Por estas tierras, en los lejanos tiempos de la
repoblación altomedieval, los asentamientos poblacionales fueron numerosos y
muy próximos unos a otros; quizás meras "granjas",
formadas por una o varias familias, pero que acabaron por arraigarse e incluso contar
con iglesia propia.
Con el paso de los siglos, en la mayor parte de
los casos, alguno de aquellos "barrios" acabó por desaparecer, ya que la población
tendió a concentrarse en el barrio más populoso o en el mejor situado.
Excepcionalmente, algún pueblo ha llegado a
nuestros días con dos o tres de sus núcleos fundacionales aún vivos. Son
pueblos que en realidad son dos o tres, o pueblos pluribarriales, como queramos
llamarlos.
Solano, uno de los tres "barrios" que forman el pueblo de Las Hormazas; en el alto, la ermita de la Virgen del Castillo |
En el
entorno de Huérmeces aún persisten dos casos de pueblos formados por tres núcleos de población o barrios:
Las
Hormazas: pueblo perteneciente al municipio homónimo, y formado por Solano (26 habitantes; iglesia de San
Pedro), La Parte
(57 habitantes; iglesia de San Pelayo) y Borcos (18 habitantes, iglesia de Santiago);
el más alejado es este último, que se encuentra a unos 2 km de los otros dos barrios,
estos separados entre sí apenas 700
metros.
Los
Valcárceres:
pueblo perteneciente al municipio de Villadiego, formado por los barrios de San
Miguel, Santiago (La Inera) y Santa
Cruz, cuyos nombres coinciden con las antiguas advocaciones de las iglesias respectivas;
la distancia que separa el barrio situado en la carretera principal (Santiago)
de cado uno de los dos barrios extremos no llega a los 700 metros. La población
total de Los Valcárceres es de 33 habitantes. El más pequeño -en tamaño del
caserío- es Santiago (En este caso, el Padrón 2016 del INE no proporciona el dato de población por barrios).
Más común es el caso de pueblos formados por dos barrios, aunque aquí la casuística es mayor:
a) un núcleo poblacional claramente mayor que
su barrio, con el que siempre formó una unidad administrativa:
Ubierna (186 habitantes, iglesia
de San Juan) y San Martín (30
habitantes, iglesia homónima), pertenecen al municipio de Merindad de Río
Ubierna, y están separados por poco más de 1 km. Como curiosidad, en el Diccionario de Miñano (1826) figuran como "Hubierna y San Martín" (387 hab) y añade que "el camino hasta San Martín es muy bueno".
La Riba de Valdelucio (16 habitantes, iglesia de La Asunción) y Barriolucio (5 habitantes, iglesia
–arruinada- de San Román), apenas separados 300 metros, forman parte
del municipio del Valle de Valdelucio; en el Madoz figuran como Barrio Lucio y La Riba, "localidad con ayuntamiento [...] se compone de los dos barrios que le dan el nombre [...] 82 almas."
San Felices
del Rudrón
(Barrio Sur, iglesia de San Pedro) y su Barrio de
Nápoles (Barrio Norte, con la desaparecida iglesia dedicada a San Felices), separados
por algo menos de 1 km,
con sus 27 habitantes, forman parte del municipio de Tubilla del Agua, y se
disponen a lo largo de la N-623,
en pleno cañón del Rudrón.
Palacios de
Benaver (iglesia de San Martín Obispo) y su Barrio Pequeño (originado alrededor del monasterio de San Salvador),
con 94 habitantes, separados por apenas 600 metros, forman parte
del municipio de Isar.
Melgosa de Villadiego y su Barrio de Abajo, con una población de 23 habitantes, están separados por apenas 300 metros; el barrio se despliega alrededor del río Brullés y de un viejo molino, y el núcleo principal se ubica en una pequeña elevación, alrededor de la iglesia de Santa Eulalia. Pertenecen al municipio de Villadiego.
Melgosa de Villadiego; a la izquierda, entre las choperas del Brullés, asoman los tejados del barrio de Abajo |
b) dos núcleos poblacionales con la misma denominación de cabecera, de dimensión no tan desequilibrada, y que tienen o tuvieron cierta dependencia administrativa:
Ordejón de
Arriba (13
habitantes, iglesia de San Juan) y Ordejón
de Abajo (17 habitantes, iglesia de Santa María); dos pueblos del municipio
de Humada, separados por poco más de 2 km de carretera; en el Madoz figuran
como ayuntamiento único (Los Ordejones), formado por dos
barrios (San Juan y Santa María) y una población de 139 almas.
Rublacedo
de Arriba
(9 habitantes; iglesia de La
Inmaculada) y Rublacedo
de Abajo (29 habitantes; iglesia de San Andrés), dos pueblos separados 2 km, que juntos forman el
municipio de Rublacedo de Abajo. Popularmente, eran denominados Los Rublacedos.
.
c) pueblos que comparten nombre de cabecera pero que nunca formaron unidad administrativa alguna:
Escóbados de Arriba (8 habitantes, iglesia de La Presentación) y Escóbados de Abajo (22 habitantes, iglesia de la Santa Cruz), son dos pueblos separados por 2 km de carretera; ambos pertenecen hoy al municipio de Los Altos, y se sitúan en la pequeña hoz formada por el arroyo de Santa María, que desemboca en el de Hozabejas. En el Madoz figuran como ayuntamientos independientes, con una población de 60 y 64 almas, respectivamente.
Marmellar de Arriba (30 habitantes, iglesia de Santiago) y Marmellar de Abajo (31 habitantes; iglesia de La Natividad) son dos pueblos ubicados a la vera del arroyo de Carramarmellar; aunque separados por poco más de 3 km por caminos y 5 km por carretera, pertenecen a municipios diferentes: el de arriba, al Alfoz de Quintanadueñas, y el de abajo, a Pedrosa de Río Urbel. Popularmente eran denominados Los Marmellares.
