sábado, 25 de abril de 2020

Todos los nombres de varón: Huérmeces (1896-1968)


Si quien esto escribe fuera funcionario del Registro Civil, y con muchos trienios a sus espaldas, sin duda que ya estaría aburrido de consignar nombres y apellidos, día tras día, año tras año, y así hasta alcanzar la sin duda merecida jubilación.

Pero como no es el caso, reconozco que aún disfruto visitando archivos (físicos o virtuales), consultando viejos padrones y destripando el contenido de antiguos documentos casi ilegibles. Y todo ese esfuerzo, casi siempre, va encaminado a recopilar nombres, apellidos, fechas de nacimiento, domicilio y ocupación principal de personas a las que, en la mayor parte de los casos, ni siquiera conocí. Personas que no conocí pero de las que oí reiteradamente hablar a mis padres, a mis abuelos, o a mis tíos. Personas cuyos nombres forman ya parte de la memoria popular de Huérmeces. Y escribir sobre la memoria popular de un pequeño pueblo puede resultar cualquier cosa menos tedioso o cansino.  

Una de las recopilaciones posibles consistiría en consignar todos los nombres de pila de todas las personas que han residido en un lugar determinado durante un periodo de tiempo más o menos largo, para luego establecer los que presenten mayor o menor frecuencia de uso, estudiar su prevalencia en determinadas décadas, su querencia por algunas profesiones, su origen en el Santoral Romano, etc.

Pero mucho me temo que para realizar esa ardua tarea serían necesarios varios confinamientos, por lo que nos conformaremos con registrar únicamente los nombres de pila de todos los -en otros tiempos- denominados "cabezas de familia" que han vivido en Huérmeces durante un periodo de tiempo de ... setenta y tres años, por ejemplo.

Setenta y tres años que abarcan varios padrones de población entre 1896 y 1968. Dos años que son algo más que la mera permutación de sus tres últimos elementos. Dos años que abarcan desde finales del siglo XIX hasta bien avanzado el XX, justo cuando aquel viejo mundo rural basado en una agricultura de subsistencia se estaba desmoronando a la velocidad del rayo.

Hablar hoy en día del concepto "cabeza de familia" es hablar de un pasado cultural, económico y social ya felizmente superado. El cabeza de familia, tal y como era entendido entonces, era el hombre de la casa, que trabajaba y llevaba su salario al hogar, para así mantener a su familia (esposa, hijos, padres biológicos y políticos, sobrinos...), y porque esa era su principal obligación. Se hacían excepciones con las viudas y los curas, a los que también se consideraba cabezas de familia. Sin embargo, no adquirían dicha condición personas como, por ejemplo, las maestras o maestros solteros que vivían "de pupilos" en alguna casa del pueblo. Qué tiempos.

Era un concepto parecido al de "vecino", la unidad demográfica, electoral, tributaria y administrativa de aquellos no tan lejanos tiempos. Si nos vamos un poco más allá, hasta mediados el siglo XVIII, encontraremos que las viudas eran consideradas, a efectos tributarios, como medio vecino, y los curas, ¡ah los curas! directamente no tributaban. Hay cosas que han cambiado mucho con el paso de los tiempos, y hay cosas que, sencillamente, apenas lo han hecho. 

Para que el tamaño de esta entrada no se me vaya de las manos, he considerado únicamente los nombres de pila de varón, dejando para la próxima entrada una recopilación similar, que concierna únicamente a los nombres de pila de todas las mujeres cónyuges del "cabeza de familia" en el momento de la realización de los padrones correspondientes.

No puedo pretender que la lista de nombres sea completa, ni mucho menos. He trabajado con los datos registrados en los padrones de 1896, 1899, 1924, 1925, 1940, 1950, 1960, 1965 y 1968, por lo que en alguno de los intervalos se habrán "escapado" varios vecinos que residieron en el pueblo de manera breve o, incluso, efímera.

