sábado, 14 de octubre de 2023

El muy diferente sino de dos quintos faroles: Quiterio Hidalgo Díez y Manuel Hidalgo Montero. Huermeces, 1874


Durante buena parte del siglo XIX y primeras décadas del XX España estuvo inmersa en un sinfín de conflictos bélicos, sufridos tanto en la propia Península como fuera de ella: guerra de la independencia, guerras de independencia de las colonias americanas, guerras carlistas, guerras de Cuba y Filipinas, guerras de Marruecos, etc.

En nuestro país, además, el ejército era habitualmente utilizado para combatir los continuos conflictos sociales de aquellos tiempos, actuando así como un mero elemento represor más que como un ejército defensor de "la patria".

A la vista de los resultados de las diversas contiendas, hay quien asegura que el ejército español se había especializado en luchar contra otros españoles más que contra potencias extranjeras. Por lo que tampoco puede sorprendernos que las cosas acabaran como acabaron, allá por los años treinta del siglo XX. 

Por todo lo anterior, las necesidades de nuevos reclutas por parte del ejército eran constantes e importantes en número. Y por lo mismo, el reclutamiento de jóvenes quintos nunca gozó de mucha popularidad en España, en contra de lo que sucedía en otros países del entorno europeo, dónde su ejército gozaba de mayor estima y aceptación.


Antonio Macipe Samper: A Cuba por no tener seis mil reales (1885)


En aquellos tiempos, además, dejaba mucho que desear el trato dado y el equipamiento proporcionado al recluta. Si el destino era Ultramar, las bajas por enfermedad superaban con creces a las causadas por el propio ejercicio bélico. Por lo tanto, el hecho de que un hijo fuera llamado al ejército era considerado un auténtico drama para la mayor parte de las familias de aquellos tiempos.

Existían algunas posibilidades de librarse del servicio militar aunque, como suele suceder, no eran las mismas para una familia pudiente que para una modesta. Si la familia disponía de dinero y bienes suficientes, podía evitar la prestación del servicio militar para su hijo, mediante dos fórmulas legales:

  • redención a metálico: mediante el pago al Estado de una importante cantidad de dinero (en el año 1874: 2.500 pesetas = 10.000 reales)
  • sustitución: mediante el pago a un sustituto, generalmente otro mozo pariente del sustituido (hasta cuarto grado de parentesco)

BOPBU, 10 de enero de 1874

No solamente eran condicionantes económicos los que actuaban sobre el futuro del joven quinto, que también eran sociales y familiares. Un mozo podía ser eximido de la obligación de prestar el servicio militar en diversas combinaciones de las siguientes situaciones:

  • si era el único hijo varón mayor de 17 años
  • si ya existía algún otro hermano prestando servicios a la patria
  • si padecía de alguna enfermedad o discapacidad
  • si su padre alcanzaba la condición de pobre
  • si era huérfano de padre
Por lo tanto, un padre intentaría por todos los medios evitar que su hijo se viera en la obligación de partir hacia un oscuro y corto futuro en el ejército. Y más aún en el medio rural, donde los brazos para ayudar en las tareas del campo siempre eran importantes.

DOS QUINTOS FAROLES: QUITERIO Y MANUEL

Quiterio y Manuel eran dos jóvenes nacidos en Huérmeces en 1852 y 1853, respectivamente; pertenecían, pues, a quintas inmediatas: el primero, a la de 1873; el segundo, a la de 1874. Quiterio y Manuel, además, eran primos, ya que hermanos eran sus respectivos padres, José y Manuel.

No obstante su similar origen, los devenires de las familias Hidalgo Díez e Hidalgo Montero fueron bien distintos, como distintas fueron sus actuaciones a la hora de encarar el problema de que su hijo fuera reclutado por el ejército, en virtud de la ley de quintas en vigor.

El contexto histórico de la España de 1873-1874 presentaba un panorama excesivamente belicista, por lo que merecería la pena cualquier esfuerzo que se realizara por evitar que un hijo fuera reclutado. En la península, el país se encontraba inmerso en la Segunda Guerra Carlista (1872-1876) y, en Ultramar, se encontraba en pleno desarrollo la primera de las tres guerras de independencia cubana, la "Guerra de los Diez Años" o "Guerra Grande" (1868-1878). Negro panorama para un pobre soldado: tendría que elegir entre morir a manos de un carlista, un rebelde cubano o una enfermedad tropical.


