936)
-Rodrigo Keller Arquiaga (Burgos, 1912-Madrid, 1973): ingeniero agrónomo, ocupó diversos puestos en organismos autónomos del Ministerio
de Agricultura: Servicio de Plagas del Campo (1964) y Servicio Nacional de Cultivo y Fermentación
del Tabaco (1969), entre otros.
-Carmen Keller Arquiaga (Burgos, 1914-Vulpellac, Gerona, 2004); enfermera puericultora
-María Cruz Keller Arquiaga (Burgos, 1918-Madrid, 2006): titular de farmacia en Madrid.
-María Cruz Keller Arquiaga (Burgos, 1918-Madrid, 2006): titular de farmacia en Madrid.
El
apellido Arteche procede de Vizcaya,
y su vinculación con Burgos tiene su origen en la persona de José María Arteche
Osante.
José María Arteche Osante, político y empresario, nació en Valmaseda en 1849
y falleció en Bilbao en 1905.
Vinculado a
Burgos por gran número de propiedades rústicas, fue designado senador por la
provincia en las legislaturas 1902, 1903-1904 y 1904-1905.
Contribuyó a la
constitución y desarrollo de importantes empresas comerciales e industriales,
siendo Presidente de la
Compañía minera La Vizcaína, Papelera Vizcaína y Ferrocarril de
Bilbao a Portugalete
Fue presidente
de la Diputación
de Vizcaya (1892-1894) y, gracias a sus buenas relaciones en la Corte madrileña, tuvo la
oportunidad de negociar dos veces el Concierto Económico del País Vasco: la
revisión parcial en 1893 y la renovación en 1894.
José María contrajo
matrimonio en 1876 con María Villabaso Gorrita y tuvieron cuatro hijos: Julio,
Antonio, Juan José y María Arteche Villabaso.
Antonio Arteche Villabaso (Bilbao 1880-1962): diputado a Cortes por Burgos
(1905-1918, liberal; 1920-1923, izquierda liberal); inicialmente miembro de la
burguesía media bilbaína, por su militancia en el liberalismo monárquico –como
buena parte de la oligarquía vizcaína de la época- Alfonso XIII le concedió el
título de Marqués de Buniel en 1916, ya que llegó a acaparar un buen
número de propiedades rurales en este pueblo y en Villegas, Rabé, Cabia,
Frandovínez, Huérmeces y otros muchos del bajo Urbel y Arlanzón; a pesar de su
proclamado burgalesismo, con casa abierta en el Paseo de la Isla, Arteche siempre fue
considerado uno más entre los miembros de la oligarquía vizcaína, participando
en varias aventuras empresariales y políticas.
Julio Arteche Villabaso (Bilbao 1878, Las Arenas 1960); diputado a Cortes
por Vizcaya (1923, por la
Liga Monárquica de Vizcaya, liberal independiente); Consejero
del Banco de Bilbao; intervino en la nacionalización de empresas ferroviarias;
fundó Saltos del Duero; puso en marcha la industria papelera del país;
presidente vitalicio del Banco de Bilbao (1942); presidente del consejo de
administración de 10 empresas y sociedades (Banco de España, Naviera Vizcaína,
Sociedad Española de Construcciones Electromecánicas, Compañía de Minas de
Riotinto, Telefónica, SEAT, Banco Asturiano de Industria y Comercio…) Gracias a
sus buenas relaciones con el régimen franquista, y en reconocimiento a su
carrera profesional, el 18 de julio de 1950 recibió el título de Conde
de Arteche.
Julio
contrajo matrimonio en 1902 con Magdalena Olábarri Zubiría. Cuatro de sus hijos
(María Magdalena, María Victoria, Teresa y José María Arteche Olabarri), figuran como últimos propietarios de tierras en
Huérmeces, desprediéndose de ellas –por venta a los antiguos renteros- a lo
largo de los años 60 del siglo pasado.
FUENTES:
“La dualidad legislativa en el municipio y villa de Bilbao”,
Xavier Aurrekoetxea, Jado:
Boletín de la Academia Vasca
de Derecho, año 5, Nº 14 (2007)
“Gran propiedad rústica en Burgos”, José Luis Moreno Peña,
Caja de Ahorros Municipal de Burgos (1992)
Diario de Burgos, 28 de febrero de 1909
Diario de Burgos, 25 de agosto de 1921
Diario de Burgos, 9 de enero de 1936
Diario de Burgos, 21 de marzo de 1940
Diario de Burgos, 4 de abril de 1959
Diario de Burgos, 11 de julio de 1959
ABC, 30 de marzo de 1940
ABC, 24 de abril de 1992
ABC, 8 de junio de 1996
ABC, 8 de agosto de 2004
ABC, 12 de marzo de 2006
B.O. de la Provincia de Burgos, 12 marzo de 2014
Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona. Catálogo del Fondo Ronald Fraser (5D.86)
B.O. del Ministerio de Defensa, 27 de noviembre de 1980
Diario de Burgos, 28 de febrero de 1909
Diario de Burgos, 25 de agosto de 1921
Diario de Burgos, 9 de enero de 1936
Diario de Burgos, 21 de marzo de 1940
Diario de Burgos, 4 de abril de 1959
Diario de Burgos, 11 de julio de 1959
ABC, 30 de marzo de 1940
ABC, 24 de abril de 1992
ABC, 8 de junio de 1996
ABC, 8 de agosto de 2004
ABC, 12 de marzo de 2006
B.O. de la Provincia de Burgos, 12 marzo de 2014
Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona. Catálogo del Fondo Ronald Fraser (5D.86)
B.O. del Ministerio de Defensa, 27 de noviembre de 1980