sábado, 27 de mayo de 2023

Julián Díaz-Ubierna, "el alcalde de Huérmeces" (1895-1912)


Durante los últimos años del siglo XIX y primeros del XX, los alcaldes no duraban mucho. Entre otras cosas, porque se celebraban elecciones municipales cada dos años, renovándose la mitad de los concejales y originándose, por lo tanto, un continuo baile de alcaldes. 

En Huérmeces, por ejemplo, entre 1861 y 1895, larga es la relación de vecinos que desempeñaron el cargo de alcalde: Antonio García-Tudanca, Blas Alonso, Victoriano Varona, Fabián Valderrama, Fulgencio Gallo, Manuel González, Fabián Díez, Eusebio Villanueva, Simón Díaz-Villalvilla, Antonio García González, Antonio Díaz-Ubierna, Eusebio Girón, Mariano Hidalgo, Lorenzo Alonso, Justo Villalvilla, Florentín Ubierna y Lorenzo Ubierna. Diecisiete alcaldes en 34 años, y eso que alguno de ellos desempeño el cargo en varias ocasiones.


El viejo edificio del Ayuntamiento de Huérmeces


Por eso, sorprende encontrarse con uno que se mantuvo en el cargo durante casi 17 años ininterrumpidos. En la sesión del pleno del 1 de julio de 1895, en la que se elegía la nueva corporación municipal, resultante de las últimas elecciones municipales, fue elegido nuevo alcalde el hasta entonces concejal Julián Díaz-Ubierna. Y esta ceremonia se repetiría con idéntico resultado en ocho ocasiones más, durante los 17 años siguientes. 


UNA FAMILIA MUY FAROLA

Julián Díaz-Ubierna nació en Huérmeces el 28 de enero de 1863, siendo el cuarto de los seis hijos nacidos del matrimonio formado por Antonio Díaz-Ubierna Varona y Felisa García González.

Los cuatro abuelos de Julián eran naturales de Huérmeces, aunque la rama paterna extendía su "farolidad" a la mayor parte de la generación anterior, mientras que la rama materna lo hacía en menor proporción. 

El padre de Julián, Antonio Díaz-Ubierna Varona, era uno de los mayores propietarios de tierras en el Huérmeces de la segunda mitad del siglo XIX. Aparece en varios listados de mayores contribuyentes durante la década de 1860, calificación aquella que le otorgaba el derecho a votar, ya que por entonces solo podían hacerlo los "ricos", los curas y algunos cargos públicos.

El 8 de enero de 1887, a la edad de 23 años, Julián contrajo matrimonio con María del Carmen Ortega Pérez (Ros, 1861). La boda, tal y como dictaba la tradición, se celebró en el pueblo de la novia. Julián y Mª Carmen no tuvieron descendencia. 


ALCALDE DE HUÉRMECES DURANTE DIECISIETE AÑOS

En la ya referida sesión del pleno del Ayuntamiento de Huérmeces de 1 de julio de 1895, Julián se convirtió en alcalde de Huérmeces a la relativamente temprana edad de 32 años, sustituyendo a Lorenzo Ubierna Arribas, que había ejercido el cargo durante el año anterior.

Con la ley electoral vigente en aquellos tiempos, cada dos años debía renovarse la mitad de los concejales electos en cada convocatoria electoral. Por lo tanto, cada dos años podía producirse un cambio de alcalde, elegido por votación entre los concejales. En la práctica, los cambios de alcalde solían producirse con mayor frecuencia que la bianual, ya que las dimisiones por problemas de salud o personales solían ser frecuentes. Julián resultó elegido durante los diecisiete años siguientes.

Según las actas de las sesiones del pleno, el primer conflicto serio al que tuvo que asistir el nuevo alcalde llegó seis años y medio después, a mediados de diciembre del año 1901. En el Diario de Burgos aparece publicada la siguiente reseña:


Diario de Burgos, 16 de diciembre de 1901


En la reseña no se aclara el motivo de la actitud agresiva de un grupo de faroles y pellejeros pero, por reseñas de años anteriores, tales actitudes solían responder a la suspensión de eventos festivos; suspensión de festejos que, generalmente, estaba originada por motivos de salud pública (brotes de enfermedades infecto-contagiosas).

