sábado, 29 de junio de 2024

El pantano del Úrbel: una presa en Fuente la Hoz (Huérmeces, 1929)


El soporte documental de la presente entrada no puede ser más leve: una pequeña noticia, de apenas diez líneas, insertada en la sección "De Provincias" del periódico turolense "El Mañana", en su edición del sábado 17 de agosto de 1929.





[El ingeniero de la Confederación Hidrográfica del Duero, el vallisoletano José Suárez Sinova, era uno de los técnicos habituales en los proyectos hidrológicos de la época. Fue director de obras del embalse del Arlanzón (1929-1933) y redactor del proyecto del embalse de Villameca (León), inaugurado en 1947; también participó en las obras del complejo "Nuevos Ministerios" de Madrid]

La memoria popular de Huérmeces recuerda, vagamente, que "hace muchos años" se habló de la posibilidad de levantar una presa en el paraje de Fuente la Hoz. 

He buscado más información al respecto en el Archivo de la Confederación Hidrográfica del Duero, pero no he sido capaz de encontrar nada: ni proyecto, ni anteproyecto, ni siquiera una simple signatura con un título similar a "presa" o "pantano en el río Úrbel".

También he buscado en el Boletín Oficial de la provincia de Burgos y en el Boletín Oficial del Estado de aquellas fechas, sin resultado alguno.

Por último, he revisado varias hemerotecas virtuales nacionales y locales, también sin resultado positivo. Ninguna referencia en el "Diario de Burgos", ni en "El Castellano" ni en ninguna de las cabeceras habituales a la hora de recoger este tipo de noticias.

Hay que avanzar hasta noviembre de 1933 para encontrar otra vaga información relativa al pantano del Úrbel, y esta vez recogida de manera colateral. Tanto el "Diario de Burgos" (20-11-1933) como "El Castellano" (24-11-1933) publican una extensa crónica (una columna casi entera) enviada por su "corresponsal" en Sandoval de la Reina.

Suponemos que ambas crónicas fueron redactadas por la misma persona [probablemente, Fidel Hidalgo Díez] ya que el texto es idéntico en contenido y extensión. 


El Castellano, 24 de noviembre de 1933

Diferencias en la calidad tipográfica aparte, en ambas crónicas se recoge la inauguración de tres fuentes de hierro fundido y tres abrevaderos de cemento en Sandoval de la Reina. Parece ser que fue la iniciativa del ingeniero de caminos, canales y puertos, Ángel García Vedoya, la causante del tal despliegue hidraúlico.

[Ángel García Vedoya (Ríoparaíso, 1897-Paracuellos del Jarama, 1936) fue un ingeniero de caminos burgalés, aunque es más conocido por su carrera política; fue alcalde de Burgos (1928-1930) e impulsor de muchas actuaciones en materia de abastecimiento de aguas y regulación de los ríos en la provincia; murió fusilado en noviembre de 1936]

[Victorino Simón Gutiérrez (Sasamón, 1886-Madrid, 1955) fue un acaudalado propietario, avecindado en Madrid aunque siempre relacionado con su tierra natal, promocionando diversas actuaciones en Sasamón y comarca]

Además de la lógica loa al ingeniero, al final de la crónica se habla del avanzado estado del proyecto de pantano en Los Piscárdanos, sobre el río Odra, en las inmediaciones de Congosto, iniciativa también de García Vedoya, con la colaboración de Victorino Simón, de Sasamón.

En el párrafo siguiente encontramos una leve referencia al estudio que ambos señores han realizado en cuanto a "un pantano en Río Úrbel".

Nada se dice en cuanto a la situación de la presa sobre el río Úrbel aunque, como es sabido, la más clara posibilidad de emplazamiento de una presa sobre ese río se sitúa al comienzo del desfiladero de Huérmeces, también conocido como desfiladero de "Fuente la Hoz".

Dada la total ausencia de datos, vamos a realizar un pequeño ejercicio de imaginación, suponiendo lo que habría representado la construcción de la presa de Fuente la Hoz para las tierras medias y altas del Úrbel.  


LA PRESA

Sin lugar a dudas, y condicionantes geológicos aparte, el lugar ideal para el emplazamiento de la presa sería el paraje de Fuente la Hoz, justo aguas arriba del manantial homónimo, después de la curva a derechas, allí dónde el desfiladero adquiere menor anchura y las peñas que lo limitan, mayor pendiente. Concretando más, el lugar elegido sería el inmediato al puente peatonal allí levantado en los años setenta del siglo pasado

Teniendo en cuenta la altura media de las presas levantadas en los años cuarenta en pantanos del entorno, supongo que en Fuente la Hoz se construiría una presa de unos 50 metros de altura, llegando a una cota de inundación (curva de nivel) de 950 metrosy con unos 200 metros de longitud en la coronación