Estos vecinos de paso breve pertenecían a una serie de profesiones que eran desempeñadas por personas venidas de otros pueblos, de otras comarcas, de otras provincias:

-pastores, que en ocasiones eran ajustados por un año, a modo de prueba, y finalmente esta no resultaba positiva para alguna de las dos partes.
-maestros, que recalaban en el pueblo como mero trampolín para un destino mejor, o que lo hacían castigados temporalmente por vaya usted a saber qué pecados.
-jornaleros, contratados por temporadas de cosecha ("agosteros"), que a veces alargaban su estancia algún tiempo más.
-taberneros, que pronto descubrían que el negocio no cubría sus expectativas.
-curas, bien cumpliendo funciones de "ecónomos" (sustitutos temporales), bien siendo repentinamente llamados por su jerarquía a cumplir más altas misiones.
-molineros, a los que, ya en su primer invierno de estancia en el molino, el Úrbel les mostraba lo dañino que podía llegar a ser.
-secretarios, a los que la condición de Huérmeces como municipio de tercera se les hacía poco.
-médicos, a los que la dotación económica que les asignaba el ayuntamiento les parecía escasa para su indudable valía profesional.

Dando por sentado, pues, que la lista es incompleta, se han registrado 143 nombres de pila diferentes para varones cabeza de familia que residieron en Huérmeces en el período de tiempo considerado (1896-1968). 

Los nombres que presentan mayor frecuencia son: Julián (10), José (9), Mariano (8), Dionisio (7), Lorenzo (7), Manuel (6), Pedro (6), Emilio (5), Santiago (5), Domingo (4), Esteban (4), Francisco (4), Luis (4), Pablo (4), Vicente (4), Eusebio (3), Felipe (3), Félix (3), Juan (3), Julio (3), Tomás (3) y Victoriano (3).

Tomemos en consideración y analicemos someramente los nueve nombres más "populares":

Julián (10):

Por década de nacimiento: 1830 (1), 1850 (1), 1860 (1), 1880 (3), 1890 (2), 1900 (1), 1920 (1)
Por lugar de nacimiento: Huérmeces (7), Ávila (1), Mata (1), Santibáñez Zarzaguda (1)
Por profesión principal o más conocida: labrador (6), pastor (1), maestro (1), sastre (1), molinero (1)

José (9):

Década: 1820 (1), 1850 (2), 1860 (1), 1880 (1), 1900 (2), 1910 (2)
Lugar: Huérmeces (5), Las Celadas (1), Celada del Camino (1), Lences (1), Pedrosa del Príncipe (1)
Profesión: labrador (6), zapatero (2), médico (1)

[cuando coincidían en el tiempo varios "Josés" era habitual utilizar aumentativos o diminutivos del nombre, relacionados con la complexión física de su portador, y acabando por convertirse en un auténtico apodo; así, tenemos: "Pepines", "Pepón" y "Joselón", utilizados entre los años 40 y 60 del siglo pasado para diferenciar a tres de los "Josés" cabeza de familia que coincidieron en aquellos tiempos]

Mariano (8):

Década: 1830 (1), 1850 (4), 1860 (1), 1890 (1), 1900 (1)
Lugar: Huérmeces (8). Parece ser que Huérmeces fue un pueblo claramente marianista.
Profesión: labrador (7), sastre (1)

Dionisio (7):

Década: 1820 (1), 1860 (3), 1870 (1), 1890 (1), 1920 (1)
Lugar: Huérmeces (6), Pedrosa del Páramo (1)
Profesión: labrador (6), herrero (1)

[era habitual el uso del apelativo "Nisio" para este nombre]

Lorenzo (7):

Década: 1820 (1), 1840 (1), 1870 (2), 1880 (2), 1920 (1)
Lugar: Huérmeces (4), Quintanilla Sobresierra (1), Sedano (1), Úrbel del Castillo (1)
Profesión: labrador (4), zapatero (2), molinero (1)

Manuel (6):

Década: 1820 (1), 1870 (3), 1880 (1), ? (1)
Lugar: Huérmeces (4), Villadiego (1), ? (1)
Profesión: labrador (3), veterinario-albéitar (1), jornalero (1), zapatero (1)

Pedro (6):

Década: 1830 (1), 1840 (2), 1850 (1), 1860 (1), 1900 (1)
Lugar: Huérmeces (4), La Nuez de Abajo (1), Los Tremellos (1)
Profesión: labrador (5), zapatero (1)

Emilio (5):

Década: 1880 (2), 1900 (2), 1920 (1)
Lugar: Huérmeces (3), Peñafiel (1), Sestao-Vizcaya (1)
Profesión: labrador (2), tabernero (2), maestro (1)

Santiago (5):

Década: 1820 (1), 1850 (1), 1860 (1), 1870 (2)
Lugar: Huérmeces (2), Espinosilla de San Bartolomé (1), Hontomín (1), Pradoluengo (1)
Profesión: labrador (3), pastor (1), maestro (1)

En el extremo opuesto, encontramos nombres hoy nada habituales, y que en lejanos tiempos tampoco lo eran. En esta lista de nombres raros encontramos varios pertenecientes al gremio de los molineros: Agapito, Aquileo, Donaciano, Donato, Eustasio, Ezequiel, Filiberto, Marcial, Mauricio, Primitivo, Simeón...

