sábado, 23 de octubre de 2021

Una reciente mata de retama de olor en Las Peñuelas (Quintanilla Pedro Abarca)


A la derecha del pindio camino que une los pueblos de Quintanilla Pedro Abarca y Ruyales del Páramo, tras superar una dura rampa hormigonada, muy cerca ya del límite entre ambos términos, existe un paraje de descriptivo nombre: Las Peñuelas.



Nos encontramos en la orla mesozoica del interesante Diapiro de Quintanilla Pedro Abarca. En Las Peñuelas, no estamos sino ante un afloramiento de rocas calizas Coniacenses, que se extiende hacia el este a través de La Lastra y su parque eólico, llegando por Rallastra y San Vicente hasta el desfiladero de Fuente la Hoz, horadado por el río Úrbel en el término de Huérmeces.



 

Si, pasadas Las Peñuelas, continuáramos remontando el camino, nos toparíamos (ya en el término de Ruyales) con conglomerados del Mioceno, una diferenciación geológica que acarrea un drástico contraste paisajístico: penetraríamos en unas tierras de aspecto árido, con predominio de arenas y arcillas, cárcavas y parajes fuertemente erosionados.




En Las Peñuelas, aparte de su indudable encanto paisajista, encontraremos una pequeña curiosidad botánica. Si visitamos el lugar a principios de julio, observaremos en la misma base del modesto cantil calizo, una vistosa mancha amarillenta, correspondiente a la floración de un arbusto poco conocido -hasta hace pocos años- por estas tierras: la retama de olor (Spartium junceum).

Según nos vayamos acercando a la alargada mata, constataremos el porqué de su apellido, sobre todo en un día soleado: una intensa fragancia domina el paraje, convirtiendo a Las Peñuelas en un auténtico festín para la vista y el olfato. Quizás tengamos que esquivar a alguna que otra abeja, ya que las flores de la retama de olor están catalogadas como melíferas.

Este arbusto de aspecto retamoide, sin espinas, que alcanza fácilmente los 3 metros de altura, se encuentra en la actualidad ampliamente extendido (naturalizado) por todo el país, aunque su área originaria en la península se encuentre en las lejanas serranías béticas y su entorno. Hasta hace relativamente poco tiempo, su presencia en estas tierras norteñas era nula o muy rara.

No deja de resultar sorprendente su presencia en Las Peñuelas, ya que la retama de olor tiene fama de ser una planta poco resistente a las fuertes heladas. Y en estos lares, helar, helaba. Quizás sea una prueba más de la progresiva benignidad de los antaño duros inviernos castellanos. 

 



Hace cuarenta años, cuando Pablo Galán Cela realizó los trabajos de campo para la elaboración de su estudio florístico de La Lora y el Páramo de Masa, únicamente citó una localidad para esta especie: "Quintana del Pino, cuneta (23-VII-1983)", añadiendo que se trataba de una "población muy localizada que hace suponer su origen asilvestrado".




Muchas cosas han cambiado en la Comarca -y en el país- desde entonces, sobre todo en el capítulo de infraestructuras; y este cambio se ha traducido tanto en carreteras de nuevo cuño (como la N-627, Burgos-Aguilar de Campoo, y algún tramo de la A-73, autovía de Aguilar), como en la mejora del firme y trazado de otras muchas (BU-622, la vieja carretera Burgos-Aguilar de Campoo; BU-601, Masa-Villadiego; N-623, Burgos-Santander por El Escudo; CL-629, Burgos-Santoña). En el entorno de la comarca, las dos infraestructuras más destacadas han sido la autovía A-1 (Madrid-Burgos) y la A-67 (Cantabria-Meseta).




Estos constantes y contundentes trabajos de infraestructura conllevan una importante remoción y traslado de tierras, que ciertas plantas asociadas a los arcenes de los viales han aprovechado para su dispersión. Una de esas plantas ha sido la retama de olor, ampliamente utilizada en medianas, áreas de descanso y taludes de autopistas y autovías.




Sin embargo, Las Peñuelas se encuentran algo alejadas de cualquiera de estas infraestructuras aludidas, por lo que suponemos que su llegada a este paraje se ha debido a otro acontecimiento mucho más reciente: las últimas plantaciones de pinos, ejecutadas en esta zona hace unos quince años (2006). 




En el entorno de Las Peñuelas, junto a las plantaciones de pinos, prosperan un buen número de pequeñas matas de retama de olor que, si bien no alcanzan el tamaño y densidad de la existente en aquel paraje, si denotan un origen ligado a las plantaciones de pináceas. El papel de las aves frugívoras, en su condición de dispersoras de semillas, tampoco puede despreciarse. La tierra, recién removida por las plantaciones, supondría un lecho ideal para que las semillas de la retama de olor acabaran por germinar.




Junto a la mata de retama de olor, aparece otro arbusto, en este caso un habitual de los canchales originados al pie de los cantiles calizos de la comarca: el pudio o aliso bastardo (Rhamnus alpinus), cuyo follaje verde oscuro sirve de contrapunto a la espléndida floración de la retama. Este arbusto es natural de la zona, por lo que su presencia en Las Peñuelas es completamente independiente de las últimas plantaciones de pinos. 




Si comparamos la foto aérea de finales de los años setenta del pasado siglo (IRYDA) con las ortofotos del SIGPAC de los años 2005, 2009 y 2020, constataremos varias diferencias:

  • en la foto del IRYDA (c. 1978) se observa escasa cobertura vegetal arbustiva, encontrándose completamente "pelado" casi la totalidad del terreno; estamos en unos años en los que campos, riberas y montes aún no manifestaban suficientemente la regeneración originada por la drástica reducción en los aprovechamientos ganadero y antrópico, iniciada a principios de los años sesenta, cuando más fuerte se hizo el éxodo rural; no se aprecia la existencia de mata arbustiva alguna al pie de Las Peñuelas, únicamente pequeños afloramientos rocosos; tampoco en la pequeña meseta rocosa superior se observa mata alguna de encina.



