sábado, 23 de julio de 2022

Del Consejo Local a la Junta Municipal de Primera Enseñanza (Huérmeces, 1931-1968)


Por azares varios, ha llegado a mis manos un cuadernillo titulado "Actas de sesiones del Consejo Local de Primera Enseñanza de Huérmeces". El "libro" consta de 50 folios, numerados a imprenta, de los que únicamente se encuentran cumplimentados -a mano- los comprendidos entre los folios 8 y 27. Faltan los siete primeros folios.




Entre la fecha del primero de los folios con contenido manuscrito (4 de noviembre de 1931) y la del último (junio de 1968) quedan comprendidos casi cuarenta años de la pequeña historia de las escuelas de Huérmeces: desde la llegada de la Segunda República hasta el ocaso y cierre masivo de las pequeñas escuelas rurales en la España de finales de los años sesenta y principios de los setenta.


PRIMERA PARTE: EL CONSEJO LOCAL (SEGUNDA REPÚBLICA)

La llegada de la Segunda República supuso un soplo de aire fresco -y de medios- para las anquilosadas y paupérrimas escuelas rurales de aquellos tiempos. Se crearon nuevas plazas para maestros y maestras, se levantaron nuevos edificios destinados a escuela, se incrementó notablemente el sueldo de los docentes, se mejoró su formación y se suprimió la enseñanza obligatoria de la religión católica en los centros escolares.

Mediante el Decreto de 9 de junio de 1931 se crearon -entre otros- los Consejos Locales de Primera Enseñanza, para todos y cada uno de los ayuntamientos existentes en la España de entonces, en un intento por establecer la necesaria colaboración entre la escuela y su entorno inmediato: "la escuela será redimida del aislamiento de su misión, haciendo de ella una verdadera institución popular y contribuyendo a que disponga de los medios esenciales para su labor."



Las atribuciones del Consejo Local de Primera Enseñanza eran las siguientes (art. 12 del citado Decreto):

  • velar por que las escuelas se hallen instaladas en locales higiénica y pedagógicamente adecuados
  • procurar que se facilite a los maestros casa-habitación decorosa, o que reciban las indemnizaciones que les corresponda
  • cuidar de la asistencia escolar, auxiliando al maestro en esta tarea
  • estimular la asistencia a las clases de adultos y prestar al maestro su colaboración en la organización de conferencias, lecturas y fomento de la cultura popular
  • comunicar al Consejo Provincial cualquier irregularidad en el funcionamiento de las Escuelas Nacionales
  • conceder, en caso de urgencia, ocho días de permiso a los maestros para que puedan ausentarse de la escuela, dejando atendida la enseñanza y comunicándoselo al inspector de zona



La composición de cada Consejo Local de Primera Enseñanza (art. 11) era la siguiente (un presidente, un secretario y cuatro vocales): 

  • un representante designado por el Ayuntamiento (usualmente, el propio alcalde), y que solía elegirse como presidente 
  • el maestro y la maestra nacionales de la escuela del pueblo en cuestión; el cargo de secretario del Consejo solía recaer en el maestro
  • el médico-inspector de Sanidad
  • un padre y una madre de familia, con hijos en edad escolar, y elegidos por los padres de familia del pueblo

El Consejo Local de Primera enseñanza de Huérmeces tuvo, a consecuencia de la guerra civil, una corta trayectoria. Consta únicamente de ocho apuntes, consignados entre los años 1931 y 1934:

  • 4 de noviembre de 1931: acta constituyente del Consejo Local de Primera Enseñanza de Huérmeces, con la composición del mismo: presidente, el alcalde, Bernardo Varona; secretario, el maestro nacional, Agustín de Torres; vocal, el inspector municipal de Sanidad, el médico Luis Salinas; vocal, la maestra nacional, Jesusa Valcavado; vocal, la madre de familia, Saturia Díez; vocal, el padre de familia, Saturio Pérez [ver cuadro]

La peculiar caligrafía del secretario del Consejo, el maestro nacional Agustín de Torres Rubio


  • 4 de enero de 1932: aprobación de la propuesta realizada por la maestra, solicitando al Ayuntamiento fondos para surtir a la escuela de niñas de libros necesarios, un encerado, un mapa de Europa y dos compases para poder realizar ejercicios de geometría y dibujo; también se aprobó solicitar al Consejo Provincial y al Inspector de zona el suministro de ocho mesas bipersonales y un armario para libros para la mencionada escuela de niñas; proceder al blanqueo y desinfección, en la época adecuada, de la escuela de niños, así como de las reparaciones necesarias; acordar el calendario de vacaciones locales para el próximo curso 1932-1933: 2 de febrero (Sta. Brígida, fiestas de las Candelas), Jueves Santo, La Ascensión, El Corpus, La Purísima, San Juan (tres días, por ser el patrón de la localidad) y San Pedro.

Firmas de Bernardo Varona (alcalde), Agustín de Torres (maestro), Luis Salinas (médico), Saturia Díez (madre), Saturio Pérez (padre) y Jesusa Valcavado (maestra)


  • 3 de octubre de 1932: acuerdo de elevar a la Dirección General de Primera Enseñanza la petición de material escolar para las escuelas del pueblo: para la escuela de niñas: doce mesas bipersonales de tamaño mayor; para la escuela de niños: dos mesas bipersonales para niños de 10 a 12 años y una máquina de escribir



  • 3 de mayo de 1933: por iniciativa del inspector municipal de Sanidad (el médico Luis Salinas) se acordó la suspensión temporal de las clases en ambas escuelas por la epidemia de anginas que se desarrolla en el pueblo
  • septiembre de 1933: el maestro propietario, Agustín de Torres Rubio, cesa en su puesto al obtener nuevo destino en la Escuela Nacional de Niños Unitaria nº 3 de Consuegra (Toledo)



  • 16 de septiembre de 1933: se da posesión de la escuela nacional de niños del pueblo al maestro interino Ángel Rodríguez Güemes
  • 1 de diciembre de 1934: se da posesión del cargo de maestro propietario de la escuela nacional de niños de esta localidad a Emilio García Amo
  • 1 de diciembre de 1934: acta de renovación del Consejo Local de Primera Enseñanza de Huérmeces, detallándose la nueva composición (ver cuadro)



Y de esta manera finalizan los apuntes relativos al Consejo Local. En los años 1935 y 1936 no aparece apunte alguno. La llegada de la guerra civil puede justificar el espacio en blanco a partir del verano de 1936, pero sorprende la ausencia de actividad en los 18 meses anteriores.

