sábado, 27 de diciembre de 2025

Un anticuento de Navidad: Santos García Fontúrbel y la quinta de 1903


Éranse una vez diez jóvenes cuyos variados nombres y circunstancias no eran más que el producto del tiempo que les tocó vivir. Los diez jóvenes se llamaban: Aniano, Aureliano, Benito, Eleuterio, Francisco, José, Juan, Julián, Santos y Simón. A los diez les unían -al menos- dos cosas: una simple cifra numérica, 1883, el año de su nacimiento; y un lugar, una pequeña aldea denominada Huérmeces, sita allá, en las tierras del Úrbel.


Nada más alejado del canon del "cuento de Navidad" que la historia de una quinta farola a la que el futuro no prometía grandes esperanzas, solo pequeñas alegrías. Y precisamente por ello, estas fechas no me parecen inapropiadas para contar (y espero que también para leer) la historia de aquellos diez mozos enlistados. Leer entre trago de champán y embute de polvorón, al calor de la chimenea, mientras en la calle se abre paso un tímido frío y ya se escucha el estruendo de los petardos, calentando para la noche de fin de año.

Ya sabemos que, en algunas ocasiones, el futuro de una persona puede depender del puro azar. En tiempos pasados, existía un momento vital concreto en el que el devenir de un joven podría estar condicionado por una simple bolita numérica. Y no estamos hablando de la lotería nacional, sino del resultado del sorteo de quintos, del reemplazo militar, especialmente importante en las turbulentas décadas finales del siglo XIX y primeras del XX.

Una simple bolita con un número inscrito en su superficie podía determinar si tenías que cumplir o no con el servicio a la patria, o si tu destino militar se encontraba en la Península, en las Islas Chafarinas, en el Peñón de Alhucemas o en el melillense Barranco del Lobo; o lo que es lo mismo, si tenías muchas o pocas posibilidades de volver indemne de tu paso por el ejército.

En Huérmeces, el reemplazo de 1903, conformado por los mozos que en ese año cumplían los veinte años de edad, incluyó -inicialmente- a un total de diez jóvenes nacidos en 1883. Aquella fue una de las quintas más numerosas del siglo.

[en nuestro pueblo, en aquellos tiempos, el número de quintos solía oscilar entre 3 y 6 mozos; dicha cifra dependía no solo del número de nacimientos anuales, ya que estaba sobre todo definida por el número de varones nacidos, la tasa de mortalidad infantil y los posibles movimientos migratorios; en 1883 nacieron en Huérmeces 21 criaturas, 10 varones y 11 mujeres]

Ocho de aquellos diez mozos eran naturales del pueblo; uno, lo era de Ubierna; otro, de Mata. En orden de llegada al mundo, estos eran sus nombres, apellidos, fechas de nacimiento y filiaciones:

  1. Benito Varona Fuente: Hces, 10 de enero de 1883; hijo de Bonifacio y María
  2. Julián Blanco Fernández: Mata, 20 de febrero de 1883; hijo de Benito y Eusebia
  3. José Díez Martínez: Hces, 19 de marzo de 1883; hijo de Valentín y María
  4. Juan Alonso Amo: Ubierna, 31 de marzo de 1883; hijo de Estanislao y Práxedes
  5. Aniano Ortega Pérez: Hces, 26 de abril de 1883; hijo de Primitivo y Dominica
  6. Simón Ubierna Fontúrbel: Hces, 5 de agosto de 1883; hijo de Mariano y Luisa
  7. Aureliano Hidalgo Fernández: Hces, 20 de agosto de 1883; hijo de Quiterio y Florentina
  8. Eleuterio Villanueva Varona: Hces, 30 de agosto de 1883; hijo de Julián y Lucía
  9. Francisco Ubierna Ibáñez: Hces, 9 de octubre de 1883; hijo de Florentín y Natalia
  10. Santos García Fontúrbel: 30 de noviembre de 1883; hijo de Julián y Teodora  

Nueve de estos jóvenes vieron cómo sus nombres aparecían publicados en la biblia de la literatura oficial de aquellos tiempos. Fue el Boletín Oficial de la Provincia de Burgos, de fecha 2 de junio de 1903, el encargado de pregonar a los cuatro vientos la dispar suerte de muchos jóvenes de la provincia, justo el año en que cumplían los veinte de edad.

