sábado, 25 de marzo de 2023

Bollada: un apellido guriezano en el Huérmeces de principios del siglo XIX


A finales del siglo XVIII y principios del XIX aparece en los índices de los libros de bautizados de Huérmeces un apellido completamente extraño por estos lares: Bollada. Y lo hace en seis apuntes, concentrados entre los años 1798 y 1818:

 

  • José Varona Bollada (1798)
  • Modesto Varona Bollada (1800)

  • Gertrudis Montero Bollada (1807)
  • Ángel Bonifacio Montero Bollada (1810)
  • Aquilino Montero Bollada (1814)
  • Juliana Montero Bollada (1818)


Observamos que Bollada aparece, en los seis apuntes, mezclado con sendos apellidos muy comunes en Huérmeces y comarca: Varona y Montero. En ambos casos el apellido Bollada aparece como segundo, por lo que cabe dar por sentado que fueron dos mujeres Bollada (hermanas, probablemente) las que intercambiaron sus genes con varones locales, originando esta efímera aparición del apellido en el Huérmeces de aquellos tiempos.

Hoy, doscientos y pico años después, no queda rastro del apellido Bollada, ni en los libros parroquiales ni en los padrones municipales. Tal desaparición tiene una fácil explicación en el hecho de que, al ser mujeres la portadoras del apellido Bollada que llegó a Huérmeces, dicho apellido se perdiera en las siguientes generaciones, si es que continuaron residiendo en el pueblo, que es mucho suponer.

Pero la realidad suele superar, en muchas casos, a las expectativas que desatan meros listados de nombres y apellidos. Tras consultar las partidas bautismales correspondientes, llega la primera sorpresa: fue una única mujer Bollada la que dispersó sus genes en el anquilosado registro del ADN farol de entre siglos, contribuyendo así a la mejora de la diversidad genética del pueblo. 

La dama en cuestión se llamaba Ana María Bollada Ranero, y había nacido en Santa Cruz, uno de los 24 barrios que conforman el municipio cántabro de Guriezo, limítrofe ya con Vizcaya. En aquellos tiempos, Guriezo pertenecía al partido de Laredo, dentro de la entonces extensa provincia de Burgos.

Ana María era hija de Manuel Bollada Llamosas y Ana María Ranero San Martín, naturales de Lendagua y Lugarejos, respectivamente, ambos lugares también pertenecientes al valle de Guriezo.

Los cuatro apellidos, Bollada, Llamosas, Ranero y San Martín, son de origen claramente guriezano, apareciendo en diversos documentos, padrones y relaciones de vecinos del Valle de Guriezo desde -al menos- el siglo XVII.

El abuelo paterno de Ana María, Manuel Bollada Landera, aparece en un padrón de vecinos de Guriezo del año 1737, casado con María Antonia Llamosas Marroquín. Como la práctica totalidad de los vecinos de Guriezo, los Bollada eran hidalgos

Conviene aclarar que la condición de "hidalgo" no era sinónimo de "rico" ni muchísimo menos; la mayor parte de los hidalgos tenían que trabajar para sobrevivir, y desempeñaban oficios comunes; la mayor parte eran labradores, aunque también abundaban los canteros, herreros, carboneros, tenderos, tejedores, cesteros, arrieros o tratantes; unos pocos eran notarios, escribanos, cirujanos o farmacéuticos; y solo una minoría eran propietarios que se dedicaban a administrar su hacienda. Los Marroquín, por ejemplo, eran dueños de una de las ferrerías de la zona.

La "hidalguía" te eximía del pago de algunos impuestos (que solo recaían en los vecinos denominados "pecheros") y también te podía abrir las puertas al desempeño de algunas funciones (la mayoría de ellas meramente honoríficas o representativas). 

Por último, en aquellos tiempos, ser hidalgo era motivo de orgullo familiar, aunque esta connotación adquiriera mayor relevancia en aquellas tierras dónde se diera una menor preponderancia de vecinos hidalgos, como sucedía en el Huérmeces del siglo XVIII, dónde eran hidalgos el 75% de los vecinos del lugar; aquí, la condición de hidalgo ya constituía un agravio comparativo, al soportar el pago de impuestos una cuarta parte de la población. 

