sábado, 27 de febrero de 2021

O mucho, o nada, como el molino Celada


Supongo que no soy el único nativo o inquilino de La Comarca que -en sus años de infancia- escuchó repetidas veces la expresión que encabeza esta entrada. Solían recitarla personas mayores -generalmente, tus abuelos o tus padres- cuando querían expresar su descontento con tu irregular comportamiento en la escuela, o con alguna de tus exageradas reacciones ante cualquier acontecimiento cotidiano.

¿Y quién era ese tal Molino Celada, a cuyos supuestos excesos y defectos aludían tan a menudo nuestros rectos ancestros?


La Retortilla y, en el centro, al lado de la curva del camino, su molino

El Molino Celada era el molino existente en La Retortilla, singular paraje ubicado en el curso medio-alto del río Ruyales. Y es que este molino, a pesar de estar ya enclavado en terrenos del limítrofe término de Avellanosa del Páramo, era el que utilizaban desde siempre los vecinos de Las Celadas, pueblo situado en el valle medio del Úrbel, y que tuvo dos barrios, como indica su acepción en plural.

Precisamente la propia ubicación del molino fue la causante de su fama en cuanto a figura prototípica de contrastes, de excesos en un sentido y en otro. Al alcanzar La Retortilla, el joven río Ruyales apenas lleva recorridos 8 km desde su nacimiento en las cercanías del pueblo homónimo; las fuentes del Ruyales no son nada caudalosas y, a pesar del aporte del arroyo de La Retortilla, el río aún lleva un escaso caudal (sobre todo entre los meses de julio y octubre); por contra, en los meses de pluviometría elevada o de importantes deshielos (noviembre-abril), su comportamiento puede originar serias avenidas, fruto de la escasa pendiente de su curso. 

Algo más de media legua tenían que recorrer los vecinos de Las Celadas para llegar a su molino. Primero había que acometer una empinada subida de un cuarto de legua hasta alcanzar la zona culminar del páramo que separa los valles del Úrbel y del Ruyales. Una vez alcanzado ese punto, en el paraje denominado La Cruz del Molino, restaba atravesar el páramo en toda su anchura (unos 700 metros) antes de enfilar el descenso final al molino a través de Vallejimeno, por un camino de arcilla blanca fácilmente encharcable y desmoronable.

 

Planimetrías (1912)


El Molino Celada se encuentra situado en el camino que, paralelo al río Ruyales, comunica Los Tremellos con Avellanosa del Páramo. A unos 5 km del primero y a unos 3 km del segundo. Ambos pueblos contaban con dos molinos cada uno, y muy cercanos al -o dentro del- caserío respectivo, por lo que el Molino Celada era usado en exclusiva por los vecinos de Las Celadas a los que, además, pertenecía, a pesar de encontrarse sito ya dentro del término de Avellanosa.


Minuta MTN50, hojas 199 y 200 (1929)

Los vecinos de Las Celadas, en caso de extrema necesidad, también podían utilizar los servicios de alguno de los varios molinos emplazados en el cercano curso del Úrbel: molinos de Ros, Santibáñez o La Nuez de Abajo.

De todas formas, a pesar de que este molino de La Retortilla tuviera varios y graves defectos, que ocasionaban problemas a la hora de planificar la molienda en él de manera regular, era el único molino de Las Celadas, y sus vecinos lo utilizaban siempre que podían.


Así definían al viejo molino los vecinos del pueblo al responder a la pregunta diecisiete del Catastro de Ensenada (1751):

"...en este pueblo únicamente hay un molino harinero, distante media legua, do llaman Retortilla, sobre el río o arroyo del mismo nombre, que es de una rueda, propio de diferentes vecinos particulares de este pueblo, que todo él se compone de dieciocho veces, y cada una reditúa anualmente en favor del dueño de ella ocho celemines de pan mitad trigo y cebada..."

Y un siglo más tarde, en el Diccionario de Madoz (1852) se afirmaba que Las Celadas disponía de "un molino harinero que solo muele en invierno".


Hace ya muchas décadas que el molino Celada dejó de moler, al igual que otros muchos molinos de La Comarca. A este de La Retortilla le llegó la hora incluso antes que a otros del entorno, ya que a su lejanía del pueblo había que añadirle el mal estado de algunos tramos del camino. 





