sábado, 15 de junio de 2024

Clemente Salazar Medina, maestro en Ruyales del Páramo (1887-1890)


En el libro de bautizados IV (1868-1910) de la parroquia de los Santos Justo y Pastor de Ruyales del Páramo aparecen consignados tres apuntes bautismales que me llamaron la atención, tras llevar una mañana entera consultado decenas de partidas con predominio casi absoluto de apellidos locales (Alonso, Díaz-Villalvilla, Fuente, Girón, Güemes, Hidalgo, Melgosa, Porras, Varona ...)

Se trata de tres partidas correspondientes a sendos niños nacidos entre junio de 1887 y marzo de 1890, bautizados con los nombres Modesto, Mauro y Celedonio y portadores de los apellidos Salazar y Ledesma. El primero no puede considerarse usual en la comarca, aunque tampoco extraño; el segundo, por el contrario, no resulta nada habitual ni en la comarca ni en la provincia.

Siguiendo con la información contenida en las tres partidas, es en el epígrafe relativo a los padres de los bautizados dónde reside la auténtica curiosidad de los apuntes:

  • padre: Clemente Salazar Medina, natural de Frías, hijo de Acisclo y Juliana, naturales de Quintana Martín Galíndez y Ranera, respectivamente; Acisclo era tejedor; ocupación de Clemente: maestro de instrucción primaria 
  • madre: María Ledesma Martín, natural de Salamanca, hija de Fernando y Teresa, naturales y vecinos de Salamanca; Fernando era zapatero
Nos encontramos, pues, ante un maestro de escuela y su esposa, que residieron en Ruyales durante, al menos, tres años. Y no solo Clemente impartió clases en la escuela del pueblo, sino que la pareja tuvo tiempo para traer al mundo a tres hijos que lucirían para siempre el nombre del pueblo en sus futuros documentos de filiación.

Este post intentará contar la historia, profesional y vital, del maestro Clemente. Como ya he comentado en otras ocasiones, resulta factible reconstruir el periplo profesional de personas con apellidos y nombre poco comunes, y con profesiones de frecuente aparición en boletines oficiales y prensa local. Curas, militares y maestros eran las ocupaciones más presentes en las literaturas oficial y periodística de la segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del XX.

Sabemos que Clemente nació en Frías, y damos por sentado que lo hizo el año 1859, ya que en diversos números del Boletín Oficial de la Provincia de Burgos aparece su nombre incluido en el listado de mozos pertenecientes al reemplazo de 1880 (año en el que cumpliría la edad reglamentaria de 21 años). El domicilio oficial de su familia en aquellos años era Barcina de los Montes, hoy pedanía de Oña.

Durante tres años (1880-1882) Clemente se libró de cumplir el servicio militar por encontrarse en situación de estudiante (suponemos que estudiando magisterio en la Escuela Normal de Burgos); sin embargo, en el año 1883 fue declarado soldado sorteable, aunque desconocemos si finalmente tuvo que realizar la mili y en qué destinos.

Por otra parte, entre 1881 y 1882 aparece nombrado como maestro interino en varias escuelas de la provincia: Navas de Bureba (agosto 1881), Santa Gadea del Alfoz (febrero 1882) y Villaverde Peñahorada (abril 1882).

Encontramos posteriormente un vacío de información de cinco años (abril 1882-junio 1887), desde su última interinidad hasta el nacimiento de su hijo Modesto en Ruyales del Páramo. Suponemos que fue en ese lapso de cinco años cuando contrajo matrimonio con la salmantina María Ledesma Martín, al tiempo que continuaba prestando sus servicios como maestro interino por diversos pueblos de la provincia. 

No conocemos la fecha de su llegada a la escuela a Ruyales, únicamente sabemos con certeza que se encontraba en el pueblo durante el periodo de tiempo que va desde el nacimiento de su hijo Modesto (junio 1887) hasta el nacimiento de su hijo Celedonio (marzo 1890). Por anuncios insertos en diversas publicaciones profesionales, sabemos que fue 1883 el año de su primer nombramiento como maestro en propiedad, por lo que bien pudo llegar a Ruyales en aquel mismo año.

Tampoco sabemos cuando abandonó Clemente la escuela de Ruyales, aunque suponemos que lo hizo al finalizar el curso 1889-1890, ya que su nombre aparece incluido, en julio de 1890, en la lista de nombramientos en base al último concurso, adjudicándole la escuela de Muro de Roda, pueblo oscense situado en la comarca de Sobrarbe. 

En aquellos años finiseculares, después de su más o menos larga estancia en Ruyales, Clemente decidió dar un gran salto, desde los páramos burgaleses hasta el Pirineo de Huesca. Se nos escapan completamente los motivos que pudieron originar un cambio geográfico tan radical aunque, en aquellos tiempos, eran muy frecuentes los concursos de traslados para maestros. Por otra parte, al resolverse los concursos a nivel nacional se originaba un frecuente e intenso movimiento de maestros a nivel interprovincial e, incluso, interregional.