Con una presa de 50 metros, la superficie inundada (lámina de agua) alcanzaría la sorprendente cifra de 2.200 hectáreas; y la distancia entre cabeza y cola del pantano alcanzaría la también considerable medida de 18 kilómetros

Estas cifras son consecuencia de la escasa pendiente que soporta el curso del río Úrbel. En concreto, entre la cola del pantano, Juntarríos (950 m), paraje entre Santa Cruz del Tozo y Fuente Úrbel, y la cabeza, Fuente la Hoz (900 m), apenas se registran 50 metros de desnivel (tramo de 25,5 km de longitud), lo que supone un 0,2% de pendiente. El río no presenta cascadas ni rápidos, con un curso prácticamente plano, alternando zonas con meandros (Santa Cruz del Tozo, Quintana del Pino) con otras de trazado casi rectilíneo (tramo entre Cantarranas y Las Huertas, en Montorio).

Por lo tanto, excepto en el interior del desfiladero de Fuente la Hoz, la profundidad media del embalse sería más bien escasa, unos 10 metros de profundidad media. Aún así, el volumen de agua embalsada también resultaría sorprendente: 220 hectómetros cúbicos. [ver anexo]

Nos encontramos ante un embalse de dimensiones similares al de Cuerda del Pozo (Soria) o Riaño (León), y superiores a las de los embalses de Aguilar, Úzquiza o Camporredondo.

Aparte de su carácter regulador y de su aprovechamiento para riego y abastecimiento, el de Fuente la Hoz también sería un embalse susceptible de aprovechamiento hidroeléctrico, tanto por el volumen de agua embalsada como por la altura de la presa.


Contorno muy aproximado del embalse de Fuente la Hoz con una presa de 50 m de altura



CONSECUENCIAS PRINCIPALES DE LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PRESA DE 50 METROS DE ALTURA EN FUENTE LA HOZ

No pongo en cuestión el listado de posibles beneficios alcanzados con la construcción del embalse del Úrbel en los años treinta o cuarenta del siglo pasado:

  • regulación del caudal del río Úrbel, con la consiguiente prevención de avenidas e inundaciones
  • creación de zonas de regadío en el Úrbel medio y bajo
  • abastecimiento de aguas para las poblaciones del entorno e, incluso, la capital
  • factible aprovechamiento hidroeléctrico del embalse
  • posibles usos turísticos y recreativos 

Aún así, creo que las consecuencias negativas de la construcción de la presa de Fuente la Hoz habrían sido considerables. Podemos agruparlas en seis principales aspectos:

  1. social, demográfico y administrativo
  2. infraestructuras
  3. paisajístico 
  4. biológico
  5. climatológico
  6. patrimonio cultural, arquitectónico y arqueológico
  7. patrimonio agronómico y forestal

1. CONSECUENCIAS SOCIALES, DEMOGRÁFICAS Y ADMINISTRATIVAS

El embalse de Fuente la Hoz destacaría, negativamente, por un importante indicador: el número de poblaciones que resultarían anegadas -total o parcialmente- por las aguas.

El completo llenado de la presa de Fuente la Hoz supondría la desaparición prácticamente total del caserío de cinco pueblos:

  • La Piedra: por encima de la lámina de agua asomaría la mitad superior de la torre de la iglesia
  • Quintana del Pino: quedaría completamente sumergido, incluida su iglesia
  • La Nuez de Arriba: también quedaría completamente sumergido, iglesia incluida
  • Quintanilla Pedro Abarca: solo se salvaría la iglesia, que quedaría a ras de agua
  • San Pantaleón del Páramo: totalmente sumergido, iglesia incluida
También supondría la desaparición parcial de una parte del caserío de otros tres pueblos:
  • Santa Cruz del Tozo: solo se verían afectadas las casas inmediatas a la carretera de Aguilar
  • Úrbel del Castillo: desaparecería la totalidad del barrio de Abajo y parte del barrio de Enmedio; solo se salvaría el barrio de Arriba; la iglesia quedaría al borde del agua
  • Montorio: quedarían inundados los dos tercios inferiores del caserío (una buena parte del barrio de Mediavilla y la totalidad de La Revilla); solo se salvaría el barrio de Santa Coloma; la iglesia quedaría sumergida en gran parte, asomando por encima del agua la porción superior de la torre-campanario
La población afectada de estos ocho pueblos, tomando como referencia la existente en 1930 (población de hecho), alcanzaría a unos 1000 habitantes.

