sábado, 2 de junio de 2018

El río Brullés: de Fuencivil a Villasandino


“Río en la provincia de Burgos, partido judicial de Villadiego; tiene su nacimiento en una sierra al norte de la localidad de su nombre, a legua y media de aquella, a quien baña por un lado, verificándolo por el otro el llamado Jaramilla, que nace una legua más arriba al norte, perdiendo su nombre luego que pasa de Villadiego, a donde se une con el que describimos: camina por Villamorón, Villegas, Sasamón, y próximo a Villasandino desagua en el Odra; a su paso da movimiento a varios molinos harineros que en diferentes puntos se encuentran, y cría algunos pececitos y cangrejos.” 

(Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz, Madrid, 1845-1850)


“Río de la provincia de Burgos. Nace en los montes de Fuencivil y desemboca en el río Odra, tras recorrer 35 km. Es de régimen pluvio-nival y en verano lleva poca agua. En su zona de nacimiento se encuentra el espacio natural de Fuentes del Brullés.”

(Wikipedia, 2017)




El Brullés nace en la vertiente meridional de la cadena de afloramientos rocosos conocida como Sierra de Los Valcárceres, que durante unos 4 kilómetros limita por el sur el valle en el que se ubican los tres barrios (Santiago, San Miguel y Santa Cruz) que conforman aquel antiguo municipio.


El Portillo de San Miguel, paso de montaña hacia Los Valcárceres, visto desde Fuencivil. Fuente Castro mana en su ladera derecha 


Su manantial más importante recibe el nombre de Fuente Castro, y nace justo al sur del Portillo de San Miguel, antiguo paso de montaña que comunicaba Los Valcárceres y Fuencivil. En su cabecera, el Brullés cuenta con los aportes de otros dos pequeños tributarios:


Cuenca drenada por el arroyo de Veguecilla


  • arroyo de Veguecilla, que nace en las inmediaciones de la Cruz de Icedo y desagua en el recién nacido Brullés poco después de que este atraviese Fuencivil
  • arroyo de La Diusa o de La Manga, que nace en Fuente Olmo, al sur de La Tabla (el cinturón que forma parte de la lora de La Mesa de Úrbel), y desemboca en el Brullés poco antes de que este se introduzca en El Congosto, al SE de Quintanilla de la Presa. 





En sus casi 37 kilómetros de recorrido se diferencian tres rumbos bien marcados, que se corresponden con las tres zonas en las que se puede dividir su curso:

  • Brullés alto: desde Fuente Castro hasta la salida del Congosto, en las proximidades del pueblo que le da nombre, el río sigue un rumbo predominantemente S/SE
  • Brullés medio: desde Brullés hasta Villadiego, el río vira bruscamente hacia el SW, quizás ofendido por el flagrante robo que le acaba de hacer el Hormazuela
  • Brullés bajo: a partir de la villa, sin embargo, corrige la dirección hacia un más marcado S-SW, que ya no abandona hasta desaguar en el Odra a la altura de Villasandino





Sus aguas bañan los términos de un total de 13 pueblos: Fuencivil, Quintanilla de la Presa, Brullés, Melgosa, Villaute, Arenillas, Villalibado, Villadiego, Villanoño, Villamorón, Villegas, Sasamón y Villasandino. El Brullés, toponímicamente hablando, es el río de las “villas”.


Molino de Villanoño
Ruinas del molino de Villasandino



En sus buenos tiempos (mediados del siglo XVIII), las aguas del Brullés llegaron a mover las ruedas de un total de 15 molinos harineros. Únicamente tres de ellos han llegado a nuestros días (Villanoño, Arenillas y San Miguel-Sasamón); de otros tres aún es posible vislumbrar algún resto (Melgosa, Sasamón y Villasandino); del resto, únicamente queda su recuerdo toponímico.




A pesar de su carácter humilde, no resulta fácil cruzar el río Brullés (excepto en su curso alto). Una vez que el río abandona el encajonamiento de El Congosto, la vegetación ribereña ha invadido completamente sus orillas, creándose un denso bosque de galería, lo que hace casi imposible cruzar el río fuera de los pasos establecidos. A partir de Villadiego, además, se han realizado labores de limpieza del cauce y recrecida de sus márgenes, en un intento por prevenir sus periódicas avenidas.