Bueno, quizás no tanto, si recordamos que en diciembre de 1933 las elecciones fueron ganadas por las derechas nucleadas en torno a la CEDA, y el nuevo gobierno radical-cedista se dedicó a torpedear todas las iniciativas del bienio anterior, en especial en materia de política educativa. Y los Consejos Locales de Enseñanza Primaria no les sonaban nada bien a las nuevas autoridades educativas.


LA ENSEÑANZA PRIMARIA DURANTE LA REPÚBLICA

Como logros genéricos obtenidos en tiempos de la Segunda República, en materia de Primera Enseñanza, podemos citar los siguientes:

  • fin de la discriminación femenina en el sueldo de los maestros: en 1930, el año anterior a la llegada de la Segunda República, un maestro del segundo escalafón ganaba 3000 pesetas (anuales) y una maestra, 2000. A partir de 1931, el sueldo era el mismo para ambos, 3000 pesetas
  • mejora generalizada en el sueldo de los maestros: en los dos escalafones existentes y para todas las categorías. En los primeros meses de vida de la República se mejoró el sueldo de un total de 14.000 maestros
  • aumento considerable del número total de maestros: plan quinquenal por el cual se creaban 5000 plazas de maestros cada año
  • incremento considerable del presupuesto para la construcción de nuevas escuelas: en 1932, el gobierno presentó a las Cortes un proyecto de ley para concertar un empréstito de 400 millones de pesetas; a gastar en ocho años, unidos a otros 200 millones que aportarían los ayuntamientos; fue el mayor esfuerzo económico realizado por país alguno; desgraciadamente, el golpe de estado de julio de 1936 impidió su cumplimiento
  • impulso de la formación de los maestros, con la reforma de las Escuelas Normales, estableciéndose tres períodos para la formación de los maestros: cultural, profesional y de práctica docente
  • se suprimió la obligatoriedad de la instrucción religiosa en las escuelas primarias; no obstante, cuando los padres desearan que sus hijos recibieran dicha instrucción, podrían obtenerla por parte de los sacerdotes que quisieran encargarse de ella, cuando los maestros se negaran a impartirla. La obligatoriedad de la enseñanza religiosa en la escuela venía de lejos: la ley Moyano (1857) y el Concordato (1851), y durante la dictadura de Primo de Rivera se acentuó el carácter confesional y clerical de nuestro sistema educativo
  • incremento de la función inspectora, facilitando que los mejores maestros, sin necesidad de abandonar la escuela, se incorporasen a la función inspectora; una función más técnica y menos burocrática


No obstante, durante el antes mencionado bienio radical-cedista (diciembre de 1933 a febrero de 1936) se redujo considerablemente la creación de nuevas plazas de maestros, se desmontó la reforma de las Escuelas Normales, se dejó a los inspectores en una situación de vulnerabilidad ante los intereses partidarios y las Órdenes Religiosas pudieron seguir impartiendo sus enseñanzas bajo distintas denominaciones. 

Las reformas paralizadas fueron reimpulsadas por el nuevo gobierno del Frente Popular (febrero de 1936) pero poco pudo concretarse pues el país ya se encontraba inmerso en un período pre bélico en el que la enseñanza dejó de ser prioritaria. Los últimos conflictos a cuenta de la sustitución de la enseñanza impartida por las  Órdenes Religiosas (debate en las Cortes durante los días 3 y 4 de junio de 1936) no hicieron más que confirmar que el país se había quebrado en dos mitades. Y el resto, es historia por todos conocida.



MAESTROS REPRESALIADOS

Hay que tener en cuenta que todos los maestros que impartieron su labor durante los años de la Segunda República fueron sometidos a un "proceso depurativo", a resultas del cual algunos fueron apartados de la función docente ("separación del servicio"), otros trasladados a destinos más o menos alejados del que disfrutaban en propiedad, y otros sufrieron importantes sanciones económicas.

Cuando los maestros se implicaron en la defensa de la República, existieron casos en los que aquellos fueron sentenciados a muerte por un tribunal militar.

También hubo muchos maestros (un 78%) que salieron completamente indemnes del proceso, "con todos los pronunciamientos favorables", según la terminología oficial de la época.

Las acusaciones más comunes: pertenencia o simpatía por partidos políticos de izquierda, no ir a misa, leer prensa de izquierdas, vestir con inmodestia y descoco, llevar una vida amoral, inculcar a los niños ideas perturbadoras... Bastaba la más leve acusación de un vecino para que el maestro se viera inmerso en un expediente depurativo con escasas garantías procesales.

En el caso de Huérmeces, de los tres maestros y una maestra que ejercieron su labor profesional durante la Segunda República, tenemos conocimiento de que dos de ellos pagaron un alto precio por ello: Agustín de Torres Rubio pagó con su vida; Emilio García Amo, con un traslado forzoso a otra escuela de la provincia, alejada de Huérmeces. 