Sus ruinas resultan aún visibles desde el -hoy en día- excelente camino que comunica los pueblos de Los Tremellos y Avellanosa. También se puede llegar fácilmente desde Las Celadas, por el viejo camino del Molino, que ha sido objeto de una reciente rehabilitación, dentro de las actuaciones realizadas en el proceso de concentración parcelaria que ha sufrido el término de Las Celadas.




Por lo que parece, el molino consistía en una humilde construcción rectangular de dimensiones 6 por 8 metros, realizada en piedra, con tejado a un solo agua, y acceso por la pared orientada el sureste. Hoy en día, resulta prácticamente imposible el acceso a su interior, por la abundancia de vegetación leñosa y espinosa (zarzamoras sobre todo). Aunque las paredes laterales presentan un relativo buen aspecto, no ocurre lo mismo con la pared más alta, orientada al NE, en la que se encontraba el arco de piedra por el que penetraba el agua del cauce, ya que ha sufrido un derrumbe importante.





Aunque el molino ya no muela, aunque su cauce lleve décadas seco, aunque sus ruinas acaben siendo engullidas por la vegetación ribereña del paraje, parece ser que su nombre perdura en las últimas ediciones del mapa topográfico nacional a escala 1:25000 (MTN25).



MTN25, hoja 199-II (2009)

Aunque la rotulación se haya visto desplazada ligeramente al sur de la posición exacta, cabe afirmar que al molino del mucho o nada aún le queda, por lo menos, el nombre. Y que sea por muchos años.

Resulta evidente que ese carácter extremista del cauce del Molino Celada se repetía en otras muchas aceñas de La Comarca (sin ir más lejos, aguas arriba del Ruyales, en Los Tremellos, siempre funcionaron dos molinos harineros, que molían cuando podían). Pero todos los demás molinos "de dispar caudal", "de poca vida" o "de escaso uso", no tuvieron la virtud de que su nombre rimara con "nada", por lo que el único que pasó a formar parte del acervo popular fue este de Celada, aunque para ello hubiera que utilizar la versión en singular del nombre del pueblo, en lugar de la oficial, en plural; porque Las Celadas siempre tuvo dos barrios, ... y un molino.
 













El curso completo del río Ruyales ya se trató en otra entrada de este mismo blog: El Río Ruyales


EL MOLINO CELADA DESDE EL AIRE


Vuelo americano (16 de agosto de 1956): el molino aparece aún techado

Vuelo interministerial (c. 1978): el molino, ya sin tejado

Vuelo Nacional (agosto de 1984): la vegetación invade también el interior del molino

Sigpac (2009): la vegetación va devorando cauce y ruinas


Google Maps (Junio 2016): los trabajos de concentración parcelaria han rehabilitado el viejo camino

Sigpac (Agosto 2017): los trabajos de concentración han mordido ligeramente las márgenes del molino



RECORTES DE PRENSA

  • Diario de Burgos, 15 de junio de 1892: un vecino de Las Celadas fallece al caer desde la torre de la iglesia.
  • Diario de Burgos, 1 de agosto de 1954: un labrador, vecino de Las Celadas, fallece en la Cuesta Mansilla, al fallar los frenos del carro en el que viajaba, tirado por una caballería.
  • Diario de Burgos, 2 de septiembre de 1954: una joven de Las Celadas fallece al ser alcanzada por un rayo mientras dormía en su casa
  • Diario de Burgos, 12 de junio de 1979: César Alonso de Porres, párroco de San Lesmes en la ciudad de Burgos, propone el traslado de la iglesia de Santa María de Las Celadas al parque del Castillo de Burgos, para sustituir a la desaparecida iglesia de La Blanca. 







sábado, 13 de febrero de 2021

Un Alonso Maluenda en Flandes


En una anterior entrada (rehecha) de este blog se expuso la casi certeza absoluta de que los promotores del Palacio de Arriba de Huérmeces fueran Gonzalo Alonso de Burgos y Catalina Pardo Bigarny, y que el palacio se levantara durante el segundo cuarto del siglo XVI, en una estética claramente renacentista.






En el presente post, contaremos las peripecias en tierras flamencas de Juan Pérez de Maluenda, pariente cercano (primo segundo) de aquellos fundadores del palacio de Huérmeces.

Su padre, Diego Pérez de Maluenda (+ 1538), se había trasladado de Burgos a Brujas en el año 1498. Allí fue elegido cónsul de la Nación Española. En 1499 se casó don Margriete Hanneton, y fueron padres de cuatro hijos, el menor de los cuales fue el citado Juan Pérez de Maluenda.