  • Municipio de Montorio: 393 hab [afectados unos 250 hab de los barrios de Mediavilla y La Revilla]
  • Municipio de Quintanilla Pedro Abarca (Quintanilla, San Pantaleón y Ruyales): 237 hab [afectados unos 160 hab entre Quintanilla y Pantaleón]
  • Municipio de Úrbel del Castillo (Úrbel, La Nuez de Arriba y Quintana del Pino): 497 hab [afectados unos 400 hab entre La Nuez de Arriba, Quintana del Pino y los barrios de Abajo y Enmedio de Úrbel]
  • Municipio de La Piedra (La Piedra, Santa Cruz del Tozo, Fuente Úrbel y La Rad): 549 hab [afectados los 200 hab de La Piedra]


La desaparición total del caserío en el caso de cinco pueblos y la afectación parcial en el caso de otros tres habría ocasionado -aparte del drama social y demográfico- notables modificaciones administrativas, principalmente plasmadas en la más que probable desaparición o reagrupamiento de alguno de los entonces municipios (Montorio, La Piedra, Úrbel del Castillo y Quintanilla Pedro Abarca, principalmente).

Es de suponer que se hubieran producido fusiones municipales entre los restos de los pueblos supervivientes al embalse: 

  • Montorio, probablemente se habría tenido que fusionar con los restos del municipio de Úrbel del Castillo o con algún otro municipio del Tozo; también hubiera podido hacerlo con Huérmeces
  • Úrbel del Castillo, al haber perdido dos de los tres pueblos que por entonces conformaban el municipio (La Nuez de Arriba y Quintana del Pino) se habría tenido que fusionar con Montorio o con algún otro municipio del Tozo
  • Huérmeces, al haber perdido parte de la zona septentrional de su término, quizás se hubiera fusionado con Ruyales del Páramo, el único pueblo no afectado del entonces municipio de Quintanilla Pedro Abarca    

2. CONSECUENCIAS SOBRE LAS INFRAESTRUCTURAS EXISTENTES

No pueden obviarse las importantes obras de infraestructuras que habría que acometer a consecuencia del llenado del embalse. Principalmente, habría que proyectar y ejecutar nuevos trazados de carreteras, caminos y puentes.

La principal infraestructura afectada sería la carretera de Burgos a Aguilar de Campoo, finalizada en 1925 (tras casi 60 años de obras, ya que la Diputación Provincial de Burgos comenzó en 1868 las obras en el tramo entre Burgos y Arroyal). Esta carretera constituía el auténtico eje vertebrador de los pueblos del Alto Úrbel, El Tozo y Valdelucio. Contaba con servicio regular de transporte de viajeros y correo, y de ella partían los caminos de acceso a numerosos pueblos situados en el entorno inmediato.

  • Carretera de Burgos a Aguilar de Campoo: habría que proyectar un itinerario alternativo que evitara el paso por el desfiladero de Fuente la Hoz, en el tramo entre Huérmeces y Santa Cruz del Tozo (20 km). Quizás habría que volver a considerar el trazado del viejo Camino Real de Burgos a Reinosa, por Ruyales, para reemplazar al tramo de carretera inundado En todo caso, este nuevo trazado supondría un coste considerable, por las limitaciones topográficas del entorno
  • Carretera entre Masa y Villadiego: también habría que proyectar un nuevo tramo de 4 km, entre el arroyo de Celada (tras la bajada de Los Pilones) y la subida a La Pinza después de La Nuez de Arriba. La posible desviación por Los Berezales supondría la construcción de un largo viaducto que salvara las aguas del embalse, quizás a coste inasumible para la época 
  • Carretera de nuevo acceso a Úrbel del Castillo (Barrios de Arriba y Enmedio): lo más lógico es que este nuevo acceso partiera de la carretera de La Pinza, siguiendo el trazado del viejo Camino Real de Burgos a Reinosa
  • Carretera de nuevo acceso a Montorio (Barrios de Santa Coloma y Mediavilla): quizás se pudiera aprovechar el camino de Quintanilla Sobresierra por la ermita de Las Mercedes
  • la desaparición del camino vecinal entre La Bagoya y Quintanilla y San Pantaleón no supondría graves consecuencias, ya que también habrían desaparecido ambos pueblos
  • también habría que diseñar nuevos caminos de acceso a las importantes masas forestales (encinas y quejigos) existentes en los montes de Las Mesas (Montorio), Valcavado alto y medio (San Pantaleón) y El Portillo-Las Galanas (San Pantaleón)
  • por último, también habría que realizar accesos a la coronación de la presa, tanto por el este (desde La Lastra, descendiendo por la ladera meridional de Valdegoba) como por el oeste (desde Prao los Mulos, descendiendo por la ladera meridional de Valdetope)


3. CAMBIOS PAISAJÍSTICOS: ISLAS, PENÍNSULAS, ESTRECHOS, ENSENADAS, RÍAS Y ACANTILADOS

La creación de una inmensa lámina de agua de 2200 hectáreas traería consigo unas modificaciones del paisaje de tal calibre que harían irreconocible todo el tramo del Úrbel medio y alto. 
 
El paisaje dominante pasaría de ser una sucesión de vallejos, cotorros, vegas, praderías, brezales y tierras de labor a ser un continuo despliegue de entrantes y salientes acuáticos. El agua embalsada originaría, sobre todo, accidentes geográficos acuáticos en forma de penínsulas, islas, estrechos, itsmos, bocanas, ensenadas y rías.  