Agustín de Torres Rubio (Madrid, 1893) llegó a la escuela de Huérmeces en 1930 y la dejó en 1933, al partir hacia la escuela de Consuegra (Toledo). Y fue precisamente este destino el que resultó letal para el maestro, ya que Consuegra quedó en el lado republicano al iniciarse la guerra civil, acumulando Agustín de esta manera años de servicio al magisterio republicano y quizás también distinguiéndose por sus ideales políticos o participando en alguna actuación en defensa de la República.

Cuando llegó a Huérmeces, en septiembre de 1930, lo hizo en compañía de su mujer, Estrella (Láncara, Lugo, 1894), y de su hijo, Agustín (Madrid, 1923). Vivieron en la casa de los maestros, en el número 20 de la calle Real.

Su destino anterior había sido la escuela de Busmayor, localidad leonesa (El Bierzo) limítrofe con la provincia de Lugo, no muy alejada del pueblo natal de su mujer. Con anterioridad había estado destinado en Tapia-Ances (La Coruña), Madridejos (Toledo) y en diversas localidades de las provincias de Madrid y Guadalajara.

En el concurso de traslados de junio de 1933, resuelto mientras Agustín prestaba sus servicios a las escuelas de Huérmeces, el maestro obtuvo destino provisional de Bermeo (Vizcaya), aunque semanas más tarde -tras las reclamaciones correspondientes- se concretó el definitivo: Consuegra (Toledo).


Gaceta de Madrid, 28 de junio de 1933



Se da la aberrante circunstancia de que el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Madrid le impone una sanción económica de 14.500 pesetas en 1940 (B. O. de la Provincia de Toledo de 6 de julio y BOE de 19 de julio), cuando resulta que Agustín había sido ejecutado el año anterior (1939) por orden de un Tribunal Militar; para más inri, en 1941 se realiza la propuesta de su separación del servicio, dándole de baja en el escalafón correspondiente. 

Para hacernos una idea de la importancia de la sanción económica impuesta al fallecido maestro (a la que tuvieron que hacer frente sus herederos), hay que tener en cuenta que el sueldo anual de un maestro ascendía a 5000 pesetas en aquellos tiempos.


Emilio García Amo (Sestao, 1909-Burgos, 1995) fue destinado a la escuela de Huérmeces en diciembre de 1934, en sustitución del anterior maestro nacional, Agustín de Torres Rubio (previo paso provisional del maestro interino Ángel Rodríguez Güemes).

Al llegar a Huérmeces sin familia, no se le asignó como vivienda la casa de los maestros, residiendo durante varios años -de pupilo- en la calle Ondovilla número 8 (conocida como casa de Hipólito). En Huérmeces permaneció hasta 1940.

A consecuencia del proceso depurativo sufrido por Emilio, se le trasladó a la localidad ribereña de Boada de Roa, dónde permaneció hasta 1948. A continuación, obtuvo la plaza de Pedrosa de Río Úrbel, destino en el que permaneció hasta septiembre de 1957, cuando logró regresar, con plaza en propiedad, a Huérmeces, lugar del que era natural su esposa, Obdulia.

En junio de 1968, cuando la escuela de Huérmeces ya presentaba -como otras muchas escuelas rurales del entorno- evidentes señales de próxima caducidad, Emilio consiguió un último destino en Bilbao, jubilándose en 1974. 

Con anterioridad a su primera llegada a Huérmeces en diciembre de 1934, Emilio estuvo destinado como maestro interino en Brieva de Juarros (julio-octubre 1933), Vivar del Cid (mayo-julio 1934) y Villaescobedo de Valdelucio (octubre-noviembre 1934).


Jesusa Antonia Valcabado de la Horra (San Martín de Rubiales, 1891): ejerció de maestra en las escuelas de Huérmeces durante 13 años (1931-1943), que comprenden la totalidad del periodo republicano y los primeros años de la posguerra.

La mayor parte de los años que trabajó en Huérmeces residió en la casa sita en el número 23  de la calle de la Plaza (entonces casa de Petronila, luego casa de Benjamín y Librada), en compañía de sus cinco hijos (Casilda, Mª Ángeles, José, Jesusa y Ladislao); su marido, Ladislao Álvarez, fue secretario de ayuntamiento en diversos destinos de la provincia de Burgos, entre ellos Santibáñez Zarzaguda y Pancorbo.

Con anterioridad a Huérmeces, Jesusa había estado destinada en Cilleruelo de Bezana (1909), Villalbilla de Gumiel (1909), Santibáñez Zarzaguda (1916), Buezo de Bureba (1918-1925) y Quincoces de Yuso (1926-1930). En cuanto a destinos posteriores a Huérmeces, únicamente tenemos constancia de Pancorbo (1947). Sabemos que Jesusa residió en la ciudad de Burgos durante sus años como maestra jubilada, falleciendo allí en 1975, a los 84 años de edad.

Aunque, como todos los maestros, tuvo que afrontar el consiguiente proceso depurador, no tenemos constancia de que sufriera sanción alguna, por lo que suponemos que salió indemne del proceso, ya que conservó su plaza durante varios años después de finalizada la guerra civil.


Tampoco consta ningún tipo de sanción en el caso de Ángel Rodríguez Güemes, maestro interino en las escuelas de Huérmeces durante el curso 1933-1934. Se le conocen varios destinos posteriores a nuestro pueblo: Quintanaortuño (1936), Castrojeriz (1941), Moneo (1944), Extramiana (1961), Cillaperlata (1961-1971) y Burgos (1971).

SEGUNDA PARTE: LA JUNTA MUNICIPAL (RÉGIMEN FRANQUISTA)

El "libro" de actas de sesiones del Consejo Local de Primera Enseñanza vuelve a la vida en fecha tan tardía como el 20 de marzo de 1948, nueve años después de acabada la contienda fratricida. Y lo hace bajo una nueva denominación: la Junta Municipal de Primera Enseñanza (la palabra "Consejo" estaba proscrita en los albores del nuevo régimen).