Puente de Villalibado, de doble arco de medio punto y tajamar semicircular


Hoy en día, es posible el franqueo del Brullés gracias a la existencia de 23 puentes, de los que 8 son de piedra: Brullés (Los Hoyos), Villalibado (carretera de Arenillas), dos en Villadiego ("Romano" y Puente Nuevo de la carretera de Burgos), Villamorón-Villegas y los tres de Sasamón (San Miguel, Trisla y Puentenueva).


Puentes viejo y nuevo de la carretera Masa-Villadiego, entre Brullés y Coculina


También cruzan el río 16 puentes de hormigón, con variedad de formas y tamaños, y que dan servicio tanto a caminos como a carreteras y autovías. Los vados no son muy numerosos (5), y se encuentran en Brullés (3), Arenillas y  Villasandino, éste último al lado del puente-viaducto de la autovía. Únicamente he encontrado una pasarela peatonal, en Villadiego. 

En su corto recorrido, el Brullés recibe aguas de varios arroyos y riachuelos, aunque únicamente dos de ellos merecen la consideración de afluentes, de caudal permanente y relativamente importante. Los dos están situados en la primera mitad del curso del río, antes de que este atraviese Villadiego:

  • el rio de Villahernando nace, al igual que su receptor, en las estribaciones meridionales de la sierra de Los Valcárceres, en concreto en su extremo occidental, en la falda de El Peñón (Manantial de La Cárcava); tiene como tributario al arroyo de La Teja, que nace en El Butrón, al sur del despoblado de Icedo. El río Villahernando, en sus 9 km de curso, atraviesa los términos de Villanueva de Puerta, Boada y Villahernando, desembocando en el Brullés entre Villaute y Arenillas.
  • el río Grande, como su propio nombre indica, es el afluente que mayor caudal de agua aporta al Brullés (en ocasiones, más que este). Está formado por la confluencia de tres arroyos de cabecera:
  • el arroyo de la Gargantilla, que nace en las inmediaciones del Portillo del Infierno, en el extremo oriental de la enorme lora de La Ulaña, y en sus 6 km de recorrido atraviesa parajes de gran belleza, como el pequeño desfiladero homónimo, que se extiende al norte del despoblado de Hormicedo, y por dónde discurre hoy una balizada ruta de senderismo.
  • el río Jarama, del Molino o del Pradal, que nace en el manantial situado en este último paraje, allá en la cabecera del valle de Los Valcárceres, al que drena en su totalidad. Su curso alcanza los 10 km, hasta su confluencia con el arroyo de la Gargantilla a la altura de Hormicedo; muy cerca de esta confluencia se encuentra la captación de aguas para Villadiego.
  • el río Chico, de 6 km de curso, nace en El Pontón, al norte de Barrios de Villadiego, y confluye con los anteriores a la altura de Villalbilla.

El sistema formado por el río Grande y sus afluentes llegó a mover las ruedas de varios molinos harineros, y atraviesa los términos de Los Valcárceres, Villalbilla, Tablada, Arenillas y Villadiego, en cuyas inmediaciones desemboca en el Brullés, poco antes del puente nuevo de Los Campos.

En la humilde cabecera del Brullés se da la geológica circunstancia de que su vecino por el este, el río Hormazuela  (antaño también llamado Rumaza) le “roba” parte de su cuenca (unos 5 kilómetros cuadrados, nada menos); a la altura del puente de la carretera que se dirige al pueblo de Hormazuela puede observarse este curioso fenómeno de captura hidrológica (1): el arroyo que discurre paralelo a la carretera de Coculina, en lugar de seguir el curso SW que trae desde su nacimiento en El Esgar, gira bruscamente hacia el S-SE, conformando -junto con el río de Bustillo- la cabecera del Hormazuela, en lugar de unirse a la del Brullés, que discurre a apenas 700 metros al oeste del puente.





Como sucede con otros ríos de La Comarca (Úrbel, Ruyales, Ubierna), es posible realizar una placentera excursión ciclo-hidrológica siguiendo el curso del Brullés, procurando evitar carreteras asfaltadas y transitando lo más cercano posible al curso del río.