En un lúdico ejercicio de geografía-ficción, intentaremos imaginar cuales habrían sido los principales paisajes resultantes de un pasado que -afortunadamente- no pudo ser. Comenzando por la cola del embalse, vamos a describir cuales serían los principales hitos geográficos que iríamos encontrando en un hipotético recorrido en barco recreativo por toda la superficie del embalse (a máxima capacidad), finalizando el mismo en la presa de Fuente la Hoz.

El embarcadero bien podría encontrarse en Santa Cruz del Tozo, pueblo situado a apenas un kilómetro de la cola del embalse, y cuyo caserío se habría visto mínimamente afectado por las aguas. El recorrido turístico habría de realizarse con el pantano a máxima capacidad, algo que sucedería a finales de primavera-principios de verano.


3.1. Término de Santa Cruz del Tozo 

  • Cola del pantano: formada por la vega del antiguo curso del río Úrbel, entre Juntarríos y La Lagunilla, parajes que antes de la construcción de la presa estaban ocupados por praderías. En este tramo, la profundidad del agua apenas alcanza los 2-4 metros.



3.2. Antiguo término de La Piedra
  • Isla de Solloma (952 m): pequeña isla de dos hectáreas de superficie y  casi completamente cubierta por un bosquete de rebollo (Quercus pyrenaica); apenas destacaría sobre la lámina de agua, con su 2 metros de altura máxima 
  • Ensenada del Matarral: justo tras la isla anterior se dibuja esta pequeña ensenada, rodeada de monte de rebollos 
  • Península de La Peña (1012 m): la emblemática peña refleja en las aguas del pantano su peculiar perfil
  • Estrecho de La Piedra: paso de apenas 150 metros de anchura, entre la península de La Peña y el antiguo emplazamiento del pueblo; destacan, a la derecha de la embocadura, los restos de la torre de la desaparecida iglesia de Santa María la Mayor
  • Isla de Mercadillo (953 m): diminuta isla de apenas una hectárea de superficie, cubierta por brezales
  • Isla de La Llana (959 m): pequeña isla de dos hectáreas de superficie, cubierta por un bosquete de rebollo
  • Isla de La Cespedera (954 m): diminuta isla de media hectárea de superficie, cubierta por brezales
  • Ensenada de La Resosa: pequeña ensenada que rodea por el sur el cotorro del Arreadero (984 m)




3.3. Antiguo término de Úrbel del Castillo:
  • Ensenada del Monte: amplia ensenada que cubre terrenos arenosos en los que medraban rebollos antes de la inundación
  • Ría del Embid: pequeña ría, alargada y estrecha, de contorno curvilíneo, que ocupa la zona inferior del estrecho vallejo homónimo
  • Ensenada de Linares: amplia ensenada compartida (en su sector norte) con el término de Nidáguila




3.4. Antiguo término de Quintana del Pino:
  • Península del Berezal (969 m): unida a tierra por un estrecho itsmo a la altura del paraje denominado Ladrero; justo al borde meridional de la península se situaba el desaparecido pueblo de Quintana del Pino
  • Ensenada de La Zarzosa: compartida con los términos de Nidáguila y La Nuez de Arriba; era una vaguada excavada por el arroyo homónimo 




3.5. Antiguo término de La Nuez de Arriba:
  • Isla de La Cotorra (965 m): pequeña isla rocosa, de 0,7 hectáreas de extensión
  • Isla de Los Castillejos (El Reloj, 979 m): estrecha y alargada isla rocosa, con una superficie de 6 hectáreas y un perfil inconfundible, acastillado
  • Península de Peña Frasco (977 m): estrecha y rocosa, aunque con alguna alargada vaguada cultivada
  • Península del Berezal: compartida con el término de Nidáguila en su zona septentrional
  • Ensenada de Celada: amplia ensenada compartida con los términos de Nidáguila y Montorio, justo por dónde discurría la antigua carretera de Masa a Villadiego, antes de la subida de Los Pilones
  • Isla de Los Aposentos o del Tej (979 m): rocosa isla con una superficie de 7 ha; justo al otro lado de Peña Frasco, separada por un estrecho brazo de agua
  • Estrecho del Puente: separando la península de Peña Frasco y la isla de Los Aposentos, allí dónde existía el puente que daba servicio a la carretera de Masa a Villadiego
  • Ensenada de La Nuez de Arriba: el vallejo sobre el que se enclavaba el desaparecido pueblo