Juan Pérez de Maluenda (Brujas, 1511-1606) vivió plenamente integrado en la vida social de la ciudad de Brujas. Se casó con Magdaleda de Chantraines dit de Broucqsaultx, con quien tuvo seis hijos. Se implicó en el gobierno municipal, siendo concejal en varias ocasiones, así como tesorero y magistrado del Franconato. También ejerció en varias ocasiones como cónsul de los mercaderes españoles en Brujas. Pero pasó a la historia, sobre todo, por su implicación en la custodia y protección de una de las más preciadas reliquias de la cristiandad: la de la Santa Sangre.


JUAN PÉREZ DE MALUENDA Y LA RELIQUIA DE LA SANTA SANGRE

Juan Pérez de Maluenda fue miembro de la Noble Hermandad de la Santa Sangre (Edele Confrérie van het Heilig Bloed), de la que fue rector en 1539. Su labor como protector de la reliquia de la Santa Sangre dejó una huella que todavía está presente en la ciudad de Brujas.

Según la tradición, José de Arimatea recogió en un paño empapado la sangre derramada por Jesucristo cuando este murió crucificado; dicho paño se conservó en Tierra Santa, venerado como una sagrada reliquia. En el año 1150, el conde de Flandes Thierry de Alsacia trajo la preciada reliquia a su vuelta de la Segunda Cruzada, depositándola en una capilla sita al lado de su palacio en Brujas. Dicho palacio es hoy el Ayuntamiento de Brujas, y la capilla adyacente es la denominada Basílica de la Santa Sangre.

La misión de la Noble Hermandad de la Santa Sangre es custodiar y venerar esa sagrada reliquia. En el museo de la Hermandad, situado en la Basílica de la Santa Sangre, se encuentran dos cuadros pintados por Pieter Pourbus en 1556, en los que aparecen los retratos de los 32 miembros que formaban la Noble Hermandad en aquel tiempo, junto con los escudos heráldicos de todos ellos, dibujados en sus marcos respectivos.

Aunque la definición de la fotografía no es muy buena, en el cuadro de la izquierda, de entre los 15 escudos pintados en sus marcos superior, inferior e izquierdo, aparece uno que nos resultará familiar: cuarteles 1º y 4º, castillo de oro sobre campo de gules; cuarteles 2º y 3º, flor de lis de plata sobre fondo de azur; orla de azur cargada con siete conchas de plata. Es el escudo de Juan Pérez de Maluenda.




Como puede observarse, su parte interior es la misma que el escudo de armas del Palacio de los Alonso de Burgos en Huérmeces. Lo cual es lógico si consideramos que los abuelos de Juan Pérez de Maluenda y de Gonzalo Alonso de Burgos (el promotor del palacio de Huérmeces) eran hermanos, por lo que compartían el mismo escudo de armas familiar.

La diferencia entre ambos escudos radica en la orla de azur cargada con siete (u ocho) conchas de plata (blancas), que simbolizaría una posible vinculación de los Pérez de Maluenda con el linaje de los Santiago.   

El citado cuadro de Pieter Pourbus no solo nos permite conocer el escudo heráldico de Juan Pérez de Maluenda, sino también el rostro de este personaje, ya que están identificados todos los miembros de la Noble Hermandad de la Santa Sangre que figuran en los dos cuadros.

Pero si Juan Pérez de Maluenda dejó huella en la ciudad de Brujas no fue por formar parte de su Ayuntamiento (fue el primer concejal español en aquella ciudad) o por ser miembro de la Noble Hermandad de la Santa Sangre, sino por su decisiva actuación a la hora de custodiar y proteger la sagrada reliquia.

En 1578, la católica ciudad de Brujas estaba a punto de caer en manos de los calvinistas. Uno de los rasgos de la fe calvinista consiste en no aceptar la veneración de imágenes de santos ni reliquias. En vista de que la reliquia de la Santa Sangre de Cristo corría grave peligro, las autoridades católicas de la ciudad decidieron esconderla. Y Juan Pérez de Maluenda fue el encargado de hacerlo: la metió en un cofre y la enterró en el jardín de la casa en la que entonces habitaba.


Seis años más tarde, en 1584, cuando la ciudad volvió al dominio español, Juan Pérez de Maluenda desenterró la sagrada reliquia y se la entregó al obispo de Brujas, Remigius Driutius, y fue llevada de vuelta en procesión a la Basílica de la Santa Sangre.