Para facilitar su seguimiento, se ha dividido el curso del Brullés en un total de 20 tramos, limitados por hitos hidrológicos (puentes, generalmente). Las longitudes parciales y totales se refieren al curso del río, por lo que difieren sensiblemente de las realmente realizadas sobre los caminos y carreteras que siguen -más o menos- paralelos al curso del río. El recorrido real, en bicicleta, alcanzará los 43 kilómetros.




Sus casi 37 km de suave pendiente descendiente, permiten realizar la excursión ciclista en poco más de dos horas, a ritmo tranquilo. Únicamente encontraremos dos tramos no ciclables, en los que nos resultará prácticamente imposible seguir el curso del río:

  • el primero, a la altura de Quintanilla de la Presa, al introducirse el neonato Brullés en el retorcido paraje de El Congosto, lo que nos obligará a transitar por carretera, alejados del cauce, durante unos dos kilómetros y medio, con subida incluida.
  • el otro, en su tramo final, poco antes de pasar por debajo de la autovía Burgos-León, cuando los terrenos vallados de la finca El Mariscal nos obligan a transitar por la carretera BU-6410, entre Sasamón y la gravera de Las Arenas.

Tramo de carretera entre Villadiego y Villanoño


Por variar un poco, el recorrido de vuelta puede simplificarse bastante si lo efectuamos por carreteras locales, de escaso tráfico y suave pendiente ascendente. Serán unos 36 km desde Villasandino hasta Fuencivil, lo que nos llevará poco más de dos horas y media, también a ritmo suave.


RECORRIDO CICLO-HIDROLÓGICO DEL BRULLÉS:

Km 0,0: Fuente Castro (Fuencivil), 1020 m

Podemos dejar el coche en el barrio de San Miguel (Los Valcárceres), en las inmediaciones de la iglesia, y ascender tranquilamente por un camino que, en medio kilómetro, salva el desnivel de 80 metros existente  entre el pueblo y El Portillo. O también podemos comenzar en Fuencivil, ascendiendo tranquilamente por el camino del Portillo.


Fuente Castro (caseta de captación) desde El Portillo

Desde el portillo, a la izquierda, se divisa una caseta que hace las funciones de captación de las aguas procedentes de Fuente Castro, uno de los manantiales que conforman la cabecera del Brullés.


Fuencivil y gran parte de la cabecera del Brullés; al fondo, a la izda., la solitaria Peña de Quintanilla de la Presa 


Por nuestra derecha discurre la pista que, en poco más de un kilómetro de bajada, nos lleva a Fuencivil. La pista se arregló hace unos años, ya que con anterioridad era prácticamente imposible el tránsito de vehículos en su parte final.

Km 1,0: Puente del camino de Coculina (Fuencivil), 980 m


El arroyo de Fuente Odra confluye con el de Fuente Castro


Al entrar en el pueblo, a nuestra izquierda, arranca el camino de Coculina; allí se encuentra el primer paso sobre el río, una humilde alcantarilla en la que confluyen las aguas de los arroyos de Fuente Castro y de Fuente Odra, un manantial que aflora a la vera del camino que asciende a La Tabla de La Mesa de Úrbel, y que ha sido recientemente complementado con abrevaderos para el ganado y mesa de pic-nic.




En las cercanías de esta alcantarilla, aún quedan restos de las casetas que daban servicio a las eras aquí establecidas. En el centro del pueblo destaca la mole de la iglesia -predominantemente renacentista- de Santa María; al lado, las antiguas escuelas, hoy local social.


El arroyo de Veguecilla se dirige al recién nacido Brullés, al fondo


Salimos del pueblo por la carretera de Quintanilla de la Presa y, al poco, atravesamos el arroyo de Veguecilla, otro más de los que conforman la cabecera del Brullés, las denominadas "Fuentes del Brullés".


La Carretilla, entre Fuencivil y Quintanilla de la Presa 


En el recorrido por carretera entre Fuencivil y Quintanilla de la Presa, merece la pena pararse un par de veces para echar un vistazo a este tramo semi-encajonado del joven Brullés.