A título de ejemplo, podemos citar que, nueve años antes (24 de enero de 1892), se había producido el apedreamiento de la casa del médico, al promover éste la suspensión de los actos lúdicos previstos (baile con dulzaina) para la celebración de la cercana festividad del día 1 de febrero (Santa Brígida). Pocos días antes se habían presentado en el pueblo varios casos de viruela, con el fallecimiento de un niño, por lo que la suspensión del baile parecía más que justificada, aunque algunos vecinos no lo entendieron así. El suceso del día 24 finalizó con la rotura de varios cristales de la casa del médico y con la apertura de diligencias en el juzgado de paz.

En los sucesos del diciembre de 1901 quizás pueda sorprendernos el hecho de que el alcalde realizara disparos con arma de fuego desde la ventana de su casa, aunque suponemos que se trataba de una escopeta de caza, cuya posesión era relativamente frecuente en aquellos tiempos. La reseña no aclara si hubo heridos o si los disparos se realizaron únicamente a título de advertencia.

El caso es que, en la sesión del pleno del ayuntamiento de fecha 19 de diciembre de 1901, se tratan -de manera monográfica- los sucesos acaecidos en la noche del aquel 12 de diciembre. 




La transcripción literal del acta de la sesión, añadiendo tildes y pausas, dice así:


Por el señor presidente hizo saber a la corporación y dio cuenta de una multa impuesta a don Victoriano González, vecino de Santibáñez Zarzaguda, por haber blasfemado de Dios y sus Santos en la noche del día doce del presente mes y hora de seis a seis y media de su noche, cuya multa impuesta es de quince pesetas, lo que pone para su deliberación y aprobación si es que lo mereciera. Dio entrada y votada que fue la proposición que antecede, fue aprobada por unanimidad, y no habiendo otros asuntos que tratar se terminó la sesión de que secretario certifico.


El acta de la sesión del pleno está firmada por el secretario (Quiterio Hidalgo), el alcalde (Julián Díaz-Ubierna) y por los cuatro concejales (Dionisio García, Antonio García, Juan Pérez y Mariano Díaz-Ubierna). 

Desconocemos cómo se tomó la imposición de la multa el tal Victoriano; tampoco sabemos si finalmente pagó las quince pesetas; ni si el asunto tuvo mayores consecuencias. Lo que sí sabemos es que, dos años y medio después, en la Gaceta de Madrid (el BOE de entonces) de fecha 23 de julio de 1904, aparece el siguiente anuncio judicial:



Todo parece indicar que el contencioso entre el alcalde y algunos vecinos y naturales de Santibáñez aún no había finalizado. En este caso, el protagonista de la citación judicial es un tal Sandalio Ortega, nacido en Santibáñez y vecino de Huérmeces. El motivo de la citación: amenazas al alcalde constitucional de Huérmeces, Julián Díaz-Ubierna.

No sabemos si este asunto estaba relacionado con los sucesos del 12 de diciembre  de 1901, o si se trataba de un nuevo contencioso, quizás con connotaciones familiares, ya que bien pudiera ser que Sandalio Ortega Pérez (Santibáñez, 1877) fuera hermano de la esposa de Julián, Mª Carmen Ortega Pérez. 

Nada de interés encontramos en las actas de los plenos municipales hasta la correspondiente a la sesión del 4 de febrero de 1912, cuando el alcalde Julián Díaz-Ubierna manifiesta lo siguiente:

"Que en atención a su delicado estado de salud, pido y solicito al Ayuntamiento se me conceda un mes de licencia para poder restablecerme."

El pleno le concedió la licencia y decretó que su sustituto temporal en las funciones de alcalde fuera el hasta entonces concejal Dionisio Villalvilla.

No debió de mejorar la salud de Julián ya que, pocos días después solicitó al Gobernador Civil la renuncia definitiva al cargo. El Diario de Burgos, en su edición de 7 de marzo de 1912 cita que el Boletín Oficial de la Provincia de Burgos publica con la misma fecha la admisión, por parte del Gobierno Civil, de la renuncia presentada por Julián Díaz-Ubierna, alcalde y concejal del Ayuntamiento de Huérmeces.


Diario de Burgos, 7 de marzo de 1912

 

El pleno del Ayuntamiento de Huérmeces, reunido el 17 de febrero de 1912, recoge la citada admisión de la renuncia de Julián Díaz-Ubierna. Y en la sesión del 31 de marzo nombra alcalde interino a Prudencio Villanueva, al mismo tiempo que admite la renuncia de Dionisio Villalvilla Varona y Antonio García Villalvilla a su cargo de concejales, fundada en el hecho de "hallarse físicamente impedidos".