Quizás alguno de los hijos de Clemente y María tuviera problemas de salud que les aconsejara partir hacia un destino de montaña; quizás Clemente tuviera algún tipo de roce con las autoridades docentes de la provincia de Burgos; o quizás, simplemente, Clemente y su familia necesitaban alejarse de su hasta entonces entorno familiar y social, la vieja Castilla rural.

El caso es que sabemos que Clemente Salazar Medina aparece destinado en diversas escuelas del Pirineo oscense (comarcas de Alto Gállego, Sobrarbe y Ribagorza) durante un periodo mínimo de trece años (1891-1903). La lista conocida de las escuelas en la que impartió sus clases nos habla de -al menos-siete destinos diferentes: Muro de Roda, Ciscar, Viacamp, Estaña, Arro, Serué y Puente de Montañana. En Estaña nació su hija María Concepción (1895).

Los trece años de servicio de Clemente en escuelas de las montañas de Huesca se saldaron con varias felicitaciones por parte de las autoridades docentes del partido de Jaca: por su laboriosidad y celo profesional; por haber mantenido abiertas las escuelas nocturnas para adultos durante todo el duro invierno pirenaico; y por haberlo hecho gratuitamente.

Sabemos que, ya a los pocos años de llegar a tierras altoaragonesas, Clemente solicitó participar regularmente en los anuales procesos de oposición para maestros, presentándose para las provincias de los distritos universitarios de Barcelona y Valladolid. Suponemos que, tras la aventura pirenaica, y según iban llegando más hijos, a la pareja le apetecieran destinos más cercanos a las grandes poblaciones costeras de las provincias catalanas o, en último extremo, volver a su tierra.

Así, en enero de 1904, Clemente toma posesión de la la escuela que sería su destino definitivo: San Esteban de Palautordera, en la comarca barcelonesa del Vallés Oriental, entre el Mediterráneo y el Montseny.

Y allí, en Sant Esteve, cumplidos los 45 años de edad y los 21 de servicio, discurrirán el resto de los años que le quedaran por vivir y por servir. En Sant Esteve se casaron dos de sus hijos: en 1916 lo hizo María Concepción (nacida en Estaña en 1895) y en 1918 lo hizo Celedonio (nacido en Ruyales en 1890), que había ingresado en la Guardia Civil.

En octubre de 1924, al alcanzar la edad reglamentaria (65 años), Clemente se convirtió en maestro jubilado, tras cuarenta años de docencia; años de periplo por diversos pueblos, mayoritariamente aldeas de montaña y media montaña, situados en las provincias de Burgos y Huesca, para acabar recalando en un más plácido y poblado lugar situado casi a la vera del mar, aunque con las montañas siempre al fondo.
 
Clemente, ya jubilado, continuó apareciendo en la literatura oficial; así, encontramos que en 1932, cuando contaba con una edad de 73 años, andaba pleiteando con la Sección Administrativa de Primera Enseñanza de Barcelona por la revisión de su expediente de clasificación, seguramente con el objetivo de lograr una mejora en la cuantía de su pensión.

Suponemos que Clemente Salazar Medina falleció en Sant Esteve en 1935 ya que, en diciembre de ese año se publica el reconocimiento del derecho a pensión de viudedad a su esposa, María Ledesma.

No sabemos cuántos hijos tuvo la pareja formada por Clemente Salazar y María Ledesma; de los tres nacidos en Ruyales solo existen referencias acerca de Celedonio (el guardia civil), no habiéndose encontrado noticia alguna acerca de sus hermanos Mauro y Modesto. Ignoramos siquiera si sobrevivieron a la infancia. Suponemos que su hija María Concepción se estableció en Sant Esteve, ya que allí se casó con un natural del pueblo.


LA ESCUELA DE RUYALES DEL PÁRAMO

Mientras Clemente y su familia recorrían las montañas oscenses, la escuela de Ruyales del Páramo continuaba sufriendo de un mal endémico en casi todas las pequeñas poblaciones de la vieja Castilla: el continuado trasiego de maestros interinos y propietarios, que prestaban sus servicios en las aldeas por un breve espacio de tiempo. Tanto fue así que los tres años -al menos- de estancia de Clemente en sus escuelas constituyen uno de los periodos de tiempo más largos para un maestro destinado en Ruyales en aquellos años.

Durante las tres primeras décadas del siglo XX, la escuela de Ruyales aparece reiteradamente como "vacante" en la prensa local (Diario de Burgos, El Castellano).