Km 2,4: Puente del Pozón (Quintanilla de la Presa), 970 m

Estamos ante uno de los parajes más pintorescos del alto Brullés, aunque afeado en parte por la hiper-hormigonada alcantarilla allí construida recientemente. Ni siquiera se han retirado los restos de la anterior entubación. Una pena.






Tormentas recientes (25-26 de mayo) han originado que aumente sensiblemente el caudal de este tramo del río, reactivándose los pequeños saltos de agua.




Tras salvar estos pequeños saltos, el agua del joven Brullés se encamina hacia el segundo de los pueblos que recorre su curso: Quintanilla de la Presa.


Km 2,8: Puente de la Mata (Quintanilla de la Presa), 950 m



Antes de entrar en el pueblo, destaca en un altozano la imponente figura de la iglesia gótica de Santa Columba, con portada y otros restos románicos.




Justo antes de salir del pueblo, a la izquierda, al lado de la fuente, surge el camino que se dirige hacia Coculina. Allí salva el río una nueva pontanilla, al lado de un bonito potro hace poco rehabilitado.


Km 3,8: Confluencia con el arroyo de La Diusa (Quintanilla de la Presa), 940 m

A partir de Quintanilla nos vemos obligados a separarnos provisionalmente del cauce del Brullés, ya que este se encamina hacia el tramo encajonado de El Congosto. Justo antes de penetrar en el mini-desfiladero, recibe por su izquierda las aguas del arroyo de La Diusa, que bajan desde Fuente Olmo, en la ladera de La Tabla.


La Peña y al fondo, a la izquierda, serpentea el arroyo de La Diusa, antes de encontrarse con el Brullés


Las mejores vistas de la confluencia se disfrutan desde el alto de La Peña, en la carretera de Quintanilla a Brullés.


Zona superior del Congosto


Siguiendo por la carretera, a nuestra izquierda encontraremos un par de caminos que nos permiten acercarnos a la parte alta del desfiladero del Congosto.


Zona inferior del Congosto


El río discurre encajonado durante algo más de un kilómetro y es a la salida de este pequeño desfiladero cuando realiza un pequeño cambio de dirección: del rumbo sur que traía desde su nacimiento en Fuente Castro, vira a rumbo SW, dirección que no abandonará hasta Villadiego.


El Brullés abandona el Congosto en el paraje de Hoyos


El paraje de Hoyos, a la salida del Congosto, puede considerarse el final del curso alto del Brullés, que deja paso a su tramo medio, mucho más abierto y soleado, con sus riberas cubiertas por un denso bosque de galería.


Km 5,8: Puente de piedra de la carretera (Brullés), 930 m




Este viejo puente del siglo XIX apenas resulta visible, casi completamente cubierto de vegetación. Su abandono se produjo al modificarse el trazado de la carretera BU-601 (Masa-Villadiego), ya que en este puente describía una doble curva muy peligrosa incluso para el escaso tráfico de esta vía. Para contemplar este puente, no tenemos otra opción que transitar por carretera el kilómetro y pico que lo separa del pueblo de Brullés.


Km 7,0: Puente de La Magdalena (Brullés), 910 m
  


Brullés, con el Páramo de Laderas al fondo



Este puente de hormigón es el segundo de los dos que dan servicio al pueblo. El primero sirve al camino de Hormazuela, y este otro al que asciende hacia el parque eólico instalado en el Páramo de Laderas.

Brullés es un pequeño pueblo, con una pequeña iglesia (San Martín Obispo) que fue transplantada desde su antigua ubicación en una loma cercana a la actual al lado de la carretera.


Km 9,4: Puente del Cardoso (Melgosa), 890 m


El Brullés, a la altura del puente del Cardoso, cerca de Melgosa


Salimos de Brullés por el camino de Valdeleña, que discurre paralelo a la carretera de Villadiego, por su margen derecha. Después de recorridos unos 2 km, cruzamos la carretera en dirección al río, al que cruzamos por medio de un moderno pontón de hormigón, y nos dirigimos hacia Melgosa ascendiendo por el camino.