Por otra parte, tal y como sucedía en aquellos tiempos en todo lugar, las familias guriezanas, por muy hidalgas que fueran, solían tener muchos hijos. Por dicho motivo, y por la preponderancia del primogénito (mayorazgos) y por la insuficiencia de hacienda para mantener a todos, muchos de aquellos hijos tenían que buscarse la vida fuera del Valle, fuera del Partido, fuera de la provincia o fuera de Castilla; incluso al otro lado del charco, si fuera necesario. 

Ese fue el caso de Ana María, ya que ella era la cuarta de un total de ocho hermanos (seis varones y dos mujeres), todos nacidos en Guriezo entre 1765 y 1781, y todos bautizados en la espléndida iglesia de San Vicente de la Maza, en el barrio guriezano de Rioseco.



Desconocemos el motivo por el que Ana María llegó a Huérmeces o conoció a alguien avecindado en nuestro pueblo. Puede que su padre, Manuel Bollada Llamosas, fuera cantero de profesión, y llegara a Huérmeces un año cualquiera de finales del siglo XVIII, ajustado por algún vecino o incluso por algún eclesiástico, para realizar obras de cantería en alguna vivienda, en la casa rectoral o en la propia iglesia. 

Y puede que durante su estancia en Huérmeces, Manuel conociera a algún vecino (hidalgo, por supuesto) cuyo hijo le pareciera candidato idóneo con el que desposar a su hija Ana María.


PRIMERAS NUPCIAS DE ANA MARÍA   

El caso es que, por azares que desconocemos, la protagonista de esta historia, Ana María Bollada Ranero, contrajo matrimonio hacia el año 1796 con el vecino farol Juan Varona Ubierna (avecindado en Huérmeces, aunque nacido en Ruyales).

Al no encontrar el apunte nupcial en el Libro de Casados de Huérmeces, dábamos por sentado que la boda se habría celebrado en Guriezo, tal y como dictaba la tradición (la boda, en el pueblo de la novia). Lo curioso es que tampoco hemos sido capaces de encontrar la partida de matrimonio en el Libro de Casados de la iglesia parroquial de San Vicente de la Maza, en Rioseco de Guriezo (iglesia en la que Ana María había sido bautizada).

Creemos que la boda se celebró en la ciudad de Burgos hacia el año 1796, y que en Burgos nacieron otros dos hijos de la pareja Varona Bollada: el primero de ellos, Florentina (c. 1797), y el último, Juan José (1803).

Por motivos que desconocemos, después del nacimiento de Florentina la pareja se estableció en Huérmeces, y aquí nacieron dos de sus hijos: José (1798) y Modesto (1800). Tras el nacimiento de Modesto, la pareja se volvería a establecer en Burgos, y allí nacería el último de sus hijos, Juan José.

Ana María enviudó después de nacer su último hijo, aunque desconocemos el año exacto del fallecimiento de su marido, Juan Varona Ubierna, al no haber encontrado la partida funeraria correspondiente. Por otros apuntes de los libros parroquiales, creemos que Juan Varona Ubierna ya tenía una edad considerable cuando contrajo matrimonio con Ana María, quizás cercana a los cincuenta o sesenta años.


SEGUNDAS NUPCIAS DE ANA MARÍA

Tras enviudar, Ana María contrae matrimonio, en segundas nupcias, con otro vecino de Huérmeces, Anselmo Montero Pérez de Aguilar (hidalgo también, tal y como parece afirmar el tratamiento de "Don"). En este caso, la boda sí que se celebró en Huérmeces, y el apunte nupcial correspondiente dice así:


"En el lugar de Huermezes y en su iglesia parroquial de San Juan Bautista, día 24 de octubre de 1806 yo, Don Manuel Martín Varona, cura beneficiado de dicha iglesia, leídas las tres canónicas moniciones según dispone el Santo Concilio Tridentino, sin que haya resultado impedimento alguno, habiendo preguntado y obtenido el mutuo consentimiento, solemnemente por palabras de presente, desposé a Don Anselmo Montero, natural de este lugar de Huermezes, viudo de Doña Francisca Batista, hijo legítimo de Don José Montero y de Doña María Teresa Pérez de Aguilar, vecinos de este dicho lugar, y a Doña Ana María de la Bollada, natural de Santa Cruz en el Valle de Guriezo, Obispado de Santander, viuda de Don Juan Varona, vecino que fue de este dicho lugar de Huermezes, hija legítima de Don Manuel de la Bollada, ya difunto, vecino de dicho Santa Cruz, y de Doña Ana María de Ranero, vecina de él, siendo testigos dicha Doña María Teresa, Don Julián Varona y Feliciano Lomillo, natural y vecino de este referido Huermezes; precedió la recepción de los Santos Sacramentos de Penitencia y Eucaristía, y la aprobación en doctrina cristiana; y por verdad lo firmé con el [...] fecha ut supra".

Firmas del cura (Manuel Martín Varona), los novios (Ana María  de la Bollada y Anselmo Montero Pérez), y dos testigos (Feliciano Lomillo y María Teresa Pérez de Aguilar, la madre del novio)

Ana María pasó de un extremo a otro, ya que su segundo cónyuge era cuatro años menor que ella (Anselmo tenía 28 años en 1806; Ana María, 32 años). Fruto de este segundo matrimonio, nacieron en Huérmeces cuatro hijos Montero Bollada: Gertrudis (1807), Ángel (1810), Aquilino (1814) y Juliana (1818).

Cabe apuntar que el nacimiento de Ángel y Aquilino acaeció durante los años de la guerra contra el invasor francés; guerra que Huérmeces sufrió con saña, con periódicos tránsitos y acampadas de ejércitos españoles y franceses.

Gertrudis, la primogénita de los cuatro hijos de Anselmo y Ana María, falleció de niña, tal y como aparece en el libro de finados de Huérmeces:

  • Gertudis Montero Bollada, fallecida en 1818, a los 11 años de edad 

¿ARRAIGÓ EN HUÉRMECES ALGÚN BOLLADA?

No hemos encontrado nuevas referencias en ninguno de los libros parroquiales, por lo que suponemos que tanto los dos hijos Varona Bollada (huérfanos de padre) como la totalidad de la familia Montero Bollada, acabaron por abandonar nuestro pueblo, en busca de un futuro en otro lugar.

Desconocemos en qué lugar se establecieron definitivamente Anselmo y Ana María, junto con los hijos supervivientes. Creemos que dirigieron sus pasos hacia la capital provincial, aunque no tenemos constatación alguna del hecho. Únicamente hemos conseguido seguir la pista del tercer hijo de Anselmo y Ana María: Aquilino.

En efecto, de Aquilino Montero Bollada hemos encontrado varias referencias en diversas publicaciones oficiales, ya que tuvo a bien hacerse funcionario: tanto en el Boletín Oficial de la Provincia de Burgos como en la Gaceta de Madrid (denominación antigua del BOE), aparecen varios anuncios que nos hablan de una dilatada carrera funcionarial. 

En la década de 1840 aparece como vecino de Sedano; en 1854 tomó posesión del cargo de administrador de Rentas Estancadas, dentro del Ministerio de Hacienda, con destino en Miranda de Ebro; durante toda la década de 1860 y gran parte de la de 1870 prestó sus servicios en la sección administrativa de la provincia de Burgos, como oficial de 5ª y 4ª clases; en 1877 obtiene la plaza de jefe de la Sección de Propiedades de Álava, con un sueldo anual de 2000 pesetas. Aquilino falleció en 1880, a los 66 años de edad, ya en la recta final de su carrera de funcionario; a su esposa, Fermina Aguirre Yarza, le fue concedida una pensión de viudedad de 500 pesetas anuales, pagadas por el Montepío correspondiente.

A la espera de más exhaustivas consultas en los libros parroquiales, no podemos ni siquiera aventurar el hecho de que algún Varona Bollada o Montero Bollada permaneciera en Huérmeces el tiempo suficiente como para formar una familia. Quizás algún día sepamos si el gen guriezano forma parte de alguno de nosotros.