Pero no solo cambió la denominación, que también lo hizo su composición; de seis vocales se pasó a ocho y la principal novedad era la aparición estelar de un nuevo miembro: el cura párroco. El carácter confesional de la escuela pública retornaba con renovadas energías. He aquí la relación de vocales que componían la Junta Municipal de Primera Enseñanza (ver cuadro):

  • el alcalde, que actuará como presidente
  • el secretario, que recaerá en la figura del maestro nacional 
  • vocal: un concejal del ayuntamiento
  • vocal: el cura párroco del pueblo
  • vocal: un padre de familia
  • vocal: una madre de familia
  • vocal: la maestra nacional
  • vocal: el inspector de sanidad (el médico)

Esta Junta Municipal debería celebrar sesiones todos los meses y tendría una Comisión Permanente que se reunirá cada quince días, formada por el alcalde, el maestro y el cura. La vida de la Junta tampoco fue ni muy longeva ni muy prolífica: 31 actas de sesiones (ordinarias y extraordinarias) en 20 años (1948-1968). A sesión y media por año, muy lejos de las pretendidas sesiones mensuales. El contenido de algunas de estas actas puede resultar hilarante para muchos, pero eran los tiempos que eran. Resumimos el contenido de las actas:

  • 20 de marzo de 1948: acta constituyente de la Junta Municipal de Enseñanza Primaria de Huérmeces, formada por: alcalde Santiago Hidalgo, maestro Roberto Arechaga, maestra Lidia Álvarez, médico Luis Salinas, cura Félix López, concejal Rodrigo Ortega, madre de familia Rosario González y padre de familia Mariano Alonso (ver cuadro)
  • 6 de abril de 1948: la Comisión Permanente de la Junta (alcalde, maestro y cura) realiza una visita a las escuelas; en la de niños se constata que no hay ausencias; el presidente (el alcalde) preguntó a varios niños sobre diversas  lecciones de Aritmética, Geografía, Historia y Religión, y las respuestas resultaron satisfactorias; en la escuela de niñas tampoco se registraron ausencias; el cura preguntó a varias niñas acerca de diversas lecciones de Religión e Historia Sagrada y, de nuevo, las respuestas resultaron satisfactorias; lo mismo sucedió cuando el alcalde preguntó a varias niñas sobre Aritmética y Geografía.

La artística caligrafía de Valentín González Girón, secretario municipal de Huérmeces (1945-1949)


  • 26 de abril de 1948: en esta ocasión, fue la totalidad de miembros de la Junta la que realizó visita a las escuelas; por orden del señor alcalde, varios niños leyeron en alta voz y resolvieron algunos problemas en el encerado, quedando la Junta satisfecha de la educación de los niños; en la visita a la escuela de niñas, y por orden del señor alcalde, varias niñas enseñaron sus cuadernos a la Junta, sacando esta una impresión muy favorable de la educación de las niñas

Firmas del maestro, Roberto Arechaga, y del alcalde, Santiago Hidalgo


  • 29 de noviembre de 1949: toma de posesión de Petra Álvarez Puras como maestra interina para la Escuela Nacional de Niñas, con un sueldo de 7500 pesetas y demás emolumentos legales
  • 25 de enero de 1954: renovación de la Junta Local de Primera Enseñanza (ver cuadro); presidente, el alcalde Laurentino Arce Bartolomé; secretario, el médico Luis Salinas Mendizábal; vocales: el cura párroco Félix López Hidalgo; el padre de familia Emilio García Martínez; la madre de familia Rosario Gutiérrez Varona; y el maestro nacional Roberto Arechaga Veloso; no se encontraba cubierta la plaza de maestra

Firmas del alcalde, Laurentino Arce, el cura, Félix López Hidalgo, el maestro, Roberto Arechaga, el médico, Luis Salinas, los padres de familia, Emilio García y Rosario Gutiérrez, y el secretario municipal, Cipriano Ramos Castrillo


  • 25 de enero de 1954: acta de constitución de la Junta contra el Analfabetismo y designación de la Comisión Local, con idéntica composición que la Junta Local de Primera Enseñanza; la Comisión Local (el cura párroco y el maestro nacional) se encargará de realizar un Censo General de Analfabetos que pudieran existir en la demarcación
  • 26 de noviembre de 1955: renovación de la Junta Local de Primera Enseñanza; presidente, el alcalde Laurentino Arce Bartolomé; secretario, el maestro nacional Roberto Arechaga Veloso; vocales: el cura párroco Félix López Hidalgo; el médico Luis Salinas Mendizábal; la maestra nacional Victoria Arce Alonso; el padre de familia Mariano Alonso Alonso; la madre de familia Saturnina Díez Villalvilla; y Francisco Hidalgo Fernández, también como padre de familia

Caligrafía y firma del maestro, Roberto Arechaga; firmas de Laurentino Arce, Mariano Alonso, Victoria Arce, Francisco Hidalgo, Félix López Hidalgo, Luis Salinas y Saturnina Díez