A título de curiosidad, cabe mencionar que, con anterioridad a Clemente, en Ruyales estuvo destinado como maestro Gregorio Martínez Fernández (1880); y que, con posterioridad a Clemente, la lista de maestros es muy larga (e incompleta): Mariano Rica (1893), Victoriano Alonso (1894), Domingo Rodríguez Pérez (1897), Paula Gago Rodríguez (1898), Maximiano Arce (1904), Benito Martínez Campo (1908), Francisca López Sánchez (1908), Buenaventura Marcos Fontúrbel (1909), Eladia Gil (1911), Gorgonio Benito Arribas (1914), María Concepción García Salvador (1914), Leonor García Luquía (1926), Gláfira Fernández Borlán (1933-1935), y la excepción que confirma la regla, Olimpia Pilar Fernández Pérez (1950-1972).

[Gorgonio y Gláfira constituyen, al menos para este bloggero, dos de los nombres más raros nunca vistos en papel impreso; cabe añadir un tercero, no menos raro y sugerente: Erotis, por Erotis Valdemoro Carrillo, la que fuera maestra de Pedrosa de Río Úrbel durante doce años (1942-1953), coincidiendo allí con nuestro maestro Emilio García Amo]


En el edificio de la izquierda se encontraban las viejas escuelas de Ruyales del Páramo


La escuela de Ruyales fue suprimida en junio de 1972 y la maestra que ocupaba la plaza, doña Olimpia, trasladada a Quintanar de la Sierra.

El edificio de la vieja escuela de Ruyales, situado en el extremo meridional del caserío, fue derribado en el año 2011.


Plano de Ruyales del Páramo (1913): situación de las escuelas

Panorámica de Ruyales: el círculo amarillo señala el emplazamiento de las viejas escuelas




RUYALES DEL PÁRAMO EN 1887-1890

En aquellos casi finiseculares años, Ruyales era una aldea de cerca de 100 habitantes, perteneciente al municipio de Quintanilla Pedro Abarca. En lo alto de un páramo, sometida a los vientos del norte, sobre unas tierras poco productivas, Ruyales salía adelante como podía. Su antaño hidalguía generalizada de poco le servía en aquellos tiempos. La jurisdicción de Haza de Siero había dejado de existir y la comarca, en general, no pasaba por sus mejores tiempos.


Mapa de Coello (1868)



La carretera de Burgos a Aguilar no había llegado aún a Huérmeces, ya que solo lo hacía hasta Mansilla. El tramo Mansilla-Huérmeces no se inauguraría hasta los primeros años del siglo siguiente. La comunicación entre Ruyales y la capital provincial continuaba haciéndose a través del viejo Camino Real de Burgos a Reinosa, que tenía dos ramales, más o menos utilizados según el estado de sus respectivos puentes sobre el Úrbel (el del barrio La Parte, en Huérmeces, y el que existía entre Miñón y Santibáñez): 

  • el que descendía hacia Huérmeces por el camino del Alto la Cruz y luego continuaba hacia Burgos por los caminos de Huérmeces a Ros o a Santibáñez, ambos en pésimo estado
  • el que remontaba el páramo de Ros por la Carlancha y luego descendía al valle del Úrbel por las cercanías de aquel pueblo

La Venta de Valtrasero se encontraba aún en activo, prestando sus servicios a los cada día menos numerosos viajeros y comerciantes que seguían utilizando la ruta.

Supongo que Ruyales no constituía, pues, un destino muy atractivo para un maestro casado y con hijos. Pero eran los tiempos que eran, y en una tierra acostumbrada a las estrecheces, la vida de un maestro era tan espartana como la de un labrador, un pastor o un jornalero.

El sueño de un joven maestro sería el de acumular tiempo de servicio suficiente como para poder optar a un destino mejor, en un pueblo más grande y mejor comunicado con la capital. Clemente, sin embargo, tiró por otros derroteros.


[En una aldea de los Páramos de aquellos tiempos, incluso la plaza de cura párroco era difícil de cubrir. Solían ser curas de otros pueblos del entorno los que ejercieran dicha función con carácter provisional (ecónomos o sustitutos). En Ruyales, tras Lesmes González (1863-1872), el último cura beneficiado estable del que tenemos noticia, muchos fueron los ecónomos que pasaron por allí. Entre otros, Ignacio González, cura párroco de San Pantaleón del Páramo, que aparece como ecónomo de Ruyales en los años 1880 y 1893; durante la estancia en el pueblo del maestro Clemente Salazar, fueron dos los ecónomos cuya firma aparece en los libros parroquiales de Ruyales: Simón Porras Izquierdo (1887) y Aniceto González Girón (1889-1890)]     



ANEXO

LAS DOCE ESCUELAS DE CLEMENTE SALAZAR MEDINA: DE LOS PÁRAMOS A LOS PIRINEOS

Durante sus cuarenta años de docencia, Clemente prestó sus servicios en un total de doce escuelas, en un continuado periplo hacia el este. Desde las escuelas de cuatro aldeas burgalesas situadas en los páramos noroccidentales de la provincia (con un pequeño apéndice burebano); continuando por las escuelas de siete aldeas oscenses situadas en tres de las cuatro comarcas pirenaicas de la provincia (Alto Gállego, Sobrarbe y Ribagorza); para acabar recalando en las escuelas de una localidad barcelonesa situada en la comarca prelitoral del Vallés. 