1. El quinto Quiterio Hidalgo Díez

Quiterio era el primogénito de los seis hijos (tres varones y tres mujeres) que José Hidalgo y Eduviges Díez trajeron al mundo. Desgraciadamente, ninguno de los cinco hermanos de Quiterio llegó con vida a aquel año de 1873, cuando Quiterio entró en quintas. Cuatro de los hermanos de Quiterio (Justa, Manuel, Julián y Petra) no habían sobrevivido a la niñez; y otra hermana (María) había fallecido en 1870, a los 11 años de edad. 

Por lo tanto, es más que entendible que José Hidalgo Espinosa, el padre de Quiterio, hiciera todo lo posible para que su primogénito y único hijo se librara de cumplir con el servicio militar. Quiterio pertenecía al reemplazo de 1873, fecha en la que cumplía 21 años.

Los asuntos relativos a las alegaciones presentadas por los mozos de quintas sorteados en los ayuntamientos correspondientes ("operaciones de reserva"), eran resueltos por la Comisión Permanente de la Diputación Provincial de Burgos, que celebraba sesiones con carácter extraordinario.

En el caso de Quiterio, fue su padre, José Hidalgo, el que presentó alegaciones a la posible clasificación de su hijo como soldado.

Primeramente, José Hidalgo alegó que su hijo padecía una enfermedad que le imposibilitaba realizar el servicio militar. La Comisión Permanente de la Diputación Provincial de Burgos, en su sesión ordinaria de 26 de julio de 1873, acordó que, como resultado del reconocimiento médico efectuado al citado mozo Quiterio Hidalgo, no se le detectó impedimento físico alguno que le incapacitara para el servicio. Por lo que se instaba a que el mozo Quiterio se presentara a ser reconocido en Caja el día 31 de agosto. El acuerdo se publicó en el Boletín del día 23 de agosto de 1873.


BOPBU, 23 de agosto de 1873


José Hidalgo Espinosa debió de llegar a la conclusión de que sería preferible utilizar métodos más contundentes para librar a su hijo Quiterio de la mili, y accedió al pago de la cuota por redención: 2500 pesetas de la época. Mucho dinero. Tanto que muchas familias que no disponían de dicha cantidad, tuvieron que endeudarse durante años para acceder a la misma. O vender alguna de sus preciadas parcelas. Ignoro si José tuvo que solicitar un crédito o acaso vender alguna de sus fincas para obtener el dinero necesario para librar de la mili a su hijo Quiterio, el caso es que pagó en forma y plazo. Así lo expresa el acuerdo de la Comisión Permanente, tomado en sesión extraordinaria de fecha 18 de febrero de 1874, publicado en el Boletín del día 25 de febrero. 


BOPBU, 25 febrero 1874 (error en el 2º apellido de Quiterio)

Existían bancos entre cuyos servicios destacaban los préstamos para el pago de las redenciones en metálico. Y compañías de seguros que publicitaban como producto estrella la póliza para el pago de las citadas redenciones.  Así estaban las cosas en los asuntos relativos a la prestación de servicios a la Patria.


El Reino (Madrid), 13 septiembre 1861

El Bien Público, 5 febrero 1874


Seis años más tarde, en 1880, Quiterio contraería matrimonio con una joven natural de Robredo Sobresierra, Florentina Fernández Gómez, con la que traería al mundo a ocho hijos, de los que solo cuatro alcanzarían la edad adulta. Tres de sus hijas fallecieron entre septiembre y octubre de 1893, a causa de la terrible epidemia de difteria que asoló Castilla en aquel año.

Quiterio fue juez de paz de Huérmeces durante los años finales del siglo XIX y secretario municipal durante los primeros años del siglo XX, en los tiempos del histórico alcalde Julián Díaz-Ubierna.

En los "Anuarios" de aquellos años de entre siglos, Quiterio aparece consignado como uno de los mayores propietarios de tierras y cosecheros de cereales de Huérmeces. También era propietario de tres viviendas sitas en el casco urbano del pueblo, en las calles Real y Solana.


Quiterio Hidalgo: secretario municipal, 12 diciembre 1901


Quiterio falleció en Huérmeces el 18 de marzo de 1930, a los 78 años de edad.