[Benito Varona Fuente no fue finalmente incluido en el reemplazo de 1903 por Huérmeces, ya que su familia (padres y una hermana) se había trasladado a residir a la localidad de Sedano en 1887 y tenía que aclararse si aquel ayuntamiento lo había incluido en su reemplazo]







La mayor parte de los nueve mozos eran hijos de familias modestas (pastores, jornaleros, pequeños labradores, molineros, herreros), por lo que la posibilidad de redención en metálico o sustitución sería muy limitada. Únicamente dos familias podrían haberse permitido ciertas alegrías: la de Aureliano Hidalgo, cuyo padre Quiterio era uno de los mayores propietarios del pueblo; y la de Benito Varona, cuyo padre Bonifacio era abogado y registrador de la propiedad, aunque ya había fallecido mucho antes de que su hijo fuera enlistado en el reemplazo de 1903.

Observamos en el lista que, de los nueve quintos faroles, siete fueron declarados soldados sorteables, uno fue totalmente excluido "por corto" (por no alcanzar la talla mínima exigida en aquellos tiempos), y otro lo fue por "religioso" (por haber ingresado en una orden religiosa).

Para llegar a este listado publicado en el Boletín Oficial de la Provincia, el ayuntamiento de Huérmeces tuvo que confeccionar un laborioso expediente, que se inició seis meses antes.


EL EXPEDIENTE DE REEMPLAZO DE 1903 EN HUÉRMECES

El 3 de enero de 1903 se reunió en la casa consistorial el ayuntamiento de Huérmeces (alcalde y cinco concejales) al objeto de la formación del alistamiento de mozos del año en curso, en base a los datos existentes en el padrón general de vecinos, los libros parroquiales y el registro civil. A dicho acto también acudieron el cura párroco, el encargado del registro civil y el regidor síndico, además del secretario municipal.

La ley de reclutamiento y reemplazo del ejército de 23 de agosto de 1896 era la vigente en aquellos años (se trataba de una mera modificación de la Ley de 11 de junio de 1885). En ella se establecían los actos y fechas que debían cumplir los ayuntamientos en cuanto a la confección de los listados de alistamiento.

En el primer listado de alistamiento, elaborado el día 3 de enero, se incluyeron exclusivamente a los ocho mozos nacidos en Huérmeces, ordenados por fecha de nacimiento, con indicación de su domicilio. En el primero de los mozos (Benito Varona de la Fuente) se observa que no se ha consignado domicilio alguno, ya que el referido mozo no residía en Huérmeces y se tenía que indagar en dónde lo hacía (Sedano).




Para el último domingo de enero (que ese año resultó ser el día 25) se tuvo que realizar el acto de rectificación del listado provisional, fruto del cual desapareció del mismo el mozo Benito Varona de la Fuente, por verificarse que ya no residía en Huérmeces desde hacía muchos años, y se añadieron dos mozos que, aunque no habían nacido en Huérmeces, ellos y sus familias tenían fijada su residencia en el mismo: Julián Blanco Fernández (nacido en Mata) y José Alonso Amo (nacido en Ubierna). También se procedió al tallado de los mozos.

Del referido tallado se excluyó al mozo José Díez Martínez, ya que su padre aportó un certificado emitido por la Compañía de Jesús en el que se afirmaba que aquel se encontraba profesando la "religión de Jesús", esto es, estudiando con los jesuitas y vistiendo sus hábitos.

La talla mínima exigida para servir a la patria en aquellos tiempos estaba fijada en 1,545 metros, motivo por el cual se excluyó totalmente al mozo Julián Blanco Fernández, que alcanzó una talla de 1,485 metros (si hubiera alcanzado 1,500 metros se le habría declarado excluido temporal y obligado a medirse en los cuatro años siguientes, no fuera a ser que le diera por crecer entre los 20 y los 24 años, que casos se habían visto).

El resto de los mozos "dieron la talla", desde los 1,548 m de Juan Alonso Amo hasta los 1,709 m de Eleuterio Villanueva Varona (un auténtico pivot en su época). En las labores de tallado y reconocimiento médico participó el entonces sanitario del pueblo, Rogelio Pérez Domingo.





El segundo domingo de febrero se celebró el sorteo y el primer domingo de marzo se procedió a la clasificación y declaración de soldados. El resultado es el que publicó el Boletín Oficial de la Provincia de Burgos el 2 de junio de 1903.

El alcalde (Julián Díaz-Ubierna) y los concejales (Eugenio Alonso, Antonio García, Esteban Ubierna y Mariano Díaz-Ubierna) tuvieron que firmar diversas actas durante aquellas primeras semanas de 1903, así como el secretario de turno, Quiterio Hidalgo, que tuvo que cumplimentar un buen número de impresos y notificaciones. 






