sábado, 27 de octubre de 2018

El desconcertante dolmen de Ruyales del Páramo


En la vecina comarca de Las Loras existen catalogados alrededor de un centenar de túmulos, esas construcciones de arquitectura variada que acogieron inhumaciones colectivas, con una antigüedad de entre 5300 y 6000 años. Una buena parte de estos túmulos fueron catalogados por Miguel Ángel Moreno Gallo (1).

En el término municipal de Huérmeces se encuentran catalogadas un total de seis de estas  estructuras tumulares: Alto de San Benito (Quintanilla Pedro Abarca); La Mina I y La Mina II (Ruyales); Valdegoba, Valdemanzanero y Valdemedrano (Huérmeces); sin catalogación tan clara existen -como mínimo- otros cinco ejemplares: Otero I y II  (San Pantaleón), El Berezal (Ruyales) y Monte las Eras I y II (Huérmeces).


Dolmen del Moreco (Huidobro), el primer dolmen burgalés en aparecer como tal en la literatura megalítica (BIFG, 1954)




De entre los diferentes tipos de túmulo que se dan por estas tierras, son sin duda los denominados dólmenes de corredor los que presentan una arquitectura más interesante. En la década de los ochenta del siglo pasado, se procedió a la excavación (2) de una docena de los existentes en Las Loras, quedando evidenciado el triple carácter que poseen estas estructuras tumulares:

-monumento funerario colectivo: parece ser que se inhumaban únicamente ciertos huesos de los difuntos (cráneos, sobre todo), tras la purificación del cadáver en algún otro espacio (una especie de pudridero, quizás); se cree que los huesos depositados en la cámara dolménica pertenecían únicamente a individuos de un estatus superior, lo que supondría la existencia de una cierta jerarquización social.

-espacio sagrado en el que se desarrollaban ciertas actividades rituales o trascendentales, en determinados momentos del año; y durante mucho tiempo, lo que originó (entre otras cosas) que fueran visitados y revisitados con frecuencia a lo largo de los siglos.

-marcador territorial y referente simbólico de aquellos grupos de campesinos neolíticos itinerantes. Símbolos de la cohesión social necesaria para la construcción de estas estructuras tumulares.

Es necesario puntualizar que los dólmenes de Las Loras carecen de "sombrero", esa cubierta monolítica plana tan característica de los sepulcros de otros lares (Rioja Alavesa, Ampurdán...). Se supone que, en los dólmenes de nuestros páramos, la cubierta de la cámara se realizaría a base de troncos de madera, ramas y tierra; este sería el principal motivo por el que la cubierta acabaría por colapsar con el paso del tiempo, originando esa posterior configuración en forma de "cráter" que presentan muchos de ellos, y a través de la cual se realizaron continuos saqueos en tiempos pasados.

En un dolmen de corredor, quizás sea la característica de espacio sagrado la que resulte más atractiva a los ojos de un profano. Hoskin y otros entusiastas de la arqueoastronomía megalítica, (8,9) han estudiado concienzudamente la orientación de los pasillos de los dólmenes de corredor, constatando un carácter claramente pautado. La dirección o azimut de los pasillos suele estar claramente asociada a los ortos y ocasos de Sol o de Luna en momentos concretos del año.

En los dólmenes de la Península Ibérica, existe un claro predominio en la orientación hacia el Este-Sureste, esto es, a la salida del sol (orto) durante el solsticio de invierno.


Puede conjeturarse que esta orientación de los corredores hacia la salida del sol a comienzos del invierno obedeciera al deseo de que la luz solar, en la fecha indicada, penetrara por el largo pasillo, iluminando el interior de la cámara, sobre todo determinadas zonas de aquellos ortostatos que poseyeran grabados o pinturas. 

Esto supone reconocer que ciertos individuos de entre aquellos grupos de pobladores neolíticos que erigieron dólmenes conocían sobradamente la mecánica celeste y la pusieron en práctica a la hora de diseñarlos.


Los rayos solares del Solsticio de Invierno penetran en el interior de la cámara dolménica del sepulcro de corredor de Huerta Montero (Almendralejo, Badajoz)  senderuelos.blogspot.com (10)

Si aún en nuestros días, la irrupción de los rayos solares por el pasillo de un dolmen constituye un emocionante espectáculo (4), podemos imaginar el profundo significado que este fenómeno debía tener para aquellas comunidades megalíticas de hace 5000 o 6000 años. Aquellas gentes celebraban la expiración de los días cortos y el inicio de un nuevo ciclo vital en el que el sol aparecería cada día un poco más temprano y se ocultaría un poco más tarde.

