En el mapa provincial de
Tomas López (1784)
Es
habitual que Huérmeces (Guermeces) aparezca en mapas y cartas geográficas de
los siglos XVIII y XIX, debido no tanto al tamaño de la población -que era limitado- como a que el pueblo se encontraba situado en la entonces importante ruta
Burgos-Aguilar-Reinosa-Santander.
Tampoco
carece de importancia el hecho de que en su término se levantaba un puente de
gran relevancia estratégica para dicha ruta: el hoy denominado Puente de Miguel, por el que se cruzaba
el río Urbel y se seguía por el Camino del Alto la Cruz hacia La Pinza y Urbel del Castillo.
Por
otra parte, su redonda distancia a Burgos (5 leguas) convertía a Huérmeces en
la primera posta desde la capital provincial.
Una de las primeras apariciones cartográficas de Huérmeces acontece en una obra conocida como el Mapa provincial
de Tomás López (1784), cuyo título completo es un poco más largo, como reza su cartela:
“Mapa geográfico de una parte de la provincia de Burgos, que comprehende los partidos de Burgos, Bureva, Castroxeriz, Candernuño, Villadiego, Juarros, Aranda, los Valles de Sedano, Valdelaguna, Bezana, Jurisdicción de Lara, la Hoz de Bricia y la de Arreba; por Don Tomas Lopez, geógrafo y pensionista de S.M. de las Reales Academias de la Historia, de San Fernando, de la de Buenas Letras de Sevilla y de la Sociedad Bascongada”
“Mapa geográfico de una parte de la provincia de Burgos, que comprehende los partidos de Burgos, Bureva, Castroxeriz, Candernuño, Villadiego, Juarros, Aranda, los Valles de Sedano, Valdelaguna, Bezana, Jurisdicción de Lara, la Hoz de Bricia y la de Arreba; por Don Tomas Lopez, geógrafo y pensionista de S.M. de las Reales Academias de la Historia, de San Fernando, de la de Buenas Letras de Sevilla y de la Sociedad Bascongada”
En
dicho mapa, localizamos sin dificultad tanto a Huérmeces como al resto de los
pueblos del entorno, aunque con los lógicos errores en cuanto a la
situación relativa de cada uno. La latitud y longitud eran entonces
conceptos algo más flexibles que hoy en día.
Así,
Monasteruelo aparece entre Quintanilla y Pantaleón, mucho más al norte de su
posición correcta; la distancia entre Santibáñez y Miñón (2 km) parece ser similar, o
incluso superior, a la existente entre Santibáñez y Huérmeces (4,5 km); San Martín y
Ubierna aparecen al Norte de Huérmeces; para ir de Ros a Los Tremellos se pasaba por Las Celadas, y los tres pueblos se encuentran a la misma latitud, cuando en realidad Los Tremellos está 3 km más al norte que los otros dos pueblos; etc.
Como
curiosidades, observamos la leyenda “Origen del río Ubierna”
correctamente situada encima de
Quintanilla Sobresierra; “Monte de Montorio”, en la masa
forestal situada entre Montorio y San Martín de Ubierna; también destaca el limpio
triángulo de caminos formado por los tres barrios de Las Hormazas (La Parte, Solano y Borcos)
aunque con este último muy desplazado hacia el sur. Además del puente de Huérmeces, encontramos otros sobre el río Urbel entre Santibáñez y Ros, entre Montorio y La Nuez de Arriba, y en las cercanías del pueblo homónimo.
Si
nos fijamos en el recorrido de la ruta
Burgos-Quintanadueñas-Arroyal-Santibáñez-Huérmeces, embrión de la futura BU-622
de Burgos a Aguilar, encontramos que el camino abandona la capital y alcanza
Villagonzalo y Quintanadueñas, dónde cruza el río después de este último –en
lugar de antes, como en realidad sucede-, continúa por Arroyal y, desde aquí,
parten tres caminos: hacia Mansilla, Santibáñez y Celadilla. Para alcanzar este
último, cruza antes el Ubierna, algo completamente imposible sin dar un incongruente
rodeo por Quintanaortuño.
Cabe
suponer que el Camino Real hacia Aguilar y Reinosa era el que se dirigía
directamente a Mansilla o Santibáñez. Desde éstos se alcanzaría fácilmente
Huérmeces, cruzando el Urbel por el Puente Miguel y ascendiendo el Alto la Cruz camino de Ruyales.
Tomás López de
Vargas Machuca (1730-1802) fue un geógrafo y prolífico cartógrafo español
del período ilustrado, además de un excelente grabador. Durante su larga vida
profesional realizó 200 mapas. Más de doscientos años después de su muerte, sus
métodos de trabajo y calidad de los mismos siguen siendo objeto de discusión.
Inició
sus estudios en el Colegio Imperial
de Madrid, donde aprendió matemáticas, gramática y retórica. Gracias al
mecenazgo del Marqués de la
Ensenada, pudo continuar su formación en París durante ocho
años (1752-1760), teniendo por maestro al gran
geógrafo Juan Bautista Bourguignon d’Anville.