  • 18 de diciembre de 1955: implantación del complemento alimentario en las escuelas, a base de medio litro de leche y 12 gramos de mantequilla por alumno; la leche se les dará durante el recreo y la mantequilla después de salir de la escuela
  • 12 de enero de 1956: entrega a la Junta del Censo Escolar y el fichero conforme a lo ordenado en el Decreto de 7 de septiembre de 1954, comprobándose la conformidad de aquellos con las niños asistentes; el maestro secretario dio lectura a las normas sobre asistencia escolar obligatoria y se tomó el acuerdo de convocar a los padres para que no puedan alegar ignorancia si resultaran sancionados por incumplimiento de dicha ordenanza
  • 15 de enero de 1956: el maestro secretario dio lectura ante los padres convocados del decreto de asistencia escolar obligatoria; "enterados todos los padres, prometieron cumplir lo ordenado"
  • 1 de marzo de 1956: ambos maestros comunican a la Junta que durante el mes de febrero no hubo faltas de asistencia no justificadas; este apunte se repite durante los tres meses siguientes, en cumplimiento de la Orden Circular del Gobernador Civil de la Provincia de fecha 18 de noviembre de 1955; el texto es idéntico en todos los casos
  • 5 de abril de 1957: la composición de la Junta varía, al partir hacia un nuevo destino Roberto Arechaga Veloso, sustituido por Albino García Sánchez, maestro nacional, que ejercerá de secretario de aquella; esta sesión extraordinaria fue convocada a instancia de Juan Francisco Abad Torres, "Inspector de Enseñanza Primaria de la 1ª Zona Masculina"; dicho inspector informó sobre: asistencia escolar obligatoria, analfabetismo, censos de alumnos de 2 a 15 años, y de aquellos que tengan deficiencias físicas y sensoriales, construcciones escolares, limpieza, calefacción, reparaciones, cooperación social, pruebas de madurez, premios a niños y maestro, higiene y salud de los niños; se tomaron los siguientes acuerdos: tomar medidas eficaces para elevar el nivel cultural en los retrasados comprendidos hasta la edad de veinte años; transforma la Mutualidad de Ayuda en Mutualidad de Previsión, reservándose para ayuda el 25% de las imposiciones hechas por los niños; por último, el inspector informó que, una vez visitada la escuela de niños, pudo comprobar que el nivel de conocimiento de los escolares era bajo
  • 13 de marzo de 1958: variación en la composición de la Junta, con el nombramiento de nuevos vocales: Carmelo Vega Ortega, nuevo cura párroco en sustitución de Félix López Hidalgo; Emilio García Amo, nuevo maestro nacional, que retorna a Huérmeces después de 18 años de ausencia; Ismael Hidalgo Hidalgo sustituye a Francisco Hidalgo Fernández, ya que este último no tiene hijos en edad escolar; en la misma sesión, ambos maestros manifiestan que en el mes de febrero no ha habido faltas de asistencia sin justificar
  • 30 de junio de 1958: reunión de la Junta, con la asistencia de tres de sus miembros (alcalde-presidente, cura párroco y Saturnina Díez como madre de familia) para efectuar la verificación de los exámenes de los cuatro niños aspirantes a obtener el Certificado de Estudios Primarios; las puntuaciones medias obtenidas por los cuatro aspirantes (un niño y tres niñas) estuvieron comprendidas entre un mínimo de 7,51 y un máximo de 8,62
  • 22 de enero de 1959: el maestro Emilio García Amo manifiesta que ha recibido quejas de varios vecinos en el sentido de que varios niños, en horas fuera de las escolares, se han dedicado a realizar actos "que revelan al incipiente clásico gamberro"; por ello, propone a la Junta que se advierta a los padres de su responsabilidad subsidiaria en los destrozos realizados por sus hijos

Firmas de Laurentino Arce, Luis Salinas, Ismael Hidalgo, Saturnina Díez, Emilio García y Victoria Arce; solo falta el párroco, Carmelo Vega, ausente ese día


  • 29 de abril de 1959: sesión extraordinaria convocada a instancia de Concepción Salvador, Inspectora de Zona;  se informó sobre los derechos del niño; se felicitó a los maestros (Emilio García y Victoria Arce) por el buen estado de la enseñanza en sus escuelas; se recabó de la Junta que se amplíen las ventanas de la escuela de niñas para incrementar la luz natural de la misma, y que se compren mesas adaptadas a niñas pequeñas; por último, la inspectora manifestó, con "argumentos convincentes y bellamente expuestos" que debería restaurarse la Mutualidad Escolar.

Caligrafía del secretario de la Junta Municipal de Primera Enseñanza, el maestro Emilio García Amo


