Continuando
con la rica toponimia de Huérmeces, encontramos otro curioso nombre de paraje: Carromaribáñez.
A
veces, en planos antiguos y escrituras de fincas, aparecen también sus dos variantes:
Carramaribáñez y Carremaribáñez.
Al
igual que sucedía con Sutildarache, no
he encontrado este topónimo en ningún otro lugar de España ni Sudamérica.
Aunque,
y a título únicamente anecdótico, cabe apuntar que en Andalucía, en concreto en
la comarca sevillana del Bajo Guadalquivir, existe desde 1964 un pueblo de colonización
al que se denominó Maribáñez en memoria de un cortijo cercano cuya propietaria era
una tal María Ibáñez.
En la localidad cercana de Quintanilla Sobresierra existe un paraje de nombre Maribáñez, situado a poco más de kilómetro y medio al NW del pueblo.
En la localidad cercana de Quintanilla Sobresierra existe un paraje de nombre Maribáñez, situado a poco más de kilómetro y medio al NW del pueblo.
Enfrente
de la Peña Rallastra, delimitado
por Itero al sur y Buzón al norte, el paraje ocupa una ladera orientada al SW, en
un proyecto de vallejo que, en unos pocos miles de años, acabará por unirse al
de su vecino Buzón.
En
las tardes de verano, es precisamente la alargada sombra de La Peña
la que otorga algún respiro térmico al seco pastizal que hoy ocupa el lugar.
Debido
a la escasa categoría de sus tierras, en pendiente y sobre suelos pobres, el
paraje no se vio afectado por la concentración parcelaria efectuada en los años
70 del siglo pasado, por lo su aspecto no ha variado gran cosa en las últimas
décadas, salvo por el abandono del cultivo de dichas tierras.
En el vuelo americano de 1957 puede observarse cómo Carromaribáñez se encuentra cultivado en su totalidad, con el camino transversal que lo recorre íntegramente; las masas de monte son, por el contrario, menos densas en Rallastra e Itero; el Úrbel aparece con escasa vegetación arbórea en sus márgenes (no existe aún la chopera de Alba); la carretera conserva los árboles en sus cunetas; las lindes de las fincas presentan abundancia de arbustos; existe una importante huerta con frutales en el Molino de Alba.
Para
hacernos una idea de la intensidad con la que se cultivaba el territorio en
aquéllos tiempos pre-parcelaria, conviene recordar que en las poco más de 11 hectáreas que ocupa
Carromaribáñez existían nada menos
que 30 tierras.
Las
plantaciones de pinos que se efectuaron en 2006 en la falda norte de Itero,
alcanzaron también los límites del término, aunque sin llegar a tocar sus
abandonadas tierras.
Enfrente del molino de Alba y la Peña Rallastra, a la derecha de la carretera en dirección a Montorio, allí está el paraje |
Dos
antiguos caminos, hoy casi perdidos,
remontaban el término desde la carretera, confluyendo en la parte alta y
encaminándose entonces hacia Buzón, a cuyo camino llegaban tras descender hacia
su chopera.
Carromaribáñez desde Itero; Los Avellanos al fondo, a la izquierda |
Carromaribáñez no posee manantiales ni arroyos, lo que acentúa aún más la impresión de sequedad que ofrece el lugar en
días calurosos.
Su
vegetación se limita a aulagas, brezos y plantas propias de eriales y
pastizales herbáceos.
Fracasadas plantaciones de pinos en la ladera de Itero, justo encima de Carromaribáñez |
En la zona alta de Itero si que han arraigado los pinos |
En las laderas superiores de Itero, las que caen hacia Buzón, también han arraigado los pinos |
En
cuanto al posible significado y origen del nombre, la etimología nos permite ahora
conjeturar con algo más de rigor que en el caso de Sutildarache.
Carra/Carro/Carre:
Con
el significado de “camino hacia” (Carro
Ubierna, Carra Ros) o bien
prefijo de “categoría de camino” (Carrerona,
Carralancha, Carramediana)
Maribáñez:
Al
paraje el mar le pilla un poco lejos, por lo que en esta parte de Castilla, Mar
es la forma abreviada de María. Tenemos pues, un antropotopónimo, María Ibáñez;
aunque también pudiera ser María, la de Juan, ya que
Ibáñez es un derivado de Juan, del
latín Iohannes (Santibáñez
= San Juan).
Algunos lingüistas vascos hacen derivar Ibáñez de "bañez", palabra vasca que significa "pastizal".
Tenemos,
pues, tres posibles significados para el término Carromaribáñez:
- Camino que va hacia la finca de María Ibáñez
- Camino que va hacia la finca de María, la de Juan
- Camino que va hacia el pastizal de María
Brezo |
Peonía o cornavario, agostado |
Por
si la etimología te aburre y todo lo anterior no te parece lo suficientemente
atractivo, no que desde la parte alta del paraje, allí donde se
encuentra con Buzón, puede disfrutarse de una de las vistas más espectaculares
de la Peña Rallastra y su pared
vertical de 60 metros.
Y
es posible que, con un poco de suerte, el vuelo de la asidua bandada de buitres
te amenice aún más, si cabe, la vista. Y el oído … la colonia de chovas
piquirrojas que habita la pared, en constante concierto.
Si
prefieres emociones más fuertes, desde la cumbre de Peña Rallastra se divisa Carromaribáñez
en todo su esplendor, con el amplio vallejo de Buzón al fondo.
A
La Peña puede ascenderse fácilmente desde el
arranque del camino de Valdetope o
desde Alba, siempre por su cara Sur.
También puede alcanzarse la cumbre desde el calvero existente en el antiguo
centro de saca de leña, al que se accede fácilmente desde San Vicente. Las
vistas desde el vecino de enfrente, Itero,
tampoco decepcionan.
Fincas en la confluencia entre Carromaribáñez y Buzón, desde Itero |
Carromaribáñez, un paraje de contundente nombre, también en trance
de olvido, aunque con sus yermas tierras vigiladas por dos gigantes: Rallastra e Itero.
Si buscamos hoy el lugar en un plano catastral moderno
encontraremos un aséptico título: “Término Municipal de Huérmeces, Polígono 502,
parcelas de la 5305 a
la 5985”.
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