A mediados de los años sesenta del pasado siglo, Huérmeces, al igual que el resto de pueblos del entorno, se encontraba inmerso en el drástico proceso de despoblamiento que ocasionó que, en el plazo de apenas un cuarto de siglo (1950-1975), perdiera dos tercios de su población; fue el luego denominado "éxodo rural". El excedente de mano de obra en el campo se trasladó, a marchas forzadas, al ávido mercado laboral de las grandes ciudades y su explosiva industrialización.
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Huérmeces: población de hecho 1950-1975 |
Lógicamente, este declive demográfico se vio correspondido por un también drástico descenso en el número de labradores, o de lo que hoy llamamos "explotaciones agrarias".
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Huérmeces; número de labradores 1950-1980 |
Así tenemos que, en el año 1950 trabajaban en Huérmeces 50 labradores, mientras que durante la década siguiente las bajas registradas fueron mínimas (47 labradores en 1955 y 45 en 1960); el gran salto se inicia durante el quinquenio siguiente: en 1965 ya solo quedan 33 labradores; y sobre todo, en el siguiente, ya que en 1970 únicamente existen 16 labradores; durante la década siguiente, ya quedaba poco que rascar, y únicamente se producen siete bajas, de manera que en 1980 se contaban 9 labradores.
En tan solo veinte años (1960-1980), el número de explotaciones agrarias se había reducido, exactamente, a la quinta parte. La emigración de unos, y la jubilación sin relevo generacional de otros, habían originado esta debacle.
Durante aquellos años, mi abuelo ocupó el puesto de presidente de la Hermandad de Labradores y Ganaderos del pueblo. Entre los abundantes "papeles de la Hermandad" de esa época, aparece algún documento curioso, que nos puede servir para realizar una pequeña fotografía del Huérmeces agrario de aquellos tiempos de cambio.
Uno de los más curiosos "papeles" data del año 1966 y consiste en dos listados con la relación de labradores que solicitan abonos minerales a través de la citada Hermandad. En las tierras cerealistas de secano se abonaba, principalmente, en dos ocasiones: en la sementera (abonado de fondo) y en primavera (abonado de cobertera). Los listados datan de 22 de septiembre de 1966 (suponemos que para el abonado de fondo) y de 29 de enero de 1966 (suponemos que para el abonado de cobertera).
Para los intereses del presente post, he preferido fusionarlos en un solo listado, señalando en verde los abonos comerciales solicitados para el abonado de fondo (Súper, Amoniaco y "Ternacros"; abonos N-P-K) y en amarillo los utilizados en abonado de cobertera ("Ibernitro" y "Amonitro"; nitrato amónico cálcico 26-27% N)
Desconozco si, para ese año 1966 (que comprende dos campañas cerealistas diferentes) existieron otros listados adicionales, ocasionados por reajustes de campaña, errores u omisiones.
Por ejemplo, en estos dos listados de 1966 se echa en falta a dos labradores (Daniel y Julio), quizás debido a que ambos no tramitaron la petición a través de la Hermandad, o lo hicieron en otro momento.
Suponemos que la petición de abono se corresponde con el tamaño de cada explotación agrícola, esto es, con el número de hectáreas cultivadas por cada labrador, aunque ya señalamos que no hay constancia de que estos listados sean totales.
Nos encontramos en los tiempos inmediatamente anteriores a la concentración parcelaria y en los inicios del proceso de mecanización, con la llegada de los primeros tractores. El primer tractor había llegado hacia el año 1958 (un Lanz) y, para el año 1966, ya existían unos seis tractores en el pueblo (Zetor, Barreiros, Super Ebro, Nuffield).
Lógicamente, las explotaciones de mayor tamaño eran las trabajadas por labradores propietarios de aquellos primeros tractores (Maximiliano, Ismael, Lorenzo, Avelino, Ramiro y Daniel), aunque también se daba el caso de labradores que trabajaban suficiente terrazgo y que aún tardarían algún año en adquirir uno (Mauro, Javier, Fidel y Jesús).
