Estamos en Huérmeces a finales del siglo XVIII, en unos tiempos en los que la población del lugar rondaba los 350 habitantes.
Unos tiempos en los que se celebraban en nuestro pueblo una media anual de 16 bautismos, 13 funerales y 3 bodas. Medias anuales de natalidad, mortalidad y nupcialidad en clara consonancia con la demografía del lugar.
Es por ello que sorprende el hecho de que, consultando el libro de casados de la parroquia, aparezca una año durante el cual se celebraron diez bodas: 1796.
Los principales datos relativos a fechas y contrayentes de las diez ceremonias nupciales son los siguientes:
Boda 1 (20 de enero, miércoles)
- Manuel Güemes Díaz-Villalvilla (Quintanarrío), hijo de Francisco y Micaela
- Paula Espinosa Fontúrbel (Hces, 1776), hija de Juan y Juana
- Cayetano González Pérez (Quintanilla Sobresierra), hijo de Miguel y Mª Antonia
- Dorotea Ubierna Ruíz-Porras (Hces, 1771), hija de Lorenzo y Mª Rosa
- Fernando López Olea (Hoyos del Tozo), hijo de Francisco y María
- Catalina Varona Ruíz-Porras (Villadiego), hija de Pedro y Catalina
- Simón Serna Leal (Montorio), hijo de Simón y María
- Andrea Díez-Mata Calle (Hces, 1766), hija de Diego y María
- Gregorio González López (Burgos), hijo de José y Gerónima
- Teresa Valderrama Díaz-Ubierna (Hces, 1774), hija de Mateo y Antonia
- Pedro Pérez Díaz-Ubierna (Quintanilla Sobresierra), hijo de José y Olalla
- María Ubierna Arnáiz (Hces, 1775), hija de Cipriano y Juana
- Julián Calle Fuentes (Masa), hijo de Pedro y Josefa, viudo de Josefa Güemes
- María Crespo Valderrama (Hces, 1760), hija de Pedro y Antonia, viuda de Agustín Díaz-Mata
- Manuel Valderrama Díaz-Ubierna (Hces, 1777), hijo de Mateo y Antonia
- Joaquina Díaz-Ubierna Arce (Hces, 1773), hija de Tomás y Juana
Conviene recordar que la iglesia de Huérmeces, en su estado actual, se encontraba casi recién inaugurada. La nueva iglesia neoclásica (con su espléndida nave central, rematada por una cúpula en el crucero) fue levantada en apenas tres años (1780-1783).
De los diez novios, únicamente uno era natural de Huérmeces; cinco eran de pueblos del entorno cercano: Quintanilla Sobresierra (2), Quintanarrío (1), Montorio (1) y Masa (1); tres eran de comarcas cercanas: Basconcillos del Tozo (1), Hoyos del Tozo (1) y Burgos (1); y sólo uno era natural de un pueblo muy alejado: Pradoluengo (1).
Por el contrario, y tal y como dicta la tradición, nueve de las diez novias eran nacidas en Huérmeces; únicamente una novia era foránea, nacida en Villadiego (y su novio también era foráneo, de Hoyos del Tozo).
También puede resultar curioso el hecho de que únicamente en una de las bodas los dos contrayentes fueran naturales de Huérmeces.
Una pareja de labradores faroles, la formada por Mateo Valderrama González-Mata (53 años) y Antonia Díaz-Ubierna Arce (52), vio como dos de sus hijos (Teresa y Manuel) se casaban ese mismo año, una en abril y otro en septiembre.
En cuanto a las edades de los contrayentes, únicamente disponemos del dato para uno de los novios y nueve de las novias, todos nacidos en Huérmeces: 19 años (1), 20 años (1), 21 años (1), 22 años (1), 23 años (1), 25 años (2), 27 años (1), 30 años (1) y 36 años (1). En este último caso, se trataba de una boda en segundas nupcias, tanto para la novia como para el novio.
En cuanto a los curas celebrantes, ocho de las bodas fueron oficiadas por José de Espinosa [José Espinosa González-Mata, Hces 1745], que fue cura beneficiado en Huérmeces durante 32 años (1776-1808), y dos por Manuel Martín Varona. que fue cura beneficiado en Huérmeces durante muchos años.
En cuanto a la estacionalidad de las bodas, no se aprecia preferencia clara, al encontrarse repartidas por todo el calendario: invierno (2 bodas), primavera (2), verano (4) y otoño (2).
Algo parecido se aprecia en cuanto al día de la semana elegido para la ceremonia, salvo una clara preferencia por los días de entre semana, quizás para no competir con la misa dominical: miércoles (3 bodas), lunes (2), jueves (2), viernes (1), sábado (1) y domingo (1).