Dicha Basílica tiene dos plantas: la inferior, románica, está dedicada a San Basilio; la superior, gótica, data de finales del siglo XV. Las vidrieras del coro fueron realizadas en el año 1845, y en una de ellas se representa el evento del enterramiento de la sagrada reliquia por parte de Juan Pérez de Maluenda, tal y como reza en el pie de la imagen alegórica: J. Perez de Malvenda Vervege Heilig Bloed (esconde la Sagrada Sangre) Jaer (año) MDLXXVIII.

Juan Pérez de Maluenda vivió hasta 1556 en una gran casa de su propiedad llamada "Onse Vrauwe van Monserrat" (Nuestra Señora de Monserrat), situada en Kulkstraat (hoy Mallebergplaats). 

Después de 1556, Juan Pérez de Maluenda residió en diversas casas, en régimen de alquiler. En el período durante el cual tuvo escondida la reliquia de la Santa Sangre (1578-1584) se sabe que habitó -entre otras- en una casa situada al pie del puente de San Juan Nepomuceno, en el nº 53 de Wollenstraat, que pertenecía a su cuñado Jacob de Chantraines.




LA CASA DE PÉREZ DE MALUENDA O LA CASA DE ESPAÑA

Jacob de Chantraines era uno de los más destacados miembros del bando calvinista de Brujas, y fue alcalde de la ciudad entre 1579 y 1582, durante el periodo de gobierno calvinista. Tenía una gran casa al final de Wollestraat (calle del almacén de lana), esquina con el canal Dijver, al pie del puente de San Juan Nepomuceno. En esta casa vivió su cuñado Juan Pérez de Maluenda, y allí enterró la reliquia de la Santa Sangre, pensando que en la casa de un destacado calvinista no buscarían la preciada reliquia.



En la fachada de esta casa aparecen dos escudos, labrados en piedra, con las armas de Juan Pérez de Maluenda. El que se encuentra situado sobre la puerta contiene la leyenda "PEREZ DE MALVENDA". El que se localiza al lado derecho de la misma, más pequeño, no contiene ninguna leyenda, pero conserva perfectamente los colores y esmaltes del escudo heráldico.





Si no te interesan demasiado los temas históricos, quizás te convenga saber que, hoy en día, esta casa ha sido reconvertida en una popular cervecería ("2be Beer Wall") y en una gran tienda de souvenirs.

La casa es conocida por los nombres de "Casa de Perez de Malvenda" (Huis Perez de Malvenda) o "Casa de España"; fue levantada en estilo gótico, y restaurada y reedificada en el siglo XIX, ya en estilo neogótico.

Su elegante silueta y su privilegiada situación junto al canal del Dijver y el puente de San Juan Nepomuceno, con el Campanario (Belfort van Brugge) detrás, hacen que esta casa forme parte de uno de los rincones más fotogénicos de la ciudad.




Gracias a la actuación de Pérez de Maluenda, hoy en día es posible continuar con la veneración de la preciada reliquia. Cada año, la reliquia se saca en procesión (la "procesión de la Santa Sangre") el día de la Ascensión (40 días después del Domingo de Resurrección), constituyendo uno de los actos religiosos más concurridos de Bélgica, y declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el año 2009.

La "Heilig Bloedprocessie" se instituyó como ceremonia cívica en el año 1303, y sirve para conmemorar la liberación de la ciudad de Brujas de la tiranía francesa, lograda un año antes.

La procesión, encabezada por los cofrades de la Noble Hermandad, supone el desfile de más de 1700 ciudadanos que, a pie, a caballo o en carruajes de todo tipo, representan escenas del Antiguo Testamento, de la vida de Jesús y de la historia de la ciudad.




Juan Pérez de Maluenda murió en Brujas en 1606, a la sorprendente edad de 95 años. Fue enterrado en la iglesia-catedral de San Donaciano, en la que también lo fue su padre, fallecido en 1538.


SIGUIENDO EL RASTRO DE PÉREZ DE MALUENDA EN LA CIUDAD DE BRUJAS

Viajero farol (o asimilado) que viajas por el mundo, si algún día recalas en la bella ciudad flamenca de Brujas (la Venecia del Norte) recuerda que no puedes irte sin antes visitar la Casa de España y admirar los dos escudos que luce su fachada, ahora que ya sabes que hacen honor a un tal Juan Pérez de Maluenda y Hanneton, primo segundo que fue de los fundadores del Palacio de Arriba de Huérmeces. 