VIDAS Y DESTINOS DE LOS DIEZ QUINTOS PROVISIONALES DE 1903

Tras cumplir con la patria, o librarse de ello, la vida de estos diez jóvenes nacidos en 1883 tomó rumbos bien diferentes. En algunos casos, no podemos ni siquiera especular sobre su posible andadura vital; en otros, sin embargo, ha resultado sencillo encontrar suficientes rastros como para elaborar una pequeña reseña biográfica. En el mismo orden en el que aparecieron publicados sus nombres en el Boletín provincial de junio de 1903 (con el añadido de Benito Varona):


1. Aureliano Hidalgo Fernández

Aureliano era el segundo de los cuatro hijos supervivientes (de ocho) que trajo al mundo la pareja formada en 1878 por Quiterio Hidalgo Díez (1852) y Florentina Fernández Gómez (Robredo Sobresierra, 1856): Emilio (1881), Aureliano (1883), Amancia (1892) y Francisco (1894).

Tras cumplir con sus obligaciones militares, Aureliano contrajo matrimonio en 1911 con Eulalia Mª González Gutiérrez (Villatoro, 1886), enviudando al año siguiente. La pareja residía en Villatoro. Supongo que no tuvieron descendencia.

Aureliano se casó en segundas nupcias en 1915 con Mª Presentación Sáiz Moral, estableciéndose poco después en la ciudad de Burgos. La pareja tuvo ocho hijos: Rosa, Aurelio (1919), Sara, María Luisa (1922), Silvia (1923), Emilia (1925), Ramón (1929) y Quiterio.

Aureliano regentó varios establecimientos de vinos, comidas y hospedaje en la ciudad de Burgos, entre los que cabe citar a "El Cortesano" (Carnicerías nº 13, frente a Diputación, luego renombrado como "El Colonial"), a otro sito en la calle Progreso, y a un tercero denominado "La Ferroviaria (Santa Dorotea nº 2).

Aureliano falleció en Burgos, tras grave enfermedad, en enero de 1936, medio año antes del inicio de la guerra. Tenía 52 años de edad.

[otro de sus tres hermanos también se estableció en la ciudad de Burgos: Amancia regentó la tienda de antigüedades e instrumentos musicales luego conocida como "Música y Deportes", en el paseo del Espolón]

[Emilio, por su parte, abrió una tienda de comestibles en Huérmeces, negocio que regentó hasta su prematura muerte en 1925, a los 44 años de edad; su viuda e hijos se establecieron en Montorio]

[Francisco, el más pequeño de los hermanos, ejerció de labrador en Huérmeces durante toda su vida profesional]

[a los cuatro hermanos Hidalgo Fernández les dedicaremos un monográfico en las próximas semanas]


2. Juan Alonso Amo 

Juan había nacido en Ubierna, y era hijo de Estanislao Alonso García (Peñahorada, 1839) y Práxedes Amo García (Acedillo, 1846), que prestaron sus servicios como pastores en Huérmeces durante -al menos- quince años (1885-1900), y en nuestro pueblo tuvieron un hijo, Eusebio (1886).

Con anterioridad a nuestro pueblo, Estanislao y Práxedes prestaron sus servicios en Ubierna entre 1877 y 1884, y allí nacieron Teodoro (1877), Justa (1880) y Juan (1883). A Ubierna llegaron con -al menos- un hijo nacido en otro pueblo: Segunda (1876).

La madre, Práxedes, falleció en Huérmeces en 1897, a los 51 años de edad. En aquella fecha le sobrevivían tres hijos: SegundaJusta y Juan. Teodoro había fallecido con un año de edad; Eusebio tampoco sobrevivió a la infancia.

En 1899 Juan aparece domiciliado en una casa del barrio de Mercado, junto a su padre Estanislao (ya viudo) y su hermana Justa. Ni Juan ni su padre aparecen ya en el padrón de 1909. 

En los censos electorales de Vizcaya correspondientes a los años 1915-1917 aparece un Juan Alonso Amo, residente en Sestao, jornalero. Coinciden las edades, por lo que supongo que se trata de nuestro Juan Alonso Amo. No he encontrado posteriores apariciones suyas en los censos vizcaínos.

Solo hemos encontrado referencias posteriores de uno de los hermanos Alonso Amo: la referida Segunda.

[en el censo electoral de la provincia de Burgos de 1936 aparece Segunda Alonso Amo (60 años), domiciliada en Coculina, jornalera; en 1945 aparece en Las Hormazas, con 69 años de edad, casada]


3. Santos García Fontúrbel

Santos era el quinto de los doce hijos que tuvo la pareja formada en Huérmeces en 1877 por Julián García Girón (1851) y Teodora Fontúrbel Marcos (Quintanilla Sobresierra, 1851). Julián y Teodora fueron los molineros de Retuerta durante -al menos- veinte años (1894-1914).