  • en la ortofoto del SIGPAC 2005 ya se observan (flechas amarillas) varias matas de pudio (Rhamnus alpina) y un buen ejemplar de majuelo (Crataegus monogyna) al pie de los cantiles calizos de Las Peñuelas; también aparece un molino del parque eólico de La Lastra, recientemente levantado (2003); y en la meseta superior de Las Peñuelas, también se vislumbra alguna pequeña mata de encina



  • en la ortofoto del SIGPAC 2009 se observan los alineamientos provocados por las últimas plantaciones de pinos, realizadas apenas tres años antes (2006); aparte de varias matas de pudio y el ejemplar de majuelo, también aparece (flecha verde) una incipiente mata de retama de olor (Spartium junceum)



  • en la ortofoto del SIGPAC 2020 ya se aprecia claramente (flechas verdes) la alargada mata de retama de olor, además de las de pudio, majuelo y otras matas arbustivas (escaramujo), con un mayor desarrollo general de la vegetación herbácea; también se aprecian ya los pinos plantados catorce años antes
 



LA RETAMA DE OLOR, UNA ESPECIE VEGETAL EN CONTINUA EXPANSIÓN

El área natural de la retama de olor (Spartium junceum) se extiende por el sur de Europa, norte de África, Turquía, Oriente Próximo y Macaronesia; en la Península Ibérica, se supone que es nativa de las cordilleras béticas, habiéndose naturalizado en la práctica totalidad del territorio nacional.




Debido a su amplio uso como planta ornamental, y a su alta capacidad de naturalización, se ha extendido por todo el mundo, sobre todo en zonas con un clima similar al mediterráneo. Hasta el punto de que, en alguno de ellos (Bolivia, Perú, Argentina, Australia...) se ha convertido en una especie invasora. Lo mismo sucede en Canarias, estando completamente prohibida su introducción.



En su área de origen, prospera en barrancos húmedos y márgenes de ríos y arroyos, sobre suelos básicos; en el resto del territorio, lo hace en márgenes de carreteras y cerca de lugares habitados.

Esta planta vive sobre todo tipo de suelos, calizos, pedregosos, arenosos, áridos y pobres. Requiere algo de humedad edáfica en verano. Siempre en orientaciones soleadas. Es considerada planta venenosa, por la presencia del alcaloide citisina, tanto en flores como en semillas.

Florece de junio a agosto. Durante la floración resulta una planta muy vistosa por sus largos racimos de flores amarillas de agradable aroma, por lo que se utiliza como especie ornamental en muchos parques y jardines. Se esencia se utiliza en aromaterapia.



NOMBRE CIENTÍFICO

Spartium: deriva del griego spartion, voz que designa a varias plantas productoras de fibras textiles y empleadas para hacer ataduras

junceum: voz latina que significa "como un junco", en referencia al aspecto que presentan los tallos de la planta 



NOMBRES COMUNES 

Castellano: retama de olor, genista, retama, gayomba, gayombo, gayumba, retama de flor, retama macho, retama de los jardines, genista de España, hiniestra, canarios

Catalán: ginesta, ginestera

Euskera: Erratz, gai-on-bat, espartzu, gamuka, sarga

Portugués: Giesteira

Italiano: Ginestra di Spagna

Inglés: Spanish Broom (a veces, también recibe este nombre el piorno, Cytisus purgans, que crece en las montañas del Sistema Central, Ibérico, Pirineos y Picos de Europa)

Francés: Genêt d'Espagne, Joncier

Alemán: Wohlriechender Edelginster   

Según Dioscórides, el fruto y la flor de esta planta "purgan por arriba con gran vehemencia", y el fruto relaja el vientre.

Fue una de las muchas plantas utilizadas en la antigüedad para obtener fibras  para cuerdas y labores de espartería.


BANDA SONORA

La retama de olor, la genista, aparece en una conocida canción, compuesta por un no menos conocido cantautor mediterráneo; así reza en el último de sus archi famosos párrafos:


En la ladera de un monte
Más alto que el horizonte
Quiero tener buena vista
Mi cuerpo será camino
Le daré verde a los pinos
Y amarillo a la genista


Qué más puede pedírsele a una canción utilizada como banda sonora de este botánico post: no solo mienta a la planta protagonista del mismo, sino que también lo hace con la que -presuntamente- posibilitó su aterrizaje en Las Peñuelas: el pino. Y aunque, hoy por hoy, no puede decirse que estos lares posean un clima mediterráneo, todo llegará. Puede que algún día, no muy lejano, nuestras achaparradas y pinchudas aulagas (Genista scorpius) sucumban ante el arrollador avance de esta especie oportunista e invasora, de talla nórdica, aunque de indudable buen aroma (y carente de espinas).


Mata de encina en la zona superior de Las Peñuelas; al fondo, jóvenes pinos en la ladera de La Lastra



FUENTES

-Catálogo de especies vegetales a utilizar en plantaciones de carreteras. MOPU. Dirección General de Carreteras. Madrid (1990) [página 365]

-Flora Ibérica. Plantas vasculares de la Península Ibérica e Islas Baleares. Santiago Castroviejo y otros (eds.) Real Jardín Botánico, CSIC. Volumen VII(I), Madrid (1999) [pp. 206-208]    http://www.floraiberica.es/

-Contribución al estudio florístico de las comarcas de La Lora y Páramo de Masa (Burgos). Pablo Galán Cela. Fontqueria, XXX. Madrid (1990) [página 81]

-Árboles y arbustos de Europa. Oleg Polunin. Ediciones Omega. Barcelona (1978) [páginas 110 y 212]

-Plantas medicinales. El Dioscórides renovado. Pío Font Quer. Editorial Labor. Barcelona (1983) [páginas 355-356]

-Inventario español de los conocimientos tradicionales relativos a la Biodiversidad, CSIC: Spartium junceum



ACTUALIDAD CULTURAL



En el barrio sevillano de Triana puede admirarse, hasta el próximo día 30 del actual, una exposición de pintura con obras de Ana Morales López. La exposición lleva por título "Los colores del agua y otros paisajes".