No sabemos si la renuncia de estos dos concejales estuvo relacionada con la previa renuncia de Julián como alcalde, aunque todo parece indicar que así fue.

Julián y su esposa abandonaron Huérmeces al año siguiente, cuando ya frisaban los 50 años de edad, quizás un poco elevada para empezar una nueva vida en otro lugar, aunque puede que la razón primordial fuera el delicado estado de salud de Julián, no apto para continuar trabajando como labrador, que esa era su ocupación principal.

La memoria familiar dice que fue Bilbao el lugar de destino final de la pareja, ya que allí fallecieron en un año indeterminado. Puede que en la capital vizcaína residiera algún familiar o conocido; puede que acudieran a los servicios médicos de algún especialista; no he sido capaz de averiguarlo.

Durante los años en que ejerció de alcalde, Julián y su esposa residieron en la casa nº 22 de la calle de la Plaza, luego conocida como "casa de Benjamín y Librada". Durante su niñez, Julián residió en la casa nº 2 del barrio de Mercado, luego conocida como "casa de Ramiro y Alicia". Cuando contrajo matrimonio, residió durante unos años en la casa nº 20 de la calle Real, enfrente de las escuelas.




 

APUNTES GENEALÓGICOS

Ya hemos comentado en anteriores entradas la relativa importancia que el apellido compuesto Díaz-Ubierna [Díaz de Ubierna] ha tenido en Huérmeces hasta tiempos muy recientes, hasta el punto de que puede considerarse uno de los apellidos más exclusivamente faroles, implantado en el pueblo desde -al menos- principios del siglo XVII.

En el Catastro de Ensenada (1752), Juan Díaz-Ubierna (tatarabuelo de Julián por línea paterna) figura en la relación de 68 vecinos del pueblo; además de labrador, Juan era el alcalde pedáneo de Huérmeces.

En el caso de los ancestros de Julián, las cuatro generaciones anteriores presentan los siguientes orígenes:


Tatarabuelos:

Se repiten en un estrato, ya que dos bisabuelos de Julián eran hermanos (Tomás y Lucía Díaz-Ubierna)

  • Juan Díaz-Ubierna González-Mata (Hces, 1716)
  • Mª Ángeles Sarmiento Díez (Hces, 1719)
  • Francisco Arce (Robredo Sobresierra)
  • Juana Liaño (Burgos)
  • Ángel Varona (Ruyales del Páramo)
  • María García (Úrbel del Castillo)
  • Juan Díaz-Ubierna González-Mata (Hces, 1716)
  • Mª Ángeles Sarmiento Díez (Hces, 1719)
  • Felipe García (Villanueva de Narros)
  • Rosa Ornilla Tudanca (Hces, 1765)
  • Lesmes Díaz-Tudanca Bárcena (Hces, 1759)
  • Mª Santos Ornilla Girón (Hces, 1760)
  • Bernabé González (Quintanadueñas)
  • Teresa Pardo (Páramo del Arroyo)
  • Domingo Sáiz (Arcos de la Llana)
  • Baltasara González (Arcos de la Llana)


Bisabuelos:

  • Tomás Díaz-Ubierna Sarmiento (Hces, 1748)
  • Juana Arce Liaño (Robredo Sobresierra)
  • Tomás Varona García (Hces, 1757)
  • Lucía Díaz-Ubierna Sarmiento (Hces, 1758)
  • Lázaro García Ornilla (Hces, 1787)
  • María Díaz-Tudanca Ornilla (Hces, 1786)
  • José González Pardo (Marmellar de Abajo)
  • Petra Sáiz González (Cayuela)

Abuelos:

  • Felipe Díaz-Ubierna Arce (Hces, 1795)
  • Manuela Varona Díaz-Ubierna (Hces, 1798)
  • Antonio García Tudanca (Hces, 1809)
  • Josefa González Sáiz (Hces, 1813)

Padres:

  • Antonio Díaz-Ubierna Varona (Hces, 1830)
  • Felisa García González (Hces, 1833)

Un el caso de la rama paterna, nos encontramos ante un entramado de Díaz-Ubierna y Sarmiento (por partida doble), Varona, Arce, Liaño y García; con predominio de apellidos faroles y otros procedentes de Robredo Sobresierra, Ruyales del Páramo y Úrbel del Castillo.

