sábado, 28 de mayo de 2022

El Casito de los Cuatro Aires, en el término comunero de La Lora

Hace unos meses, consultando un viejo mapa de 1923, al objeto de encontrar colmenares tradicionales en la zona del Tozo y Valdelucio, me topé con un rótulo que me llamó la atención: Casito de los Cuatro Aires.



Me llamó la atención no solo por su poética denominación, que también por su ubicación en mitad de la nada; si por "la nada" puede considerarse al inmenso territorio (2.500 hectáreas), despoblado, rico en pastizales y batido por los cuatro vientos, que discurre entre algunos pueblos de Valdelucio y el Tozo (los situados a la vera o justo al norte de la carretera de Aguilar) y el límite con Palencia y Cantabria.


Planimetría del término municipal de Valle de Valdelucio (1923)

En el propio mapa de 1923 aparecía rotulado el nombre de este inmenso territorio: Término Comunero de La Lora. En la leyenda aclaratoria consignada en los márgenes del mapa se establece que dicho comunero pertenecía a los nueve pueblos siguientes:

  • Villaescobedo (Valle de Valdelucio, Burgos)
  • Llanillo (Valle de Valdelucio, Burgos)
  • Mundilla (Valle de Valdelucio, Burgos)
  • Pedrosa (Valle de Valdelucio, Burgos)
  • Revelillas (Valderredible, Cantabria)
  • Villamoñico (Valderredible, Cantabria)
  • Berzosilla (Berzosilla, Palencia)
  • Olleros de Paredes Rubias (Berzosilla, Palencia)
  • Arcellares (Basconcillos del Tozo, Burgos) 

Podemos observar que en el mapa, el "casito" viene acompañado por el signo convencional (cuadrado rojo) que solía utilizarse para representar a construcciones techadas.

En mapas posteriores (1936) el rótulo "casito" se ha visto reconvertido en "casa", con lo que parece confirmarse su carácter de construcción techada. Pero nada más lejos de la realidad, como posteriormente comprobaremos.


Minuta MTN50-Hoja 134 (1936)

MTN50-Hoja 134 (1936)



El "casito" nunca estuvo techado. Se trataría de un refugio de pastores, elaborado a base de la piedra caliza de la zona, con unas paredes dispuestas de tal forma que protegieran contra los vientos más dominantes en esta amplia paramera de La Lora. A vista de pájaro, da la impresión de tratarse de cortavientos en forma de "T" tumbada, con su pared principal (de unos 6 m de longitud) discurriendo según un eje norte-sur; la pared corta, por su parte, se encuentra orientada en un eje este-oeste, con una pequeña acumulación de piedras en su extremo oriental.


Google Maps

Detalles constructivos aparte, lo que otorga cierta peculiaridad a este refugio de pastores es su condición de elemento aislado, muy alejado de cualquiera de los pueblos del entorno. Situado en las inmediaciones del vallejo del Sestero de la Peña, se encuentra a unos 3 km (en línea recta) de Pedrosa, Lorilla y Arcellares, los tres pueblos más cercanos; en la práctica, la distancia a estas poblaciones resulta mucho mayor, ya que otros tres vallejos (Vallejo Primero, Vallejo Segundo y Vallejo de Lorilla) se interponen en su itinerario.




 
El resto de los pueblos que integran el término comunero se encuentran a distancias de entre 4 y 6 km del casito, aunque los situados en el "Valderredible" palentino (Berzosilla y Olleros) y cántabro (Revelillas y Villamoñico) tengan un contundente escalón (casi 300 m) por medio.


Sigpac 2020 (23 de agosto de 2020)

Vuelo IRYDA (noviembre de 1977)

Vuelo americano serie "B" (5 de junio de 1957)



La mayor parte de los antiguos caminos que comunicaban entre sí a los pueblos del término comunero no han sufrido apenas variaciones ni en su trazado ni en su calidad, sobre todo en la mitad suroriental del territorio.