3.6. Término de Montorio:
  • Península de Los Berezales: formada por terrenos arenosos, susceptibles de explotación por la calidad de sus arenas silíceas, hoy cubiertos por brezos y bosques de rebollo
  • Isla del Otero (997 m): con una extensión de 13 hectáreas, es la mayor y más elevada de las ocho islas originadas por el embalse; protege la entrada a la Ensenada de Los Pozos
  • Estrecho de Cantarranas: brazo de poco más de 100 metros de anchura, entre la Isla del Otero y la península de Montorio
  • Ensenada de Los Pozos: cubriendo la desaparecida vaguada ocasionada por el arroyo homónimo; eran terrenos arenosos cubiertos por brezales y bosques de rebollo
  • Península de Montorio (o de Los Cerros): aquí se encuentra el Montorio emergido, superviviente al pantano; formado por el barrio de Santa Coloma y una parte del de Mediavilla; la península está limitada por El Cerro (1027), al norte, y por Las Peñas de Montorio (1024) al suroeste
  • Ensenada de La Bárcena (o de Montorio): cubriendo a los desaparecidos barrios de Mediavilla y La Revilla; asoma la parte superior de la espléndida torre de la desaparecida iglesia; antes de la construcción del pantano, en los terrenos de La Bárcena se venían explotando sus buenas arenas, comercializadas a nivel local

 






  • Península de Cuesta la Horca: estrecha y rocosa, su loma iría descendiendo desde las alturas de Peña Ladilla (1036 m) hasta el nivel del agua embalsada
  • Ensenada de Güidivilli: pequeña ensenada originada por el arroyo homónimo
  • Ría de Santa Cecilia: con casi 2 km de recorrido, su cola llega a las inmediaciones del cortado denominado Nido del Buitre; pueden observarse los restos de la ermita rupestre de Santa Cecilia
  • Península de La Cabañuela: estrecha y de escaso desarrollo altitudinal (970 m); justo enfrente, al otro lado del antiguo curso del Úrbel, yace inundado por cuarenta metros de agua el doble meandro que dibujaba el río en las cercanías del Molino Quemado


3.7. Antiguo término de San Pantaleón del Páramo:
  • Ría de Valcavado: una de las zonas de mayor atractivo paisajístico del pantano, gracias a los altos paredones de horadadas calizas del vallejo, que  enmarcan el estrecho y alargado brazo de agua: apenas 100 metros de anchura y 800 metros de profundidad a capacidad máxima
  • Ría de San Pantaleón: la más amplia de todas las rías originadas por el embalse; con una longitud de 3 km y una anchura media de 400 m, limitada al norte por los altos paredones (50 m) de Las Mesas, y al sur por los de Rallastra y La Lastra; se aprecia un gran contraste entre la costa norte, casi rectilínea, y la sur, en la que abundan pequeñas ensenadas y cabos, allí donde existían pequeños oteros y cotorros; aquí existió un valle con buenas tierras agrarias (La Veguilla); y allí, en el extremo occidental de la ría, existió un pueblo, el que da nombre a la ría
  • Ría de La Torca: desarrollada según un eje norte-sur, de 1500 metros de longitud, esta ría de ancha bocana ocupa terrenos arenosos antaño drenados por el arroyo de La Pastiza 

3.8. Antiguo término de Quintanilla Pedro Abarca:
  • Estrecho de La Plantía: puerta de entrada al desaparecido término de Quintanilla Pedro Abarca, de apenas 50 metros de anchura; justo a su vera, se vislumbran las ruinas de la ermita de Los Dolores; y justo a su salida, a la derecha, se puede contemplar la iglesia del desaparecido pueblo, hoy completamente restaurada
  • Ría de Valdepino: a la largo de un kilómetro, ocupa la zona inferior del vallejo de Valdepino, justo en el centro del diapiro allí existente
  • Estrecho del Pontón: limita el acceso a una pequeña ensenada de cola de pantano, que solo se inunda con el pantano a máxima capacidad; el paraje está limitado por las alturas del Peñuco y La Esa, 




3.9. Término de Huérmeces:
  • Bocana de La Bagoya: entrada a la amplia ría de San Pantaleón; allí se extendían las buenas tierras de labor de La Veguilla; al poco de penetrar en la ría, a la derecha, observamos los cantiles de Valcavado, en cuya base existió un antiguo poblado 
  • Ensenada de Valmares: de medio kilómetro de profundidad, sobre terrenos arcillosos y de escasa vegetación
  • Estrecho de Navatillo: muy cerca del emplazamiento de un desaparecido molino
  • Ensenada de Buzón: al tratarse de un vallejo más tendido que los de Valdetope y Valdegoba, las aguas embalsadas penetran más adentro; en su zona baja existió un yacimiento arqueológico, los restos del despoblado de Gozón
  • Estrecho de Rogarcía: allí debajo se levantaba una bonita fuente de piedra, por encima de la cual dibujaba una cerrada curva el antiguo trazado de la carretera de Aguilar
  • Acantilados de Peña Rallastra e Itero: este tramo del embalse constituye una de las zonas de mayor atractivo paisajístico, al llegar las aguas a la misma base de los paredones de Rallastra e Itero. Al vuelo de buitres y chovas se une el de varias aves pescadoras; allí existió un molino de azarosa vida, denominado de Alba o Rallastra
  • Ensenada de Valdetope: según se mira desde la presa, la de la izquierda; allí hubo un camino de fuerte pendiente, que partía de un vado sobre el río y ascendía hacia San Vicente y Rallastra; también medraban buenos ejemplares de quejigo
  • Ensenada de Valdegoba: la de la derecha, según se mira desde la presa; allí, en la ladera meridional del vallejo, había una cueva, cuyo enorme portalón constituía un destino habitual en las excursiones de los naturales y visitantes del pueblo
  • Presa de Fuente la Hoz: de 50 metros de altura y 200 metros de longitud de coronación. Desde ella, hacia el norte, se divisa una pequeña parte del embalse, tapadas la ría de San Pantaleón y la ensenada de Buzón por los paredones de Rallastra e Itero, respectivamente. Hacia el sur, las vistas resultan espléndidas: una buena parte de la vega media del Úrbel, desde Huérmeces hasta Santibáñez