Melgosa tiene una curiosa iglesia (Santa Eulalia) con espadaña clásica y abundantes restos góticos. El pueblo está estructurado en dos barrios: el principal, en un alto, y el barrio de Abajo o del Molino, al lado del río.

Descendemos por la carretera que comunica ambos barrios y, en poco más de 250 metros alcanzamos el siguiente hito higrológico.


Km 10,6: Puente del barrio de Abajo (Melgosa), 880 m





En este barrio existió un molino, del que prácticamente no queda nada más que la pared perimetral de su huerta. El barrio consiste en una alineación de casas, dispuestas a lo largo de la calle ... del Molino.

Para llegar al pueblo siguiente (Villaute) tomamos el camino que sale antes de cruzar el puente, discurriendo por la orilla izquierda del río. Poco más de 1 km.


Km 11,9: Puente de Villaute, 870 m




Destaca el torreón -con cubierta moderna- sobre el caserío del pueblo; y la bonita iglesia románica de San Martín, con dos ábsides semicirculares.

El puente sobre el Brullés, de hormigón, da servicio a la carretera que se dirige a Las Hormazas, Los Tremellos y Ros, ya en el valle del Úrbel.




Abandonamos el pueblo por el camino que discurre paralelo al río, también por su margen izquierda. En poco más de 2 km alcanzamos Villalibado, con su iglesia rehabilitada, su palomar, sus modernos alojamientos rurales y ... su puente.


Km 14,4: Puente de piedra de Villalibado, 850 m






El puente da servicio a la carretera entre Arenillas y Villalibado y se trata de una bonita construcción en piedra, con dos ojos en arco de medio punto y un tajamar semicircular. El puente nuevo -con su pretil metálico pintado de amarillo- discurre justo al lado del viejo, lo que afea bastante el conjunto.

Sorprende que este puente no haya sido incluido en la reciente publicación titulada "Puentes singulares de Burgos" (Diputación de Burgos, 2018), ya que aún resulta claramente visible desde la carretera y es muy conocido y apreciado en la zona.



Desde Arenillas, nos dirigimos por el camino del molino (sobre el río Grande) hacia el vado, lo que nos permite evitar la carretera de entrada en Villadiego. A no ser que se haya producido un temporal de lluvias, el vado se atraviesa sin dificultad, y los peatones disponen de una pequeña pasarela para cruzarlo.


Km 15,9: Puente nuevo de Los Campos (Villadiego), 840 m



Una vez atravesado el vado nos dirigimos a Villadiego a través del paraje de Los Campos, con la torre del silo haciendo las veces de faro.




El puente nuevo, como su propio nombre indica, es el más moderno de los tres que cruzan el Brullés a la altura de Villadiego. Da servicio a los agricultores de la zona.

Continuamos la ruta por el camino que se dirige hacia el polígono industrial, y entramos en Villadiego por su zona sur, por la plaza de toros, hasta llegar al siguiente hito.


km 17,7: Puente "medieval" de Villadiego, 835 m




En realidad, nos encontramos ante un puente del siglo XVI, aunque su origen pudiera ser medieval o incluso romano. Consta de tres ojos: el central en arco de medio punto y los dos laterales en arco rebajado; tiene dos tajamares en cuña, feamente reforzados con hormigón; carece de pretil. Alrededor del puente se ha establecido una zona de parque. De este lado del puente parten caminos hacia Castromorca y Tobar, entre otros. Nosotros seguimos por el camino asfaltado que continua por este lado del río, pasando al lado del polideportivo, y dejando a nuestra derecha una pasarela peatonal de madera.


km 18,0: Puente de la carretera de Burgos (Villadiego), 835 m




Este puente del siglo XVI-XVII tiene cinco ojos; originalmente poseía tres bóvedas de cañón realizadas en buena sillería, y en el siglo XIX se añadieron dos escarzanas (un tipo de arco rebajado) en los extremos; los tajamares originales eran apuntados con sombrerete escalonado, y los añadidos, semicilíndricos con sombrerete cónico. Soporta una buena cantidad de tráfico, ya que por el pasan los vehículos que se dirigen desde Villadiego a Burgos, Sasamón y Villasandino.