(año/años aproximado/s de estancia en cada destino)


1. Navas de Bureba (1881): entonces una aldea de unos 170 habitantes (1877); hoy es un municipio burgalés perteneciente al Partido Judicial de Briviesca, son una población de 26 habitantes (2023)


Foto: burebayvalles.es

2. Santa Gadea del alfoz: (1882): entonces una aldea de unos 250 habitantes (1873); hoy es un municipio burgalés del P.J. de Villarcayo, formado por tres localidades (Higón, Quintanilla de Santa Gadea y Santa Gadea del alfoz) 


Foto: merindades-palmo-a-palmo.webnode.es

3. Villaverde Peñahorada (1882): entonces una aldea de unos 300 habitantes (1873); hoy es una localidad (113 hab) perteneciente al municipio de Merindad de Río Ubierna, comarca Alfoz de Burgos


Foto: Alberto Rodrigo-Diario de Burgos


4. Ruyales del Páramo (1887-1890): entonces aldea de unos 96 habitantes (1873); hoy es una localidad (27 hab) perteneciente al municipio de Huérmeces, comarca Odra-Pisuerga o Páramos





5. Muro de Roda (1890): por entonces un pueblo de unos 325 habitantes (1880), con abundante población dispersa; hoy es un despoblado perteneciente al municipio de La Fueva, comarca de Sobrarbe


Foto: elcorraldevillanueva.com

 
6. Ciscar [Síscar] (c.1891): por entonces una aldea de unos 80 habitantes; hoy forma parte del municipio de Benabarre, comarca de Ribagorza; 11 habitantes


Foto: AytoBenabarre (facebook)


7. Viacamp (c.1892): por entonces una aldea de 80 habitantes; hoy forma parte del municipio de Viacamp y Litera, comarca de Ribagorza; 17 habitantes


Foto: romanicoaragones.com



8. Estaña (1895): por entonces una aldea de 160 habitantes; hoy pertenece al municipio de Benabarre, comarca de Ribagorza; 8 habitantes


Foto: Turismo Ribagorza


9. Arro (1895): por entonces una aldea de 50 habitantes; hoy pertenece al municipio de Aínsa, comarca de Sobrarbe; 29 habitantes


Foto: Wikipedia (Llann Wé)


10. Serué (1897-1900): por entonces una aldea de 180 habitantes; hoy pertenece al municipio de Caldearenas, comarca de Alto Gállego


Foto: Google Street View (septiembre 2009)


11. Puente de Montañana (1900-1903): por entonces un pueblo de 250 habitantes; hoy es un municipio de 100 habitantes, perteneciente a la comarca de Ribagorza; situado a la vera del río Noguera Ribagorzana, en el límite con la provincia de Lérida
 

Foto: Turismo de Aragón


12. San Esteban [Sant Esteve] de Palautordera (1903-1924): en aquellos años era un pueblo de unos 700 habitantes; hoy es un municipio de algo más de 3000 habitantes, perteneciente a la comarca del Vallés Oriental, en la provincia de Barcelona

Foto: Turisme Montseny



FUENTES

-Consulta de ejemplares del Diario de Burgos y del Boletín Oficial de la Provincia de Burgos:


-Consulta de ejemplares de El Castellano, El Magisterio Español, El Magisterio Gerundense, El Heraldo de Castilla, El Ramo, Boletín Oficial de Baleares, Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza y El Día Gráfico:


-Consulta de ejemplares de la Gaceta de Madrid y el BOE: 


-Consulta de ejemplares de Escuela Española:


-Consulta de ejemplares de La Vanguardia y La Gaceta de Instrucción Pública:


-Archivo Diocesano de Burgos: Libro IV de Bautizados de la parroquia de los Santos Justo y Pastor (1868-1910)

-La página genealógica de los Mormones:


-Para consultar la población de las aldeas y pueblos oscenses y barceloneses en la década de 1880 se ha utilizado la obra:

"Diccionario geográfico, estadístico, histórico, biográfico, postal, municipal, marítimo y eclesiástico de España y sus posesiones de Ultramar". Pablo Riera y Sans. Barcelona (1887)


1 comentario:

  1. Estupendo su trabajo. Muy interesante. Mi madre nació en Hornillos del Camino 1922

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