 

APUNTES GENEALÓGICOS

1. Ana María Bollada Ranero (Guriezo, 1774)

Los ocho hermanos Bollada Ranero (todos nacidos en Guriezo):

  • Manuela (1765)
  • Manuel Antonio (1767-1828)
  • Gregorio (1769)
  • Miguel Antonio (1771)
  • Ana María (1774)
  • Francisco Miguel (1776)
  • Ramón (1778)
  • Juan Antonio (1781)
Padres:

  • Manuel Bollada Llamosas (Guriezo, c. 1733-1791)
  • Ana María Ranero San Martín (Guriezo)

Abuelos paternos (casados en 1732):

  • Manuel Bollada Landera (Guriezo, 1709-Madrid, 1740)
  • María Antonia Llamosas Marroquín (Guriezo, 1711-1776)

Bisabuelos paternos:

  • Francisco Bollada Martínez (Guriezo, 1685)
  • María Landera Martínez
Abuelos maternos:
  • Juan Ranero (Guriezo)
  • María Antonia San Martín (Guriezo)

2. Juan Varona Ubierna (Ruyales del Páramo) Casado con Ana María Bollada Ranero (en las primeras nupcias de ella) 

Padres:
  • Juan Varona Rojo (Ruyales del Páramo)
  • Francisca Ubierna Güemes (Huérmeces)
Abuelos paternos:
  • Juan Varona (Ruyales del Páramo)
  • Bernarda Rojo (?)
Abuelos maternos:
  • Francisco de Ubierna (Huérmeces)
  • Teresa de Güemes (Huérmeces)

3. Anselmo Montero Pérez de Aguilar (Hces, 1778) Casado con Ana María Bollada Ranero (en las segundas nupcias de ella) en 1806

Padres (vecinos de Huérmeces):
  • José Montero Rodríguez de Ubierna (Palencia-Huérmeces, 1808)
  • Teresa Pérez de Aguilar Guilarte (Burgos-Huérmeces, 1811)
Abuelos paternos (vecinos de Burgos):
  • Fernando Montero (Poza de la Sal)
  • Josefa Rodríguez de Ubierna (Burgos)
Abuelos maternos (vecinos de Burgos):
  • Juan Francisco Pérez de Aguilar (Soto en Cameros)
  • Manuela Guilarte (Burgos)

Anselmo Montero Pérez de Aguilar se había casado en primeras nupcias en Huérmeces, año 1800, con Francisca de Batista de Llera (Pamplona); tuvieron un hijo, Antonio María Montero Batista (Hces, 1801); Francisca falleció un mes después del parto, dejando viudo a Anselmo.

Anselmo Montero Pérez de Aguilar tuvo siete hermanos, todos nacidos en Huérmeces: Juliana Ramona (1777, fallecida al nacer), Gregorio (1780), Victoriano María (1784), Sinforosa (1787), Petra (1790), Claudia (1791, murió a los 3 años) y Casimira (1795). 


ANEXOS

EL VALLE DE GURIEZO


Guriezo es uno de los 102 municipios de Cantabria. Su denominación antigua, Valle de Guriezo, resultaba más explícita, ya que su territorio (75 km2) coincide con la mayor parte del valle formado por el río Agüera.



El río Agüera, el hacedor del valle de Guriezo, nace en la estribaciones septentrionales del Burgueño (1043 m), pico que forma parte de los Montes de Ordunte, y desemboca en la ría de Oriñón, ya en terrenos del municipio de Castro Urdiales. A lo largo de su curso (29 km) movía multitud de molinos y varias ferrerías.





Aparte de la vega originada en ambas márgenes del río Agüera, Guriezo es un territorio claramente montañoso, rodeado completamente (excepto en su extremo septentrional, en la salida del Agüera hacia el mar) por elevaciones montañosas que rondan los 400-750 m de altitud. La máxima altitud del municipio se localiza en la icónica Ermita de las Nieves (773 m), en la que se celebra una popular romería cada 5 de agosto. Las vistas desde la ermita resultan espectaculares, con el valle de Guriezo al fondo.