El gremio de los pastores también registraba nombres poco comunes: Apolinar, Baldomero, Bernardino, Estanislao, Genaro, Jerónimo, Marceliano, Rufino, Sabino, Tiburcio...

Entre los alcaldes secretarios también encontramos algunos nombres históricos en el pueblo y poco comunes: Cipriano, Hipólito, Jacinto, Laurentino, Quiterio, Sandalio, Saturio...

Destacamos otros nombres poco habituales y las profesiones principales de sus dueños: Aniano (zapatero), Benjamín (carpintero), Dámaso (carpintero), Epifanio (herrero), Gil (tratante), Heliodoro (zapatero), Hermenegildo (tabernero), Hipólito (carretero, herrero), Luzgerico (carretero), Primitivo (herrero), Ruperto (carpintero), Timoteo (tabernero), Valeriano (transportista), Zacarías (tabernero)...

Entre el gremio mayoritario, el de los labradores, tampoco faltaban nombres de peculiar sonoridad y poco habituales: Alejo, Amadeo, Aniceto, Antonino, Aquilino, Avelino, Bernardino, Bienvenido, Braulio, Cayo, Eulogio, Evaristo, Fabián, Ildefonso, Íñigo, Ismael, Jacinto, Lázaro, Maximiliano, Millán, Modesto, Narciso, Natalio, Prudencio, Ramiro, Rodrigo, Simón, Teodoro...

El listado de curas comprende tanto nombres comunes como poco habituales; en orden cronológico: Florentín, Juan, Eusebio, Félix, Carmelo, Alejandro, Celestino y Santos.

Lo mismo sucede con el listado de médicos:  Gregorio, Demetrio, Rogelio, Zacarías, Adrián, José, Luis...

Y también con el listado de maestros: Santiago, Buenaventura (dos), Justiniano, Juan José, Agustín, Julián, Serafín, Roberto, Emilio...

Como ya hemos comentado en alguna que otra entrada de este mismo blog, en la página web del Instituto Nacional de Estadística (INE) disponemos de una herramienta muy útil para comprobar la frecuencia y la distribución geográfica actual (2017) de nombres y apellidos en España. Los resultados de esta pesquisa para el total de los 143 nombres de varón "faroles" se resumen en el cuadro siguiente:











Lógicamente, al tratarse de nombres castellanos, son las nueve provincias castellano-leonesas las que acaparan las mayores frecuencias (sobre todo las occidentales); también Extremadura y Galicia aparecen reiteradamente; con menor frecuencia aparecen algunas provincias de Castilla La Mancha. 

Una media de edades igual o superior a 66 años significa que el nombre gozó de muy escasa popularidad durante las cinco o seis últimas décadas: Donaciano (72 años), Eustasio (70), Aniano (70), Cayo (69), Sandalio (69), Tiburcio (69), Agapito (68), Laurentino (68), Marceliano (68), Primitivo (68), Bonifacio (67), Eleuterio (67), Epifanio (67), Heliodoro (67), Justiniano (67), Quiterio (67), Saturio (67), Saturnino (67), Timoteo (67), Aniceto (66).

Por el contrario, una media de edades igual o inferior a 45 años significa que nos encontramos ante un nombre de uso relativamente frecuente en los bautizos de las cuatro o cinco últimas décadas: Adrián (19 años), Mauro (21), Rodrigo (22), Alejandro (26), Daniel (27), Pablo (27), Ismael (29), Nicolás (29), Simón (30), Víctor (30), David (31), Íñigo (31), Diego (32), Guillermo (34), Ezequiel (35), Fabián (35), Alejo (40), Roberto (40), Elías (41), Jaime (41), Millán (43), Eduardo (45).