En 1906, A los dos años y medio de iniciar su servicio militar, mientras se encontraba destinado en un cuartel de Pamplona, Santos huyó y fue declarado desertor, emitiéndose la correspondiente orden de busca y captura. 

Tras la requisitoria judicial de 1906, no he encontrado posteriores referencias de Santos. Se ignora si fue entregado a las autoridades militares o si consiguió abandonar el país, quizás vía Francia.

De los doce hijos de Julián y Teodora, únicamente hemos encontrado referencias relativas a seis de ellos (además de Santos). 

[Manuel (1879) aparece en el listado de mozos del reemplazo de 1898; fue declarado soldado sorteable; entre los años 1909-1920 aparece domiciliado en Bilbao, primero como empleado, luego como guardia municipal]

[Luisa (1885) falleció en Burgos en 1940, a la edad de 55 años; no se emparejó ni tuvo descendencia]

[Modesto (1888) ingresó en el cuerpo de carabineros, alcanzando el grado de cabo de infantería; en 1923 aparece destinado en Gerona; en 1927, en Guipúzcoa]

[Esteban (1889) ejerció de molinero en Huérmeces (molino de Las Huertas) durante unos veintitantos años (1914-1935); en 1945 aparece domiciliado en Burgos, trabajando como jornalero y obrero fabril; falleció en Burgos en 1972, a los 82 años]

[Donato (1894) fue el molinero de Retuerta durante 35 años (1920-1953); a su fallecimiento, le sucedió su hijo Joaquín, hasta 1965, año de clausura del molino]

[Jacinta (1897) se casó en 1919 con Saturio Pérez Alonso (1894) y se establecieron en Huérmeces como labradores; tuvieron siete hijos: Gonzalo, Teodora, Mercedes, Domingo, Julián, Luis y Margarita]


4. Eleuterio Villanueva Varona

Eleuterio era el tercero de los cinco hijos que trajo al mundo la pareja formada en 1877 por Julián Villanueva Varona (1850) y Lucía Varona Ubierna (1852): Prudencio (1878), Cecilia (1879), Eleuterio (1883), Benita (1885) y María (1887).

Tras cumplir con la patria, Eleuterio se casó en 1910 con Rosenda González Girón (1890). La boda se celebró en Quintanilla de la Mata, pues allí ejercía como párroco Anacleto Girón Alonso, tío de Rosenda.

Eleuterio y Rosenda tuvieron nueve hijos, de los que siete sobrevivieron a la infancia: Teófilo (1911), María (1912), Epifanio (1914), Silvano (1916), Víctor (1919), Benedicta (1920) y Fidela (1923). 

Prudencio fue labrador relativamente próspero y también regentó una parada de sementales durante la segunda mitad de la década de los años veinte.

Eleuterio falleció en Huérmeces en 1939, a los 56 años de edad, dejando viuda a Rosenda (49 años) y dos hijos aún solteros: Fidela (17 años) y Víctor (20 años).

[De los siete hijos de Eleuterio y Rosenda, únicamente Víctor se estableció como labrador en Huérmeces; María se estableció como labradora en el vecino pueblo de Castrillo de Rucios; Benedicta y Silvano ingresaron en institutos religiosos; los tres restantes acabaron por establecerse en lugares más o menos alejados del pueblo: Barcelona (Fidela), Madrid (Teófilo) y Burgos (Epifanio)]  


5. Simón Ubierna Fontúrbel

Simón era el segundo de los seis hijos habidos en el matrimonio formado en 1881 por Mariano Ubierna Arribas (1852) y Luisa Fontúrbel Alonso (La Nuez de Arriba, 1848): Juliana (1882), Simón (1883), Juan (1885), Gregorio (1887), Bernardo y Zacarías (1891). Juan y Gregorio fallecieron de niños.

Tras cumplir con la patria, Simón se casó hacia 1909 con Primitiva Crespo Crespo (Castrillo de Rucios, 1891). Únicamente tuvieron una hija, Luisa (Hces, 1910), ya que Primitiva falleció al poco de casarse. En aquellos años Simón fue concejal del Ayuntamiento de Huérmeces, cargo al que renunció al trasladarse a Burgos en 1912.

Simón se casó en 1912, en segundas nupcias, en Burgos, con María Encarnación Sedano Vivar. No sabemos si tuvieron descendencia. La pareja residía en el Barrio de Huelgas. 

Entre 1918 y 1919, Simón aparece en las listas de jurados por la ciudad de Burgos, barrio de Huelgas. Simón falleció en Burgos en 1923, a los 40 años de edad.