Entre las obras expuestas, encontraremos una que llamará sobremanera la atención de cualquier farol que resida en Sevilla o que por allí se acerque en condición de turista.

El paraje sombreado por el "chopo inclinado del puente Miguel" constituye, sin duda, uno de los rincones más fotogénicos de Huérmeces. Bien en su facies otoñal, con las amarillentas hojas recién caídas flotando sobre las oscuras aguas del Úrbel; bien en su facies temprano estival, con las flores de los nenúfares asomando por entre sus anfibios "platos".

Un buen día, Fernando, hijo de faroles, residente en Barcelona, y artista polifacético, realizó una fotografía del lugar. Por avatares diversos, la fotografía acabó en manos de la pintora madrileña Ana Morales, que debió de apreciar el valor estético del lugar, decidiéndose a realizar una interpretación pictórica de la imagen captada por la fotografía.

La autora ha titulado la obra "Río Úrbel, Huérmeces". En la tabla, se observa algún añadido botánico extra comarcal, como la mancha rosácea que se aprecia al fondo, en la ribera izquierda del río; también ha incrementado la intensidad lumínica que llega al agua, adquiriendo el paraje un toque "sureño", más cálido, incluso "monetiano". Una bonita composición, sin duda.

El puente fue levantado por canteros cántabros allá por el siglo XVII, como parte de la ruta seguida por el entonces importante Camino Real de Burgos a Reinosa y Santander. 

Que yo sepa, escasa es la colonia farola de Sevilla; aún así, supongo que alguno de sus miembros no dejará pasar la ocasión de disfrutar de esta visión personal del viejo chopo torcido del Puente Miguel, o puente del barrio de La Parte o Puente Canterillo, que por cualquiera de los tres nombres es conocido el no menos viejo puente de piedra que cruza el Úrbel.





Un miembro de la exigua colonia farola en Sevilla, José Enrique Alonso (Hces, 1961), ha visitado la exposición esta mañana de sábado, y nos envía unas fotos en las que, aparte del chopo inclinado del Puente Miguel, aparecen dos pinturas más, ambas con nenúfares y ninfeas como motivo principal.

  








viernes, 8 de octubre de 2021

Zumel y Fontúrbel: dos apellidos toponímicos en el Huérmeces de antaño


Si consultamos los padrones de población de Huérmeces correspondientes a los últimos años del siglo XIX y primeros del XX comprobaremos la presencia de dos apellidos de claro origen toponímico: Zumel y Fontúrbel.

Ambos toponímicos son originarios de las poblaciones homónimas (o casi) Zumel y Fuente Úrbel, situadas en el valle del Úrbel; la primera en su curso medio, la segunda en la cabecera del río.

En Huérmeces, el apellido Zumel tuvo un corto recorrido, ya que llegó durante el primer tercio del siglo XIX y desapareció de sus padrones durante las dos primeras décadas del siglo XX (en el Padrón de 1924 ya no constaba ningún Zumel). Apenas un siglo de presencia en Huérmeces. 

Hasta dónde hemos podido saber, el apellido Zumel llegó a Huérmeces hacia el año 1826, al contraer matrimonio un natural de Lodoso (Vicente Zumel del Río) con una natural de Huérmeces (Aniceta de la Ornilla Varona). Francisco Zumel, el padre de Vicente, era natural, a su vez, de Pedrosa de Río Úrbel.

Fruto de aquel matrimonio nació Evaristo Zumel Ornilla (Hces, 1827), con el que se inició la efímera saga de los Zumel en la localidad de Huérmeces.

El apellido Fontúrbel, sin embargo, se mantuvo durante más de dos siglos en los padrones del pueblo, ya que existía -al menos- desde mediados del siglo XVIII y llegó vivo a la primera mitad de los años 50 del siglo XX.

Ya a mediados del siglo XVIII existían al menos dos familias que portaban ese apellido. Según el Catastro de Ensenada (1752), en los tiempos de la famosa pesquisa figuran como vecinos del pueblo Andrés Fontúrbel Santiago Fontúrbel, labrador el primero y escribano el último, motivo por el cual su nombre aparece en diversos documentos de la época.

Durante toda la segunda mitad del siglo XIX el apellido Fontúrbel era muy habitual en los padrones de población de Huérmeces. En algunos casos, la procedencia de este apellido parece ser foránea: Montorio (familia Marcos Fontúrbel), Quintanilla Sobresierra (familia Fontúrbel Marcos), Quintanilla Pedro Abarca (Fontúrbel González), Ruyales del Páramo (Fontúrbel Gil); en otros casos, sin embargo, parece tratarse de un apellido ya consolidado en los padrones desde décadas anteriores (familias Blanco Fontúrbel, García Fontúrbel, Ubierna Fontúrbel y Alonso Fontúrbel).


LA FAMILIA ZUMEL FONTÚRBEL EN EL HUÉRMECES DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

A mediados del siglo XIX, había surgido en Huérmeces una familia que combinaba ambos apellidos toponímicos, al producirse el matrimonio entre Evaristo Zumel Ornilla (Hces, 1827) y Antonia Fontúrbel Marcos (Montorio, 1830). Fruto de aquella unión nacieron varios hijos, de tres de los cuales ha quedado constancia en los padrones correspondientes: Evarista (1859), Tecla (1865) y Pablo Zumel Fontúrbel (1872).  