  • 15 de enero de 1960: modificación en la composición de la Junta por el nombramiento de un nuevo alcalde, Maximiliano Crespo Díez, en sustitución de Laurentino Arce Bartolomé; el nuevo alcalde prometió dar cumplimiento de la petición realizada por la inspectora de zona en su última visita, en el sentido de ampliar las ventanas de la escuela de niñas, y se acordó pasar una mesa bipersonal de la escuela de niños a la de niñas, necesaria por la mayor matrícula de niñas
  • 1 de abril de 1960: modificación en la composición de la Junta por la llegada de un nuevo párroco, Alejandro García González, en sustitución de Carmelo Vega Ortega, a quien se le dedica un cálido recuerdo; se acordó retornar la mesa bipersonal a la escuela de niños, por ser allí necesaria
  • 21 de junio de 1960: sesión extraordinaria al objeto de realizar los exámenes de los cinco niños aspirantes al Certificado de Estudios Primarios, con asistencia del cura (don Alejandro), los dos maestros (don Emilio y doña Victoria) y el médico (don Luis); los cinco aspirantes (un niño y cinco niñas) obtuvieron unas calificaciones comprendidas entre un mínimo de 7,35 y un máximo de 8,35
  • 26 de noviembre de 1960: sesión motivada por el cumplimiento de la Circular de 10 de noviembre en el sentido de celebrar el "Día del Maestro"; la Junta manifestó que las labores de sementera y premura de tiempo impedían dicha celebración en este año, pero "que en un futuro se haría con todo entusiasmo"; se acordó celebrar una misa a la hora propicia (nueve y media de la mañana) para la asistencia de los niños; la misa fue cantada (misa melodiada del Hermano Martín Giménez), con la participación del coro parroquial de las jóvenes del pueblo; la Junta manifestó que era su deseo "resaltar dicho día, queriendo calar en el ánimo del pueblo para que amen a sus maestros y vean la labor callada que en bien del mismo desarrollan"...
  • 5 de abril de 1961: sesión extraordinaria, a propuesta del inspector municipal de Sanidad, Luis Salinas, para que se proceda a la clausura temporal de las escuelas, debido a la epidemia de sarampión imperante en el pueblo
  • 21 de octubre de 1962: modificación en la composición de la Junta, por nombramiento de nuevo alcalde, Rodrigo Ortega Díaz, en sustitución de Maximiliano Crespo Díez; y también toma posesión la nueva maestra, María Teresa Barrio Robles, sustituyendo a Victoria Arce
  • 13 de enero de 1963: sesión ordinaria al objeto de dar lectura a lo dispuesto en las Circulares de la Inspección de Enseñanza Primaria, por las que se dan instrucciones sobre la colocación de símbolos en las escuelas y sobre la conservación y limpieza de locales y mobiliario escolar
  • 25 de mayo de 1963: sesión extraordinaria al objeto de cumplir con lo estipulado por el Gobernador Civil en el sentido de informar sobre la situación económica de las familias de los alumnos candidatos a "Becas Rurales para municipios menores de 2000 habitantes"; de los cinco candidatos existentes en Huérmeces (cinco chicas), la Junta informó un caso por extrema pobreza, dos por enfermedad de los padres y otros dos por insuficiencia económica (familia numerosa).
  • 6 de julio de 1964: sesión extraordinaria a petición de la Inspección de Enseñanza Primaria, al objeto de celebrar los exámenes para la obtención del Certificado de Estudios Primarios; las tres alumnas candidatas obtuvieron una puntuación de notable (dos) y sobresaliente (una); en la Junta se había producido el ingreso de la nueva maestra nacional, Purificación Garrido Díez, en sustitución de María Teresa Barrio Robles.
  • 25 de febrero de 1965: sesión ordinaria al objeto de dar lectura a la Circular de la Inspección convocando exámenes extraordinarios para la obtención del Certificado de Estudios Primarios entre adultos de más de 14 años; se acuerda dar de baja como vocal a Saturnina Díez, por no tener hijos en edad escolar, sustituida por Inés Santamaría Arribas, que cuenta con tres hijos en la escuela

Firmas del alcalde, Rodrigo Ortega, del maestro Emilio García, del cura, Alejandro García, de la maestra, Purificación García, y de los padres de familia Ismael Hidalgo e Inés Santamaría


  • 22 de abril de 1965: sesión ordinaria al objeto de dar cuenta de la solicitud presentada (tres niños y cuatro niñas) para becas de iniciación de estudios; la Junta estima que todos ellos reúnen las condiciones de falta de recursos para costear sus estudios; también se informó de los cinco niños propuestos para el examen de obtención del Certificado de Estudios Primarios; por último, el maestro informó del caso de un niño que ha sido trasladado a otro lugar para ocuparlo en tareas que le impiden su asistencia a clase, por lo que se acordó apercibir al padre de dicho niño de la obligación moral y responsabilidad que tiene al respecto 
  • junio de 1968: cese en el cargo de maestro propietario de la escuela unitaria de niños, Emilio García Amo, que la ha regentado durante once años, por haber sido destinado en propiedad a Bilbao, en virtud del Concurso General de Traslados de 1968 (publicado en el BOE de 1 de abril)

Y así, de esta abrupta forma, finaliza la vida del libro de actas de sesiones de la Junta Municipal de Primera Enseñanza de Huérmeces. A partir del curso 1968-1969, Purificación Garrido Díez se quedó como maestra única de la escuela, y lo hizo hasta el curso 1971-1972, cuando obtuvo una nueva plaza en la ciudad de Burgos.




Probablemente, fue la maestra que sustituyó a Purificación Garrido, Avelina Pérez Vicario, la encargada de firmar el acta de defunción de la escuela de Huérmeces, al finalizar el curso 1972-1973. 


FUENTES

  • Decreto de 9 de junio de 1931 ("de Consejos de Primera Enseñanza"), Gaceta del 10 de junio de 1931
  • La enseñanza en la Segunda República. Mariano Pérez Galán. Revista de Educación (2000) [pp. 317-332]
  • La Guerra Civil en Castilla-La Mancha. 70 años después. Francisco Alía Miranda y Ángel Ramon del Valle Calzado (coord.) Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca (2008) [pág. 1595]
  • Los datos profesionales de los maestros han sido obtenidos de diversas publicaciones periódicas, tanto oficiales como de prensa: Escuela Española, Gaceta de Madrid, Boletín Oficial del Estado, Gaceta de la República, Boletines Oficiales de las Provincias de Guadalajara y Toledo, y Diario de Burgos

sábado, 9 de julio de 2022

Valdevacas, el roturo delta de Huérmeces


No es el roturo más extenso de Huérmeces, ni el que contiene tierras de mayor calidad agronómica, ni siquiera es el más sencillo de trabajar, pero posee el encanto -al menos para alguien ajeno a la actividad agraria- de su peculiar perfil, de su carácter semi salvaje, fronterizo con Castrillo y San Martín...




El roturo de Valdevacas, con sus 20 hectáreas de extensión, ocupa la totalidad del vallejo homónimo; dicho vallejo se despliega en una suave pendiente oeste-este, y sus arcillosas tierras originan que su espina dorsal siempre conserve algo de humedad.




Si accedemos a Valdevacas por su extremo superior, tardaremos un rato en darnos cuenta del enorme tamaño del roturo, ya que un estrechamiento producido por las matas de encina de Monte las Eras nos impide observar la totalidad del vallejo.




