En un reciente post, titulado Andrés González Ortega, el último nacido en Monasteruelo (1799), contábamos la pequeña historia del último nacimiento acaecido en el despoblado. Hoy presentamos la que fue, muy probablemente, la última boda celebrada en el lugar, cuando su iglesia aún se mantenía -esporádicamente- abierta al culto.
La boda se celebró en junio de 1795, cuatro años y medio antes del citado nacimiento de Andrés, y los contrayentes fueron una pareja que no guardaba parentesco alguno con el último nacido en el despoblado. Damos por sentado que, en aquellos tiempos, los esporádicos moradores de Monasteruelo eran pastores que prestaban sus servicios a los vecinos de Ros, pueblo al que pertenecía el despoblado. Dado que el lugar no era un destino muy apetecible para una familia, el baile de pastores sería constante, aguantando cada uno muy poco tiempo en el paraje. Además, los ajustes económicos tampoco resultarían nada tentadores.
A diferencia de lo sucedido en 1799 con Andrés González Ortega quien, a pesar de haber nacido en Monasteruelo fue bautizado en la iglesia de Huérmeces, en este caso la boda se celebra en la propia iglesia de Monasteruelo, por lo que cabría suponer que este fue el último acto de importancia realizado en la iglesia del despoblado, antes de su cierre al culto y posterior expolio, ejecutado entre 1828 (traslado de las campanas a Huérmeces) y 1836 (traslado de la pila bautismal a Huérmeces).
Mapa de Coello (1868): la línea coloreada separa los partidos de Villadiego y Castrojeriz |
Podemos siquiera imaginar lo vivido en Monasteruelo aquel lejano día de San Juan de 1795. Llegarían al despoblado gentes venidas de Villalibado y Ros (pueblos en los que residían los padres y familiares del novio y de la novia). Y desde otros pueblos del entorno acudirían otros familiares cercanos de la pareja.
Por otra parte, además del cura encargado de la iglesia del despoblado (Manuel Martín Varona) y del sacristán (Feliciano Lomillo) de la iglesia de Huérmeces, también acudiría algún que otro vecino de nuestro pueblo, quizás por mera curiosidad, quizás por alguna ligazón familiar con los contrayentes. Aunque, teniendo en cuenta que ese mismo día se celebraba la fiesta patronal de Huérmeces, suponemos que los tres kilómetros y medio que separaban ambas localidades obligarían a algunos a realizar un esforzado doblete.
Seguro que tampoco dejaría escapar la ocasión de fiesta y algarabía algún que otro vecino de pueblos muy cercanos a Monasteruelo, como Ruyales (2 km) y Los Tremellos (3 km).
La fecha elegida para la boda no podía resultar más evocadora: San Juan, patrón de las iglesias de Monasteruelo y de Huérmeces; San Juan, la fiesta del solsticio de verano, justo unas semanas antes de comenzar las providenciales tareas de cosecha. Aquel San Juan de 1795 cayó en miércoles, por lo que conviene volver a recordar que las bodas de entonces solían celebrarse entre semana, para no competir con la misa dominical, sobre todo en aquellos pueblos que disponían de un solo cura.
El texto íntegro de la partida nupcial (añadidos tildes y pausas, actualizadas las grafías), dice así:
En el despoblado de Monasteruelo y en su iglesia parroquial de San Juan Bautista, día veinticuatro de junio de mil setecientos noventa y cinco, yo don Manuel Martín Varona, cura beneficiado de dicha iglesia unida a la parroquial del mismo título de este lugar de Huérmeces, leídas las tres canónicas moniciones, así aquí como en las parroquiales de Ros y Villalibado, y no habiendo resultado impedimento alguno, como se me hizo constar por certificación de don Matías Martínez y don Anastasio Hontillera, curas de dichos pueblos, habiendo preguntado y obtenido el mutuo consentimiento, solemnemente por palabras de presente, desposé a Lorenzo de Icedo, viudo de Bernarda Gutiérrez, hijo legítimo de Juan de Icedo y de María Rodrigo, ya difunta, vecina que fue y padre e hijo lo son de Villalibado, y a Vicenta Pérez, hija legítima de Domingo Pérez y Manuela Alonso, vecinos del lugar de Ros y únicos habitantes en dicho despoblado, siendo testigos el referido Juan de Icedo, Alonso Gutiérrez, vecino de dicho Villalibado, y Feliciano Lomillo, vecino de este Huérmeces. Precedió el consentimiento de los padres de los contrayentes, les hallé suficientemente instruidos en la doctrina cristiana, y en el mismo día les di las bendiciones nupciales según dispone el ritual, y por verdad lo firmé con el que [...] fecha ut supra. [Firmas de Manuel Martín Varona y Feliciano Lomillo] [nota al margen: recibieron los santos sacramentos de confesión y comunión, firmada por el referido Varona]
No puede negarse la buena caligrafía del cura encargado de Monasteruelo, Manuel Martín Varona, sobre todo si la comparamos con la de algunos colegas contemporáneos suyos, tanto en Huérmeces como en otros pueblos del entorno. No puede decirse lo mismo de la calidad de la fotografía realizada por este bloggero; le puedo echar la culpa a la escasa iluminación del archivo diocesano, a la curvatura natural del grueso volumen del libro de casados o a la decepcionante cámara del móvil de antepenúltima generación, pero el caso es que el tercio superior del documento ha salido claramente desenfocado. Una pena.