Evarista, Tecla y Pablo contrajeron matrimonio (1886, 1889 y 1894) con tres personas naturales de Huérmeces: Tomás Ibáñez, Ciriaco Calle y María de la Paz Villalvilla, respectivamente. Hasta donde hemos podido saber, las familias Ibáñez Zumel, Calle Zumel y Zumel Villalvilla abandonaron Huérmeces a lo largo de los años finales del siglo XIX y primeros del XX.

  • En los padrones municipales queda constancia de cuatro hijos pertenecientes a la familia Ibáñez Zumel: Nicolás (Hces, 1889), Inocencia (Hces, 1893), Inocencio (Hces, 1894-1913) y Francisca (Hces, 1896). Inocencio falleció a la temprana edad de 19 años, victima de tuberculosis, y trabajó como jornalero. Los padres, Tomás y Evarista, trabajaron como pastores. Vivieron en una de las casas del barrio de Mercado.
  • La familia Calle Zumel se estableció en la capital provincial hacia el año 1893. Criaron a nueve hijos, de los que al menos los dos primeros (Antonia -1890- y Juliana -1891-) nacieron en Huérmeces, mientras que los siete restantes (Eusebio, Liborio, Clotilde, Milagros, Mª Concepción, Tomasa y Juana) lo hicieron ya en Burgos. Liborio falleció muy joven, a los 21 años. Antonia, por el contrario, rozó la edad centenaria, al fallecer a los 99 años.
  • De la familia Zumel Villalvilla queda constancia de tres hijos: Maximiliano (Hces, 1894), Trinidad (Hces, 1895) y Emiliano (Hces, 1897). Según el padrón de 1899, Pablo Zumel Fontúrbel, el padre, trabajaba como jornalero fuera de Huérmeces, mientras el resto de la familia vivía en el palacio de Arroyuelo.  

Tecla Zumel Fontúrbel enviudó en 1918, y regentó durante mucho tiempo una lechería en el barrio de Huelgas. Falleció en 1955, a los 90 años de edad.

De los fundadores de la familia Zumel Fontúrbel podemos añadir que Evaristo Zumel Ornilla vivió en Huérmeces la totalidad de su existencia, falleciendo en 1905, a los 78 años de edad. Su esposa, Antonia Fontúrbel Marcos, fallecería en Huérmeces alrededor del año 1889, ya que aparece en el padrón de 1886 y no lo hace en el libro de fallecimientos del registro civil, que se inicia en 1890. 


EL CURIOSO EXPEDIENTE DE PABLO ZUMEL FONTÚRBEL, MOZO DE LA QUINTA DE 1891, Y DE SU PADRE, EVARISTO ZUMEL ORNILLA

Como ya contamos en una anterior entrada, Dos faroles apagados en La Habana (1897-1898), en el "sorteo de quintos" de aquel lejano 1891 estaban incluidos cuatro mozos nacidos en 1872, entre los que se encontraba (clasificado con el nº 1), Pablo Zumel Fontúrbel.

En el acto público de declaración de soldados, celebrado en los locales municipales el domingo 8 de febrero de 1891, el padre de Pablo, Evaristo Zumel Ornilla, viudo y de 62 años de edad, alegó como causa eximente de la obligación de prestación del servicio militar que Pablo era el único hijo varón que tenía, y que su presencia en casa resultaba imprescindible para que su padre, sexagenario y "pobre", pudiera salir adelante.

Ya hemos comentado que Pablo tenía únicamente dos hermanas, Evarista y Tecla, ambas mayores que él; la primera ya casada, la segunda, soltera y de 22 años de edad. 

El Ayuntamiento le concedió a Evaristo quince días de plazo para que probara los extremos alegados: que su hijo Pablo era su único hijo varón y que los recursos económicos de la familia eran lo suficientemente reducidos como para que pudiera calificarse como "pobre".

El expediente se alargó considerablemente en el tiempo, ya que la exención del mozo Pablo Zumel Fontúrbel tendría efectos sobre los reemplazos de 1891 y los tres años siguientes: 1892, 1893 y 1894. 

Dentro de las actuaciones relacionadas con el reemplazo de 1894, se conserva un curioso expediente instruido por el Ayuntamiento de Huérmeces en marzo de 1894, titulado "Información del mozo Pablo Zumel Fontúrbel, perteneciente al reemplazo de 1891". 

Durante el desarrollo del proceso instructor, el Ayuntamiento nombró a dos peritos tasadores, los vecinos del pueblo Luis Tudanca y Mariano Alonso, para que valorasen los bienes de Evaristo Zumel, el padre de Pablo, a fin de demostrar que aquel era persona de escasos recursos económicos, por lo que la prolongada ausencia de su hijo podría ocasionarle serios perjuicios.

Esta especie de "certificación de pobreza" consistió en la tasación de todas las propiedades de Evaristo: tierras, montes, ganado, casa y carro; además, se descontaron sus deudas personales e impositivas. El resultado de la tasación se resume en el cuadro siguiente: 

 


El expediente se resolvió con el acuerdo del Ayuntamiento de Huérmeces por el que se certificaba que Evaristo Zumel era sexagenario, pobre y padre de un único hijo varón. A consecuencia de esta certificación, Pablo Zumel Fontúrbel fue eximido de realizar el servicio militar, se casó con María Paz Villalvilla Hidalgo, tuvieron tres hijos (Maximiliano, Trinidad y Emiliana) y abandonaron Huérmeces siendo aún una joven familia.