En cuanto a la rama materna: Ornilla, Díaz-Tudanca, González, Pardo, García y Sáiz; varios apellidos faroles y otros procedentes de Arcos de la Llana, Quintanadueñas, Páramo del Arroyo y Villanueva de Narros.

Quizás un árbol genealógico nos aclare mejor este entramado de Díaz-Ubiernas, Sarmientos, Varonas, Arces, Liaños, Garcías y compañía.




De los seis hermanos de Julián, únicamente uno se estableció en Huérmeces y formó una familia: Agapito Díaz-Ubierna García, que contrajo matrimonio con Emeteria Díaz-Villalvilla Fernández, sacando adelante a cuatro hijos:

  • Millán Díaz-Ubierna Díaz-Villalvilla (Hces, 1893)
  • Antonio Díaz-Ubierna Díaz-Villalvilla (Hces, 1895)
  • Julián Díaz-Ubierna Díaz-Villalvilla (Hces, 1897)
  • Jacinta Díaz-Ubierna Díaz-Villalvilla (Hces, 1899)

Millán no tuvo descendencia y residió en Huérmeces toda su vida; Antonio se estableció en el pueblo y tuvo un hijo; Julián se estableció en Santander y tuvo tres hijos; Jacinta se casó en la cercana localidad de Quintanilla Sobresierra.


EPÍLOGO

En la España urbana actual, tristemente, parte de la historia municipal se escribe a golpe de las variopintas andanzas de alcaldes que, por un puñado de votos, son capaces de saltar en una cama elástica aunque un rictus de pánico se dibuje en su rostro; que son capaces de encender un megalómano alumbrado navideño a primeros de noviembre, para así ganar en algo a Nueva York; que son capaces de rellenar rotondas y glorietas con horrendos y carísimos grupos para-escultóricos para así poder presumir de supuesto mecenazgo; que son capaces de bailar al son del reguetón de turno aunque su carencia de ritmo y armonía resulte patética,...

Frente a este municipalismo urbano de bote, sirva este post para recordar a un modesto alcalde de un pequeño pueblo de Castilla que, hace más de cien años, se dedicó a lo que debiera dedicarse todo servidor público: a resolver problemas a sus ciudadanos y a gestionar lo mejor posible los escasos recursos municipales; aunque su empeño pudiera costarle amenazas, insultos, enemistades, causas judiciales e, incluso, la salud.

Julián Díaz-Ubierna, alcalde de Huérmeces durante diecisiete años, en una época en la que los alcaldes rurales apenas duraban dos años.





FUENTES

  • Archivo Municipal de Huérmeces: Actas de sesiones de plenos (1861-1915); Padrones del Impuesto de Cédulas Personales (1886-1915); Expedientes de elecciones municipales (1861-1915)
  • Archivo Diocesano de Burgos: Libros de Bautizados de la parroquia de San Juan Bautista de Huérmeces, Libro III (1734-1781), Libro IV (1781-1825), Libro V (1825-1851) y Libro VI (1852-1876).
  • Diario de Burgos, 16 de diciembre de 1901: amenazas al alcalde de Huérmeces por parte de un grupo de vecinos del pueblo y de Santibáñez Zarzaguda
  • Diario de Burgos, 7 de marzo de 1912: en el Boletín Oficial de la Provincia de fecha de hoy se publica la admisión, por parte del Gobierno Civil, de la renuncia de Julián Díaz-Ubierna como alcalde y concejal del Ayuntamiento de Huérmeces
  • Gaceta de Madrid, 23 de julio de 1904: citación a Sandalio Ortega para que declare por la causa que se sigue por amenazas al alcalde constitucional de Huérmeces

ALGUNOS ACONTECIMIENTOS LOCALES, PUBLICADOS EN EL DIARIO DE BURGOS DURANTE LOS AÑOS DEL ALCALDE JULIÁN DÍAZ-UBIERNA (1895-1912)