2. El quinto Manuel Hidalgo Montero

Manuel pertenecía al reemplazo de 1874, año en el que cumpliría 21 años. Era el tercero de cuatro hermanos, todos varones. Su hermano mayor, Mariano, tenía 29 años en 1874, y acababa de casarse con María Cruz Girón Arribas. Su segundo hermano, Pedro, de 24 años, se encontraba ya enrolado en el ejército. Por último, su hermano pequeño, Cipriano, tenía una edad de 17 años. 

Por su parte, los padres del mozo sorteado, Manuel y Petra, tenían una edad de 58 años. Una edad cercana a la de 60 años aunque, aún no sexagenaria.

El mozo Manuel Hidalgo Montero alegó diversas circunstancias eximentes, al objeto de evitar que se le declarara soldado en el próximo sorteo de quintas. El Boletín Oficial de la provincia publicó las resoluciones adoptadas para cada una de las alegaciones presentadas por Manuel; aparecieron publicadas entre el 21 de marzo y el 15 de abril de 1874 y constituyen una pequeña -y descorazonadora- crónica de una desestimación anunciada. 

Primeramente, Manuel Hidalgo Montero alegó que ya tenía un hermano en el ejército, que otro se había casado, y que su padre era pobre; por todo ello solicitaba que se considerara que poseía la condición de hijo único de padres pobres a los efectos legales. La Comisión, en la sesión del jueves 19 de febrero, acordó que Manuel presentara certificación de la existencia de un hermano en el ejército y de los demás extremos de la excepción que propuso.

La Comisión, en su sesión del lunes 16 de marzo, comprobó que, efectivamente, su hermano Pedro se encontraba sirviendo en el Batallón de Reserva de Toledo, aunque requirió a Manuel para que presentara justificación documental de su carácter de hijo único para los efectos legales, así como de la pobreza del padre y de la condición de casado de otro de sus hermanos [Mariano].


BOPBU, 21 marzo 1874


La Comisión, reunida en la sesión del jueves 23 de marzo de 1874, manifiesta que el mozo Manuel no ha procedido a justificar los extremos de la excepción que propuso (hijo único de padre sexagenario y pobre), por lo que acuerda que las presente para el sábado 28 de marzo a las 12 de la mañana; se le pide que presente justificación documental del matrimonio canónico y civil de su hermano [Mariano] y que comparezca para ser reconocido su otro hermano [Cipriano] de 17 años cumplidos.





En la sesión de la siguiente semana, celebrada el lunes 28 de marzo de 1874, se desestimó la condición de Manuel como hijo único en el sentido de la ley (sin hermanos mayores de 17 años aptos para el trabajo), ya que del reconocimiento efectuado a su hermano Cipriano se determinó que era apto para el trabajo. Por lo tanto, se declaraba definitivamente soldado al mozo Manuel Hidalgo.


BOPBU, 5 abril 1874


Al pobre Manuel no le había servido de nada tener ya un hermano sirviendo a la Patria [Pedro]; ni tener a otro recién casado [Mariano]; ni que su hermano pequeño tuviera 17 años recién cumplidos [Cipriano]. Nada se dice de la supuesta condición de pobre que pudiera presentar el padre, por lo que supongo que no pudo -o carecía ya de importancia- adjuntar justificación al efecto. 

La burocracia, casi siempre, es implacable con los pobres. Suponemos que el padre de Manuel no disponía de 2500 pesetas ni manera de conseguir esa importante cantidad de dinero. Quizás ni siquiera pudo plantearse la posibilidad de vender alguna finca. Probablemente prefirió resignarse a su suerte o a su sino: entregaría otro hijo a la Patria, esa "madre" siempre insaciable, sobre todo con los más débiles.

No parece que Manuel viera el asunto de la misma manera que su padre, ya que pocos días después aparece un explícito anuncio en el Boletín Oficial, ahora emitido por el Gobierno de la Provincia de Burgos (cuando el emisor de un anuncio oficial pasaba a ser el Gobierno Civil en lugar de la Diputación Provincial, nada bueno se vislumbraba en el horizonte).