Puede que esta reciente popularidad de ciertos nombres se deba al renovado interés por ciertos personajes históricos, tanto de ámbito provincial como nacional o, incluso, internacional (Rodrigo, Íñigo, Diego, Guillermo, Alejandro, Víctor), aunque tampoco sea desdeñable la moda por nombres bien sonoros (Adrián, Nicolás, Fabián, Millán), bien con supuestas reminiscencias italianas (Mauro, Roberto), bíblicas (Ezequiel, David, Elías) o sudamericanas (Alejo).

Del total de 143 nombres "faroles", 14 de ellos eran portados por menos de 1000 varones a nivel nacional en el referido año 2017. Los vecinos de Huérmeces que los llevaron son los siguientes:

Donaciano (126 varones en España, 2017)

-Donaciano Esteban Saiz (Montorio, 1916), pastor

Quiterio (165 varones)

-Quiterio Hidalgo Díez (Huérmeces, 1852), labrador

Aniano (365 varones)

-Aniano Ortega (?,?), zapatero

Saturio (401 varones)

-Saturio Pérez Alonso (Huérmeces, 1894), labrador

Sandalio (461 varones)

-Sandalio Alonso Alonso (Huérmeces, 1884), labrador

Cayo (482 varones)

-Cayo Díaz-Ubierna Villalvilla (Huérmeces, 1900), labrador

Florentín (538 varones)

-Florentín Díaz-Ubierna Vivanco (Huérmeces, 1815), cura párroco
-Florentín Ubierna Díaz-Ubierna (Huérmeces, 1850), labrador

Eustasio (568 varones)

-Eustasio Alonso Gallo (Ubierna, 1875), molinero

Tiburcio (579 varones)

-Tiburcio Pérez Campo (Huérmeces, 1824), labrador
-Tiburcio Güemes Calzada (Hormazuela, 1877), pastor

Apolinar (680 varones)

-Apolinar Ceballos García (Medianedo, Cantabria, 1929), pastor

Marceliano (815 varones)

-Marceliano Pérez Santamaría (San Pantaleón del Páramo, 1920), pastor

Filiberto (824 varones)

-Filiberto Ruiz Ruiz (Vilviestre de Muñó, 1891), molinero

Justiniano (840 varones)

-Justiniano Saldaña Alonso (?,?), maestro

Millán (985 varones)

-Millán Díez Martínez (Huérmeces, 1884), labrador


Para dos nombres, Aquileo y Luzgerico, la base de datos del INE no devuelve registro alguno, lo cual no significa que no quede ninguna persona viva que porte alguno de estos dos nombres, sino que el número de dichas personas es inferior a 20 a nivel nacional o inferior a 5 a escala provincial. Dos nombres, pues, en claro peligro de extinción, si es que no han alcanzado ya ese estado. Los dos vecinos de Huérmeces que llevaron esos curiosos y escasos nombres merecen, pues, un recuerdo especial: 

-Aquileo García Celis (Coculina, 1896 - Burgos, 1976): molinero en el molino de Alba (Rallastra o La Bagoya) durante treinta años (1936-1965).


Diario de Burgos, 20 de enero de 1932

Diario de Burgos, 12 de octubre de 1958


-Luzgerico Pérez García (Acedillo, 1896 - Burgos, 1933): carretero-carpintero en Huérmeces durante diez años (1924-1933), con taller primero en la hoy conocida como casa de Mauro Serna, luego en la hoy conocida como casa de Valeriano.


Diario de Burgos, 30 de marzo de 1925
Diario de Burgos, 19 de septiembre de 1933

Dos personas nacidas el mismo año (1896), en pueblos contiguos (Coculina y Acedillo), y que ejercieron casi toda su vida profesional en Huérmeces, pero a las que el destino tenía preparados desarrollos vitales muy diferentes: ochenta años en el caso de Aquileo, solo treinta y siete en el de Luzgerico.


APÉNDICE: ALGUNOS NOMBRES DE VARÓN Y SU ORIGEN EN EL SANTORAL CRISTIANO

- Aquileo, mártir (onomástica: 12 de mayo)

Nereo y Aquileo fueron dos soldados romanos que se convirtieron al cristianismo en el siglo III. Fueron martirizados durante la persecución de Diocleciano, por lo que su muerte se sitúa en Roma alrededor del año 300. En las catacumbas romanas de Domitila existe una basílica semi subterránea, de tres naves, ábside y nártex, dedicada a su memoria.