Luisa Ubierna Crespo, hija del primer matrimonio de Simón, se estableció en la ciudad de Burgos, casada con Próspero Labín Hidalgo. Luisa trabajó en la SESA (Sociedad Española de Seda Artificial). Falleció en Burgos en 1976, a los 66 años de edad.

Los tres hermanos de Simón se establecieron en Huérmeces. 

[Juliana se casó en 1901 con Íñigo García Villanueva (1872) y tuvieron nueve hijos, de los que cuatro sobrevivieron a la infancia: Marcelino (1902, Felisa (1904, Mónica (1906) y Jaime (1908); Mónica se estableció en Madrid; los otros tres, en Huérmeces]

[Bernardo se casó en 1912 con Isabel Varona Recio (1891) y tuvieron 2 hijos: Clementina (1913) y Serafín (1916), ninguno de los cuales se estableció en Huérmeces; Bernardo falleció hacia 1920, a los 31 años de edad]

[Zacarías se casó en 1916 con Aurelia Varona Girón (1892) y tuvieron 6 hijos: Matilde (1917), Heliodora (1919), Eladio (1921), Apolinar (1923), Mª Amparo y Adrián. Zacarías regentó una cantina y tienda durante muchos años; su hija Matilde se estableció en Huérmeces y también regentó una cantina durante las décadas de 1940 a 1970]


6. Francisco Ubierna Ibáñez

Francisco era el cuarto de los ocho hijos que trajo al mundo la pareja formada en 1876 por Florentín Ubierna Díaz-Ubierna (1849) y Natalia Ibáñez Mata (Celadilla Sotobrín, 1856). 

Tras cumplir con sus obligaciones militares, Francisco contrajo matrimonio en 1908 con Sinforosa Pérez Pedrosa (Las Hormazas, 1885). La pareja de labradores se estableció en el pueblo de la novia y allí trajeron al mundo a ocho hijos: Teresa (1909), Eladio (1911), José (1912), Antonino (1914), Teonesto (1918), Piedad (1922), Asunción (1924) y Ángel (1926). 

En 1933 Francisco aparece como titular de familia numerosa, percibiendo el correspondiente subsidio. Con el paso de los años, Francisco se convirtió en uno de los mayores labradores y propietarios de Las Hormazas.

Francisco enviudó en 1939. Al jubilarse, se trasladó a Burgos, ciudad en la que falleció en 1963, a los 79 años de edad.

Cinco de los hermanos de Francisco sobrevivieron a la infancia: Eladio (1879), Mª Dolores (1881), Mónica (1890), Casilda (1893) y Antonino (1896). Únicamente este último se estableció en Huérmeces. Los otros cuatro, se desperdigaron por pueblos cercanos y alguno lejano.

[Eladio, presbítero, vivió en Méjico gran parte de su vida; retornó ya enfermo a Huérmeces, dónde falleció en 1928, a los 49 años de edad]

[María Dolores se casó en 1902 con Andrés Alonso Núñez (Ubierna, 1877) y en el pueblo vecino se establecieron; tuvieron una hija]

[Monica se casó en 1911 con Ángel Pedrosa Pesquera (Las Hormazas, 1890) y a la vera del Hormazuela se establecieron; cuatro hijos]

[Casilda estudió para maestra; pasó un tiempo en Méjico con su hermano Eladio, hasta que le acompañó en su retorno a España; falleció en Burgos en 1965, sin descendencia]

[Antonino se casó en 1920 con Carolina González Girón (1895); fue uno de los labradores con mayor número de propiedades en el Huérmeces de su época; seis hijos, de los cuales cuatro sobrevivieron a la infancia: Mª Visitación (1921), Orencio (1922), Daniel (1923) y Ricardo (1926)] 


7. Aniano Ortega Pérez

Aniano era el noveno de los diez hijos que trajo al mundo la pareja formada en Huérmeces en 1862 por Primitivo Ortega Valladolid (Las Hormazas, 1833) y Dominica Pérez Díez (1839). Primitivo fue herrero de Huérmeces durante unos cuarenta años (1862-1901). Primitivo se casó en segundas nupcias en 1890 con Dominica González Fernández (Santibáñez, 1847) y no tuvieron descendencia.

Aniano aparece como zapatero en Huérmeces en los Anuarios profesionales de 1902 a 1906 (con unas edades de 19 a 23 años). Desconocemos si finalmente tuvo que realizar el servicio militar, aunque todo parece indicar que no fue así.