El municipio de Guriezo está formado por 24 pueblos, aldeas y caseríos o, como se dice por allí, barrios; alguno de ellos con sonoros y curiosos nombres: Adino, Agüera, Angostina, Balbacienta, Cabaña la Sierra, Carazón, La Corra, Francos, Landeral, Lendagua, Llaguno, El Llano, Lugarejos, La Magdalena, Nocina, Pomar, El Puente, Ranero, Revilla, Rioseco, Santa Cruz, Torquiendo, Trebuesto y Tresagua. La capital del municipio se encuentra en El Puente.

La población del municipio alcanza los 2400 habitantes, y se concentra en El Puente y el resto de barrios situados en el valle bajo del Agüera, dónde también se sitúa el polígono industrial de Lendagua, en el que se ubica la histórica fábrica de Magefesa (hoy Vitrinor-Magefesa).

El patrimonio arquitectónico de Guriezo se puede resumir en cinco iglesias (entre las que destaca San Vicente de la Maza, en Rioseco), siete ermitas, dos puentes de piedra, varias casonas y casas-fuerte, una ferrería y varios molinos. 

En las alturas, en el entorno de la ermita de las Nieves y del embalse del Juncal, existen varios vestigios megalíticos, entre los que destaca el denominado menhir de Ilso de Lodos, peligrosamente inclinado.




Además, por la zona noroccidental del municipio transcurre el denominado Camino de Santiago de la Costa o del Norte.

Hoy en día, Guriezo puede considerarse ubicado dentro del área de influencia del área metropolitana de Bilbao (situado a unos 45-50 km, la mayor parte de los cuales trascurre por autovía), con un pequeño polígono industrial y varias promociones inmobiliarias modernas, utilizadas tanto de primera como de segunda residencia.

A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, Guriezo era también un lugar relativamente poblado, contando con unos 400 vecinos (1640 almas) y 10 curas, nada menos. El Valle de Guriezo pertenecía al Partido de Laredo, dentro de la entonces enorme Provincia de Burgos.

A mediados del siglo XIX se fundó en Guriezo uno de los primeros altos hornos de la península, la "Fábrica de hierro de Nuestra Señora de la Merced", con capital vizcaíno y embrión de los futuros "Altos Hornos de Vizcaya".


Mapa del Partido de Laredo y Cuatro Villas de la Costa, de Tomás López (1774)


La distancia entre Guriezo y Huérmeces alcanzaría los 130 km, por el puerto de los Tornos y el camino del Pescado entre Burgos y Santoña. Un viaje entre ambas localidades supondría un esforzado trayecto de varias jornadas, con varios pasos de montaña de por medio.


EL APELLIDO BOLLADA

Ya hemos comentado que el apellido Bollada aparece documentado en el valle de Guriezo a principios del siglo XVII. Así, en 1616, tenemos constancia del matrimonio entre Baltasar de la Bollada y María Aguilera; a partir de esta fecha, van apareciendo las sucesivas generaciones Bollada: Francisco Bollada Aguilera, Francisco Bollada Ranero, Francisco Bollada Martínez, Manuel Bollada Landera y Manuel Bollada Llamosas, hasta llegar a "nuestra" Ana María Bollada Ranero y sus siete hermanos.

Curiosamente, en el Catastro de Ensenada (1752) no aparece ningún Bollada en el Valle de Guriezo. Hay que tener en cuenta que en el Catastro únicamente se consignaba el nombre y primer apellido del cabeza de familia. También hay que considerar que la fecha de elaboración de la pesquisa pudo coincidir con un relevo generacional en los Bollada de Guriezo: Manuel Bollada Landera (el abuelo de Ana María) había fallecido en Madrid en 1740; su hijo Manuel Bollada Llamosas (el padre de Ana María) había nacido en Guriezo hacia el año 1733, por lo que -en 1752- apenas habría alcanzado la mayoría de edad ni se habría casado, no figurando en la relación de cabezas de familia del valle.

[En el Catastro aparece, sin embargo, la viuda de Manuel, María Antonia de las Llamosas Marroquín, la abuela de Ana María, de profesión labradora y residente en el barrio de Lendagua]

Nos encontramos ante un apellido claramente toponímico. En Tresagua, uno de los 24 barrios que conforman el municipio de Guriezo, existe un paraje denominado La Bollada, con una casa de igual denominación. Suponemos que el origen de este apellido guriezano se encuentra aquí, en este paraje llano, sito en la ribera oriental del río Agüera, hoy muy cerca de la fábrica de Magefesa.