Si tu interés es grande, puedes aprovechar para realizar una especie de "Tour Pérez de Maluenda", visitando seis de los lugares relacionados con tan curioso personaje:

1-Ayuntamiento de Brujas, (Stadhuis van Brugge): situada en el Burg, una de las principales plazas de la ciudad, está construido en estilo gótico-florido y constituye una muestra de la gran expansión económica de la ciudad durante el siglo XIV. Posee dos salas: la gótica y la histórica. En este Ayuntamiento ocupó Juan Pérez de Maluenda diversos cargos.

2-Basílica de la Santa Sangre (Heilig-Bloedbasiliek): levantada también en el Burg, durante el siglo XII, como capilla de la residencia del conde de Flandes. La reliquia se encuentra en la capilla superior, construida en estilo gótico  y objeto de varias renovaciones durante el siglo XIX, en estilo neogótico. Juan Pérez de Maluenda fue miembro de la Hermandad de la Santa Sangre, encargada de la custodia de la sagrada reliquia.

3-Kulkstraat (hoy Mallebergplaats): donde estaba la casa "Nuestra Señora de Monserrat" (Onse Vrauwe van Monserrat) de la que Juan Pérez de Maluenda fue propietario hasta 1556. No se conserva allí nada de la vieja casa. Su bella portada renacentista se trasladó en 1874-1876 a lo que fue el Colegio de los Jesuitas

4-Boomgaardstraat: a esta calle fue trasladada la antigua portada de la casa "Nuestra Señora de Monserrat" de Kulkstraat, para el antiguo Colegio de los Jesuitas. Actualmente el colegio se ha transformado en la Extensión de Verversdijk del Colegio de Europa en Brujas. La portada original de la casa sería únicamente la parte inferior de la que vemos hoy allí, siendo la parte superior una adición posterior.

5-Casa de España o Casa de Pérez de Maluenda (Huis Perez de Malvenda): en el nº 53 de la Wollestraat, donde nuestro héroe vivió durante un tiempo y en cuyo jardín escondió enterrada la sagrada reliquia; casa en la que hoy se sitúa una de las cervecerías más visitadas por los turistas. Y vista desde el otro lado del Dijver, una de las estampas más fotografiadas de la ciudad.

6-Iglesia-Catedral de San Donaciano (Sint-Donaaskathedraal): donde fueron enterrados Juan Pérez de Maluenda (+ 1606) y su padre Diego Pérez de Maluenda (+ 1538). Desgraciadamente, esta iglesia-catedral fue destruida en 1799, durante la ocupación francesa. Estaba situada en el Burg, enfrente del ayuntamiento, y se habría construido en estilo románico, hacia el año 940. En su solar hoy se levanta hoy el Crowne Plaza Brugge Hotel. Los cimientos de la catedral fueron descubiertos en 1995, y son visibles en las bodegas del hotel.




En un mapa del Brujas de la época de Pérez de Maluenda, realizado en 1562 por Marcus Gheeraerts, se han señalado los seis lugares relacionados con nuestro héroe.





APUNTE GENEALÓGICO

Sirva el esquema siguiente para comprender mejor el encaje de Juan Pérez Maluenda en la familia de los fundadores del Palacio de Arriba de Huérmeces. Como puede observarse, los abuelos de Juan Pérez de Maluenda (el flamenco) y Gonzalo Alonso de Burgos (el fundador del palacio de Huérmeces), eran hermanos (Diego Alonso de Burgos "el Buen Regidor" y Lope Alonso de Burgos, respectivamente), y su ancestro común era otro Gonzalo Alonso de Burgos, bisabuelo de ambos, y casado con Catalina Alonso de Carriga.


-En fondo verde, familias Alonso de Burgos y Alonso Maluenda.
-En tinta azul los supuestos fundadores y primeros moradores del palacio (1, 2) en una primera hipótesis, ahora descartada. 
-En fondo azul, Juan Pérez Maluenda, nuestro hombre en Flandes.
-En tinta roja, la línea de los fundadores y sucesivos propietarios del palacio: del 1 al 12, desde Gonzalo Alonso de Burgos a los Condes de Berberana.
-S.S.: sin sucesión.








AGRADECIMIENTOS

Tal y como sucedió en el caso del post anterior (El Palacio de Arriba y los Alonso de Burgos), la mayor parte del contenido de esta entrada ha sido proporcionado por Ignacio Pérez.