Aniano ya no aparece en el padrón de Huérmeces de 1909, por lo que suponíamos que habría abandonado el pueblo un poco antes. Efectivamente, su nombre aparece en los censos electorales de Vizcaya de 1909 y 1910, domiciliado en Baracaldo. Curiosamente, Aniano figura con el apellido materno equivocado (figura con los dos apellidos paternos): Aniano Ortega Valladolid, de 27 años de edad, profesión jornalero. No he encontrado a Aniano en posteriores censos electorales de Vizcaya.

[Aniano era hermano de Hipólito Ortega Pérez (1875), que sustituyó a su padre como herrero de Huérmeces (1901-1915). Otra hermana, Isidora, se casó en 1884 con José González Pérez (Las Celadas, 1857), zapatero en Huérmeces durante catorce años (1884-1898)]


8. Julián Blanco Fernández

Julián había nacido en Mata, siendo uno de los hijos habidos en el matrimonio formado en Huérmeces en 1880 entre Benito Blanco Vicario (Burgos, 1832) y Eusebia Fernández Andrés (1845), una pareja de pastores que prestaron sus servicios en diversos pueblos de la comarca.

Tras librarse del servicio militar "por corto" (por no alcanzar la talla mínima exigida), Julián contrajo matrimonio hacia 1909 con Mariana Fernández Olmo (Ubierna, 1884), y se establecieron como pastores en Huérmeces, habitando una casa del barrio de Mercado. Aquí tuvieron cuatro hijos Blanco Fernández: Benito (1910), Francisco (1917), Adelaida (1919) y Remigio (1922).

Julián enviudó tras el nacimiento de su último hijo, y continuó prestando sus servicios como pastor en Huérmeces durante las décadas de 1920, 1930 y la primera mitad de la de 1940. En el padrón de 1945 Julián ya no aparece, por lo que suponemos que falleció entre 1941 y 1945, probablemente en otro pueblo del entorno.

Su hijo Benito continuó como pastor en el pueblo hasta finales de la década de los cuarenta. 

[Julián era tío de Jerónimo Blanco Mena (1906), el histórico pastor de Huérmeces, que ejerció su labor durante las décadas de 1920 a 1960; casado en 1934 con Irene Pérez González (Isar, 1913); en Huérmeces nacieron sus seis hijos: Jerónimo, Bernabé, María Mercedes, María Pilar, Florencio y María Teresa] 


9. José Díez Martínez

José fue el primogénito de los cinco hijos habidos en el matrimonio formado en 1880 por Valentín Díez Arribas (1856) y Mª Santos Martínez Alonso (1858): José (1881), Millán (1885), Saturia (1888), Mariano (1893) y Moisés (1898).

Se libró del servicio militar por su condición de religioso. 

Ingresó muy joven en el colegio que los jesuitas mantenían en la ciudad de Burgos. Una vez tomados los hábitos, José partió hacia las misiones jesuitas en China, dónde pasó gran parte de su existencia. Regresó a España ya anciano, falleciendo hacia el año 1960 en la residencia de los padres jesuitas en La Coruña.

De los cuatro hermanos de José, dos se establecieron en Huérmeces y otros dos partieron hacia destinos lejanos.

[Moisés se convirtió en presbítero y partió hacia las misiones en Iquique (Chile), dónde falleció en 1947, a los 48 años de edad, víctima de tuberculosis]

[Mariano estudió en los jesuitas, aunque nunca llegó a vestir sus hábitos; trabajó como funcionario de prisiones y tras su jubilación se estableció en Madrid, dónde continuó colaborando con los jesuitas]

[Saturia se casó en 1908 con Diego Girón del Cerro (1881) y trajeron catorce hijos al mundo, de los que siete sobrevivieron a la infancia: Mª Teresa (1913), Felicitas (1918), Mª Carmen (1924), Orencio (1927), Emilio (1929), Casilda (1930) y Mª Dolores (1934)]

[Millán se casó en 1910 con Claudia Varona García (1886) y tuvieron doce hijos, de los que solo tres sobrevivieron a la infancia: Moisés (1912), José (1915) y Obdulia (1918)] 


10. Benito Varona de la Fuente

Benito fue el primogénito de los dos hijos que tuvo la pareja formada hacia 1882 por Bonifacio Varona Díaz-Ubierna (1822) y María de la Fuente Ibáñez (La Nuez de Arriba, 1842). Cuando Bonifacio se casó con María ya tenía ya una edad avanzada (60 años), y María tampoco era una jovencita (40 años), por lo que sus dos hijos nacieron pronto y rápido: Benito (1883) y Elena (1885); ambos vinieron al mundo en Huérmeces. 