Agronómicamente hablando, Valdevacas es un roturo de carácter azaroso. Sus arcillosas tierras originan que, en otoños muy húmedos, sean complicadas -incluso imposibles- las labores de preparación y siembra. E impredecible el rendimiento del grano cultivado. Hoy en día, en el roturo se cultiva, sobre todo, cereal.

Geológicamente, sus terrenos están formados por arcillas rojas de la denominada Facies Bureba (Paleoceno), típicas de las zonas marginales de dicha comarca, entrando en contacto con las calizas blancas del Cretácico, que se despliegan por Monte las Eras, Los Casares y Monte de San Martín. En el fondo del vallejo, abundan las gravas, arenas y arcillas, propias del Holoceno.

 



En el mapa geológico nacional (MAGNA) correspondiente a la zona (Hoja 167) observamos la distribución de las arcillas rojas de la F. Bureba (26, sepia), de las calizas blancas del Cretácido (11, amarillo) y de las arcillas, arenas y cantos rodados cuaternarios (34, gris punteado) propios del fondo de los valles.




En el fondo del vallejo y en la zona baja del mismo, incluso en años secos como el actual, se observa la abundancia de vegetación pratense propia de ambientes más húmedos (como la gramínea Phleum pratense, fleo de los prados), con predominio de tonos verdes a principios de julio, aunque con el trigo ya maduro este año.





El arroyo estacional homónimo, que drena las aguas del vallejo en un sentido oeste-este, es tributario del arroyo de Rucios, que desemboca en el río Ubierna a la altura de San Martín.

Valdevacas, Navas y Valdecofrades constituyen los tres únicos vallejos de Huérmeces pertenecientes a la subcuenca del Ubierna.



 

Las dimensiones del roturo son considerables: 3 km de perímetro; 700 metros de eje este-oeste; 880 metros de eje norte-sur; 990 m de altitud máxima (extremo occidental); 965 m de altitud mínima (extremo oriental).




La totalidad del perímetro oriental del roturo está recorrida por el camino (antigua cañada de merinas) que discurre justo por el límite entre los términos de Huérmeces, Castrillo de Rucios y Ubierna. Dicho camino, en el tramo de Valdevacas, no resulta de tránsito recomendable en época de lluvias ya que, al carácter arcilloso de su firme, se une su condición de zona de desagüe del vallejo.



 

Visto en fotografía aérea, Valdevacas destaca por su peculiar contorno triangular, en forma de delta de secano, con su arroyo estacional recorriendo el fondo del vallejo, ligeramente escorado al norte.




En las fotos del vuelo americano, observamos que únicamente se encontraba cultivada -aparentemente- la porción central del roturo, en la que se aprecian varias parcelas cuadrangulares; el resto del vallejo se dedicaba a pastizal, para aprovechamiento de la entonces numerosa cabaña ganadera de Huérmeces. Puede que, en aquellos años, las parcelas centrales se cultivaran de yeros, leguminosa muy apreciada para la alimentación animal, y que necesita unas condiciones de suelo algo más húmedas que el cereal.


Vuelo americano "B" (8 de octubre de 1956)


En la ortofoto del vuelo interministerial de 1977 se observa que -aparentemente- el roturo se cultiva ya en su totalidad. Los terrenos de pastizal de Valdevacas fueron "rotos" a mediados de la década de los sesenta, con anterioridad a la concentración parcelaria; en la misma época se rompieron también Navas, Las Cañadas y La Pradera. Las labores de roturado fueron realizadas por los hermanos Cereceda (Andrés y Evencio), de Villariezo. 


Vuelo IRYDA (noviembre de 1977)


En la ortofoto del PNOA 2009 se observa que la zona más húmeda del roturo se dejó en barbecho. Suponemos que las lluvias otoñales del año 2008 fueron excesivas para el arcilloso terreno del roturo, por lo que no pudo realizarse la siembra oportuna de cereal.



PNOA 2009 (24 de junio de 2009)


En la ortofoto del PNOA 2020 se aprecia que el roturo se encuentra perdido, sin cultivo alguno, situación que se mantuvo durante cinco campañas agrícolas (desde la 2015/2016 hasta la 2019/2020). El roturo volvió a cultivarse en el otoño de 2020, realizándose una siembra de veza. Los rendimientos medios rondaron los 4500 kg por hectárea.


PNOA 2020 (23 de agosto de 2020)


El enorme roturo destaca también por las densas matas de encina (montes de Monte las Eras, Valdevacas y San Martín) que delimitan su extremos septentrional y meridional, proporcionando al paraje un entorno aparentemente salvaje.




Valdevacas posee también un cierto carácter fronterizo, al encontrarse justo en los límites con los términos de Castrillo de Rucios y San Martín de Ubierna. El camino que atraviesa el extremo inferior del término hace las veces de divisoria entre los tres términos, que se encuentran en el trifinio homónimo.




Desde Valdevacas se divisa, al fondo, el exiguo caserío de Castrillo, con la peña del Castro dominando sobre el entorno, y la iglesia asentada en su ladera meridional.




En los viejos tiempos, para llegar a Valdevacas había que ascender el camino Castrillo por su empinada cuesta y, al llegar a Monte las Eras, desviarse a la derecha, descendiendo hacia el húmedo vallejo.


Valdevacas, desde el arranque del camino que se interna en el Monte de San Martín


Aunque el recorrido no sobrepasaba los dos kilómetros y medio, era mucho -con la cuesta de por medio- para un carro cargado de mies y tirado por una pareja de bueyes; tanto era así que, algún vecino que tenía tierras en Valdevacas, o en las cercanas Navas, prefería hacer el verano in situ, trillando y beldando en el vallejo, y acarreando a Huérmeces únicamente el grano obtenido.