En el caso de Aquileo García Celis, sin embargo, los datos que aparecen en los padrones de 1940 y 1950 no pueden resultar más contradictorios: en el primero, la fecha de nacimiento consignada para Aquileo es el 13 de noviembre; en el segundo, el 23 de abril. En ninguno de los dos casos se cumple la regla del santo del día, por lo que suponemos que a Aquileo se le bautizó con ese nombre en memoria de algún antepasado más o menos cercano. 

- Ludgero, obispo (onomástica: 26 de marzo)

Nacido en Suescnon (Frisia) hacia el año 745. Participó activamente en la evangelización de su región natal, así como de Dinamarca y Sajonia, por lo que el cristianismo superó las viejas fronteras del imperio romano, la Germania transrenana. Fue contemporáneo de Carlomagno. Ludgero fue el primer obispo de Münster, y falleció en el año 809. Su tumba en la ciudad sajona de Werden sigue siendo meta de peregrinaciones hoy en día. En castellano: Ludgerico/Luzgerico.

Luzgerico Pérez García nació, precisamente, un 26 de marzo, por lo que el origen de su nombre se sitúa en la vieja costumbre de asignar al recién nacido el nombre de uno de los santos del día.

- Donaciano, mártir (24 de mayo)

Santos Donaciano y Rogaciano, hermanos martirizados en Nantes hacia el año 304.

En el Santoral Romano existen otros tres: San Donaciano, obispo (7 de agosto); San Donaciano, obispo y mártir (6 de septiembre) y San Donaciado de Reims, también obispo (14 de octubre)

Cuatro posibles candidatos para el origen del nombre de Donaciano Esteban Saiz, pastor en Huérmeces a principios de los años sesenta, natural de Montorio (1916). No conocemos la fecha exacta de su nacimiento, por lo que no podemos adjudicarle ninguno de los cuatro santos.

- Quiteria, virgen y mártir (22 de mayo)

Fue una de las nueve hijas del concurrido parto múltiple de Calsia, la esposa del entonces gobernador romano (siglo II) de la ciudad lusitana de Braga, Lucio Castelio Severo. Las nueve neonatas (Librada, Marina, Victoria, Germana, Eufemia, Marciana, Genibera, Basilia y Quiteria) fueron repudiadas por sus padres, por lo que resultaron adoptadas por diversas familias cristianas de la ciudad. Descubiertas, fueron obligadas a huir a diferentes lugares y todas ellas acabaron siendo martirizadas. Quiteria erró por montaraces lugares de Hispania y la Galia, hasta que fue decapitada -siendo aún muy joven- en la localidad toledana de Marjaliza. Es considerada abogada contra la rabia canina.


Diario de Burgos, 18 de junio de 1891

Quiterio no es más que la forma masculina de esta santa, medio portuguesa, medio española. Y Quiterio Hidalgo Díez nació en Huérmeces un 22 de mayo de 1852, el día de Santa Quiteria. Fue uno de los principales propietarios de tierras en el Huérmeces de principios del siglo XX.

- Aniano, discípulo de San Marcos (25 de abril)

Obispo de Alejandría, primer sucesor de San Marcos al frente de ese episcopado. 

En el Santoral Romano existen otros dos: San Aniano de Antioquía, diácono martirizado en el año 260 (10 de noviembre) y San Aniano de Orléans, obispo que libró a esta ciudad, en el año 453, del asedio de los hunos (17 de noviembre).

Tres candidatos posibles para lo poco que sabemos de nuestro Aniano Ortega, salvo su nombre y apellido, y que ejerció de zapatero en Huérmeces durante los primeros años del siglo XX.

- Saturio, ermitaño (2 de octubre)

"Llueva o haga calor, San Saturio el día dos", dicen en Soria, contrarios a la fecha impuesta por el nuevo Santoral, el día 3 de octubre. El santo Patrón de Soria fue uno de los más célebres anacoretas de España. Se supone que nació en el siglo V, y en Soria dicen que lo hizo en su tierra. También dice la leyenda que, a la muerte de sus padres (nobles godos), Saturio distribuyó su herencia entre los pobres y se retiró a una cueva cercana al río Duero, llevando una vida de anacoreta durante 36 años, hasta su muerte, a los 65 años de edad. Con muchos milagros de por medio, claro está.