Parroquia de San Juan Bautista de Huérmeces, Libro de Casados (1795) |
LOS TRES PUEBLOS CITADOS EN LA PARTIDA
Mapa de Tomás López (1784): el trazo de puntos y líneas separa los partidos de Villadiego y Castrojeriz |
Ros: lugar encuadrado en el Partido de Castrojeriz y en la Jurisdicción de Haza de Siero (junto con el barrio de Barciura en Avellanosa, Las Celadas, Huérmeces, Lodoso, Miñón, La Nuez de Abajo, Pedrosa de Río Úrbel, Quintanilla Pedro Abarca, Las Rebolledas, Ruyales, San Pantaleón, San Pedro Samuel, Santa María Tajadura y Los Tremellos); a finales del siglo XVIII, Ros tendría una población aproximada de 300 habitantes, de los que únicamente dos vecinos pertenecían al estado noble. Monasteruelo, en el Catastro de Ensenada, aparecía consignado como un barrio de Ros, con un solo vecino como morador del mismo.
Villalibado: lugar encuadrado en el Partido de Villadiego y en la denominada Cuadrilla de Olmos (junto con Arenillas, Bohada, Castromorca, Olmos de la Picaza, Tablada, Villahernando, Villanueva de Puerta y Villusto); a finales del siglo XVIII, Villalibado tendría una población aproximada de 120 habitantes, todos ellos pertenecientes al estado general (pecheros).
Huérmeces: lugar encuadrado en el Partido de Castrojeriz y en la citada Jurisdicción de Haza de Siero, de la que era "capital" o "cabeza" (en Huérmeces residía el alcalde mayor de la jurisdicción); a finales del siglo XVIII, la población de Huérmeces rondaría los 350 habitantes, de los que el 75% pertenecería al estado noble.
LAS PERSONAS CITADAS EN LA PARTIDA
El cura:
Manuel Martín Varona: cura beneficiado en Huérmeces durante la segunda mitad del siglo XVIII, junto a José de Espinosa [González-Mata] y Juan Alonso de Güemes [Gallo-Andrade]; así como estos dos últimos parecen ser naturales de Huérmeces (nacidos en 1745 y 1735, respectivamente), Manuel no aparece en los libros de bautizados de la parroquia, por lo que suponemos que habría nacido en alguno de los pueblos del entorno, dónde el apellido Varona resultaba muy común (La Nuez de Abajo y Ruyales del Páramo, entre otros)
El sacristán:
Feliciano Lomillo Pesquera (Hces, 1736-1818): sacristán de la parroquia de Huérmeces durante gran parte de la segunda mitad del siglo XVIII, por lo que su aparición resulta una constante en las partidas bautismales, nupciales y funerarias de aquellos tiempos. Feliciano se había casado en primeras nupcias con Joaquina Valderas, con la que tuvo una hija, Paula; posteriormente, Feliciano se casó en segundas nupcias con Faustina Ornilla Tudanca (Hces, 1750), con la que tuvo dos hijos, Fernando (Hces, 1785) y Agustina (Hces, 1790).
El novio:
Lorenzo Icedo Rodrigo: viudo de Bernarda Gutiérrez; hijo de Juan Icedo y María Rodrigo, vecinos de Villalibado.