Las dos nueces: La Nuez de Arriba (27 habitantes, iglesia de La Inmaculada) y La Nuez de Abajo (30 habitantes, iglesia de San Vicente), son dos pueblos que, aunque se encuentren en la misma subcuenca hidrográfica (Urbel), están separados por 21 km de carretera; pertenecen a municipios diferentes (Urbel del Castillo y Valle de Santibáñez) y comarcas diferentes (Los Páramos, Alfoz de Burgos); también su paisaje, tanto el agrario como el natural, no pueden ser más distintos, así como su climatología (en La Nuez de Arriba llueve unos 200 litros más al año que en su homónima del sur, y su temperatura media es sensiblemente más baja). En siglos pasados, a la de arriba también se le denominaba La Nuez de Urbel.
d) pueblos
con barrio desaparecido, en el que
aún permanece su iglesia, más o
menos arruinada:
Las Celadas: este pueblo de 26
habitantes, perteneciente al municipio de Valle de Santibáñez, tuvo dos
barrios: el de Arriba (La Asunción) y el de
Abajo (San Esteban); el primero desapareció, pero conservó su bella iglesia
románica, cuya cubierta fue recientemente reparada.
Villaverde-Peñahorada es un pueblo de 113
habitantes, perteneciente al municipio de Merindad de Río Ubierna, cuyo
desaparecido Barrio de La Mota aún conserva su
iglesia, aunque arruinada; antiguamente, a este barrio de La Mota se le denominaba
Peñahorada de Fuera, y Peñahorada de Dentro al actual pueblo de Peñahorada.
e) pueblos
con barrio desaparecido, y cuya
iglesia se transplantó en parte al barrio mayor:
Quintanaloma y Loma, separados casi un kilómetro; Loma se despobló en los años
cincuenta del siglo XX; la iglesia de Quintanaloma (San Cornelio y San
Cipriano) está levantada en un alto, batido por los cuatro vientos, por lo que
hoy en día el culto se realiza en una iglesia de moderna construcción (años 50)
ubicada en el centro del pueblo, y cuyo ábside (siglo XIII) procede de la
arruinada iglesia (San Andrés) del despoblado de Loma.
f) pueblos
con barrio desaparecido, y cuyo
único vestigio recae en viejos
documentos o incluso en la mera tradición oral:
Huérmeces (66 habitantes, iglesia
de San Juan) tuvo un anexo denominado Barrio La Parte, cuya antigua iglesia de Santa
María (más tarde ermita de La
Blanca) aún se encontraba en pie a mediados del siglo XIX.
Los
Pantaleones:
Valcavado
y Buzón, son dos despoblados del término de Huérmeces, aunque se encuentran más cerca -a unos 2 y 2,5 km, respectivamente- del pueblo de San Pantaleón del Páramo; Gonzalo Martínez Díez afirma que entre los tres (el poblado y los despoblados) forman "Los Pantaleones", según lo recogido en la tradición oral; en el diccionario de Madoz, sin embargo, se consigna
que San Pantaleón del Páramo “comprende 3 despoblados
conocidos con el solo nombre de los Pantaleones.” Nos faltaría, pues, otro despoblado en las cercanías de los dos anteriores. Quizás pudiera ser Los Casares de Quintana, aunque la ubicación de éste, en la culminación del vallejo de Buzón, pudiera resultar demasiado alejada. Quizás el término de Los Corralejos, en las cercanías de Valcavado, pudiera tener más posibilidades. Simples conjeturas.
San Pantaleón del Páramo, el pueblo que da nombre a los dos (Martínez Díez) o tres (Madoz) Pantaleones despoblados |
Las
Rebolledas
(29 habitantes, Valle de Santibáñez) estaba formado por dos barrios, San Juan y
San
Martín, cada uno con su iglesia; San Martín se despobló y su iglesia se
arruinó, quedando definido el actual caserío alrededor de la iglesia de San
Juan. En la toponimia actual aún se conserva el paraje denominado El
Barrio, situado a unos 600
m al NE del pueblo, en el paraje de El Vallejo. Hace pocos años, aún eran visibles los restos de la iglesia.
Tobar no fue fundado en el actual emplazamiento del pueblo, sino en un paraje hoy denominado El Barrio; a ese Tobar original le nació un barrio denominado Tobarejo y sus gentes fueron poco a poco trasladándose a ese nuevo emplazamiento, que acabó por quedarse con el nombre de Tobar. En el Madoz se recoge que Tobar "está dividido en dos barrios, separados 500 pasos uno de otro, en el mayor está la parroquia y en el menor el priorato con su ermita y caserío de los canónigos regulares premonstratenses". Parece ser que en aquel Tobar original existieron un castillo y un palacio.
Tobar, desde el páramo de Olmos de la Picaza |
Existen muchos otros ejemplos de barrios desaparecidos, de los que apenas queda rastro, salvo en la toponimia y en antiguos documentos. En general, suele aceptarse que una población con denominación en plural (Los Tremellos) o compuesto (Celadilla-Sotobrín, Santibáñez Zarzaguda, Gredilla La Polera, Tobes y Rahedo) es indicativa de la antigua presencia de varios núcleos de población en el entorno del pueblo actual; lo cual no tiene nada de extraordinario, ya que casi todos los pueblos de la comarca contaron con esta particularidad en los primeros tiempos de la repoblación altomedieval. Lo extraordinario es que algunos hayan llegado a nuestros días.
Magnífico reportaje que invita a realizar excursiones por estos lugares para buscar los restos de estos despoblados. Es una buena excusa para caminar y disfrutar de la naturaleza de estos parajes tan poco visitados pero tan atractivos.
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