  • 1899: llegan noticias de dos soldados faroles fallecidos en Cuba
  • 1900: llega a Huérmeces la carretera entonces denominada de Burgos a La Pinza (futura carretera de Aguilar)
  • 1902 (julio): dos niños resultan mordidos por un perro rabioso
  • 1902 (agosto): llega un nuevo cura párroco, Eusebio Arroyo Dorao
  • 1906 (marzo): se abre una parada de dos caballos sementales
  • 1906 (abril): la Comisión Provincial estima un recurso presentado por Florentín Ubierna, vecino de Huérmeces, contra una providencia dictada por la alcaldía en la que se le imponía una multa de 15 pesetas. Florentín era uno de los mayores propietarios de tierras en Huérmeces; probablemente, la sanción le fue impuesta por intrusión en roturos del pueblo, la infracción más común en aquellos tiempos
  • 1906 (agosto): la alcaldía solicita el perdón del pago de la Contribución Territorial, por pérdidas en cosecha; el 25 de julio se registró una fuerte tormenta con pedrisco, que afectó a Santibáñez y parte de Huérmeces
  • 1907 (abril): se inaugura una línea de coche de viajeros entre Burgos y Huérmeces; el viaje, por Quintanadueñas y Mansilla, duraba unas tres horas
  • 1909 (marzo): comienzan las obras de la carretera de Burgos a La Pinza en el tramo entre Huérmeces y Montorio
  • 1909 (septiembre): él ayuntamiento colabora en la suscripción nacional por los heridos y familiares de los muertos en la Guerra de Melilla
  • 1912 (enero): llega un nuevo maestro, Justiniano Saldaña

HUÉRMECES HACIA EL AÑO 1900

El pueblo presentaba entonces una población que sobrepasaba ligeramente los 400 habitantes, de los que el 40% eran menores de 15 años.

Aparte de labrador, la ocupación mayoritaria de los vecinos, existían varias familias (la mayoría procedentes de otros pueblos del entorno) cuya profesión principal era diferente, originando un cierto y heterogéneo tejido económico-social; así, tenemos:


Pastores (5):
  • Estanislao Alonso (Nidáguila, 1846)
  • Vicente Varona (Hces, 1842)
  • Bernardino Vicario Martínez (Quintanaloma, 1857)
  • Genaro Beato Campo (Las Hormazas, 1868)
  • Francisco Blanco Huidobro (Quintanilla Sobresierra, 1852)
Molineros (6):
  • Marcial Alonso Bárcena (Rojas, 1849), y su hijo Eustasio Alonso Gallo (Ubierna, 1875), molineros de Cigatón
  • Julián García Girón (Hces, 1850), molinero de Retuerta
  • Mauricio Díaz Gallo (Hces, 1852), molinero de Los Nogales y residente en la solitaria casa del barrio de la Parte ("Casa de Miguel")
  • Ezequiel Pérez Díez (Hces, 1844), molinero de Berlanga (Fuente la Hoz)
  • Lorenzo Espinosa (Sedano, 1874), molinero de Alba (Rallastra)
  • Primitivo López (Melgosa de Villadiego, 1867), molinero de Navatillo
Carreteros (2):
  • Hipólito Díez Hidalgo (Ruyales, 1864)
  • Domingo Arribas Serna (Hces, 1872)
Herrero:
  • Primitivo Ortega Valladolid (Las Hormazas, 1835), y su hijo Hipólito Ortega Pérez (Hces, 1875)
Taberneros (2):
  • Hermenegildo de la Fuente (Castrillo del Val, 1866)
  • Timoteo San Martín Romo (Arcos de la Llana, 1847)
Sastre:
  • Pablo Crespo Díaz (Hces, 1861), padre de Mariano Crespo García (Hces, 1890), sastre de Huérmeces años después
Veterinario (albéitar):
  • Manuel González Villalvilla (Hces, 1819): histórico albéitar en Huérmeces, dónde ejerció la profesión durante casi toda su vida
Médico:
  • Rogelio Pérez Domingo (Ibeas de Juarros, 1873): médico de Huérmeces durante dieciséis años (1897-1913)
Cura:
  • Juan Espinosa Lomas (Santibáñez Zarzaguda, 1868), párroco de Huérmeces durante tres años (1899-1902); sustituyó a Florentín Díaz-Ubierna Vivanco (Hces, 1815), el más longevo cura de Huérmeces, dónde ejerció durante 47 años (1852-1899); después de él llegaría Eusebio Arroyo Dorao (Burgos, 1875), párroco de Huérmeces durante veinticuatro años (1902-1926)
Maestro de primera enseñanza:
  • Santiago Benito García (Pradoluengo, 1863): maestro en Huérmeces durante dieciséis años (1895-1911)
Secretario municipal:
  • Quiterio Hidalgo Díez (Hces, 1852): labrador; secretario durante diez años (1899-1909), sustituyendo al histórico Felipe Gallo Espinosa (Hces, 1833), que ocupó el cargo durante buena parte del último tercio del siglo XIX

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