BOPBU, 15 abril 1874

Nos agradaría suponer que, tras aquella circular de abril de 1874 que le declaraba en busca y captura, el mozo Manuel Hidalgo -ya en su condición de prófugo- hubiera logrado escapar de las garras del ejército, bien huyendo a América (camino del Alto la Cruz arriba, con un destino fijo en la cabeza: el puerto de Santander), bien echándose al monte (uniéndose a una partida carlista). 

Pero la realidad suele ser más prosaica y, en muchas ocasiones, también escasamente sensible a ensoñaciones románticas o idealistas. No sabemos si Manuel se presentó a las autoridades provinciales o si fue entregado a las mismas por algún alcalde ansioso por congratularse con el poder, el caso es que Manuel Hidalgo falleció en Huérmeces el 14 de mayo de 1876, dos años después de ser declarado en busca y captura; Manuel tenía 22 años de edad; en el apunte funerario se dice que su fallecimiento fue debido a una "tabes mesentérica" (una enfermedad pulmonar, tipo tuberculosis).

Quizás Manuel fuera enviado a un destino peninsular, dentro de la dinámica de la guerra carlista en marcha; quizás fuera enviado a Cuba, y que regresara a la península ya enfermo. No he logrado averiguarlo.

Las  desgracias para la familia Hidalgo Montero no acaban aquí ya que, tres años más tarde falleció Cipriano, el hermano menor de Manuel. Al igual que éste, Cipriano murió a los 22 años de edad. No tuvieron mucha suerte los dos hijos menores de Manuel y Petra.

Petra falleció en 1881, a los 65 años de edad. Su marido, Manuel, falleció en 1887, cuando contaba con 71 años de edad.


APUNTES GENEALÓGICOS

A. El quinto Quiterio

  • Quiterio Hidalgo Díez (Huérmeces, 1852-1930)

Hermanos Hidalgo Díez (todos nacidos en Hces):

  1. Quiterio (1852-c.1928)
  2. Justa (1855-1859)
  3. Manuel (1857-1858)
  4. María (1859-1870)
  5. Julián (1862-1863)
  6. Petra (1864-1865)

Abuelos paternos:

  • Manuel Hidalgo Porras (Basconcillos del Tozo)
  • Andrea Espinosa Fontúrbel (Hces, 1793)
Abuelos maternos:
  • Manuel Díez (Castrillo de Rucios)
  • Rafaela Alonso (Castrillo de Rucios)
Padres:
  • José Hidalgo Espinosa (Hces, 1821-1895)
  • Eduviges Díez Alonso (Castrillo de Rucios, 1825-Hces, 1884)

Esposa:

  • Florentina Fernández Gómez (Robredo Sobresierra, 1854)

Hijos Hidalgo Fernández (todos nacidos en Hces):

  1. Emilio (1881)
  2. Aureliano (1883)
  3. Casilda (1885-1893)
  4. María (1887-1893)
  5. Claudia (1889-1893)
  6. Amancia (1892)
  7. Francisco (1894)
  8. Isabel (1896-1897)
[una vez mas, conviene recordar que las tasas de mortalidad infantil de la época alcanzaban valores muy altos, de tal manera que apenas la mitad de los nacidos llegaba a la edad adulta] 

De los ocho hijos de Quiterio y Florentina, cuatro niñas fallecieron en plena infancia (Casilda, María y Claudia, durante la terrible epidemia de difteria, entre febrero y marzo de 1893; Isabel, años más tarde); del resto, únicamente Francisco llegó a establecerse definitivamente en Huérmeces, heredando la próspera hacienda labradora de su padre. Se casó con Avelina Hidalgo San Martín (Montorio, 1901) y trajeron al mundo a ocho hijos.

El primogénito de Quiterio, Emilio, también se había asentado en el pueblo, regentando una tienda de comestibles (sita en la casa luego denominada "Tienda-taberna de la Terreplena", hoy sede municipal), aunque falleció a la temprana edad de 44 años, lo que ocasionó que su mujer, Rosario Conde Martínez (Peñahorada, 1888) y sus seis hijos abandonaron el pueblo.