En la mitad noroccidental del mismo, sin embargo, la mejora carreteril ha sido espectacular, gracias sobre todo a los viales de servicio del enorme parque eólico (Lora I y Lora II) allí levantado hace quince años (2007): a las 61 turbinas alli instaladas (100 MW de potencia total) le dan servicio unos 18 km de viales de nueva construcción; también se han rehabilitado varios kilómetros de viejos caminos en el entorno del parque, tanto de los que descienden hacia Valderredible como de los que lo hacen hacia Villaescobedo y Mundilla.


Google Maps: parque eólico de la Lora (I y II) 



Por lo tanto, en esta sección NW del territorio, se ha facilitado sobremanera el acceso de vecinos, ganaderos, excursionistas y turistas. Tierras antaño solitarias se han transformado -sobre todo en fines de semana del buen tiempo- en lugares habituales para excursiones pedestres (las menos), ciclistas y automovilistas (las más). El acceso resulta sencillo tanto desde el lado burgalés (Villaescobedo-Mundilla) como desde el cántabro-palentino (Villamoñico, Berzosilla, Olleros).

Parece ser que el Casito de los Cuatro Aires pertenece a la porción del territorio comunero gestionada por Pedrosa de Valdelucio, a pesar de que la distancia desde este pueblo al casito (3,2 km) sea algo mayor que la existente desde Arcellares (2,9 km).





De todas formas, hoy escaso resulta el ganado que campa por estos lares, antaño muy utilizados por sus excelentes pastizales de verano. En algunos parajes, aún quedan modernos cercados metálicos, supongo que esporádicamente utilizados.





En la zona abundan los refugios de pastor construidos en piedra, algunos reconvertidos en parapetos de cazador, pero quizás ninguno alcance las dimensiones del "Casito", a pesar de que el paso del tiempo y la ausencia de mantenimiento van haciendo estragos en la débil estructura de piedra.






No se trata, ni mucho menos, de una construcción que alcance la excelencia arquitectónica de los refugios a tres vientos existentes en la cercana Lora de Quintanilla Escalada, realizados por el pastor Antonio Orruño, al que dedicamos un post hace tres años.






Aunque el "Casito" haya sido realizado por personas con cierto conocimiento de la técnica de levantamiento de muros de piedra seca, las piezas no encajan de manera suficiente como para crear una estabilidad persistente. Así, son varios los derrumbes soportados por sus muros que, por otra parte, no alcanzaban alturas destacables.





No obstante, el aislamiento de la construcción, así como la indudable belleza del paisaje en el que se asienta, hacen que merezca la pena la excursión pedestre o ciclista necesaria para llegar a sus inmediaciones. Y más aún si esta excursión se realiza a mediados de mayo cuando, en un año medio, la primavera se muestra en estos lares en todo su esplendor, con la floración de peonías, aulagas, orquídeas y guillomos como contrapunto a las persistentes hojas verde oscuras de las encinas.


RUTA CICLISTA CIRCULAR: DE ARCELLARES AL CASITO DE LOS CUATRO VIENTOS, Y RETORNO POR LORILLA, CORRAL DE BERZOSILLA, PARQUE EÓLICO DE LA LORA, MUNDILLA Y PEDROSA DE VALDELUCIO (24 KM)

La ruta propuesta comienza en Arcellares, pero podría hacerlo de igual manera en Pedrosa de Valdelucio, ya que la distancia al "Casito" desde cualquiera de estos dos pueblos resulta muy parecida.


En azul, la ruta seguida; desde Arcellares hacia el este, y vuelta por Lorilla, Corral de Berzosilla y Mundilla

 

ARCELLARES (km 0,0): podemos dejar el coche en una pequeña plazoleta que se enclava en el centro del pueblo; desde aquí, nos dirigimos hacia el este, donde destaca una gran nave ganadera, pasando justo al lado del costado derecho de la misma, donde ya discurrimos por el camino que recorre el paraje de El Val en toda su longitud.

LAS MAZARRILLAS (km 1,8): casi al final del camino del Val, tomamos el camino de la izquierda, que asciende suavemente en dirección norte. A unos 400 metros, a la altura de una buena mata de encina, tomamos el poco marcado (en principio) camino que surge a la izquierda, y que sigue siempre una dirección noroeste. Seguimos este camino durante un kilómetro.