En el caso de dólmenes de corredor del NW burgalés, se produce una gran homogeneidad en las orientaciones (azimut) que presentan los pasillos: entre los 101º y los 126º, con una notable excepción: el supuesto dolmen de corredor de La Mina II (Ruyales del Páramo), con su azimut de 214º, orientado pues al ocaso solar en el solsticio de invierno (8).


SIGPAC (agosto 2017); dolmen de La Cabaña (Sargentes de la Lora): azimut del corredor (116º) E-SE



SIGPAC (agosto 2017); dolmen de Las Arnillas  (Gredilla de Sedano): azimut del corredor (126º) E-SE

SIGPAC (agosto 2017); dolmen de El Moreco (Huidobro): azimut del corredor (126º) E-SE
SIGPAC (agosto 2017); dolmen de La Mina II (Ruyales): azimut del supuesto corredor (214º) S-SW
A poco más de 2 kilómetros al oeste de Ruyales del Páramo, en un paraje denominado La Mina, no muy lejos del límite con el término de Espinosilla de San Bartolomé, existen dos supuestos dólmenes, denominados en la literatura megalítica como La Mina I y La Mina II (aunque en algunas publicaciones aparecen como Ruyales 1 y Ruyales 2).




Ambos megalitos están separados por apenas 300 metros, y se enclavan en mitad de sendas tierras de labor. El más pequeño (La Mina-I), situado más hacia el este, únicamente deja ver tres grandes ortostatos, pero sin dibujar geometría reconocible alguna.


La Mina I: únicamente resultan visibles tres ortostatos; al fondo, a la derecha, La Mina II



La Mina I: desde lejos, únicamente resulta visible uno de los tres ortostatos del túmulo 



La Mina-II, hoy en día en mitad de una tierra de labor, una vez suprimido el arroyo que atravesaba el megalito
La Mina-II: al fondo, pinar de la Honquijosa, parque eólico de La Caldera (Bustillo del Páramo) y El Perul
La Mina-II: vista desde el SW; al fondo, el gran pinar de Las Mayas
El más grande y vistoso (La Mina II), sin embargo, está formado por una docena de  ortostatos de buen tamaño, que conforman una inusual cámara de planta elíptica de cinco metros y medio de anchura en su eje mayor, y unos cuatro en el menor.


La Mina II: al fondo, a la derecha, supuesta abertura cameral, orientada al S-SW
Algunos autores -quizás osadamente- mencionaban que su supuesto pasillo alcanzaba una longitud de unos nueve metros. Aunque más que pasillo, lo que se aprecia es una gran abertura en la zona suroccidental de la cámara.

A este respecto, resulta muy esclarecedor lo que se consigna en la ficha arqueológica del yacimiento: (5)



Por otra parte, recientes publicaciones (3) ponen más que en cuestión la catalogación de estos dos megalitos  de Ruyales como dólmenes de corredor, prefiriendo referirse a ellos como estructuras megalíticas.





Vuelo de finales de los años setenta: la cámara del dolmen de Ruyales es atravesada por un arroyo
Se supone que la cámara de La Mina II no guarda resto arqueológico alguno, ya que -hasta hace poco tiempo- era recorrida en todo su eje mayor por un arroyo, cuyas estacionales aguas penetraban en el sepulcro por la gran abertura existente en su zona superior (la orientada al SW) y lo abandonaban por otra pequeña apertura existente en su zona inferior (orientada al NE).


Por otro lado, como consecuencia del continua laboreo de las dos fincas circundantes, no queda resto alguno del túmulo que debía existir alrededor de la cámara; se supone que dicho túmulo estaría formado por gran parte de los numerosos bloques de piedra caliza que ahora se sitúan tanto en el interior de la cámara como en los extremos exteriores de la misma.

La Mina II: vista desde el lateral meridional

Los dos "dólmenes" de Ruyales figuran entre los primeros ejemplares catalogados en la incipiente literatura megalítica burgalesa de finales de los años sesenta del siglo pasado (6). En el año 1969, el Boletín de la Institución Fernán González recoge citas de prensa (Diario de Burgos) según las cuales se habrían localizado cuatro nuevos yacimientos: Porquera del Butrón (La Cotorrita), Villaescusa del Butrón (una "cista"), y los dos "dólmenes" de Ruyales del Páramo.