La casa denominada La Bollada tiene unas considerables dimensiones (21x11 m) y un origen que data de finales del siglo XVII o principios del XVIII. Sometida a muchas reformas, hoy presenta un buen estado de conservación, y se encuentra rodeada de una finca de media hectárea de extensión.


Foto: Xurde Morán (2016)


En una de las pilastras de la puerta de acceso, grabado en piedra, aún puede leerse el nombre de la casa, aunque su traza parezca de factura moderna.






No está clara la etimología del término "bollada", a no ser que consideremos la forma "boyada", con el significado de manada de bueyes. Guriezo es una tierra ancestralmente ganadera, por lo que dicha acepción tendría mucho sentido.

Bollada es hoy un apellido poco común. En la actualidad, existen en España 157 personas que portan el apellido Bollada: 70 de ellas lo llevan como primer apellido, y 87 como segundo. El apellido está repartido entre Cantabria y Vizcaya, aunque su origen sea claramente cántabro. En Guriezo aún aparecen avecindados varios Bollada, por lo que su presencia en el valle abarca ya más de cuatro siglos.

En varios países de América acabaron por radicarse personas con apellido Bollada, especialmente Cuba y Méjico. A mediados del siglo XIX llegaron varios Bolladas a América, consecuencia del penoso estado social, político y económico del país; a partir de principios del siglo XX, otras causas pasaron a potenciar la emigración americana, como las guerras coloniales en el norte de África y la huida de un reclutamiento que, en la mayoría de los casos, tenía fatales consecuencias para los jóvenes soldados. 

Por último, tras la caída del frente del norte en el verano de 1937, muchos fueron los Bolladas guriezanos y vizcaínos que tuvieron que salir del país, por razones obvias. Durante la II República y los primeros meses de la Guerra Civil, Guriezo constituyó un importante núcleo de militancia política y sindical de izquierdas.



BOLLADAS ILUSTRES

No incluimos aquí a personas que ocuparan cargos de importancia, ni a aquellas que pertenecieran a familias hidalgas de rancio abolengo; preferimos incluir a dos Bolladas, de procedencia guriezana, que ejercieron una dilatada, humilde y apreciada carrera profesional: una maestra y un cura. 

  • Guadalupe LLAMA BOLLADA: natural de Guriezo (c.1915), ejerció su profesión de maestra en diversas escuelas del municipio durante más de 45 años; en 1981 fue nombrada hija predilecta de Guriezo; en 2011, cerca ya de alcanzar la edad centenaria, le fue dedicada una plaza en Rioseco de Guriezo.




  • Alberto PICO BOLLADA (La Habana, 1931-Santander, 2014): aunque nació en Cuba, en una familia de emigrantes guriezanos, a los seis meses de edad llegó al valle de Guriezo con su madre y su hermano Manuel; su padre se quedó en Cuba. Se ordenó sacerdote en 1956 y uno de sus primeros destinos fue como capellán de la Marina Mercante; en 1971 se convirtió en párroco de la iglesia del Carmen en el Barrio Pesquero de Santander, dónde cumplió con una encomiable labor, no solo pastoral, que también social y cultural; ejerció como docente de religión en el instituto del barrio; fue un sacerdote muy querido en el Barrio Pesquero, ejerciendo su labor de una manera coherente con su credo, lo que le creo no pocos problemas con ciertas autoridades de la época. Fue considerado como uno de los denominados curas "rojos" u "obreros" en los años setenta del siglo pasado. En octubre de 1975 fue uno de los sacerdotes "santanderinos" sancionados con una multa de 100.000 pesetas, por el "inadecuado" contenido de sus homilías. Dos días después de la muerte de Franco, el Gobierno Civil de Santander les condonó la multa.



Baleares, 20 de octubre de 1975



GURIEZO Y HUÉRMECES

Por carretera, unos 130 km separan hoy los municipios de Guriezo y Huérmeces. No son muchos, pero más que suficientes para que las diferencias paisajísticas y climatológicas se hagan más que patentes. Las diferencias históricas, por el contrario, no son tantas.