4. MODIFICACIONES BIOLÓGICAS

El curso de agua corriente del río Úrbel ha quedado reducido a un pequeño tramo de unos 2 km, entre el nacimiento en Fuente Úrbel y el paraje de Juntarríos, cerca ya de la raya con Santa Cruz del Tozo.

Las consecuencias para la fauna acuática han sido importantes. En primer lugar, el embalse ha supuesto la práctica desaparición del cangrejo autóctono en un tramo de río de 18 kilómetros, desde el mencionado Juntarríos hasta la presa de Fuente la Hoz. Así mismo, el cangrejo ha desaparecido completamente en los 4 km del río de San Pantaleón, ahora completamente cubierto por las aguas.

Por otra parte, se ha producido un claro incremento en la presencia de determinadas especies de peces de agua dulce, algunas alóctonas.   

Quizás han sido las aves anátidas las más favorecidas por la enorme lámina de agua creada por la presa. En las abundantes zonas de aguas poco profundas (ensenadas) abundan especies de este tipo.

Otra aves especialmente favorecidas han resultado ser las pescadoras.

En cuanto a los efectos sobre la flora, destaca la práctica desaparición de especies pratenses, al ser este biotopo el más afectado por el embalse.



5. MODIFICACIONES CLIMATOLÓGICAS
 
Aguas arriba de Huérmeces, se ha constatado un considerable aumento en la frecuencia e intensidad de las brumas y nieblas, lógica consecuencia del incremento de la humedad relativa del aire.

Por otra parte, también se ha comprobado un ligero atemperamiento de las temperaturas extremas en los alrededores del embalse, sobre todo en cuanto a las temperaturas mínimas.


6. PÉRDIDAS EN EL PATRIMONIO CULTURAL, ARQUITECTÓNICO Y ARQUEOLÓGICO

6.1. IGLESIAS

Cuando el embalse alcanzara su cota máxima (950 m) quedarían sumergidas las iglesias de los pueblos de:

  • La Piedra (Santa María la Mayor): con su espléndido ábside románico y su curiosa torre embutida
  • Quintana del Pino (San Sebastián): humilde, aunque con portada románica y curiosos relieves en el exterior, quizás emparentados con los de la iglesia de Montorio
  • La Nuez de Arriba (Inmaculada Concepción): con su portada románica
  • Montorio (San Juan Bautista): destacable iglesia con abundantes restos románicos (portada, tres relieves en el exterior, pila bautismal); hermosa torre rectangular datada en 1620; dos altas naves, una románica y otra; ábside rectangular 
  • San Pantaleón del Páramo (San Pantaleón): espadaña, ábside rectangular; iglesia renacentista de una nave


Quizás en casos puntuales, y debido a la valía arquitectónica del edificio religioso (La Piedra y Montorio), podría haberse realizado un traslado (total o parcial) a un lugar seguro, pero esta no era una práctica habitual en aquellos tiempos, salvo en casos de excepcional valor artístico.

Destacarían sobre la lámina de agua del embalse la parte superior de las torres (campanario) de las iglesias de La Piedra y Montorio, ya que la altura de aquellas así lo permitiría.

Por otra parte, quedarían prácticamente al borde del agua, posibilitando la contemplación de su silueta reflejada en aquélla, las iglesias de los pueblos de:

  • Santa Cruz del Tozo (La Santa Cruz)
  • Úrbel del Castillo (Santa María la Mayor)
  • Quintanilla Pedro Abarca (San Vicente Mártir) 


6.2. ARQUITECTURA POPULAR

En los ocho pueblos afectados -total o parcialmente- desaparecerían numerosos ejemplos de arquitectura popular: viviendas (algunas blasonadas), casas de concejo, casas rectorales, cuadras, cercados de piedra, potros, fuentes, lavaderos, abrevaderos y puentes de piedra, pontanillas, etc.