  

B. El quinto Manuel

  • Manuel Hidalgo Montero (Huérmeces, 1853-1876)
Hermanos Hidalgo Montero (todos nacidos en Hces):

  1. Mariano (1845)
  2. Pedro (1849)
  3. Manuel (1853-1876)
  4. Cipriano (1856-1879)
Abuelos paternos:
  • Manuel Hidalgo Porras (Basconcillos del Tozo)
  • Andrea Espinosa Fontúrbel (Hces, 1793)
Abuelos maternos:
  • Victoriano Montero Pérez-Aguilar (Hces, 1784)
  • Lorenza Díaz-Tudanca Ornilla (Hces, 1792)
Padres:
  • Manuel Hidalgo Espinosa (Hces, 1816-1887)
  • Petra Montero Díaz-Tudanca (Hces, 1816-1881)


De los cuatro hermanos Hidalgo Montero, únicamente los dos mayores, Mariano y Pedro, vivieron el tiempo suficiente para conformar una familia, estableciéndose en Huérmeces. La vida apenas concedió 22 años de plazo tanto al coprotagonista de este post, Manuel, como a su hermano pequeño, Cipriano.

Mariano Hidalgo Montero se casó en 1874 con Mª Cruz Girón Arribas (Hces, 1839) y tuvieron cuatro hijos, uno de los cuales, Santiago Hidalgo Girón (Hces, 1870) se casó con Beatriz San Martín Sáez (Hces, 1876) y tuvieron siete hijos, uno de los cuales, Avelina Hidalgo San Martín (Montorio, 1901) se estableció en Huérmeces, al casarse con Francisco Hidalgo Fernández (Hces, 1894). Para acabar de cuadrar el círculo, cabe añadir que Francisco era hijo de Quiterio.

Por su parte, Pedro Hidalgo Montero se casó en 1895 (a la avanzada edad de 45 años) con María Ubierna Fuentes (Mansilla, 1863) y tuvieron dos hijos, Basilisa (1896) y Segundo (1899). Pedro falleció en 1900 y María contrajo segundas nupcias con Pedro González Varona (La Nuez de Abajo, 1876), trayendo al mundo a cuatro hijos: Gregorio (1902), Maximina (1906), Mª Mercedes (1909) y Serafín (1914). Únicamente Gregorio González Ubierna se estableció inicialmente en Huérmeces, al casarse con Rosario Pérez Santa María (Quintanilla Pedro Abarca, 1902), aunque la familia (con tres hijos) abandonó el pueblo entre 1936 y 1940.


FUENTES

[BOPBU: Boletín Oficial de la Provincia de Burgos]
  • BOPBU-23-08-1873: desestimación de la alegación de padecimiento físico del mozo Quiterio Hidalgo, presentada por su padre José Hidalgo
  • BOPBU-25-02-1874: acreditación del pago de 2500 pesetas en concepto de redención a metálico, para el mozo Quiterio Hidalgo Crespo [Díez]
  • BOPBU-01-03-1874: relación de cartas de pago remitidas a la Comisión Permanente de la Diputación Provincial, acreditando la redención del servicio militar verificada por quince mozos de la reserva, entre los que se encuentra Quiterio Hidalgo Crespo [Díez]
  • BOPBU-21-03-1874: estimación de la condición de tener un hermano sirviendo en el ejército para el mozo Manuel Hidalgo Montero; petición de documentación justificativa para el resto de alegaciones
  • BOPBU-02-04-1874: solicitud de justificación documental relativa al matrimonio de otro hermano del mozo Manuel Hidalgo Montero, y citación para comparecencia de otro hermano de 17 años de edad, para su reconocimiento físico
  • BOPBU-05-05-1874: declaración definitiva de soldado para el mozo Manuel Hidalgo, al ser declarado apto para el trabajo su hermano Cipriano, de 17 años de edad
  • BOPBU-15-04-1874: circular del Gobierno de la Provincia de Burgos, por la que se ordena la busca y captura del quinto Manuel Hidalgo Montero, para que sea puesto a disposición del Gobernador Militar de Burgos
  • BOPBU-04-04-1876: publicidad de una empresa de sustitución de quintos radicada en Granada y con delegaciones y representaciones en las principales ciudades del país (en Burgos, su representante era Cayetano Restituto Tejada, procurador de los tribunales y cuya agencia de negocios se ubicaba en la calle de la Puebla nº 1)





  • Archivo Diocesano de Burgos: Parroquia de San Juan Bautista de Huérmeces: Libro de Finados VI (1852-1880), Libro de Finados VII (1881-1915)

No hay comentarios:

Publicar un comentario