En el expediente aparecen también nombrados, como parte interesada, dos mozos sorteados en los reemplazos de 1891 (Inocencio Díez Díaz-Villalvilla) y 1890 (Domingo Arribas Serna), ya que la exención de Pablo Zumel podría ocasionar que ellos tuvieran que realizar el servicio militar y ser destinados a Ultramar lo que, en aquellos años, suponía un riesgo serio de muerte. Eso es lo que le ocurrió a Inocencio Díez Díaz-Villalvilla, que fue destinado a Cuba y allí falleció en 1897, a los 24 años de edad.


ZUMELES Y FONTÚRBELES EN LOS PADRONES DE POBLACIÓN DE HUÉRMECES (1886-1955)

Para la elaboración de siguiente tabla se han tenido en cuenta los datos incluidos en los padrones de población de Huérmeces correspondientes a los años 1886, 1896, 1899, 1924, 1930, 1935, 1940, 1945, 1950 y 1955. 

En aquellos tiempos, era relativamente frecuente el cambio de residencia, por lo que en el campo "domicilio" se ha consignado el último conocido o el más representativo para el vecino en cuestión; en cuanto a "ocupación" se ha consignado la más conocida o representativa, en un tiempo en el que era frecuente compaginar el trabajo de labrador con otras tareas más o menos profesionales (tabernero, carnicero, molinero ...); en el caso de las mujeres, aparte de su evidente trabajo como labradoras, se ha considerado la profesión del marido, independientemente de que colaboraran o no en aquella; en el caso de menores de edad, el campo "ocupación" se ha dejado en blanco. 

El listado incluye a un total de 37 personas que portaron los apellidos Zumel y/o FontúrbelSe ha resaltado en negrita a las tres personas que portaron ambos apellidos. Es posible que la relación sea incompleta, debido a las siguientes peculiaridades de los padrones seleccionados:

  • En el padrón de 1886 (padrón de cédulas personales) solo figuraban las personas con una edad superior a los 14 años
  • En el padrón de 1896 solo figuran los vecinos residentes en el casco urbano, por lo que faltan los habitantes "en diseminado" (molinos de Alba, Retuerta, Berlanga y Cigatón, casa de Castilla, casa de Miguel y palacio de Arroyuelo)
  • Faltan los padrones de población entre los años 1899 y 1924
  • A partir de 1930 se han considerado, únicamente, los padrones de cada cinco años: 1935, 1940, 1945, 1950 y 1955
  • En el padrón de 1960 ya no figura ninguna persona con apellidos Zumel y/o Fontúrbel   





EL ORIGEN DE LOS APELLIDOS TOPONÍMICOS ZUMEL Y FONTÚRBEL: SENDAS ALDEAS EN EL VALLE DEL RÍO ÚRBEL 




ZUMEL

Zumel es una localidad (41 habitantes) perteneciente al municipio de Valle de Santibáñez. Nunca fue una población grande, alcanzando su mayor censo a mediados del siglo XIX (223 hab en 1857).

Aparece citada por vez primera en el Cartulario del Monasterio de Oña, en el año 1014, como Çomele. Sobre la etimología del término, tenemos la justificación antropónímica, por la que tendría un posible origen mozárabe derivado del nombre personal Somail; y la fitonímica, por la que derivaría del término vasco o ibérico zumel (con el significado de mimbrera). 

Durante los tiempos inmediatos a la repoblación medieval Zumel perteneció al alfoz de Mansilla, al igual que Huérmeces y otros muchos lugares situados en el valle medio del Úrbel.




Según el Libro Becerro de las Behetrías, a mediados del siglo XIV Zumel (Çumel) se encontraba incluido en la merindad de Castrojeriz, y era un lugar de behetría de Lope Díaz de Rojas y Fernando Sánchez de Tobar, tributando a un total de 12 diviseros, además de la martiniega, que entregan al monasterio de San Salvador de Palacios de Benaver.




El Catastro de Ensenada (1752) nos cuenta que Zumel tenía 37 vecinos y cinco viudas (Bibiana Varona, Juliana Cuesta, Lucía Vivar, Manuela Ortega y María Alcalde); su caserío, 43 casas, de las que 4 no eran habitables; una taberna; tres molinos harineros (el de Hartaviejas, propiedad de la marquesa de Benamejí; el Veraniego, propiedad de varios vecinos del pueblo; y el Nuevo o Bajero, propiedad de varios vecinos forasteros); dos tratantes de lienzos (Jacinto Villalba e Isidoro Villanueva); un tejedor de lienzos (Matías Arnáiz); un cardador de lana (Francisco Bartolomé); 18 vecinos labradores (apellidos Alba, Alcalde, Alonso, Angulo, Arnáiz, Alba, del Barrio, Cuesta, García, González, Miñón, Nebreda, Ortega, Peña, Pozo, del Río, Rojo y Villalba); 11 vecinos jornaleros (apellidos Alcalde, Alonso, Angulo, del Barrio, García, Nebreda y Páramo); 7 criados; no había pobres de solemnidad; un clérigo presbítero (Simón Campo Varona) y una media ración vacante. En total, la población del pueblo alcanzaría la cifra de 165 habitantes.



Según el Diccionario de Madoz, a mediados del siglo XIX existía en Zumel una ermita, dedicada a San Juan; según el mapa de Coello, estaría situada al este del caserío, inmediata a este.




Zumel se sitúa en el curso medio del río Úrbel, a unos 32 km del nacimiento del mismo. Se encuentra recostado sobre la ladera oriental de las amplias parameras limitadas por el río Ruyales (al oeste) y el Úrbel (al este). El caserío se sitúa a unos 870 m de altitud, y las parameras aludidas a unos 950 m. El abastecimiento de agua surge de la referida ladera del páramo (manantial de la Cuesta del Caño); su caserío se encuentra articulado en torno a tres barrios: Quintanaseca, de la Iglesia y de la Torre. Al lado del cementerio, antes de entrar en el pueblo por la carretera, observaremos a un chopo de grandes dimensiones. Dentro del término existen muchas otras "chopas" de buen tamaño.