Puede constituir un ejercicio interesante comprobar cuántas de estas diez parejas se establecieron definitivamente en Huérmeces y cuántas lo hicieron en otros lugares del entorno (en el pueblo natal del novio, principalmente). He podido comprobar los siguientes aspectos:
Boda 1
Manuel Güemes y Paula Espinosa tuvieron ocho hijos, todos ellos nacidos en nuestro pueblo: Manuel (1801), Gabino (1804), Florentina (1805), Luisa (1807), Gabina (1810), Félix (1816), Pedro (1817) y María Bernarda (1820). Alguno de los anteriores descendientes de la pareja también se estableció en Huérmeces. Gabina, por ejemplo, trastatarabuela de quien esto escribe.
Boda 2
Por la ausencia de sus apellidos en el libro de bautizados, no parece que Cayetano González y Dorotea Ubierna se establecieran en nuestro pueblo; seguramente lo hicieron en Quintanilla Sobresierra, pueblo natal del novio.
Boda 3
Lo mismo puede decirse de Fernando López y Catalina Varona; el novio era natural de Hoyos del Tozo.
Boda 4
Pudiera ser que Simón Serna y Andrea Díez se establecieran temporalmente en el pueblo, ya que aparece un hijo suyo, nacido dos años después de la boda: María Cruz (1798)
Boda 5
Gregorio González y Teresa Valderrama tuvieron ocho hijos, todos ellos nacidos en Huérmeces: Gerónimo (1798), Mateo (1800), Paula (1803), Basilia (1805), Lorenzo (1806), Bartolomé (1808), Bibiana (1811) y Gregorio (1814). Uno de los hijos (Mateo/Martín) contrajo matrimonio con Ramona Crespo (Hces, 1805) y tuvieron ocho hijos Crespo Güemes entre 1826 y 1848.
Boda 6
Pedro Pérez y María Ubierna no tuvieron descendencia en Huérmeces, por lo que supongo que se establecieron en Quintanilla Sobresierra, pueblo natal de Pedro.
Boda 7
No podemos asegurar que Julián Calle y María Crespo, casados en segundas nupcias, tuvieran descendencia en Huérmeces; aparece un posible hijo suyo, Victoriano (1801).
Boda 8
Manuel Valderrama y Joaquina Díaz-Ubierna, faroles ambos, tuvieron 10 hijos, todos nacidos en Huérmeces: Casimira (1798), Mariano (1799), Petra (1800), Tomás (1802), Tomás (1802), Francisco (1804), María (1807), Deogracias (1809), Mariano (1811), Tiburcio (1814) y Victoria (1816). Varios de estos descendientes se establecieron en el pueblo hasta mediados del siglo XX, sobre todo Tomás Valderrama Díaz-Ubierna, que contrajo matrimonio con Pascuala Espinosa Varona y sacaron adelante a cuatro hijos: Sandalio (1825), Pedro (1826), Lorenzo (1828) y Fabián (1831).
Boda 9
Juan Hidalgo e Isabel Ornilla tuvieron seis hijos, todos nacidos en Huérmeces: María (1798), Francisco (1799), Juana (1802), María (1807), Inés (1810) y María (1811). No aparece ningún descendiente de los Hidalgo Ornilla en los padrones de finales del siglo XIX. Aunque Juan Hidalgo era hermano de Manuel y Antonio, que también emparejaron con mujeres farolas, originando familias que acabaron por establecerse en Huérmeces (Hidalgo Espinosa).
Boda 10
Nicolás González y Catalina Bárcena tuvieron tres hijos nacidos en Huérmeces: Luis (1797), Francisco (1800) y Narcisa (1802). Luis González Bárcena contrajo matrimonio en 1835 con Damiana Girón Valderrama (Hces, 1812) aunque no aparece ningún descendiente suyo en los padrones de población de finales del siglo XIX.
En cuanto a una posible explicación del elevado número de bodas registradas en Huérmeces en aquel lejano año de 1796, no he sido capaz de encontrar contexto histórico alguno que pudiera justificar de alguna manera aquella elevada nupcialidad.
En el referido año de 1796 reinaba en España Carlos IV y gobernaba su valido Manuel Godoy. Acababa de firmarse con la Francia revolucionaria la denominada Paz de Basilea (1795) que ponía fin a la desastrosa Guerra del Rosellón (1793-1795). Poco después, gracias al Tratado de San Ildefonso (1796), España se aliaba con Francia en un intento de frenar a Gran Bretaña, que amenazaba gravemente al comercio español con sus colonias americanas.
Dos años antes, en 1794, se había producido una elevada mortalidad en el país, a consecuencia de una epidemia de tifus, difundida durante los bélicos años de la Guerra del Rosellón. En Huérmeces habían fallecido 34 personas. Los dos años siguientes (1795-1796) resultaron ya años normales en mortalidad.
