Durante el último fin de semana del pasado mes de marzo, tras un relativamente importante episodio de precipitaciones, se produjo un visible desmoronamiento de rocas en la conocida Peña Rallastra.
En concreto, el desprendimiento rocoso se ha producido justo en el lugar donde se encontraba situado el mirador de la Peña, cuyo sendero de acceso había sido acondicionado y balizado apenas tres años antes.
La Peña Rallastra consiste en un rotundo cortado de unos 50 metros de caída libre, que se despliega siguiendo una dirección norte-sur durante unos 350 metros de longitud. La cornisa de la Peña supera en todo el corte la cota de los 1000 metros de altitud, alcanzando una cota máxima de 1020 metros en el extremo meridional del cortado, en la zona cercana al vallejo de Valdetope.
Geológicamente, la Peña está formada por rocas calizas blancas del piso Turoniense-Coniacense, dentro del Cretácico Superior. Nos encontramos, pues, con unos materiales calizos formados hace unos 90 millones de años.
El volumen total de roca desprendida ha sido importante, como evidencia el gran "cono de deyección" originado, en forma de amplio abanico de derrubios, compuesto por una gran variedad de formas y tamaños de fragmentos de roca.
Alguna roca de gran tamaño ha llegado a las cercanías del río Úrbel, originando grandes "agujeros" en las terrazas y laderas inmediatas al cauce. En concreto, la gran roca que coronaba la zona del mirador se ha detenido -bastante íntegra- en la ladera de una de las primeras terrazas, la ocupada en parte por los restos del antiguo corral de Alba.
Los desprendimientos de roca son relativamente comunes en todo este sector de calizas blancas del Cretácico Superior: Rallastra, Valdetope, San Vicente, Valdegabas, Itero, Isilla y Fuente la Hoz. En las últimas décadas se han producido varios desprendimientos en Fuente la Hoz e Isilla, aunque de mucha menor importancia que este de Peña Rallastra, tanto por el volumen de roca afectado como por el desnivel salvado por el derrumbe.
Suponemos que, en tiempos pasados, cuando el régimen de temperaturas mínimas era mucho más extremo que el actual, y las nevadas más intensas y frecuentes, serían aún más habituales este tipo de derrumbes. Y es que son el agua y el hielo los principales agentes fragmentadores de la roca caliza.
Este pasado invierno ha sido pródigo en lluvias en esta zona de Castilla, aunque las temperaturas mínimas no han sido especialmente bajas, más bien al contrario, ya que se han registrado muy pocos días con heladas fuertes (inferiores a los -5ºC).
[en el periodo octubre 2023-marzo 2024 se recogieron unos 450 litros por metro cuadrado en la zona; en el mes de marzo, en concreto, se recogieron 100 litros, y durante los cinco días inmediatamente anteriores al derrumbe, 50 litros; en el mismo periodo octubre 2023-marzo 2024 únicamente se produjeron heladas de importancia (-5ºC o inferiores) en seis días: 18 dic (-5ºC), 19 dic (-6ºC), 27 dic (-6ºC), 20 ene (-6ºC), 2 marzo (-5ºC) y 3 marzo (-5ºC). Un invierno suave para estas tierras, en consonancia con unas lluvias superiores a lo normal y una práctica ausencia de nevadas; apenas se han sufrido temporales de componente norte, predominando los de componente oeste y suroeste. Datos extraídos de las estaciones de Valdelucio, Tardajos y Vivar del Cid]
CORNAVARIOS 2024
Quizás este episodio de precipitaciones superiores a la media ha sido el causante del pequeño retraso en la floración de las peonías (cornavarios), que este año llegará una semana más tarde con respecto a la media de los últimos años. Los ejemplares, además, son de un tamaño sensiblemente inferior al habitual, con tallos más cortos y menor desarrollo foliar.
Aunque, en relación con otros años, se constata parecida cantidad de plantas de peonía en la ladera norte de Itero (el paraje ideal para observar cornavarios), el estado fenológico dominante a 10 de mayo es el de botón floral, encontrándose en plena floración únicamente una mínima parte de las plantas.
En zonas más bajas y abrigadas (Buzón, Alba) pueden encontrarse ya ejemplares en plena floración, gracias a las altas temperaturas de los últimos días.