Diario de Burgos, 25 de octubre de 1937

Nuestro Saturio Pérez Alonso nació en Huérmeces un 14 de septiembre de 1894, por lo que queda solo cercano a la onomástica de su santo (2 de octubre). Saturio fue alcalde del pueblo en los años cuarenta, por lo que un aciago día de agosto de 1945 le tocó mantener una tensa conversación telefónica con un tal Carlos Quintana, alcalde de la capital, a costa de un incendió que a punto estuvo de arrasar una manzana entera de casas.

- Sandalio, mártir (3 de septiembre)

Poco se sabe de San Sandalio de Córdoba, martirizado en la ciudad andaluza hacia el año 304, durante la persecución de Diocleciano. Curiosamente, no es en Córdoba dónde más Sandalios fueron bautizados en décadas pasadas (muy pasadas) sino en Asturias y Cáceres

Algo más sabemos de nuestro Sandalio Alonso Alonso, nacido en Huérmeces un 3 de septiembre de 1884, haciendo honor al santo del día. Sandalio fue alcalde del pueblo en dos ocasiones: la primera, entre 1922 y 1923, y la segunda, entre 1930 y 1931. Vivía en el número 32 de la calle de la plaza, en una casa con un bonito arco de piedra rematado por un escudo nobiliario, habiendo sobrevivido ambos -felizmente- hasta nuestros días.

- Cayo, Papa (22 de abril)

Parece claro que, en tiempos del Imperio Romano, este era un nombre más que popular, ya que el Santoral cristiano recoge nada menos que ¡quince! Cayos, entre mártires, obispos y diáconos. Distribuidos por casi todos los meses del calendario, sus onomásticas van desde el 4 de enero hasta el 20 de noviembre. Elegimos solo uno de ellos, porque viene marcado en negrita en algún que otro santoral al uso.

El Santo Pontífice Cayo era originario de Dalmacia y pariente del emperador Diocleciano. En los tiempos de las persecuciones San Cayo se distinguió por su labor como guía espiritual de los cristianos de Roma, lo que originó que fuera elevado a los altares en el año 296.


Diario de Burgos, 24 de mayo de 1961

Cayo Díaz-Ubierna Villalvilla nació en Huérmeces un 4 de marzo de 1900 (el 4 de marzo es, precisamente, una de las fechas que tienen un Santo Cayo, mártir, como onomástica).

- Florentino, obispo (16 de octubre)

Existen otros dos santos con nombre Florentino, un mártir (27 de septiembre) y otro obispo (17 de octubre). El San Florentino elegido fue obispo de la ciudad francesa de Orange. Y Florentino, en francés, se escribe Florentin.


Diario de Burgos, 20 de abril de 1904

Dos paisanos llevaron el nombre del obispo francés: Florentín Díaz-Ubierna, nacido un 16 de octubre de 1815, cura párroco de Huérmeces durante nada menos que 47 años (1855-1899), y Florentín Ubierna, nacido un 16 de octubre de 1850, y uno de los principales propietarios de tierras en el Huérmeces de las dos primeras décadas del siglo XX.

- Eustasio, abad (29 de marzo)

San Eustasio (560-629) nació en el seno de una noble familia borgoñesa. Fue abad de Luxeuil-les-Bains (Franco Condado) y predicó el evangelio entre los boyos y los bávaros (Bohemia y Baviera).

Eustasio Alonso nació en Ubierna un 29 de marzo de 1875, y ejerció de molinero en Huérmeces durante la primera década del siglo XX.

- Tiburcio, mártir (11 de agosto)

Tiburcio, hijo de Cromacio, subprefecto de Roma a finales del siglo III, se convirtió al cristianismo, renunciando al ejercicio de la abogacía y dedicando el resto de su vida a la defensa y socorro de los cristianos perseguidos. Fue decapitado el 11 de agosto de 286.

Dos son los vecinos que portaron el nombre: Tiburcio Pérez, nacido en Huérmeces un 7 de mayo de 1824, labrador; y Tiburcio Güemes, pastor, nacido en Hormazuela un 14 de abril de 1877. En ambos casos no se cumplió la norma del santo del día.