Sabemos que Bonifacio era vecino de Huérmeces en 1866, y que en nuestro pueblo seguía -al menos- entre 1883 y 1887.

Bonifacio Varona, era abogado y ejerció de registrador de la propiedad en Sedano tras abandonar Huérmeces en 1887, con su mujer y sus dos hijos. Falleció en Sedano hacia el año 1891.

Por lo tanto, cuando se elaboró el alistamiento correspondiente al reemplazo de 1903, Benito ya no residía en Huérmeces. Ignoramos dónde lo hacía, aunque creemos que pudiera ser en Sedano, lugar último de residencia de su padre.

No hemos encontrado posteriores referencias de Benito Varona de la Fuente, por lo que bien pudo trasladarse a residir a otra provincia, bien pudo fallecer en sus años mozos. Al ser el único hijo varón de una mujer viuda, supongo que Benito no se vio obligado a cumplir con la patria, aunque vaya usted a saber. 

[La única hermana de Benito, Elena Varona de la Fuente (Hces, 1885), estudió magisterio en Burgos y su primer y único destino profesional fue una escuela de párvulos en la ciudad de Palencia, dónde se mantuvo entre 1909 y 1955, completando 46 años de servicio ininterrumpido en el mismo centro educativo]

[a la maestra Elena Varona de la Fuente le dedicaremos un próximo post]


EPÍLOGO DEL ANTICUENTO DE NAVIDAD

Sirvan las tablas siguientes como resumen de la peripecia vital de los diez mozos de la quinta de 1903. Solo dos de ellos se establecieron en Huérmeces (Eleuterio y Julián); dos lo hicieron en la ciudad de Burgos (Aureliano y Simón); uno en el cercano pueblo de Las Hormazas (Francisco); otro en la lejana China (José); otros dos -probablemente- en Vizcaya (Juan y Aniano); y de otros dos apenas podemos cavilar dónde lo hicieron (Santos y Benito).








Aún vive algún hijo de aquellos diez quintos faroles nacidos en 1883. Qué sepamos, al menos Fidela, hija de Eleuterio, nacida en 1923. Damos por sentado que aún viven muchos nietos de aquellos diez mozos cuyos nombres y apellidos aparecieron impresos en la literatura oficial de 1903.

A todos ellos va dedicado este post, este anticuento de Navidad.


ANEXO

LA CAUSA JUDICIAL (MILITAR) CONTRA EL SOLDADO SANTOS GARCÍA FONTÚRBEL 

El día 8 de noviembre de 1906 se publicó una requisitoria en el Boletín Oficial de la Provincia de Burgos. En ella, el comandante del Regimiento Infantería de América nº 14, con sede en Pamplona, actuando como juez instructor: cita, llama y emplaza al soldado Santos García Fontúrbel, acusado de delito de hurto y de falta grave de primera deserción.






Al día siguiente, el 9 de noviembre de 1906, se publicó la misma requisitoria (texto idéntico) en la Gaceta de Madrid (el BOE de la época), al objeto de que todas las autoridades civiles y militares del país conocieran los datos físicos y de filiación del soldado en busca y captura:

  • Santos García Fontúrbel
  • hijo de Julián y Teodora
  • natural de Huérmeces (Burgos)
  • 23 años de edad
  • soltero
  • labrador
  • estatura de 1,62 metros






Supongo que el anuncio también fue publicado en el Boletín Oficial de la Provincia de Navarra, aunque no he sido capaz de encontrarlo, ya que aún no han sido digitalizados los números antiguos de dicho boletín.

También supongo que, tras ser declarado soldado por el reemplazo de 1903, Santos García Fontúrbel partiría hacia el destino que el azar le tenía preparado, el citado Regimiento de Infantería de América, sito en la ciudad de Pamplona. Cabe añadir que, en aquellos tiempos, España no tenía aún abierto el frente marroquí, ya que la guerra de Melilla no comenzaría hasta 1909 y la del Rif no lo haría hasta 1911.

Aún así, a Santos, seguramente, no le agradó el duro régimen cuartelero y decidió abandonar el servicio, quizás camino de la relativamente cercana Francia, con vistas a establecerse allí o dar el salto a América, que era la práctica común entre los jóvenes desertores de la época. Aunque también pudo suceder que Santos fuera finalmente entregado a las autoridades militares y estas administraran su particular código de justicia: a los desertores, salvo causa de fuerza mayor, se les fusilaba. Me temo que nunca lo sabremos.

Para más inri, las autoridades militares le acusaron de hurto (quizás Santos huyó con alguna pertenencia militar: botas, mudas, alguna pieza no excesivamente llamativa del uniforme, un cuchillo, cualquier cosa que le resultara útil en su huida). Ladrón de bienes militares y desertor, mal tenía las cosas el pobre Santos.