6.3. MOLINOS HARINEROS

Serían nueve los molinos harineros situados aguas arriba de Fuente la Hoz y que todavía funcionaban a principio de los años treinta del siglo pasado:

  • Molinos de Huérmeces (2): Alba (Rallastra) y Navatillo
  • Molinos de Montorio (2): Molino Quemado y Las Bañadas 
  • Molino de La Nuez de Abajo (1): Voces 
  • Molino de La Piedra (1): situado en el mismo pueblo, propiedad del concejo
  • Molinos de Úrbel del Castillo (3): uno situado en el barrio de Enmedio, otro situado a un kilómetro al sureste del pueblo y que se abastecía del manantial de Las Fuentes, y un tercero situado un poco más lejos, junto al camino de Quintana del Pino
No se verían afectados, lógicamente, los molinos harineros de Huérmeces situados aguas abajo de la presa (Berlanga, Mulimayor, Los Nogales, Cigatón, Las Huertas y Retuerta) y que verían -en principio- como aumentaba su trabajo, al desaparecer parte de la competencia. 


6.4. YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS

Considerando únicamente el término de Huérmeces, tres serían los yacimientos que desaparecerían bajo las aguas del pantano del Úrbel.
  • Valdegoba (Huérmeces): la entrada al portalón principal se encuentra en la cota de los 930 metros, por lo que la cueva habría quedado completamente inundada, perdiéndose la oportunidad de encontrar la mandíbula neandertal hallada en 1987
  • Gozón (Huérmeces): despoblado situado en la zona baja del vallejo homónimo, en su acceso
  • Valcavado (San Pantaleón del Páramo): despoblado situado a la entrada del vallejo homónimo; junto con Gozón y Los Casares conformaba el conjunto denominado "Los tres San Pantaleones"
Dentro de los términos del resto de los pueblos, no conozco suficientemente la relación de yacimientos existentes, por lo que no me veo capaz de concretar los que se verían afectados por el pantano.

A título de curiosidad, cabe mencionar que la denominada Ermita de Santa Cecilia (Montorio) quedaría justo al borde del pantano, salvándose por los pelos.


7. PÉRDIDAS EN EL PATRIMONIO AGRONÓMICO Y FORESTAL

En el término de Huérmeces desaparecerían tierras de labor de alto valor agronómico como Los Praos de Vega y La Veguilla, así como la zona baja del vallejo de Buzón.

En el término de Montorio desaparecerían tierras sueltas aptas para el cultivo de patata como las situadas en Celada (carretera de Los Pilones), y en la vega entre Cantarranas, Las Bañadas y Los Huertos.

En los términos de La Nuez de Arriba, Quintana del Pino, Úrbel del Castillo, La Piedra y Santa Cruz del Tozo se verían afectadas sus excelentes praderías, contiguas al curso del Úrbel.

En cuanto a posible afectación sobre masas forestales, encontramos daños puntuales sobre las zonas bajas de los siguientes bosques:

  • quejigares de Los Cotorros (Huérmeces y San Pantaleón del Páramo)
  • quejigales de La Veguilla (Huérmeces y San Pantaleón del Páramo)
  • quejigares de Valcavado (San Pantaleón del Páramo)
  • quejigares de Los Navatillos (Huérmeces)
  • quejigares de Valdetope (Huérmeces)
  • quejigares de Santa Cecilia (Montorio)
  • rebollares de Los Pozos (Montorio)
  • el pinar de Valmares (Huérmeces) no existía en los años 30 y 40 del siglo pasado, por lo que su afectación sería hipotética
  • rebollares de Solloma y La Llana (La Piedra)
  • encinares del Embid de Úrbel del Castillo
  • rebollares de Las Mazorras (La Piedra y Úrbel del Castillo)



ANEXOS


A. ÁLBUM FOTOGRÁFICO DE UN CRUCERO VIRTUAL POR EL EMBALSE DEL ÚRBEL

Desde el embarcadero situado en las cercanías de  Santa Cruz del Tozo, en la cola del embalse, hasta la presa de Fuente la Hoz, en Huérmeces, el crucero completaría un recorrido (ida y vuelta) de unos 45 km, incluyendo las rías de Santa Cecilia y de San Pantaleón. La duración estimada del recorrido del crucero sería de unas dos horas y media. 

En cada fotografía se ha marcado en trazo azul el nivel máximo (aproximado) del agua embalsada.


