Geológicamente
hablando, La Mesa es uno de los doce sinclinales colgados que
componen la denominada unidad morfológica de Las Loras.
Estas 12 loras son, de Norte a Sur y de Oeste a Este: Las
Tuerces, Barrio-Lucio, Corralejo, Rebolledo de la Torre, Villela, Albacastro,
Peña Amaya, La Ulaña,
Cuevas de Amaya, Fuente Urbel, La
Mesa (Urbel) y Monte Carrascal (entre Montorio y San
Pantaleón del Páramo).
Una
lora es, básicamente, un tipo singular de sinclinal
colgado que abunda especialmente en este rincón NW de la provincia de
Burgos, en el límite con la de Palencia.
Se
denomina sinclinal colgado porque, gracias a prolongados y selectivos procesos
erosivos, la parte que en el plegamiento original ocupaba la zona inferior (un
sinclinal), ocupa ahora la zona elevada, destacando sobre el paisaje. En otros
lugares, a los sinclinales colgados se les denominan muelas o mesas.
La Mesa de Urbel tiene una extensión total de unos 7’5
km2, en forma de gota horizontal, asimétrica, con el apéndice en el Oeste y la
zona curvada en el Este, y pertenece en su totalidad al término de Urbel del
Castillo.
Sus
dimensiones máximas son de 5 km
de largo y 2,5 km
de ancho. Su altitud oscila entre los 1107 m de El Cuerno, en el extremo occidental,
y los 1048 m
de la depresión central.
Su
zona culminante está formada por calizas santonienses y su relieve es el típico
de una zona fuertemente karstificada: lapiaces, dolinas y pequeñas simas.
Recorrido perimetral de La Mesa:
Con
un recorrido total de unos 14
km, es factible –y muy recomendable- rodear
perimetralmente La Mesa por su límite
inferior. Una red de buenos caminos convierte la circunvalación de La Mesa
en una excursión de poco más de tres horas de duración, con una subida inicial
en suave pendiente y un descenso final también ligero, incluso asfaltado en sus
últimos metros.
Camino de Valseco, Urbel del Castillo |
Partiendo
de Urbel del Castillo, ascendemos durante 3 km por Valseco
hasta el portillo, descendiendo a continuación durante otros 2 km hacia El Cuerno y Monte La Peña.
Valseco desde el portillo, a comienzos del verano |
En
verano es importante llevar provisión de agua ya que Valseco hace honor a su nombre y no lo recorre ni un mísero
arroyo, ni posee manantiales en ninguna de sus dos vertientes.
Valseco desde el portillo, bien avanzado el verano |
El portillo de Valseco visto desde la zona inferior del vallejo |
En
este punto, merece la pena hacer una parada para asomarse a El Callejón, un estrecho paso en el
cantil calizo que ofrece unas buenas vistas sobre La Piedra (a la derecha) y Los
Valcárceres (a la izquierda).
El Cuerno (1107 m) punto culminante y extremo NW de La Mesa |
Volvemos
al camino perimetral para cambiar radicalmente de rumbo, del SW que traíamos
desde Urbel, al SE que tomaremos ahora, con el crestón de El Cuerno por testigo.
El Cuerno, desde el camino hacia El Colmenarón |
Durante
3 km y
medio, con el cantil de La Mesa siempre a
nuestra izquierda, llaneamos por un marcado camino hasta vislumbrar, al otro
lado de la carretera, la subestación eléctrica de La Pinza.
Cantil meridional de La Mesa desde el camino del Colmenarón |
Dado
que el camino desaparece poco después del tendido eléctrico que parte de la
estación hacia las alturas de La
Mesa, en este punto tenemos dos opciones: hacer por carretera
los poco más de 800 m
que quedan hasta el camino siguiente, o alcanzar dicho camino por los linderos
de dos fincas, durante poco más de 400m.
Pinar de Los Pilones |
Camino de La Tabla |
Después
de kilómetro y medio por el camino de Los
Pilones, y justo antes de alcanzar la zona alta de El Embid, el camino
cambia de rumbo por última vez, ahora en dirección Norte, hacia el castillo de
Urbel. Por La Tabla
y San Pelario, alcanzaremos el pueblo en poco más de 3 km.
Recorridos por el interior de La Mesa:
En
un sentido transversal, desde los aledaños del Portillo de Valseco, es posible atravesar parte de La Mesa por medio de dos caminos
que se bifurcan al poco de comenzar y vuelven a unirse en pleno corazón de la
meseta, para luego descender en dirección a Urbel por San Pelario.
Ramal norte del camino transversal de La Mesa |
Corral en el ramal norte del camino |
Detalle de pared en corral |
Gran roca solitaria al lado del camino (Peña del Cuadrón), y majuelo adosado |
Dolina |
El
recorrido total es de unos 4 km,
y permite hacerse una idea aproximada del paisaje estepario del interior de La Mesa.
Antes
de descender hacia el pueblo por el camino, merece la pena encaminarse hacia la
izquierda, por el amplio y herboso vallejo colgado que desciende en dirección
al pueblo y se despeña justo sobre el potente manantial de La Recorva.
Las vistas sobre el viejo castillo, con el valle del río
Urbel al fondo, son impresionantes. En los cantiles no es raro observar el
vuelo de buitres y otras rapaces.