De
nuevo en España, recibió el título de geógrafo de los dominios de Su
Magestad y fue colocado al mando del nuevo Gabinete de Geografía creado por
el monarca Carlos III.
El principal proyecto en el que trabajó fue el levantamiento de mapas de las diversas
regiones y Reinos de España y de América,
dadas las carencias cartográficas de las que adolecía el país.
López
gozó de un importante reconocimiento en vida, siendo miembro destacado de varias academias y sociedades: la Real Academia de San Fernando, la Real
Sociedad Bascongada de Amigos del País,
la Academia de Bellas
Letras de Sevilla, la Real
Academia de la Historia y la Real Sociedad
Asturiana de Amigos del País.
Y ahora la crítica: en toda la obra cartográfica de Tomás López se manifiesta su falta de precisión, consecuencia
lógica del propio método de trabajo utilizado, sin apenas labores de campo ni cálculo matemático alguno; también se le achacó su carencia de preparación científica.
Se
conserva el Cuestionario que remitió a “obispos, curas y párrocos”,
pidiendo los datos necesarios para localizar los lugares, en el que rogaba le
remitiesen:
“una especie de mapas o planos
de sus respectivos territorios en dos o tres leguas en contorno de su pueblo,
donde pondrán las ciudades, Villas, Lugares, Aldeas, Granjas, Caseríos,
Ermitas, Ventas, Molinos, Despoblados, Ríos, Arroyos, Sierras, Montes, Bosques,
Caminos, etc, que aunque no estén hechos como de mano de un profesor, nos
contentamos con sólo una idea o borrón del terreno; porque los arreglaremos
dándoles la última mano”.
Las respuestas, como era de esperar, fueron de lo
más variopinto, desde lo medianamente aceptable -por cercano a la realidad- hasta lo más hilarante o
imcomprensible.
Las deficiencias de sus mapas eran bien conocidas, pero se
evidenciaron sobremanera en la
Guerra de la
Independencia, en la que tanto el Estado Mayor francés como
el británico se vieron en la necesidad de improvisar su cartografía, vista la
inutilidad de la de López, que era la mejor existente en España.
Tras
su muerte, sus dos hijos -también destacados geógrafos- publicaron en 1804 una obra
de gran éxito, el “Atlas Geográfico de España”, que contenia un total de 102 mapas, y que
sería reeditado en 1810, 1830 y 1844.
El referido “Mapa geográfico de una parte de la
provincia de Burgos” es parte integrante (hojas 6 a 9) de esa ingente obra, cuyo título completo es “Atlas Geográfico de España, que comprehende el mapa general del Reyno,
y los particulares de sus provincias” .
Como
curiosidad, cabe citarse que en dos mapas de España un poco más antiguos que este provincial de López de 1784, ambos realizados al
comienzo del reinado de Carlos III (1759-1788), la ruta Burgos-Aguilar parece
seguir un recorrido diferente:
En
el mapa “Carte d’Espagne et de Portugal” (1760), de Sebastian
Longchamps, editado en Paris, la ruta pasa por Ros y Urbel, obviando el paso
por Huérmeces.
Lo
mismo sucede en el “Mapa de las carreras de postas de España” (1760), encargado
por Correos, Postas y Estafetas al referido Tomás López.
Diferencias de escala aparte, parece extraño que una ruta tan importante como la Burgos-Aguilar siguiera recorrido diferente
en un lapso de tiempo relativamente pequeño (poco más de veinte años). Podría
tratarse de un error cartográfico o, más bien, de la consecuencia de una de
las frecuentes riadas destructoras que soportaba el valle medio y bajo del Urbel (está documentada la del 6 de enero de 1758); seguramente, una de ellas se llevaría por delante
el Puente de Miguel, obligando a cruzar el río algo más abajo, a la altura de
Miñón-Santibáñez, afrontando la subida al páramo por Ros en lugar de por Huérmeces
y el Alto La Cruz.
Avanzado ya el reinado de Carlos III, que trajo consigo una notable mejoría
en la calidad y cantidad de obra pública, se repararía dicho puente y la ruta volvería al recorrido
habitual. Pero estas son tan solo suposiciones.
NOTAS:
En los siglos XVII y XVIII el referido Puente
de Miguel se denominaba Puente del Barrio La Parte; ya en 1640 el Concejo exponía que tenían
un puente de piedra “necesarísimo a todo el reino porque es este el paso
preciso para los puertos de Santander, Laredo y San Vicente y por el se
conducen a esta Corte los pescados y demás cosas y a las ferias de Villadiego y
para el trato y comercio…” (AHN, Cons. leg 25.001.)
Portales digitales desde los que se han descargado los mapas incluidos en esta entrada:
Hola de nuevo.
ResponderEliminarNo conocía el método de trabajo de Tomás López, pero no me extraña, visto sus resultados. Así, por ejemplo, por un lado sitúa en su mapa los tres barrios de Las Hormazas, y por otro lado sitúa a Las Hormazas como si fuera un pueblo distinto de los barrios que lo conforman, a medio camino entre Tobar y Los Tremellos. Está claro que en este caso hizo el mapa de oídas y un poco despistado.