1. La cola del embalse y la pequeña isla de Solloma






2. El estrecho de La Peña, su península y la torre de la iglesia de La Piedra emergiendo del agua








3. La iglesia y el castillo de Úrbel destacan sobre los desaparecidos barrios de Abajo y Enmedio





4. El brazo de Los Molinos y la estrecha ría del Embid de Úrbel







5. Las islas de Los Castillejos y La Cotorra, en el brazo de Voces








6. El estrecho del Puente, entre Peña Frasco y la isla del Tej (Los Aposentos), y la ensenada del desaparecido pueblo de La Nuez de Arriba










7. La isla del Otero (Montorio)





8. Barrio de Santa Coloma y ensenada de Montorio, vistas desde la Peña Ladilla y desde Las Peñas, con la torre de la iglesia emergiendo del agua








9. La ría de Santa Cecilia, la Cuevatona y el Nido del Buitre





10. Las rías de San Pantaleón y Valcavado, la ensenada de La Torca y el estrecho de La Plantía 








11. La iglesia de San Vicente, único vestigio de Quintanilla Pedro Abarca






12. Ensenada de Valdepino: un diapiro parcialmente sumergido







13. El estrecho de Rogarcía






14. La amplia ensenada de Buzón




15. Los acantilados de Rallastra e Itero








16. La presa de Fuente la Hoz desde Rallastra, Valdegabas, Berlanga y Mirador de Valdegoba










B. DIEZ PANTANOS "CERCANOS"

He seleccionado 10 embalses más o menos cercanos a la comarca del Úrbel para extraer los valores medios de parámetros tales como "altura de la presa", "longitud de coronación", "cota de coronación", "superficie ocupada por el embalse" y "volumen de agua embalsada".



     [aprovechamientos: Ab (abastecimiento), Hi (hidroeléctrico), Re (regulación), Ri (riego)]


Una primera conclusión es obvia: existe una gran diferencia entre los parámetros propios de los que podríamos denominar como "embalses de montaña" (Arlanzón, Compuerto, Requejada, Riaño y Úzquiza) y los que llamaríamos "embalses de valle" (Aguilar, Cervera, Cuerda del Pozo y Ebro). Entendemos por embalses de montaña aquellos que se enclavan sobre topografías de fuerte pendiente, en zonas encajonadas en "V"; y por embalses de valle, aquellos que lo hacen sobre terrenos casi llanos, con escasas pendientes, sobre anchas vegas en "U".

Si comparamos el factor ha/hm3 (hectáreas de superficie de lámina de agua necesarias para acumular 1 hm3 de agua), constatamos que para los "embalses de montaña" se necesitan entre 3 y 6 hectáreas para conseguir un volumen de 1 hm3 de agua embalsada; por el contrario, en los "embalses de valle", se necesitan entre 9 y 12 hectáreas para lograr 1 hm3 de agua.

Si la comparación la hacemos con el factor hm3/ha (profundidad media del agua embalsada), comprobamos que en los "embalses de montaña" se alcanzan valores el orden de 20-30 metros de profundidad media; por el contrario, en los "embalses de valle", dicho valor se reduce a los 10-20 metros de profundidad media.

Sabemos que el curso del río Úrbel presenta una bajísima pendiente media (0,20%), por lo que el pantano de Fuente la Hoz tendría parámetros típicos de un "embalse de valle", con una profundidad media estimada de 10 metros (desde los 50 metros alcanzados en las cercanías de la presa hasta los 5 metros del tercio superior, en la cola del embalse).


C. "EL MAÑANA", PERIÓDICO TUROLENSE DE EFÍMERA VIDA (1928-1931)

Muchos fueron los periódicos de ámbito local que nacieron en los convulsos años veinte. Uno de ellos, "El Mañana", de Teruel. Fundado en 1928 por el industrial, ingeniero y político turolense José Torán de la Rad (Teruel, 1888-1932), que llegó a ser alcalde de la ciudad durante un breve periodo (1922-1923).





"El Mañana" fue un periódico de línea editorial monárquica y tradicionalista, dirigido por Luis Alonso Fernández, abogado y profesor de lengua y literatura en la Escuela Normal de Magisterio de la ciudad. Su primer número salió a la calle el 28 de diciembre de 1928 y se despidió de sus lectores poco más de dos años después, el 15 de abril de 1931, al día siguiente del advenimiento de la Segunda República. Cada número constaba de ocho páginas, a cinco columnas. Se editaba de martes a domingo.




Durante la corta existencia del periódico, el Huérmeces burgalés apareció mentado en otras dos ocasiones:

  • El Mañana, 2 de marzo de 1929: bajo el titular "UNA SALVAJADA", la noticia hace referencia al incidente acaecido en la noche del 24 de febrero en la carretera de Santibáñez Zarzaguda a Huérmeces, cuando alguna mano anónima colocó transversalmente sobre la calzada un poste de la luz, con el supuesto fin de causar daño al médico de Santibáñez, Lázaro García, avisado para que acudiera a Huérmeces con urgencia para atender a un enfermo.
  • El Mañana, 6  de octubre de 1930: dentro de la relación de vacantes en escuelas nacionales de primera enseñanza aparece la de maestra para la escuela de Huérmeces, por excedencia de la titular.  



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