Vallejo colgado en dirección a La Recorva |
El Castillo de Urbel desde las alturas de La Recorva |
Un
poco más alejado del Portillo de Valseco, otro camino se interna en La Mesa para dar servicio a una
alargada finca situada en las cercanías de El Cuerno. Este camino termina por
enlazar con los dos anteriores, aunque no es difícil despistarse en alguno de
los cruces.
Otro
camino (el antiguo camino de Coculina) recorre la porción SE de la meseta,
ascendiendo desde Urbel. Al poco de culminar, dejando el camino hacia las
antenas a la derecha, se dirige hacia las torres de alta tensión que atraviesan
esa porción de La Mesa.
Subida a La Mesa por el viejo camino de Coculina |
Lapiaz al poco de culminar La Mesa el viejo camino de Coculina |
Lapiaz con gayuba y aulaga |
Hueco artificial quizás producto de una antigua extracción de áridos o intento -fallido- de balsa |
El
camino, escasamente dibujado a partir del tendido eléctrico, se dirige luego
hacia El Cuerno, perdiéndose completamente al llegar a una zona deprimida en la
que un potente lapiaz cubierto de vegetación hace difícil el tránsito incluso al
simple caminante.
El Cuerno (dcha.) y, al fondo, La Ulaña |
El Cuerno y su encinar; a la izquierda, pinar de El Colmenarón |
Un
ciclista, sin embargo, no tendrá más remedio que cargar a ratos con la bici
hasta encontrar uno de los tres caminos que discurren algo más al norte, pero
podrá presumir de haber conocido el corazón más salvaje de La Mesa.
Lapiaz con gayuba y brezo |
Detalle de lapiaz |
No
obstante, durante una buena parte del kilómetro y medio de camino que discurre
después de cruzar el tendido eléctrico, siempre es posible descender de La Mesa hacia el pinar de El Colmenarón por varios de los pasos
que ofrecen los cantiles perimetrales en esa zona.
Vegetación:
Aunque
en las pequeñas vaguadas longitudinales existe alguna tierra de labor (roturo)
en la que se cultiva veza o algún cereal, La Mesa es, ante todo, un inmenso pastizal. Y así lo testimonia la
abundancia de viejos corrales, hasta una docena, sobre todo en la zona NE.
Alargada finca cultivada en las cercanías de El Cuerno y el arranque del camino transversal sur |
La
masa más importante de encina se
localiza en el extremo NW, en los alrededores de El Cuerno. Fuera de los cantiles periféricos, en los que también
abundan las matas de encina, escasos son los árboles y arbustos que crecen en
el interior de La Mesa.
Destacar alguna mata aislada de pudio (Rhamnus alpina) en
las dolinas y pequeñas vaguadas protegidas.
Pudio en pequeñas dolinas y abrigos artificiales |
Una
buena parte de la estrecha ladera sur y sureste sufrió plantaciones de pinos hace más de 50 años, sobre todo
en los términos El Colmenarón y Los Pilones.
Entre
la variada vegetación herbácea que
tapiza gran parte de La Mesa
destacamos, por llamativas, las cuatro siguientes especies:
·
uva de oso
(Arctostaphylos uva-ursi): de porte
rastrero, que cubre grandes extensiones de terreno, sobre todo en rocallas y
lapiaces
·
uña de gato (Sedum sediforme): carnosa,
algo leñosa en la base, sus tallos floridos destacan en verano sobre un entorno
pedregoso y horizontal.
·
calzas de lobo (Digitalis parviflora): sus
altos tallos prefieren terrenos con más suelo, más frescos, como pequeñas
vaguadas y herbazales.
·
cuchara de pastor (Leuzea conifera): sus
conos rastreros son comunes en matorrales abiertos sobre suelos pedregosos.
Uva de oso y uña de gato sobre rocalla |
Uña de gato (Sedum sediforme) |
calzas de lobo en vaguada |
Detalle de calzas de lobo (Digitalis parviflora) |
Posible sima en dolina |
Cuchara de pastor (Leuzea conifera) |
También
abundan en las zonas menos pedregosas los brezos
(Erica sp) y brecinas (Calluna vulgaris).
Puntos de referencia y orientación:
Una
línea de alta tensión atraviesa La Mesa por su parte SE y, a la
altura del paraje de Fuente Liz,
enlaza con la energía evacuada por la Subestación de La Pinza, que canaliza la
energía eléctrica generada por los parques eólicos de la zona.
Urbel, parte oriental de La Mesa y Valseco desde el páramo de Nidáguila |
Varias
antenas de telefonía aprovechan la
altura que adquiere La Mesa
en la zona inmediata a La
Recorva, sobre el pueblo de Urbel, en el extremo NE de La
Mesa. Estas antenas sirven de orientación –si no hay
niebla- para el caminante que se atreva a abandonar los escasos caminos
interiores de La Mesa.
Antenas en el NE de La Mesa |
Todo
el extremo sur de La Mesa
se encuentra balizado por decenas de aerogeneradores
pertenecientes a los parques eólicos de La Pinza y El Perul, así como por
las antiguas antenas de televisión y las nuevas de telefonía que destacan en el
portillo de Coculina.
Cultivos de cereal en La Tabla, el cinturón inferior en el Este de La Mesa |
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