La iglesia, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, se levanta sobre un pequeño promontorio a la entrada del pueblo y, por la presencia de grietas y abundantes contrafuertes (algunos de hormigón), ha debido presentar importantes problemas de estabilidad. La fábrica original del edificio se remontaría a finales del siglo XIII o principios del XIV (gótico) quedando escasos restos de esa época (el más evidente es el vano existente en el paño central de la cabecera poligonal -hoy cegado- muy estrecho y apuntado, decorado con simples molduras).




Todo el edificio parece haber sido recrecido en altura. A la cabecera se le dotó de ventanales en los paños laterales, renacentistas. La nave, predominantemente renacentista, se encuentra dividida en tres tramos (además del presbiterio). La torre (1652) tiene dos cuerpos, y su sencillez estética se encuadra en el clasicismo tardío; de la misma época data la escalera de caracol adosada al lado sur de la torre. La sacristía, adosada al lado sur del primer tramo del edificio, data de principios del XVII o finales del XVI.




En el interior, destaca el retablo mayor, churrigueresco con incipientes rasgos rococó. Atribuido al maestro José García, en torno a 1750. Su arquitectura se adapta perfectamente a la cabecera poligonal, respetando los dos ventanales laterales renacentistas, aunque cegando el central (el más antiguo, gótico). A pesar de su escasa altura, el retablo se encuentra dividido en cinco calles, algo poco frecuente en la Comarca, y tiene un remate en forma de cascarón. Se observa una clara tendencia a romper las típicas compartimentaciones verticales y horizontales de la mayoría de los retablos de la época, con una calle central dotada de un carácter ascensional. La hornacina principal está presidida por la imagen -algo tosca- de Nuestra Señora de la Asunción y, a sus lados, esculturas de San Pedro, San Pablo, San José y San Juan Evangelista (la mejor). En el cascarón de remate, una hornacina ocupada por una escultura de San Roque.




Tal y como sucede en muchas otras iglesias católicas, su interior también se encuentra amueblado por otros retablos; en la que nos ocupa, están dedicados al Santo Cristo, a Nuestra Señora del Rosario, a las Ánimas del Purgatorio y a San Miguel.

 


 

La torre de Zumel consiste en un torreón de perfil rectangular, de 10x9 metros, rodeado de una cerca por todos los costados excepto por el septentrional, formando un pequeño patio de armas. Su origen se remonta a mediados del siglo XV y a la familia Ulloa. Resultó muy transformada durante el siglo XVI, al ser adquirida por los Bernuy, familia supuestamente originaria de Francia, que llegó a Burgos procedente de Ávila. En 1516, Diego de Bernuy compró a los Ulloa, la torre, el molino y la heredad de Zumel, en un intento por asimilarse a la nobleza de viejo cuño, mostrando así su vinculación a la tierra, tal y como hicieron otras muchas familias de comerciantes en el Burgos de la época.


LOS OTROS ZUMELES

UN ZUMEL HIDROLÓGICO

En la vertiente meridional de los Picos de Urbión se originan varios cursos de agua, el más conocido de los cuales recibe el nombre de Duero, naciendo a unos 7 km al NE de la localidad soriana de Duruelo de la Sierra.

A unos 5,5 km al NW de esa misma localidad nace otro río mucho más corto y menos conocido: el río Zumel. Se origina en los neveros situados a unos 1650 m de altitud, en un paraje montañoso denominado Peñas Amarillas, y en su corto recorrido de apenas 16 km de curso, drena parte de los términos de las localidades burgalesas de Regumiel, Canicosa y Quintanar de la Sierra.




En Quintanar, el río Zumel desemboca en el Arlanza poco después de pasar por el polígono industrial de "El Majano"; el Zumel constituye el primer afluente importante del Arlanza por su margen izquierda.

El trazado de la carretera que comunica Quintanar y Duruelo aprovecha precisamente una parte del curso del río Zumel, remontándolo y salvando los poco más de 110 m de desnivel existentes entre ambas localidades.


UN ZUMEL OROGRÁFICO

A unos 3 km al sureste de la ciudad de Jaén existe un prominente y aislado cerro calizo, de perfil semi cónico, sobre el que se alzan las ruinas de un castillo y su aljibe: se trata del denominado Castillejo de Zumel (o Zumbel).

A la pequeña fortaleza se le supone un origen almorávide (siglo XI), aunque posteriormente fuera utilizada por los cristianos, tras la conquista de Jaén (1246), como punto de vigilancia, por su estratégica situación sobre el antiguo camino de Granada.




En el siglo XVII habitó, en el interior de su enorme aljibe, el ermitaño Lázaro de San Juan. Hoy en día son escasas las ruinas visibles de la fortaleza, aunque el aljibe, excavado en la roca, se conserva bastante bien; también se aprecia la existencia de un camino medieval, muy deteriorado, y una mina de agua de origen musulmán; en sus inmediaciones, se levanta una casería.

Se supone que el topónimo fue traído por pobladores cristianos procedentes del norte de la península (Navarra o Burgos). Otros afirman que se deriva del término árabe "al-Sumayl al-Kilábi". 


UN CASI ZUMEL

En el municipio navarro de Orísoain (79 hab), situado en la comarca de Tafalla, a unos 30 km al sur de Pamplona, existe un paraje denominado Zumabeltz, que algunos han propuesto como supuesto origen del vocablo Zumel.