Nosotros, en lugar de seguir el curso del Brullés por la citada carretera de Sasamón, cruzamos el puente en dirección al pueblo y, al llegar a la rotonda, tomamos el camino de Villanoño que, tras cruzar un puente de hormigón, continúa durante 2,5 km por la orilla derecha del río.


km 20,6: Puente de Villanoño, 830 m




El puente, que comunica Villanoño con la carretera de Villadiego a Sasamón, está totalmente construido en hormigón, y carece de todo interés. Villanoño posee una pequeña iglesia románica (San Juan Obispo), construida en buena sillería, con ábside semicircular y espadaña chata. A la salida del pueblo encontraremos una vieja torre, enfoscada en casi su totalidad.




Nosotros continuamos por el camino que discurre por la margen derecha del Brullés, rumbo a uno de los lugares más sorprendentes de la ruta: Villamorón y su gigantesca iglesia fortificada, rodeada por construcciones de adobe casi completamente arruinadas.


km 23,0: Puente de Villamorón-Villegas, 820 m




El puente que une el pueblo (Villegas) con su despoblado barrio (Villamorón) data de los siglos XVI-XVII, y consta de tres vanos, con bóvedas de cañón en sillería, y tajamares apuntados con sombrerete escalonado. Se le añadieron aceras en voladizo ampliado en hormigón.




La impresionante iglesia fortificada de Villamorón (Santiago Apóstol) es un templo emblemático del período de transición del románico al gótico. Aunque está cerrada al culto, es posible visitarla. Su rehabilitación se vio impulsada por la Asociación de Amigos de Villamorón.

La iglesia de Villegas (Santa Eugenia), al otro lado del río, también merece una visita, con su torre renacentista. Nosotros continuamos por el camino que sale del mismo puente y sigue paralelo al Brullés por su margen derecha, rumbo a Sasamón. Durante más de 3 km, el sombreado camino discurre pegado al río, sobre un pequeño talud de recrecida. Al entrar en el término municipal de Sasamón, el camino se separa ligeramente, y en una recta de poco más de 2 km alcanza la carretera de Sasamón a Villahizán de Treviño. A unos 200 metros, encontramos el primero de los puentes de piedra.


km 28,7: Puente de San Miguel (Sasamón), 810 m



Este puente medieval fue restaurado en 2016, y su uso es exclusivamente peatonal, ya que a pocos metros existe un puente moderno que da servicio a la carretera. Se trata de un puente de perfil alomado y tres vanos, con bóvedas apuntadas en sillarejo, sin pretil ni imposta, con tajamares apuntados y sombrerete, y contrafuertes aguas abajo.




A poca distancia, encontraremos el arco de San Miguel de Mazarreros, lo único que queda de la iglesia del despoblado homónimo.  Como dato curioso, cabe señalar que muy cerca de este lugar, al otro lado de la carretera, pegado al río, existió un poblado denominado Barchilona (Barcelona), citado en 1174 en la documentación del Obispado de Burgos.

Volvemos al puente de la carretera, y continuamos por un camino que discurre pegado al río, siempre por su margen derecha. En algo menos de un kilómetro llegamos al segundo puente de piedra de Sasamón.


km 29,9: Puente de Trisla (Sasamón), 805 m




Probablemente, este puente medieval sustituyó al original romano. Sus cuatro ojos tienen bóvedas apuntadas de sillería, posee también tajamares apuntados, y aún quedan restos de pretil. En los alrededores se aprecian restos de empedrado.




Al lado, aguas arriba, el puente que da servicio a la carretera entre Sasamón y Villasidro, con su pretil metálico pintado de azul.

Continuamos durante 1,5 km por el camino que discurre pegado al Brullés, por su derecha, aunque en su segunda mitad se desdibuja bastante y nos obliga a pedalear por la linde de algún campo de cultivo. Llegamos así al último de los puentes de piedra de Sasamón.


km 31,5: Puentenueva (Sasamón), 805 m




Este puente de perfil ligeramente alomado puede tener algún componente romano, ya que por aquí pasaría la Vía Augusta. Hoy, con su firme hormigonado, sin pretil alguno, forma parte del camino de Melgar a Burgos, y su uso es peatonal y agrícola. Sus tres ojos están formados por dos bóvedas de cañón y una elíptica, de sillería. Tiene tajamares apuntados.