La floración que no se ha retrasado ha sido la de la aulaga. Todas las laderas del Úrbel y vallejos tributarios se encuentran teñidas de amarillo. La ladera norte de Itero, la que cae hacia Carromaribáñez, es también uno de los mejores parajes para observar el despliegue floral de la aulaga almohadillada (Genista hispanica).
EL EXTINTO MIRADOR DE LA PEÑA RALLASTRA
Para evitar posibles accidentes, el acceso al mirador se encuentra cerrado por una cinta plástica, habiendo desaparecido las flechas indicadoras de dirección situadas en el cruce de El Calero y en la zona alta de Prao los Mulos. Así mismo, se ha rotulado la palabra "peligro" en uno de los postes, y se ha procedido a la retirada del banco situado en el mirador.
Supongo que se trata de las lógicas medidas preventivas tras un derrumbe de esta envergadura. Aunque conviene resaltar que en toda la cornisa de Peña Rallastra se observan rocas desgajadas, con evidentes grietas y señales de erosión. Quizás no pasen muchos años antes de que se produzcan nuevos desmoronamientos en cualquier otra sección de la cornisa de la Peña.
De todas formas, a fecha de hoy, es precisamente esta zona del mirador la que más estabilidad presenta de cara a un futuro próximo, ya que se ha desgajado todo el material rocoso potencialmente inestable.
LA ROCA DE PAULINO
Han pasado casi setenta años (7 de enero de 1955) desde que Paulino saltara al vacío desde la cornisa de Peña Rallastra, probablemente desde la misma roca que hoy yace -solo parcialmente fragmentada- sobre una de las últimas terrazas inmediatas al Úrbel y al corral de Alba.
La Peña Rallastra, la peña de Paulino
Y en otro, publicado hace casi tres años, se recorrieron y fotografiaron los cuatro miradores que existían sobre el desfiladero de Fuente la Hoz:
Cuatro miradores sobre el desfiladero de Fuente la Hoz
En una de las fotografías del mirador de Peña Rallastra puede observarse cómo la roca de coronación, al otro lado de la cuerda delimitadora, aparece desgajada desde siempre (hablando a escala humana) de la cornisa principal de la peña.
INFORMACIÓN SÍSMICA
A título de curiosidad, y por si acaso, se ha consultado la base de datos de terremotos del Instituto Geográfico Nacional y se ha comprobado que, en el entorno de la fecha del derrumbe en Peña Rallastra (último fin de semana de marzo: 29-31 marzo de 2024) únicamente aparece registrado un sismo en el norte de la provincia de Burgos y alrededores:
El sábado 30 de marzo de 2024, a las 2:45 horas de la madrugada, se produjo un pequeño movimiento sísmico en la zona norte de la Merindad de Valdeporres, en concreto en la cara meridional de los denominados Montes del Somo, muy cerca ya del límite con la Merindad de Sotoscueva y con la Comunidad Autónoma de Cantabria. Busnela sería la localidad más cercana, al estar situada a unos 5 km al sur-suroeste del epicentro.
La distancia entre el epicentro de este terremoto y la Peña Rallastra alcanza los 58 km, una cifra más que considerable como para intentar relacionar ambos acontecimientos. Además, se trató de un sismo muy profundo (12 km) y de muy baja magnitud (1,8).
CORNAVARIOS 2024 (DOS SEMANAS MÁS TARDE)
Dada la relativa pereza que este año han mostrado las peonías a la hora de desplegar sus encantos, no me ha quedado más remedio que repetir la visita quince días más tarde. Y en esta ocasión, los resultados no han defraudado.
En lugar de volver a la falda norte de Itero y a otros acostumbrados cotos peonieros, en esta ocasión he preferido visitar parajes mucho menos conocidos y, sorprendentemente, también pródigos en peonías:
- ladera norte de La Lastra, la que cae hacia San Pantaleón y La Veguilla
- pequeño vallejo de Ontiniel, en el término de Huérmeces, contiguo a Los Cotorros, y cercano ya al término de San Pantaleón
- zona superior de Valcavado, en las cercanías de Peña Nariz, dentro del término de San Pantaleón, limítrofe con Montorio
Durante las dos semanas transcurridas desde nuestra primera visita se han registrado importantes precipitaciones en la zona. Ha llovido casi todos los días, recogiéndose en total unos 50 litros por metro cuadrado. El campo luce espléndido, tanto si lo miras en dirección norte como si lo haces hacia el sur.
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