Por todo lo anterior cabe suponer que fueron motivaciones puramente azarosas las que originaron aquella elevada nupcialidad de 1796. Ya hemos comentado que nueve de las diez novias eran naturales de Huérmeces, siguiendo la tradición de que las bodas se celebraran en el pueblo de ellas. Aquí radica la simple explicación del elevado número de bodas de aquel 1786: se dio la circunstancia casual de que nueve mujeres nacidas en Huérmeces decidieran casarse durante el mismo año.
ANEXO: OTRO AÑO CON MUCHAS BODAS (1819)
Durante los noventa años, hasta ahora recopilados, del Libro de Casados de la parroquia de San Juan Bautista de Huérmeces (1785-1874), se registraron varios episodios de elevada nupcialidad, alguno incluso con mayor número de bodas que este de 1796; ya hemos dicho que, durante aquellos años, la nupcialidad media anual en nuestro pueblo rondaba la cifra de 3 bodas al año.
Podemos observar qué años registraron una nupcialidad muy superior a la media: 1819 (14), 1796 (10), 1824 (10), 1798 (9), 1810 (8) y 1855 (8). Quizás este registro de años de alta nupcialidad varíe ligeramente según se vaya avanzando en la recopilación de datos correspondientes a los siglos XVIII, XIX y XX (hasta 1922). Dentro del periodo estudiado, un año destaca sobre los demás: 1819.
Para el citado año de 1819, resumimos en la tabla siguiente los datos principales de las 14 bodas entonces celebradas (fecha/apellidos/nombre/año y lugar de nacimiento/edad/nombre del padre/nombre de la madre/nombre del cónyuge anterior o grado de consanguinidad-afinidad) [cuando se consigna únicamente el año de nacimiento se sobreentiende que el lugar natal fue Huérmeces]:
Aspectos más destacables de las catorce bodas celebradas en 1819, en contraste con los señalados para las diez bodas del año 1796:
- mayoría de bodas estivales: julio (5), junio (2), octubre (2), noviembre (2), febrero (1), marzo (1) y mayo (1); el día 5 de julio se celebraron dos bodas
- mayoría de bodas celebradas en sábado (7); el resto, lunes (3), miércoles (3) y jueves (1); ninguna en domingo, martes ni viernes
- mayoría de novios y novias nacidos en Huérmeces: únicamente cuatro novios eran naturales de otros pueblos (Quintanilla Sobresierra, Ruyales, Castrillo y San Pedro Sammuel); lo mismo sucedía con una de las novias (Quintanarrío); para uno de los contrayentes, León Santamaría Cuesta, no se conoce su lugar de nacimiento, aunque no aparece en el libro de bautizados de Huérmeces
- amplia gama de edades de los novios: desde los 15 hasta los 36 años, con abundancia de edades muy jóvenes: 15 (1), 17 (1), 18 (2), 19 (3), 20 (3), 21 (3), 22 (3), 23 (3), 26 (1), 28 (1) y 36 (1)
- una sola boda con carácter de segundas nupcias, y solo para uno de los contrayentes: Vicenta Espinosa, de 36 años de edad, viuda de Antonio Hidalgo (cuya boda se había celebrado doce años antes, en 1807); su nuevo cónyuge (Domingo Alonso) era diez años más joven que ella
- dispensas de consanguinidad para dos bodas: una de tercer grado doblado (Mariano Alonso Espinosa y María Fernández Espinosa) y otra de cuarto grado (Francisco Girón Díaz-Mata y María Varona Valderrama)
- dos hermanos que se casan durante el mismo año: Florencia y Domingo Alonso Fernández, de 23 y 26 años de edad, hijos de Pedro y Gregoria
- la mayor parte de las ceremonias fueron oficiadas por Francisco Díaz de Tudanca, principal cura beneficiado de Huérmeces entre 1808 y 1824; nació en Huérmeces en 1769 y falleció en 1845; sus padres, Juan Díaz de Tudanca y Martina González, eran naturales de Huérmeces y Las Hormazas, respectivamente
- contexto histórico de 1819: desde 1814, volvía a reinar efectivamente en España el rey Fernando VII, antes "El Deseado", luego "El Felón"; máximo representante del absolutismo, abolió las Cortes de Cádiz y su Constitución. Las arcas de la nación se encontraban vacías, y las penurias económicas de gran parte de la población marcaban su devenir cotidiano. Se produjo un auge del contrabando. El poder de la iglesia, tras el paréntesis de la guerra, volvía por sus fueros. Al año siguiente, 1820, llegaría el pronunciamiento de Riego y el Trienio Liberal (1820-1823), breve paréntesis en el despótico reinado del quizás más impresentable de los reyes borbones
FUENTES
Archivo Diocesano de Burgos: Libro de Casados IV (1785-1826) de la parroquia de San Juan Bautista de Huérmeces
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