LA LAGUNA DE VALDEVACAS

Se encuentra ya en terrenos pertenecientes al término de Castrillo de Rucios y, aunque pudiera parecer que lleva allí toda la vida, la laguna surgió a mediados de los años noventa del siglo pasado, a consecuencia de la extracción de materiales realizada en el contexto de las obras del gasoducto Burgos-Villapresente (Cantabria).


La laguna, con Valdevacas al fondo, en dirección W

Se trata de una laguna estacional, que acumula agua durante la temporada de lluvias (noviembre-abril) y que, en un año normal, llega a secarse completamente a primeros de septiembre.


La laguna, con Valdevacas y Monte las Eras al fondo, en dirección N

 
La laguna, con Valdevacas y Monte de San Martín al fondo, en dirección S (se observa el tajo del gasoducto)

Suele ser a mediados de mayo cuando la laguna se muestra en todo su esplendor, con abundancia de flora y fauna lacustre. En sus casi treinta años de vida, la laguna de Valdevacas se ha convertido en un punto de agua fundamental para gran parte de la fauna que habita los montes cercanos, no siendo raro encontrarse corzos y jabalíes en sus inmediaciones.


La laguna de Valdevacas, en su versión primaveral, rebosante de agua y vegetación

 

EL TRIFINIO DE VALDEVACAS: UN MOJÓN ENGULLIDO POR UN ENDRINAL

A pesar de estar levantado a partir de una piedra labrada de considerable tamaño, con su cabeza redondeada, perfectamente vertical aún, el trifinio de Valdevacas es un mojón desafortunado, el más desafortunado de los siete trifinios de Huérmeces.




Además de encontrarse completamente cubierto por un denso endrinal, a consecuencia de no realizarse ya labores de amojonamiento desde los años 80 del siglo pasado, la piedra tiene un futuro comprometido, ya que el proyecto de autovía discurre justo por ese punto.





LA AUTOVÍA DE AGUILAR MORDERÁ VALDEVACAS POR SU ESQUINA SURESTE

En noviembre de 2017 se sometió a información pública el proyecto de trazado de la autovía A-73 (Burgos-Aguilar de Campoo) en el tramo Quintanaortuño-Montorio, de 11,7 km de longitud.





La autovía discurrirá al este del gasoducto y paralela a su trazado, por lo que el Monte de San Martín sufrirá un buen tajo en su masa forestal. Una vez atravesado dicho monte, la plataforma morderá la esquina sureste de Valdevacas; justo en este punto, un paso inferior permitirá la continuidad de los caminos que se dirigen al monte (y que sigue aproximadamente el límite entre Huérmeces y Ubierna) y al vallejo de Valdeperal, ya en terrenos de Ubierna.


Valdevacas desde Castrillo: en primer plano, la carretera N-627


Aparentemente, la laguna queda a salvo, aunque no sabemos si se verá afectada por obras complementarias al trazado de la autovía. Más incierto es el futuro del trifinio.
 

Navas, el vallejo situado al norte de Valdevacas, visto desde Castrillo


Nadie puede aventurar cuando se ejecutarán las obras de este tramo de la autovía de Aguilar. La sensación dominante es que el tema va para largo. No obstante, cuando se lleven a cabo las obras, parajes como Navas, Valdevacas, Monte las Eras y Monte de San Martín perderán buena parte de su carácter salvaje; ya habían perdido otra buena parte de aquel cuando se inauguró la nueva carretera de Aguilar (N-627), allá a principios de los años noventa del siglo pasado. 


EL TOPÓNIMO

En esta ocasión, la etimología es sencilla: Valdevacas, el vallejo de las vacas. En el caso del Valdevacas de Huérmeces (Castrillo y Ubierna también denominan con el mismo topónimo a las tierras limítrofes con el vallejo), las características y aprovechamientos originarios del paraje se corresponden claramente con dicha denominación: pastizales húmedos aptos para el pastoreo con ganadería mayor.

En contra de lo que pudiera pensarse, no nos encontramos ante un topónimo abundante en los mapas de España. En toponimia mayor encontramos únicamente dos casos, ambos en la provincia de Segovia: 

  • Valdevacas de Montejo: localidad y municipio de la comarca segoviana de Tierras de Riaza; situado a una elevada altitud (1123 m) y con una bajísima población (28 hab)
  • Valdevacas y Guijar: municipio segoviano, comarca de Segovia y su alfoz, aunque cercano a Pedraza; está formado por las localidades de Valdevacas y El Guijar; situado a 1025 m de altitud; población de 96 hab.

En toponimia menor tampoco hemos encontrado demasiados ejemplos:

  • Val de Vacas: paraje montañoso de la comarca turolense de Gúgar-Javalambre, en las cercanías de Valdelinares
  • Valdevacas: arroyo y vallejo alcarreño, entre Valdegrudas y Aldeanueva de Guadalajara, tributario del Matayeguas
  • Valdevacas: vértice geodésico alcarreño (996 m), situado en la paramera que se despliega entre Valdesaz y Caspueñas. Uno de estos dos Valdevacas alcarreños sería el despoblado que aparece citado en el Libro del Buen Amor, del Arcipreste de Hita, como el "lugar amado" de don Carnal
  • El Soto de Valdevacas: en Barbadillo del Mercado, allí dónde se encuentra la ermita de Villavieja
  • Valdevacas: vallejo de Quintanilla Sobresierra, a la izquierda del camino de Hontomín


OTROS POSTS DEDICADOS A ROTUROS Y PARCELAS AGRÍCOLAS PECULIARES


La Parte, en Ros (julio 2016)

El Arroturo de Montorio (enero 2017)

La Mata, en Icedo (junio 2018)

Las Arroturas, en La Frontera de Los Tremellos (junio 2018)

El Hoyo de Montorio, en Quintanilla Sobresierra (noviembre 2018)


AGRADECIMIENTOS

A Carmelo González Díaz-Ubierna