 


EL APELLIDO ZUMEL EN ESPAÑA


En España, hoy en día, portan el apellido Zumel un total de 558 personas: 295 lo hacen como primer apellido, y 263 como segundo. Se trata, pues, de un apellido poco común en nuestro país. La mayor parte de las personas que lo portan residen en las provincias de Palencia, Valladolid, Burgos y Cantabria.

Por lo constatado en internet, también en algunos países sudamericanos (Argentina) parece existir una numerosa "colonia" de zumeles. 


ZUMELES CÉLEBRES

El azar ha ocasionado que tres personajes hayan pasado a la historia bajo idéntico epígrafe, "Doctor Zumel", aunque sus nombres de pila fueran claramente diferenciables (Juan, Pedro y Mariano), sus profesiones nada parecidas (político, teólogo y médico), y sus vidas se desarrollaran muy separadas en el tiempo (siglos XV, XVI y XX) y en el espacio (Burgos-Valladolid, Alcalá-Málaga-Sevilla y Valladolid-Madrid).

-Juan de Zumel (Valladolid o Burgos, c. 1473 - Burgos, 1534): conocido bajo el tratamiento protocolario de "Doctor Zumel", este político castellano del siglo XVI saltó a la fama por su activa participación en las Cortes de Valladolid de 1518, al manifestar su oposición a las concesiones de cargos a extranjeros por parte del nuevo monarca, Carlos I. Durante la revuelta comunera (1520-1521), sin embargo, logró la sumisión de Burgos al poder real, pacificó Valencia y condenó a los rebeldes de Toledo; esta actitud le valió mercedes del monarca, y la acusación de traidor por parte de los comuneros. Fue alcalde mayor de Burgos y escribano mayor; en Valladolid, fue regidor y protector del Hospital de Esgueva. Una antigua barriada de la ciudad de Burgos (hoy calle), situada en las cercanías del Monasterio de San Agustín (MOSA) lleva -en su memoria- el nombre de "doctor Zumel".

-Pedro Sánchez o Pedro de Zumel (Zumel, c. 1515 - Sevilla, 1588): hijo de una familia acomodada, propietaria de casas, tierras, ganados y molinos, el joven Pedro pudo estudiar en la Universidad de Alcalá de Henares: Filosofía (1533), Bachiller en Artes (1534), Teología (1542) y, finalmente, Doctor Teólogo (1543). Al año siguiente, el "Doctor Zumel" oposita a una canongía, la Magistral en Málaga, obteniendo más votos que los ocho opositores restantes. El Obispo de Málaga le nombra Visitador, y también trabaja como censor de libros, ante los "peligros luteranos" que podrían  entrar en la ciudad a través de su puerto. En 1562 fue enviado al Concilio de Trento por el Obispo malacitano y, a la vuelta del largo viaje y prolongada estancia, fue nombrado Magistral en Sevilla (1564), cargo que ocuparía hasta su muerte. Fue sepultado en la catedral de Sevilla. En su testamento, mandó fundar una capellanía en la iglesia de su pueblo natal, Zumel. Quizás, su estancia en Trento reforzó aún más su fe en la oración de los vivos como ayuda para que las almas de los difuntos realizaran un más rápido tránsito purgatorial.

-Mariano Fernández Zumel (Valladolid, 1907 - Madrid, 1997): médico cirujano, licenciado en medicina por la Universidad de Valladolid (1930), el joven "Doctor Zumel" trabajó pensionado en varios países europeos (Francia, Austria, Alemania); estuvo muy ligado a la fiesta de los toros, a los toreros y al tratamiento de sus graves cogidas; un hermano suyo (Ramón) fue banderillero y ganadero de bravo. Fue un habitual en la prensa taurina de la segunda mitad del siglo XX.

Aparte de los tres "doctores Zumel" existieron otros portadores del apellido que aparecen en numerosos documentos de siglos pasados. Por nombrar solo uno:

-Francisco Zumel (Palencia, 1540 - Salamanca, 1607): mercedario, filósofo, teólogo y eclesiólogo, muy activo en la polémica entre "tomistas" (seguidores de Santo Tomás de Aquino) y "molinistas" (seguidores de Luis de Molina); existe un retrato suyo, obra de Zurbarán, datado hacia 1633 y expuesto en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. 




FONTÚRBEL - FUENTE ÚRBEL

Fuente-Úrbel es una pequeña localidad (24 hab) perteneciente al municipio de Basconcillos del Tozo. Su censo más poblado se alcanzó a durante la segunda mitad del siglo XIX, llegando apenas a los 120 habitantes.

Aparece citado por vez primera en un documento del año 1192 (relativo a la  fundación del monasterio de Santa Cruz de Valcárcel) como Monasterium Sancti Vincenti de Urbel; ya en 1244 aparece con su nombre actual Johannes de Fuent-Urbel.

Perteneció al alfoz de La Piedra, al igual que la mayor parte de las aldeas que conforman el curso alto del rio Úrbel.




Según el Libro Becerro de las Behetrías, a mediados del siglo XIV Fuente Úrbel (Fuente Hurbel) se encontraba incluido en la merindad de Villadiego y, aunque era un lugar solariego de Garci Fernández Manrique y Garci González Barahona, se encuentra yermo (despoblado) por entonces.




El Catastro de Ensenada (1752) nos dice que Fuente Úrbel tenía 21 vecinos, una viuda y dos habitantes; su caserío, 27 casas, todas habitables; una taberna, regentada por Antonio del Amo, que también ejercía de arriero, trajinando con cuatro caballerías menores en la conducción de vinos por varios lugares del entorno; 20 vecinos labradores, de los cuales 6 eran mayores de 60 años (apellidos Alcalde, Álvaro, Amo, Arroyo, Barriuso, Díez, Fernández, García, López, Martínez, Ontillera, Prado y Rojo); un jornalero (Pablo Álvaro); un criado (Domingo Fernández); un pastor de ganados lanar y cabrío (Lucas Santamaría); un presbítero cura y capellán servidor (Pedro Barriuso); tres molinos harineros (uno propiedad del Concejo; otro propiedad de Pedro Barriuso y otros cinco vecinos del pueblo; y un tercero de José Acero, vecino de La Piedra).