El "dolmen" de La Mina-II en el archivo fotográfico del Photo Club burgalés (7); a la derecha, la supuesta apertura cameral, orientada al S-SW, por la que penetraba el arroyo estacional que atravesaba la totalidad del megalito.





La Mina-II: doce grandes ortostatos conforman la cámara megalítica









La Mina II: fotografía incluida en la publicación "Burgos, tierra de arte" (1976), editada con motivo del 50 aniversario de la fundación de la Caja de Ahorros Municipal
Según Basilio Osaba, parece ser que los dos ejemplares de Ruyales fueron "descubiertos" a partir de una instantánea de la famosa colección fotográfica del Photo Club burgalés (7).

La noticia del Diario de Burgos (16 de octubre de 1969), en la que se recogían los hallazgos de Ruyales, hace referencia a la colaboración de Crescencio Martínez, el labrador que cultivaba las tierras en medio de las que cuales se ubicaba el megalito.






El acceso al dolmen de La Mina II no es sencillo, debido a la propia ubicación del megalito: en una zona relativamente húmeda y arcillosa, drenada por varios arroyos estacionales que desaguan en el del Chopillo. Para llegar al dolmen, hay que atravesar varios de estos arroyos que, además, presentan abundante vegetación arbustiva. La mejor época para visitar el lugar es a finales de verano, una vez cosechadas las tierras del entorno y una vez secos los arroyos que las delimitan.











FUENTES Y NOTAS:
(1) Megalitismo y geografía. Análisis de los factores de localización espacial de los dólmenes de la provincia de Burgos. M.A. Moreno Gallo. Universidad de Valladolid y Diputación Provincial de Burgos (2004)
(2)  Dólmenes de La Lora. G. Delibes de Castro, M. Rojo Guerra, J.I. Represa Bermejo. Junta de Castilla y León (1993)
(3) Nuevos datos sobre una alineación de menhires en el norte de Burgos: el yacimiento de Las Atalayas, en Avellanosa del Páramo (Burgos). M. Moreno Gallo, G. Delibes de Castro, J.A. López Sáez, S. Manzano Rodríguez, R. Villalobos García, A. Fraile Vicente, J. Basconcillos Arce. Sautuola, XVI-XVII, 71-93 (2012) [páginas 78-79: Dudas razonables sobre la autenticidad de los dólmenes de Ruyales del Páramo]
(4) Luz para ver y ser vista: los efectos de la iluminación solar durante el solsticio de invierno en los dólmenes de corredor de la provincia de Burgos. R. Gil Merino, M. Moreno Gallo, G. Delibes de Castro, R. Villalobos García. Munibe, 69 (2018)
(5) Inventario arqueológico de la provincia de Burgos. Campaña 1998/99.  ARATIKOS C.B. 
(6) 1954-2004: Medio siglo de megalitismo en la provincia de Burgos. M. Moreno Gallo. Boletín de la Institución Fernán González nº 230 (2005)
(7) Photo Club: denominación del establecimiento fotográfico existente en la ciudad de Burgos hasta el año 1964, fecha del fallecimiento de su dueño, Gonzalo Miguel Ojeda; su valioso fondo fotográfico (Archivo Photo Club, 1924-1964), formado por cerca de veinte mil fotografías, fue adquirido y digitalizado por la Diputación Provincial en 1978.
(8) Studies in Iberian Archaeoastronomy (5): Orientations of Megalithic Tombs of Northern and Western Iberia. M. Hoskin y J.A. Belmonte. Journal for the History of Astronomy (JHA) nº 23, supplement to Volumen 23 (1998)
(9) Studies in Iberian Archaeoastronomy (4): Orientations of Megalithic Tombs of Western Catalunya. M. Hoskin y T. Palomo i Pérez. Journal for the History of Astronomy (JHA) nº 29 (1998)
(10) Solsticio de invierno en el dolmen de Huerta Montero (Almendralejo, Badajoz): Solsticio de invierno en Huerta Montero (senderuelos.blogspot.com)

Más información sobre túmulos y megalitos burgaleses, nacionales y foráneos en: http://megalitos.es/


AGRADECIMIENTOS:
A Gloria Martínez González



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Valdefrailes
La ermita de San Andrés
El río Ruyales



1 comentario:

  1. Enhorabuena por tu trabajo semanal.
    Gracias por recoger las cosas que tenemos en el valle del Urbel

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