FUENTES

-Archivo Municipal de Huérmeces: Expediente de Reemplazo 1903

-Archivo Diocesano de Burgos: Libros parroquiales de Huérmeces: Bautizados VII (1877-1903), Bautizados VIII (1903-1914)

-Biblioteca Virtual de Castilla y León: Boletín Oficial de la Provincia de Burgos, Diario de Burgos

-Hemeroteca Digital de la Biblioteca Foral de Bizkaia: censos electorales de Vizcaya de los años 1903, 1904, 1905, 1906, 1907, 1908, 1909, 1910, 1911, 1912, 1913, 1915, 1916, 1917, 1918, 1919 y 1920.

-Hemeroteca Digital Vasca (Euskariana): El Noticiero Bilbaíno, Euzkadi

-Boletín Oficial del Estado: Gaceta de Madrid

-Genealogía Río Ubierna libro de bautizados de Ubierna VIII (1863-1881) y IX (1881-1906)

 

BANDA SONORA

En tan señaladas fechas no podía faltar el guadiánico apéndice musical de este Hces-blog. Y nada mejor que un encantador y archiconocido villancico para celebrar que ya llevamos doce años dando la murga virtual (o virtualmente dando la murga, como ustedes prefieran).

A mediados de los años ochenta del siglo pasado, una canción de descriptivo título, In the Army Now (1986), alcanzó un inusitado éxito en las listas musicales de multitud de países occidentales; desde el Reino Unido a Austria, desde Irlanda a España, pasando por Alemania y Suiza.





Lo que quizás no sea tan conocido es el hecho de que aquel contundente éxito de la banda británica Status Quo no era más que una versión de un tema original de un dúo neerlandés que pasó con pena y sin gloria por el panorama musical de aquellos años: Bolland & Bolland. Esta encantadora pareja de hermanitos guaperas (muy a lo David Cassidy) había escrito, tocado y cantado "In the Army Now" en 1981, pero el sencillo solo alcanzó éxito relativo en Noruega, quizás por insondables misterios que solo el Mar del Norte conoce.

La versión de los británicos no es que fuera muy diferente de la original neerlandesa, pero los duendes (ingleses) de la música funcionaron como tales, y lo que en 1981 pasó desapercibido en 1986 llenó estadios y vendió miles de sencillos.

Me atrevería a asegurar que la canción no ha envejecido mal y que, de vez en cuando, agrada recordar sus acordes y letras, aunque ya hayan pasado cuarenta años. Hay quien le otorga a "In the Army Now" un cierto cariz antibelicista aunque, más bien, se trata de una canción que cuenta la cruda realidad del servicio militar, la transformación de un civil en soldado, de un anónimo ciudadano a un aún más anónimo "héroe". 

Si tuviéramos que traducir fielmente al castellano el título de la canción, nada más apropiado que el castizo "Historias de la puta mili", popularizado por el historietista Ivà en la revista satírica "El Jueves".

La canción comienza con una visión casi idílica del servicio, una especie de "vacaciones en el extranjero", todo el día tirado en la cama, sin nada que hacer, para luego ir cantando las verdades del campo de entrenamiento, la indiferencia de los mandos, el peligro constante, la lucha interna entre el deber y la ética personal, y así hasta que -hacia la mitad de la canción- se escucha al sargento de turno gritar un marcial "Stand up and fight!" que despierta al soldado de sus ensoñaciones...







BONUS TRACK

El pasado día 22 falleció en Londres Chris Rea (Middlesbrough, 1951), uno de los cantantes que más apéndices musicales podría haber rellenado en este Hces-blog. Con su ronca y rota voz, Chris Rea cantó a la playa, al desengaño amoroso, al café azul (a la importancia de la experiencia), al peso del pasado, al deterioro medioambiental, a la emigración, a la galopante corrupción, al tráfico infernal, a sus dos hijas, al verano y a la vida, en general.






Además, y en el mismo año 1986 en el que los Status Quo cantaban a la mili, Chris Rea obtuvo un navideño hit, que acabó por convertirse en el villancico favorito de transportistas, viajantes y habituales de la carretera, que vuelven a casa por Navidad: Driving Home For Christmas (1986)

Y también de todos aquellos que, aunque no sean profesionales de la carretera, tienen que viajar lejos en Navidad para ver a la familia, sorteando heladas, nevadas, ventiscas, diluvios, granizadas, carreteras bacheadas, peajes, atascos y extinciones masivas de plazas de aparcamiento en las ciudades.

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