Pero a lo que quería referirme en este comentario es a la nota final de tu artículo, en la que mientas al "puente del barrio La Parte".
Hace algún tiempo leí a través del portal PARES un documento del Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, fechado en marzo del 1591, referente a la herencia que dejó en Huérmeces Juan Zorrilla de San Martín el viejo; y, tras leer este artículo, le he vuelto a echar un vistazo.
En aquel documento se recogen las fincas que habían sido del citado Juan Zorrilla de San Marttín en Huérmeces, identificadas por el paraje, la cabida (superficie) y los aledaños (colindantes), según era costumbre.
Lo interesante es que figuran como colindantes de algunas de las parcelas relacionadas:
- la fábrica de San Juan
- la fábrica de Santa María de Questa Castillo
- la fábrica de Santa María de Barrio La Parte
- la carrera que va a Santa María de Barrio La Parte
Esto significa, a mi entender, que en 1591 había en Huérmeces dos barrios y dos iglesias:
- el barrio principal, con su iglesia de San Juan,
- el barrio La Parte, con su iglesia de Santa María;
Yo entiendo que el barrio La Parte estaba junto al que llamáis Puente Miguel, en la margen derecha del Úrbel, junto a la carretera que lleva a Ruyales, donde en algunos mapas se denomina "casa del arrabal"; y la nota al final de tu artículo referida a dicho puente parece que lo corrobora.
Igualmente, entiendo que la iglesia de Santa María de Barrio La Parte era la actual ermita de Santa María de Cuesta Castillo, por proximidad y porque no me consta que haya otro paraje con el nombre de Santa María en los alrededores.
Además, en el "Censo de Población de la Corona de Castilla en el s. XVI", de Tomás González, se recoge un censo del obispado de Burgos de 1588 en el que aparece Huérmeces con 80 vecinos y dos pilas, es decir unos 320-360 habitantes y dos iglesias parroquiales.
Como tú conoces tan bien Huérmeces, me gustaría saber tu opinión sobre esta idea de que la actual ermita de Nuestra Señora de Cuesta Castillo pudiera ser la antigua iglesia parroquial de Santa María del Barrio La Parte de Huérmeces.
Un saludo.
De nuevo, muchas gracias por tus interesantes aportaciones.
EliminarEfectivamente, el barrio de La Parte es el que existía en los alrededores del Puente Miguel, y creo que la iglesia de Santa María coincide con el paraje que hoy denominamos La Blanca, muy cerca de la llamada Casa del Arrabal (Casa de Miguel o Casa del Canterillo, hoy en ruinas), en el que la tradición oral sitúa una ermita. De esta ermita no queda ni rastro, pero en la parcela en la que se ubicaba es fácil encontrar restos de teja cerámica, sobre todo los años en los que la parcela se deja en barbecho. Por lo tanto, creo que esta antigua iglesia de Santa María (de la Blanca) no tiene nada que ver con la actual ermita de Cuesta Castillo, ubicada en el cerro contiguo a La Coronilla, en cuya cima -supuestamente- existió un castillo, levantado en los primeros años de la repoblación (finales del IX). Esta ermita de Cuesta Castillo no creo que sea muy anterior a principios o mediados del siglo XVIII.
Estoy buscando documentación relativa a las cuatro ermitas con las que contó Huérmeces (San Vicente, Santorcaz, San Miguel y La Blanca) y por el momento solo he encontrado un par de documentos en el Archivo Histórico de la Catedral de Burgos, ambos del año 1489, haciendo referencia a urgentes reparaciones en las dos primeras.
Por otra parte, creo que Madoz confunde el barrio de La Parte con los restos encontrados en los alrededores de Santorcaz-San Pedrillo, muy cerca del límite con Santibáñez; restos que, probablemente, pertenecieran a la referida ermita de Santorcaz.
Espero haber podido aclarar algo todo este embrollo. O quizás lo he liado aún más. Un saludo y, de nuevo, muchas gracias por tus comentarios.
Hola otra vez.
EliminarEn el documento de 1591 a que me refería anteriormente se mencionan a la vez la fábrica de Santa María de Cuesta Castillo y la fábrica de Santa María de barrio La Parte, lo que da a entender que son dos edificios diferentes.
Además, el documento menciona a la carrera que iba a Santa María de barrio La Parte. La ermita de Cuesta Castillo está situada en una cuesta, lugar poco adecuado para la existencia de una carrera; tal como yo las entiendo, las carreras solían estar en terrenos llanos de vega.
Por ello, si hay un paraje llamado "La Blanca" próximo al antiguo barrio La Parte y del que hay noticia de la existencia de una antigua ermita (algo que yo desconocía), parece bastante lógico que ése sea el lugar donde estaba la iglesia de Santa María de barrio La Parte.
Así es que muchas gracias por tu aclaración.
Un saludo de nuevo.