Un siglo más tarde (Madoz, 1852), únicamente aparece citado uno de aquellos tres viejos molinos consignados en el Catastro de Ensenada. 



  

Como su propio nombre indica, es el lugar del nacimiento del río Úrbel, en las altas tierras del Tozo, en una zona de gran interés geológico y paisajístico. Caserío distribuido en dos barrios: el principal y el denominado "de la Isla", situado al SW del anterior, y amparado por la ermita (hoy arruinada) de la Inmaculada.




La iglesia, dedicada a Santa María, tiene su origen en el tránsito entre los siglos XII y XIII, en claro estilo románico. De esta época data la cabecera y parte de la nave, reformada a finales del XIV. La torre es más moderna, del XVI. El ábside, en su exterior, está dividido en tres paños mediante dos semicolumnas adosadas coronadas en sendos capiteles. En el paño central se abre una ventana en arco de medio punto decorado con roleos vegetales. Es tipo de labra recuerda a la del ábside de la cercana iglesia de La Piedra.




La portada original constituye hoy el acceso a la sacristía. En el interior, un arco triunfal ligeramente apuntado, apoyado en una pareja de columnas rematadas en capiteles. Las escenas representadas en hacen referencia a la Tregua de Dios y a la Lucha entre el Bien y el Mal. El ábside está decorado por una arquería de cinco arcos, cuyos capiteles muestran motivos vegetales, arpías, un león, cabecitas dispuestas en dos niveles y una extraña escena en la que una figura sostiene con unas tenazas un objeto apoyado en un yunque al que otro personaje golpea con un martillo mientras un ave come de ello y defeca sobre un caldero: supuesta representación de un pasaje de la nórdica saga de Thidrek. Un capítulo interesante para escritores de la Iberia Mágica, sin duda. En general, la decoración interior del ábside recuerda a la existente en varias iglesias situadas al norte y oeste de Villadiego.




También existe una arruinada ermita dedicada a la Inmaculada, levantada en 1650 por Domingo Álvaro, cura beneficiado de Fuente Úrbel y San Mamés de Abar, y Comisario del Santo Oficio.



 



EL APELLIDO FONTÚRBEL EN ESPAÑA


En España, hoy en día, portan el apellido Fontúrbel un total de 124 personas: 57 como primer apellido y 67 como segundo. Podemos considerar a este apellido como muy poco común en nuestro país, aunque incluyamos a sus dos variantes: Fuenteúrbel (11 personas: todas como segundo apellido) y Fuentúrbel (58 personas: 21 como primero y 37 como segundo). La mayor parte de las personas con este apellido residen en las provincias de Palencia, Burgos y Vizcaya.  

En internet aparecen diversas personas portadoras del apellido Fontúrbel, residentes en Bolivia, Chile, Argentina, USA y Mejico, entre otros países.


FONTÚRBELES CÉLEBRES

-Miguel Fontúrbel (+Badajoz, 1811) teniente de la brigada de artillería de Canarias, fallecido en el primer sitio de Badajoz (11 de marzo de 1811) durante la Guerra de la Independencia, que culminó con la pérdida de la estratégica plaza; su heroica actuación, a pesar de faltarle ya un brazo, originó que a su viuda se le concediera una pensión similar a la que le hubiera correspondido a la de un teniente coronel. Una sala histórica del ejército en Canarias lleva su nombre.

-Fray Miguel Fontúrbel Pérez (Quintanadueñas, 1862 - ?, 1829): profesó como agustino en Valladolid; misionero en Filipinas, hacia la que embarcó en enero de 1896; fue lector en España y Filipinas; explicó teología en El Escorial; predicador general de la Orden y uno de los primeros oradores de Manila; escritor; fue retenido por los guerrilleros tagalos durante la guerra de independencia filipina.

-Donaciano Fontúrbel García (Burgos, 1928): andarín incansable, con decenas de miles de leguas en sus piernas, ha realizado el Camino de Santiago en 16 ocasiones; cuando se convirtió en octogenario, aún caminaba unos 120 km a la semana; fue uno de los pioneros en la idea de señalizar un recorrido que siguiera lo más fielmente posible la ruta del destierro del Cid; confesaba que, durante sus interminables caminatas, se dedicaba básicamente a "mascar la vida".



FUENTES

  • PARES, Archivo General de Simancas: Libro Becerro de las Behetrías de Castilla [Zumel, página 346r; Fuente Úrbel, página 133r]
  • PARES: Catastro de Ensenada
  • "La villa de Zumel en el Valle de Santibáñez". Fernando Ortega Barriuso (coord.). Junta Vecinal de Zumel. Burgos (1999)
  • "Burgos. Todo el románico". Fundación Santa María la Real. Aguilar de Campoo (2009)
  • Archivo Municipal de Huérmeces: padrones de 1886, 1896 y 1899; expediente de reemplazo de 1891
  • Registro Civil de Huérmeces: libro de nacimientos (1871-1920); libro de fallecimientos (1890-1920)
  • Diario de Burgos: los nombres de varios miembros de la familia Calle Zumel aparecen en diversas ediciones del Diario entre los años 1897 y 1983, dentro de las secciones habituales en aquellos tiempos: "nacimientos", "matrimonios", "defunciones", "esquelas", "asistidos en casa de socorro", "notificaciones a soldados", "donaciones", "homenajes a la tercera edad", "crónica social", "mesas electorales", "acuerdos de la Diputación Provincial", etc.