Aquí nos encontramos con uno de los tramos más complicados de todo el recorrido, ya que la existencia de una finca privada (El Mariscal) ha originado el cierre de algunos caminos. Cuando nos encontremos con el portón de cierre, podemos intentar discurrir por la misma orilla del río, pero no es un paseo cómodo, por lo que resulta más aconsejable tomar el camino que atraviesa la Puentenueva en dirección a la carretera de Sasamón a Villasandino, cruzando la autovía por el paso superior que existe al lado de la gravera.


km 34,5: Viaducto de la autovía A-231 (Burgos-León), 800 m




Nosotros, sin embargo, hicimos el recorrido por la orilla del río, y en unos 1500 metros de incómodo recorrido llegamos a la parte inferior del viaducto de la autovía. Aquí también tienes dos opciones para continuar: o bien cruzas el río por el vado y te diriges al anteriormente citado paso superior de la autovía (a 1 km de aquí, junto a la gravera), o bien, lo que hicimos nosotros, tomar el camino paralelo a la autovía que, en dirección contraria, se dirige al viaducto sobre el río Odra, y que permite el paso inferior de la autovía. El último kilómetro y medio de recorrido lo hacemos, pues, pegados al Odra, en lugar de a nuestro Brullés. Una pequeña licencia que nos tomamos, obligados por las circunstancias en forma de cierres de fincas y modernas infraestructuras.


km 36,8: Desembocadura en el Odra, Las Cañadas (Villasandino), 790m




Continuando por la orilla izquierda del Odra durante esos 1,5 km aludidos, nos encontraremos con un puente que lo cruza y una chopera. Ese es el lugar en el que nos bajaremos de la bici y andaremos escasos 100 metros para llegar a la confluencia entre los dos ríos: el Odra, por la izquierda, el Brullés, por la derecha. No se observa una diferencia muy importante entre el caudal de uno y otro, por lo menos en esta época del año.




Y tras la confluencia, el Odra se dirige plácidamente hacia Villasandino, cuyo majestuoso puente de piedra se encuentra a escasos 700 metros río abajo. Sus aguas se unirán a las del Pisuerga en Villodre, y las de aquel se verterán en el Duero al sur de Simancas, para acabar en el Atlántico en la ciudad portuguesa de Oporto; para ciertas aguas, habrán sido 590 km de recorrido desde Fuente Castro, en Fuencivil, un humilde manantial al sur del Portillo de San Miguel, en la sierra de Los Valcárceres.


NOTA:

(1) En realidad, el Brullés sufre otro proceso de captura hidrológica aparte del descrito (acaecido en su curso alto, a manos del Hormazuela). En su tramo final, en los alrededores de Sasamón, nuestro Brullés sufre otro "robo" descarado de cuenca, esta vez de grandes dimensiones, que le suponen acortar su curso en unos 15 km. El autor de este nuevo "robo" es su vecino por el oeste, el río Odra.


En verde el curso original del Brullés, hoy reconvertido en el arroyo de Villajos (San Martín o del Cauce)


Durante algún momento del proceso de encajamiento de la red fluvial, el Brullés se vio captado por el Odra a la altura de Sasamón, lo que ocasionó que su desembocadura se produjera -anticipadamente- en Villasandino, dejando abandonado el valle por el que hoy discurre el arroyo de Villajos (también llamado de San Martín o del Cauce), entre Castrillo de Murcia y Castrojeriz. El curso del Brullés pasó de medir unos 52 km a los 37 actuales.

Grandes depósitos de grava silícea, existentes entre Villandiego y Castrillo de Murcia, dan fe de aquellas terrazas elaboradas por un entonces más vigoroso Brullés.

El Brullés ha sido, pues, un río muy maltratado por los procesos geomorfológicos. Tampoco podemos afirmar que los procesos antrópicos le estén tratando mucho mejor, aunque en esto no se diferencia mucho del resto de los ríos de La Comarca.



Otras rutas ciclo-hidrológicas tratadas en este blog:


El río Úrbel
El río Ruyales
El río Ubierna
El río Lucio



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