- Apolinar,  obispo y mártir (23 de julio)

Cinco son los santos que llevan Apolinar por nombre. Tres obispos y dos mártires. Onomásticas: 8 de enero, 21 de junio, 23 de julio, 23 de agosto y 5 de octubre. Y una santa Apolinaria, cuya celebración es el 5 de enero.

San Apolinar de Rávena fue el primer obispo y mártir de la ciudad de la Emilia-Romaña. Había nacido en Antioquía en el siglo II y fue martirizado en Classe, el puerto de Rávena, dónde se levantó en el siglo VI la iglesia de San Apolinar in Classe.

Apolinar Ceballos nació en 1929 en la aldea cántabra de Medianedo. Trabajó de pastor en Huérmeces durante los primeros años de la década de los sesenta. Desconocemos el día exacto de su nacimiento. Medianedo fue uno de los cuatro pueblos de la comarca campurriana que desaparecieron al cerrarse la presa del Pantano del Ebro en 1947.

- Marceliano, mártir (18 de junio)

En el santoral cristiano existe otro mártir de nombre Marceliano, cuya onomástica se celebra el 9 de agosto.

Los santos mártires Marcos y Marceliano fueron dos hermanos gemelos nacidos en el seno de una dintinguida familia romana. Su conversión al cristianismo fue ocasionada por la influencia de una ayo cristiano al que los padres confiaron la educación de los gemelos. En los tiempo de la persecución de Diocleciano, el prefecto de Roma ordenó su muerte, al negarse los hermanos a abandonar su fe cristiana. La tradición dice que fueron alanceados el 18 de junio del año 286.


Diario de Burgos, 15 de octubre de 1977

Marceliano Pérez Santamaría nació el 18 de junio de 1920 en San Pantaleón del Páramo, y trabajó como pastor en Huérmeces durante los años cuarenta y cincuenta. Su padre, Domingo, natural de Montorio, también fue pastor en Huérmeces durante los años veinte, treinta y cuarenta del siglo XX.

- Filiberto, mártir (22 de agosto)

En el Santoral aparece otro Filiberto (abad francés) cuya onomástica se celebra el 20 de agosto. 

Poco se sabe de San Filiberto de Toledo, salvo su veneración en la diócesis (junto con San Fabricio) y su aparición en el Martirologio Romano, con el 22 de agosto como fecha de martirio.


Diario de Burgos, 12 de julio de 1952

Filiberto Ruiz nació el 22 de agosto de 1894 en la localidad burgalesa de Vilviestre de Muñó (municipio de Estépar). Fue molinero en Cigatón durante 31 años (1926-1957).

- Justiniano I, El Grande (14 noviembre)

No aparece en el Santoral Romano, pero es venerado por la iglesia ortodoxa y algunos grupos luteranos. Justiniano (483-565) fue emperador del Imperio Bizantino (Imperio Romano de Oriente).


Diario de Burgos, 6 de julio de 1916

Muy poco es lo que sabemos de Justiniano Saldaña Alonso, salvo que ejerció de maestro en Huérmeces allá por 1911. De todas formas, debió de acometer una fructífera carrera profesional, ya que cinco años más tarde era inspector de zona de primera enseñanza.

- San Millán de la Cogolla, confesor (12 de noviembre)

Este pastor riojano, en sus años mozos, era un buen tañedor de rabel, y en uno de sus solitarios conciertos quedó dormido. Cuando despertó, lo hizo poseído por anhelos celestiales, y a la nueva fe dedicó el resto de su vida. Tras ejercer de sacerdote por un tiempo, decidió llevar una vida de anacoreta, entregado al ayuno y a la penitencia. Murió centenario, en el año 554, reinando Atanagildo. En su lugar de retiro se acabó por levantar el que luego sería conocido como Monasterio de San Millán de la Cogolla.


Diario de Burgos, 8 de junio de 1957

Millán Díez, labrador, nació en Huérmeces el 12 de noviembre de 1885, cumpliéndose así -una vez más- la norma no escrita del santoral cristiano como ente otorgador de nombre a los recién nacidos.


FUENTES


-Padrones de habitantes de Huérmeces: 1896, 1899, 1924, 1925, 1940, 1950, 1960, 1965 y 1968

-El Santoral de Luis Carandell. Maeva Ediciones (1996)

Nombres y apellidos en España, 2017 (INE)



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