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Huérmeces: número de labradores (1966) por rango de edad |
En el extremo opuesto, encontramos labradores a los que, por su avanzada edad, ya no les merecía la pena realizar el esfuerzo de adaptación a las nuevas técnicas y máquinas agrícolas.
Si contemplamos el gráfico de barras por edades, en el que se encuadran los 33 labradores existentes en el Huérmeces de 1966, observamos que casi dos tercios de aquellos (19) eran mayores de 50 años. Únicamente 14 labradores tenían una edad inferior a 50 años.
Por otra parte, también se daba el caso de personas aún jóvenes pero con la idea de emigrar ya en sus planes de futuro, bien porque poseían escaso terrazgo, bien porque se trataba de personas con una ocupación principal diferente a la agricultura.
De todas formas, en aquel año de 1966, la pirámide de población de Huérmeces aún no presentaba la estructura típica de una población envejecida:
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Huérmeces: población de hecho (1966) por rango de edad |
En el gráfico de barras observamos como el 31% de la población tenía una edad inferior a los 18 años; y únicamente el 20% era mayor de 60 años. La escuela funcionaba con alumnos suficientes, el sorteo de quintos implicaba a varios jóvenes cada año, el rito de amojonamiento se realizaba con normalidad, y en el pueblo aún existían varios oficios diferentes al de labrador: carnicero, zapatero, sastre, tres cantinas, herrero, carpintero y dos transportistas. Y los puestos de maestro, maestra, médico, secretario y cura se encontraban cubiertos. La cabaña ganadera del pueblo era atendida por cuatro pastores y sobre el Úrbel aún funcionaban dos molinos (Alba y Cigatón).
En caso es que, catorce años después (1980), de aquellos 33 labradores que trabajaban la tierra en 1966, únicamente 9 continuaban con la actividad agrícola, y todos ellos poseían tractor.
Aparte del proceso de mecanización agraria, durante aquellos años se produjo otra "revolución" en la manera de cultivar las tierras: la generalización del uso de abonos minerales. La drástica disminución de la cabaña ganadera había ocasionado que los antaño abundantes abonos animales, a base del estiércol procedente de bueyes, mulos, asnos, cabras y ovejas, fueran sustituidos por los más cómodos abonos minerales. Es cierto que el Nitrato de Chile venía usándose hace tiempo pero, básicamente, el abonado utilizado era el procedente de los residuos de origen animal.
Los agricultores comenzaron a familiarizarse con nuevas palabras, conceptos y marcas comerciales, tanto en abonos como en productos fitosanitarios: nitrógeno, fósforo y potasio; abonos complejos (N-P-K); magnesio, calcio, cobre; superfosfatos; abonado de fondo; abonado de cobertera; nitrato amónico cálcico; nitrógeno en forma nítrica y en forma amoniacal; sulfato de cobre; Amonitro; Ibernitro; Unión Española de Explosivos; Nitratos de Castilla (NICAS); Ternacros; Sociedad Anónima Cros; ....
PAPELES DE ÉPOCA: FACTURAS Y NOTAS DE "MINERALES"
En los dos últimos documentos, correspondientes a una factura y la reclamación del pago de su importe, tramitadas por la Unión Territorial de Cooperativas del Campo de Burgos, y con cargo a la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos de Huérmeces, nos pueden llamar la atención dos pequeños detalles:
- la leyenda, usual entonces, insertada inmediatamente antes de la fecha y la firma: "Por Dios, España y su Revolución Nacional-Sindicalista". Tiempos revolucionarios aquellos, sin duda, sobre todo en el mundo del abonado de cereales
- la firma, por la Unión Territorial, de su gerente: "Francisco Franco"; no se dejen impresionar, se trata de otra persona, y de rango claramente inferior al de la que ustedes imaginan
Los otros tres documentos se refieren a:
- dos facturas de un pedido personal de abonos por parte de dos labradores de la época (años 1961 y 1963)
- una nota de pedido de abono (nitrato amónico cálcico 26%N) por parte de la Hermandad (año 1966)
SACOS DE "MINERAL"
Hace tiempo que estos sacos, generalmente fabricados en rafia, resultan muy cotizados como elemento "vintage", utilizados para forrar sillas, banquetas y pequeños asientos.
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