Camino de El Val a Las Canteras, dirección norte

Camino de El Val a Las Canteras, vista hacia el sur: al fondo, riscos de Basconcillos, Pedrosa y Arcellares



LAS CANTERAS (km 3,2): en este paraje convergen los barrancos del Vallejo Primero y Vallejo Segundo; al llegar, tomamos el camino de la derecha, que asciende continuamente, en dirección norte, durante casi 2 km.

LOS GUAÑINES (km 5,1): aquí, a unos 1010 m de altitud, convergen dos caminos, justo antes de una mata de encina; en este punto dejaremos la bici a la sombra de la mata y nos encaminaremos hacia el oeste, en busca del cercano Casito de los Cuatro Aires. Será un paseo de apenas 500 m de ida y otros tantos de vuelta.


Cruce de Los Guañines, vista hacia el sur; nosotros venimos por el camino de la derecha 


El refugio de piedra aparece, a lo lejos, al poco de comenzar a descender hacia el vallejo del Sestero de la Peña. Por el camino, profusión de especies vegetales en flor, con abundancia de orquídeas del ahorcado (Orchis antropophora), peonías (Paeonia microcarpa), gamones (Asphodelus albus), aulagas, jarillas, etc.



El Casito, medio escondido entre las matas de encina, al otro lado del vallejo del Sestero de la Peña

El Casito, rodeado de aulagas almohadilladas, gamones y encinas




En el fondo del vallejo del Sestero de la Peña encontramos un longilíneo roturo, cultivado de cereal, que aprovecha una las escasas manifestaciones de suelo apto para la agricultura existentes en La Lora (dolinas y vallejos, principalmente).


Roturo longilíneo que se extiende por gran parte del vallejo del Sestero de la Peña


Al retornar a la mata en la que dejamos la bici, tomamos el camino de la izquierda, que se dirige, siguiendo siempre un rumbo N-NW, hacia el pararrayos del parque eólico de La Lora.

LOS ANDRICOLES (km 6,8): poco más de kilómetro y medio desde el cruce de Los Guañines, alcanzamos un curioso paraje, a la izquierda del camino, con la parte baja de una finca vallada por un muro de piedra y, al fondo, los molinos y el pararrayos del sector NE del parque eólico de La Lora. 


El camino entre Los Guañines y Andricoles discurre entre amontonamientos de las piedras retiradas de las fincas de labor; alguno reconvertido en cortavientos
Finca cercada en Andricoles

Tras dejar a la izquierda la finca cercada, el camino asciende un poco más hasta alcanzar la zona culminal de este sector de La Lora; en el siguiente cruce, tomamos el camino de la derecha, que se dirige -siempre en dirección este- a Lorilla.
 

Las peñas Amaya y Albacastro, desde la zona culminal de este sector de La Lora


Dejaremos a la izquierda un refugio circular, habitado por un majuelo de buen tamaño; a lo lejos, aparecen los únicos tejados supervivientes de Lorilla, así como las ruinas de la torre de su iglesia. Al fondo, destaca el vértice de Muñata (1181 m) y la Peña Camesía (1156 m), ya en territorio cántabro.



Desde el refugio circular ya se aprecian los pocos tejados que quedan en Lorilla


BALSA DEL ARROYO DE LORILLA (km 8,8): una vez iniciado el descenso hacia el arroyo de Lorilla, el camino gira bruscamente a la izquierda, hasta alcanzar el siguiente hito: una balsa para el riego de la patata de siembra, ampliamente cultivada en la zona.

LORILLA (km 9,4): en poco más de 500 m alcanzamos las ruinas del despoblado. La torre de la iglesia aguanta a duras penas; tres naves conservan la cubierta; el estado del resto del caserío es de todos conocido. El pueblo quedó abandonado en 1974, disolviéndose en mayo de ese año como entidad local menor, perteneciente al municipio de Sargentes de la Lora.





Después de disfrutar de las espectaculares vistas que este balcón de La Lora nos ofrece, abandonamos el pueblo por el camino que, rumbo oeste, bordea la cornisa durante algo más de 3 km.





LA LOMA Y EL CORRAL DE BERZOSILLA (km 12,8): a 1 km de Lorilla ya hemos entrado en la provincia de Palencia y La Loma (1090 m), con su antena de telefonía, resulta claramente visible.