En el libro de bautizados de Villalibado aparecen varias apellidadas Icedo, aunque no he encontrado a ningún Lorenzo Icedo, por lo que supongo que nació en otro lugar.
He encontrado un Juan de Icedo, nacido en Villalibado en 1729, hijo de Juan Icedo y María Andrés. Juan era nieto por línea paterna de Tomás Icedo y Josefa Zepo (?), vecinos de Villalibado; y nieto por línea materna de Juan Andrés y Manuela Castrillo, vecinos de Castromorca. Quizás Juan se casó en primeras nupcias con María Andrés y en segundas con María Rodrigo. Fruto de este segundo matrimonio habría nacido Lorenzo.
En el Catastro de Ensenada (1752) aparece un vecino, Juan de Icedo, cuya profesión principal es la de sastre, aunque "también se ocupa en el campo"; podría tratarse del padre de Lorenzo.
Recordemos que María Rodrigo se llamaba también una de las dos mujeres fallecidas por congelación en el paraje de Ocejo (Ruyales del Páramo) en 1832. Aunque esta María también era natural de Villalibado, claramente se trata de otra persona, ya que la María fallecida en Ocejo había nacido en 1797. Una estela conmemorativa en Ocejo (1832)
La novia:
Vicenta Pérez Alonso (Ros, 1774): hija de Domingo Pérez González y Manuela Alonso Miñón, vecinos de Ros; abuelos paternos: Mateo Pérez y María González, vecinos de Ros; abuelos maternos: Esteban Alonso y Magdalena Miñón, vecinos de Ros. En la fecha de la boda, Vicenta tenía 21 años de edad.
ANEXOS
LAS TRES CANÓNICAS MONICIONES:
Esta expresión, habitual en las partidas nupciales de aquellos tiempos, venía impuesta por los preceptos aprobados en el Concilio de Trento, y hace referencia a las tres amonestaciones (anuncios públicos de la proyectada boda) que debían leerse durante las tres misas festivas anteriores a la fecha de la boda, para que alguien pudiera manifestar la posible existencia de algún impedimento para la celebración de aquélla. Las moniciones debían realizarse tanto en la parroquia del novio como en la de la novia, caso de que ambos no pertenecieran a la misma.
OTRAS BODAS EN MONASTERUELO
Veinte años antes de esta última boda en Monasteruelo, entre 1774 y 1776, se oficiaron cuatro bodas en el despoblado. Todo parece indicar que durante esos años se dio cierta continuidad poblacional en Monasteruelo, con una familia allí establecida, compuesta por los padres (Mateo Guerra y María Rodríguez) y varios hijos (Eugenio, Francisca, Plácido y Antonia) que contraen matrimonio durante aquellos tres años.
Boda 1 (30 mayo 1774)
- Eugenio Guerra Rodríguez (hijo de Mateo y María, vecinos de Monasteruelo)
- Rafaela González Angula (hija de Francisco y Jacinta, vecinos de Ros)
Boda 2 (20 diciembre 1774)
- Fernando Pérez Miguel (hijo de Simón y Teresa, vecinos de Las Celadas)
- Francisca Guerra Rodríguez (hija de Mateo y María, vecinos de Monasteruelo)
Boda 3 (6 enero 1775)
- Plácido Guerra Rodríguez (hijo de Mateo y María, vecinos de Monasteruelo)
- Martina Olmo López (hija de Matía y Agustina, vecinos de Los Tremellos)
Boda 4 (4 junio 1776)
- Francisco Fernández Calle (hijo de Martín e Isabel, vecinos de Huérmeces)
- Antonia Guerra Rodríguez (hija de Mateo y María, vecinos de Monasteruelo)
Según se vaya avanzando en el estudio de los, diferentes tomos del Libro de Casados correspondientes a los siglos XVII y XVIII, sin duda alguna que irán apareciendo más bodas celebradas en Monasteruelo.
FUENTES
Archivo Diocesano de Burgos:
- Libro de Casados de la parroquia de San Juan Bautista de Huérmeces, tomo IV (1785-1825)
- Libro de Bautizados de la parroquia de San Román de Ros, tomo IV (1756-1800)
- Libro de Bautizados de la parroquia del Salvador de Villalibado, tomo II (1669-1775)
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