martes, 11 de agosto de 2015

Carromaribáñez



Continuando con la rica toponimia de Huérmeces, encontramos otro curioso nombre de paraje: Carromaribáñez.

A veces, en planos antiguos y escrituras de fincas, aparecen también sus dos variantes: Carramaribáñez y Carremaribáñez.

Al igual que sucedía con Sutildarache, no he encontrado este topónimo en ningún otro lugar de España ni Sudamérica.

Aunque, y a título únicamente anecdótico, cabe apuntar que en Andalucía, en concreto en la comarca sevillana del Bajo Guadalquivir, existe desde 1964 un pueblo de colonización al que se denominó Maribáñez en memoria de un cortijo cercano cuya propietaria era una tal María Ibáñez.

En la localidad cercana de Quintanilla Sobresierra existe un paraje de nombre Maribáñez, situado a poco más de kilómetro y medio al NW del pueblo.




Enfrente de la Peña Rallastra, delimitado por Itero al sur y Buzón al norte, el paraje ocupa una ladera orientada al SW, en un proyecto de vallejo que, en unos pocos miles de años, acabará por unirse al de su vecino Buzón.




En las tardes de verano, es precisamente la alargada sombra de La Peña la que otorga algún respiro térmico al seco pastizal que hoy ocupa el lugar.

Debido a la escasa categoría de sus tierras, en pendiente y sobre suelos pobres, el paraje no se vio afectado por la concentración parcelaria efectuada en los años 70 del siglo pasado, por lo su aspecto no ha variado gran cosa en las últimas décadas, salvo por el abandono del cultivo de dichas tierras.


Vuelo Americano de 1957


En el vuelo americano de 1957 puede observarse cómo Carromaribáñez se encuentra cultivado en su totalidad, con el camino transversal que lo recorre íntegramente; las masas de monte son, por el contrario, menos densas en Rallastra e Itero; el Úrbel aparece con escasa vegetación arbórea en sus márgenes (no existe aún la chopera de Alba); la carretera conserva los árboles en sus cunetas; las lindes de las fincas presentan abundancia de arbustos; existe una importante huerta con frutales en el Molino de Alba.

Para hacernos una idea de la intensidad con la que se cultivaba el territorio en aquéllos tiempos pre-parcelaria, conviene recordar que en las poco más de 11 hectáreas que ocupa Carromaribáñez existían nada menos que 30 tierras.





Las plantaciones de pinos que se efectuaron en 2006 en la falda norte de Itero, alcanzaron también los límites del término, aunque sin llegar a tocar sus abandonadas tierras.


Enfrente del molino de Alba y la Peña Rallastra, a la derecha de la carretera en dirección a Montorio, allí está el paraje

Dos antiguos caminos, hoy casi perdidos, remontaban el término desde la carretera, confluyendo en la parte alta y encaminándose entonces hacia Buzón, a cuyo camino llegaban tras descender hacia su chopera.



Carromaribáñez desde Itero; Los Avellanos al fondo, a la izquierda


Carromaribáñez no posee manantiales ni arroyos, lo que acentúa aún más la impresión de sequedad que ofrece el lugar en días calurosos.

Su vegetación se limita a aulagas, brezos y plantas propias de eriales y pastizales herbáceos.


Fracasadas plantaciones de pinos en la ladera de Itero, justo encima de Carromaribáñez

En la zona alta de Itero si que han arraigado los pinos
En las laderas superiores de Itero, las que caen hacia Buzón, también han arraigado los pinos


En cuanto al posible significado y origen del nombre, la etimología nos permite ahora conjeturar con algo más de rigor que en el caso de Sutildarache.

Carra/Carro/Carre:

Con el significado de “camino hacia” (Carro Ubierna, Carra Ros) o bien prefijo de “categoría de camino” (Carrerona, Carralancha, Carramediana)

Maribáñez:

Al paraje el mar le pilla un poco lejos, por lo que en esta parte de Castilla, Mar es la forma abreviada de María. Tenemos pues, un antropotopónimo, María Ibáñez; aunque también pudiera ser María, la de Juan, ya que Ibáñez es un derivado de Juan, del latín Iohannes (Santibáñez = San Juan).

Algunos lingüistas vascos hacen derivar Ibáñez de "bañez", palabra vasca que significa "pastizal".
Tenemos, pues, tres posibles significados para el término Carromaribáñez:



  • Camino que va hacia la finca de María Ibáñez
  • Camino que va hacia la finca de María, la de Juan
  • Camino que va hacia el pastizal de María



Brezo

Peonía o cornavario, agostado


Por si la etimología te aburre y todo lo anterior no te parece lo suficientemente atractivo, no  que desde la parte alta del paraje, allí donde se encuentra con Buzón, puede disfrutarse de una de las vistas más espectaculares de la Peña Rallastra y su pared vertical de 60 metros.






Y es posible que, con un poco de suerte, el vuelo de la asidua bandada de buitres te amenice aún más, si cabe, la vista. Y el oído … la colonia de chovas piquirrojas que habita la pared, en constante concierto.




Si prefieres emociones más fuertes, desde la cumbre de Peña Rallastra se divisa Carromaribáñez en todo su esplendor, con el amplio vallejo de Buzón al fondo.




A La Peña puede ascenderse fácilmente desde el arranque del camino de Valdetope o desde Alba, siempre por su cara Sur. También puede alcanzarse la cumbre desde el calvero existente en el antiguo centro de saca de leña, al que se accede fácilmente desde San Vicente. Las vistas desde el vecino de enfrente, Itero, tampoco decepcionan.
 

Fincas en la confluencia entre Carromaribáñez y Buzón, desde Itero



Carromaribáñez, un paraje de contundente nombre, también en trance de olvido, aunque con sus yermas tierras vigiladas por dos gigantes: Rallastra e Itero.


Chopera de Buzón desde la zona alta de Carromaribáñez


Si buscamos hoy el lugar en un plano catastral moderno encontraremos un aséptico título: “Término Municipal de Huérmeces, Polígono 502, parcelas de la 5305 a la 5985”.
 

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