Un poco después, aparece el Corral de Berzosilla, en forma de cuadrado perfecto, de 26 metros de lado. Poco después del corral, en lugar de descender hacia el pueblo, afrontamos una pequeña subida, y al culminarla salimos de la provincia de Palencia y entramos en la de Burgos.




Justo en el límite provincial, un cartel avisa a los furtivos de que sus actividades ilícitas son por todos conocidas.





VÍA DE SERVICIO DEL PARQUE EÓLICO DE LA LORA (km 13,3): a pesar de tratarse de un vial de casi 4 km, prácticamente recto y llano, quizás esta sea la parte más incómoda de la excursión, sobre todo si hace viento fuerte, tal y como sucedía el día en cuestión. Costaba mantenerse en pie sobre la bici, y los 4 km se hicieron largos, muy largos.





CUESTA DEL MOLINO (km 17,2): al llegar al final de la vía principal de servicio, en lugar de descender hacia las eras de Villaescobedo, preferimos tomar el ramal del parque que se dirige hacia Mundilla, en dirección SE, que discurre cerca de la cornisa de este sector de La Lora durante unos 1200 m. 

BALSA DEL ARROYO DE MUNDILLA (km 19,1): al llegar al último molino del ramal, descendemos por la buena pista que se introduce en el vallejo que servía de paso para el antiguo camino de Mundilla a Revelillas. Al llegar al fondo del vallejo, nos encontramos con una más de las varias balsas de agua creadas en la zona para el riego de la patata de siembra.





MUNDILLA (km 20,3): desde la balsa, en poco más de 1 km, y ascendiendo en el tramo final, alcanzamos la pequeña población de Mundilla, con su bonita iglesia románica y su tejado-divisoria de cuencas; nos encontramos a 1050 m de altitud y, según miramos la iglesia desde su ábside, tenemos la cuenca del Ebro a nuestra derecha y la del Duero a nuestra izquierda.





La iglesia ha sido recientemente rehabilitada, creándose un curioso mirador acristalado en su campanario; sin embargo, el entorno de la iglesia se encuentra muy afeado por varias antenas de telefonía y un tendido eléctrico que discurre paralelo al camino.

Seguimos por el camino que se dirige, a ratos por la misma divisoria, hacia Pedrosa de Valdelucio, pueblo al que llegamos en apenas 2 km, con una suave bajada final.

SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LA VEGA (km 22,9): desde Pedrosa, en medio km, alcanzamos la cercana ermita de Santa Isabel o de la Virgen de la Vega (siglo XIII), en la que se celebra una concurrida romería anual, el primer domingo de julio, a la que antaño acudían vecinos de Valdelucio, El Tozo, Valderredible, Valdeprado y Valdeolea. Una cuidada campa rodea al santuario. Durante el resto del año, en ella se oficia la misa semanal para todos los pueblos de la "comarca eclesiástica".





ARCELLARES (km 23,7): en la parte trasera del santuario encontraremos un estrecho camino que, en menos de un kilómetro de suave ascenso, nos lleva al final del recorrido circular.





En unas dos horas y media (sin contar la excursión pedestre al "Casito" ni las paradas para contemplar y fotografiar el paisaje) completamos una excursión ciclista que, sobre todo en primavera, constituye un auténtico placer.


EPÍLOGO

Desgraciadamente, el Casito de los Cuatro Aires ya no existe para la cartografía moderna. La drástica despoblación sufrida por la comarca, junto con la consecuente pérdida de relevancia de las cabañas ganaderas de todos los pueblos del entorno, han ocasionado la desaparición -como hito cartográfico- de casi todos los refugios pastoriles. Y el Casito no ha sido una excepción.


MTN50, Hoja 134 (2010): el vallejo del Sestero de la Peña ya no tiene "casa" ni "casito" a su vera


Como contrapartida, aparecen los 61 molinos del parque eólico y sus 18 km de relucientes viales de servicio, así como varias balsas de riego. En poco más de medio siglo, estas tierras altas han pasado de vivir a base de una economía básicamente ganadera o semi pastoril, a hacerlo en función de una economía patatera y eólica.


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