ANEXO: DIEGO PÉREZ DE MALUENDA Y DIEGO PÉREZ DE BURGOS

En el árbol genealógico del profesor Hilario Casado Alonso sobre la Genealogía de los Alonso de Burgos -Maluenda,  se recoge que Diego Pérez de  Maluenda casó con Juana de Maluenda y fueron padres de Diego de Burgos.

En esa misma tabla genealógica se recoge que el tercero de los nietos de Lope Alonso de Burgos e Inés Alonso se llama Gonzalo Álvaro de Burgos; sin embargo, yo creo que su verdadero nombre es Gonzalo Alonso de Burgos, quien junto con su mujer Catalina Sanz Pardo son los fundadores del palacio de Arroyuelo de Huérmeces y su mayorazgo.

Al segundo sobrino que heredó el  mayorazgo de Gonzalo y Catalina, el profesor Hilario Casado le llama Alfonso Alonso de Burgos;  yo, en cambio, le llamaba equivocadamente Antonio Alonso de Burgos porque en un documento del PARES en la reseña se le nombraba equivocadamente así (en el documento el nombre figuraba como abreviatura “Aº”), y ante la duda opté por fiarme de la reseña del PARES. Habría sido mejor llamarle por el nombre por el que realmente se le conoce: el capitán Alonso Antolínez de Burgos.

Dicho esto, tengo que discrepar, con todos los respetos, con los enlaces y descendencia que propone el profesor Hilario Casado para Diego Pérez de Maluenda  (casado con Juana de Maluenda y padres de Diego Pérez de Burgos), por las siguientes razones:

-En primer lugar, el hecho de que los padres de Diego Pérez de Burgos se llamen Diego y Juana de Maluenda y que sus abuelos también se llamen Diego y Juana de Maluenda es muy sospechoso. Parece claramente una reiteración, una confusión. Cuando estudié la genealogía de las dos ramas de los Maluendas burgaleses, no encontré ninguna Juana de Maluenda que encajase con la posible esposa de Diego Pérez de Maluenda.

-En segundo lugar, uno de los documentos que fotografié del fondo Berberana, el contenido en la Carpeta "1494 Venta de unas casas en la calle San Llorente", demuestra que Diego Pérez de Maluenda y Diego Pérez de Burgos eran una misma persona: hijo de Diego Alonso de Burgos y de Juana Rodríguez de Maluenda, y hermano de Lope Pérez de Maluenda, de Francisco de Maluenda, de Alvar Pérez de Maluenda. 

Es muy revelador el documento fotografiado adjunto, en el que Diego Pérez de Burgos hace traspaso a su hermano Lope Pérez de Maluenda de una cuarta parte de la casa que ambos heredaron en la calle San Cosme, en el arrabal de Vega, en Burgos, de sus padres Diego Alonso de Burgos y Juana Rodríguez de Maluenda, en un documento firmado por el propio Diego Pérez de Burgos en la ciudad de Brujas el día 10 de mayo del año 1521.




-En tercer lugar, la información contenida en la página de Wikipedia en neerlandés sobre "Juan Perez de Malvenda" confirma que Diego Pérez de Maluenda se casó en 1499  con Marguerite Hanetton.

-En cuarto lugar, las lápidas funerarias de su enterramiento en la antigua iglesia de Saint Donaat de Brujas, recogidas en el libro "Inscriptions funeraires et monumentales de la Flandre Orientale" confirman ese matrimonio. En la pagina 66  se recoge  el dibujo de la lápida antigua donde estaban enterrados Diego (Señor Diego Pérez, filius Diego, natural de Burgos, en España, fallecido el 3-octubre-1538) y Margarita (Margriete, hija del señor Jan Hanneton, esposa de Diego Pérez, fallecida en 1515). En la página 67 se recoge el dibujo de la lápida nueva que colocó su nieto Joannes, y en la que se les nombra Jacobus Perez de Malvenda y Margareta de Hanneton. Allí también estaba enterrado su hijo Juan Pérez de Maluenda y su mujer Magdalena de Chantraines. En ambas lápidas estaba dibujado el escudo de Castillos y Lises de los Alonso de Burgos 

Con estos datos, estoy convencido de que Diego Pérez de Maluenda y Diego Pérez de Burgos son una misma persona: hijo de Diego Alonso de Burgos y de Juana Rodríguez de Maluenda, quien se trasladó de Burgos a Brujas y allí se casó con Margarita de Hanneton, y fueron padres, entre otros, del famoso Juan Pérez de Maluenda.