A finales del siglo XVIII y principios del XIX, ambos municipios pertenecían a la entonces extensa provincia de Burgos. Guriezo estaba incluido en el partido de Laredo; Huérmeces en el de Castrojeriz. El peso demográfico de Guriezo era tres veces superior al de Huérmeces, aunque también era superior su territorio y el número de núcleos de población.

DOS MUNICIPIOS DE HIDALGOS
 
La preponderancia del estado noble (hidalgos) sobre el estado general (pecheros) era grande en ambos lugares. El 100% en el caso de Guriezo, del 75% en el de Huérmeces. La diferencia radicaba en que, en el caso de Guriezo, la "tasa de hidalguía" era similar a la media de todos los pueblos que conformaban el partido de Laredo (85%), mientras que, en el caso de los cuatro pueblos que hoy conforman el municipio de Huérmeces, dicha tasa (55%) era muy superior a la media de pueblos del partido de Castrojeriz (2%). 

Los cuatro pueblos del hoy municipio de Huérmeces presentaban "tasas de hidalguía" algo dispares; en un extremo, Ruyales (76%) y Huérmeces (77%); en el otro, Pantaleón (13%) y Quintanilla Pedro Abarca (0%).

Esta preponderancia de hidalgos se plasmó, en ambos municipios, en la abundancia de edificaciones notables, con buenas labores de sillería, escudos nobiliarios y puertas en arco de medio punto. Tanto en Guriezo como en Huérmeces existen varios palacios y torres, que nos hablan de un pasado esplendor.

UN INTENTO DE COMPARATIVA

En la siguiente tabla se han elegido una serie de indicadores comparativos (pasados y presentes) entre ambos municipios, en un intento por identificar cuales pudieron ser los motivos del diverso devenir de cada uno.





A mediados del siglo XVIII la relación entre la población de Huérmeces y Guriezo rondaba el 1:3; hoy en día, esta relación se ha disparado a 1:14, consecuencia lógica de la óptima situación geográfica de Guriezo en el contexto socio-económico de finales del siglo XX y principios del XXI. 

A pesar de estar situado a unos 45-50 km de Bilbao, puede considerarse que Guriezo se encuentra dentro del área de influencia del Gran Bilbao, lo que ha ocasionado que su población haya crecido en las últimas décadas. Guriezo posee, además, un pequeño polígono industrial, que ha contribuido a fijar y atraer población al municipio.





Sin embargo, la zona de influencia de la ciudad de Burgos y su área industrial no va más allá de Quintanadueñas-Arroyal, no llegando ni por asomo al municipio de Huérmeces, a pesar de estar situado a apenas 25 km de la capital provincial (y a 20 km del polígono industrial de Villalonquéjar).

Nos encontramos, pues, ante dos municipios con un cierto pasado esplendoroso, rico en hidalgos pobres, pero con un desarrollo moderno claramente divergente, producto sobre todo de su situación geográfica y del diferente devenir de sus principales centros de referencia.



FUENTES

Archivo Diocesano de Burgos: parroquia de San Juan Bautista de Huérmeces: Libro IV de Bautizados (1781-1825), Libro IV de Finados (1789-1825) y Libro IV de Casados (1785-1825); parroquia de los Santos Justo y Pastor de Ruyales del Páramo: Libro de Bautizados II (1765-1851); Libro de Casados I (1657-1851)

Archivo Histórico Catedralicio y Diocesano de Santander: Fondo de la parroquia de San Vicente de la Maza de Guriezo: Libro de Bautizados (1761-1798); Libro de Casados (1724-1789); Libro de Casados (1789-1822)

El Real Valle de Guriezo, un pueblo de hidalgos. María Pilar Llama Zubieta. Ediciones Tantín. Santander (2002)

Padrón de vecinos del valle de Guriezo correspondiente al año 1737, Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, Protocolos y Padrones, Caja 139,1. Digitalizado y disponible en PARES (106 imágenes); Santa Cruz (imágenes 53-55)

Catastro de Ensenada: Guriezo (Valle de Guriezo). Digitalizado y disponible en PARES (107 imágenes) Buscador de localidades incluidas en el Catastro de Ensenada




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