miércoles, 12 de septiembre de 2018

El primer tractor en Huérmeces: un Lanz de 1958



Un viejo Lanz Bulldog D-3850 (1960-1962), una evolución del D-3806 (1956-1959). Fotografía: Marcos Segovia

En los años de la postguerra española, la mecanización del agro nacional apenas avanzó, ya que los poderes públicos no incentivaron apenas el proceso, por miedo a que el aumento del desempleo en el medio rural alcanzara cuotas preocupantes, sobre todo en el sur.

Esta dinámica cambió a partir del comienzo del desarrollo industrial, que demandaba mano de obra procedente del medio rural, al tiempo que se favorecía la implantación de una industria nacional capaz de suministrar parte de los equipos mecánicos necesarios.

A partir de la segunda mitad de los años 50, el censo nacional de tractores se dispara, alcanzándose las 100.000 unidades en 1963. La demanda de tractores es inicialmente mayor en las explotaciones latifundistas de Andalucía y Levante. Más tarde, con las oportunidades que otorgaba el crédito agrario, la demanda se generaliza en todo el territorio nacional.

Una de las consecuencias de este rápido proceso de mecanización agraria, es que la población activa ocupada en la agricultura pasa, en poco tiempo, del 40% existente en los primeros años 50, al 10% de finales de los 60.


En 1952, España contaba con un maltrecho y escaso parque de tractores y maquinaria agrícola, por lo que el Gobierno decide -por fin- impulsar la instalación en territorio nacional de empresas interesadas en la fabricación de tractores de ruedas.



Las dos empresas que consiguieron la autorización fueron Lanz Ibérica y Motor Ibérica. La primera, para fabricar tractores bajo licencia de la alemana Heinreich Lanz AG, la segunda para fabricar tractores americanos Fordson, bajo la marca “Ebro”.




En 1956 salía de la factoría de Getafe el primer tractor “Lanz”; un año después lo hacía el primer “Ebro”, de la fábrica de Barcelona. Entre ambas, producían unos 5.000 tractores al año.

El primer tractor producido en serie en España saldrá pues de la fábrica de Getafe y será presentado el 10 de julio de 1956; se trataba del Lanz modelo Bulldog D-3806, de 38 CV de potencia, basado en un exitoso modelo (D-3606) fabricado en Maguncia desde 1953. Montaba un motor monocilíndrico con mayor compresión que los modelos importados desde Alemania, y ya no incorpora la famosa culata incandescente de ayuda al arranque. Su precio de venta: unas 180.000 pesetas de la época. Una pasta.

Lanz D-3806 (1956-1959), el primer tractor fabricado en España


Durante los dos primeros años habrá que importar desde Alemania gran cantidad de componentes y casi un tercio de los motores necesarios. No será hasta la primavera de 1958 cuando los motores y el resto de las piezas serán por fin producidos en España. A comienzos de 1960, la compañía presenta al sustituto de aquel primer tractor fabricado en España, será denominado D-3850, y es más largo, bajo y pesado que su predecesor, con un tubo de escape más estilizado y mejoras en el puesto de mando, sistema eléctrico, frenos, compresión del motor y equipo hidraúlico.




El último tractor Lanz saldrá de la factoría de Getafe en 1963, cuando Lanz Ibérica inicie la fabricación del tractor John Deere 505, conviviendo ambas marcas durante varios meses. La firma americana había entrado en el accionariado de Lanz Ibérica en 1961, renovando completamente la factoría de Getafe.



Diario de Burgos, 23 de diciembre de 1959


Precisamente aquel Lanz Bulldog D-3806 será el primer tractor en llegar a Huérmeces; lo hará en el año 1958, de la mano de Maximiliano Crespo.

A partir de este tractor azul, durante los próximos años irán llegando al pueblo nuevas marcas y modelos, tanto de fabricación nacional como de importación, y en poco tiempo el parque local de tractores alcanzará la cifra de 8 unidades. Los campos se motearán también de rojo (Nuffield, Zetor), verde grisáceo (Barreiros), azul (Ebro), verde (John Deere) e, incluso, de blanco (David Brown).


Zetor 50 Super (1960-1968)


De esta manera, pocos años después de que el Lanz de Maixi comenzara a arar páramos y vegas, llegaría a Huérmeces el segundo tractor: un Zetor 50 Super, de fabricación checa, adquirido conjuntamente por tres agricultores del pueblo: Lorenzo, Ramiro y Víctor.

Este tractor, producido en la factoría de Brno, venía con un motor de 50 CV, toma de fuerza para segadora-atadora, elevador hidraúlico y doble embrague. Su precio rondaría las 200.000 pesetas de la época. Se fabricaron unas 150.000 unidades en total, distribuidas por multitud de países, gracias a su completo equipamiento y coste inferior a otras marcas.



Zetor 50 Super (1960-1968)


Poco después, Avelino e Ismael adquieren un tractor Super Ebro cada uno. Este tractor de 52 CV estaba basado en el prestigioso Fordson Super Major, producido en Inglaterra por la multinacional americana. Su sistema hidraúlico trabajaba en combinación con el tripuntal para controlar automáticamente la profundidad de labor de los aperos.


Nuffield 10-60 (1964-1967)

Barreiros R500 (1964-1969)
Super Ebro 52 CV (1961-1964)


Tras la efímera experiencia comunitaria con el Zetor, Ramiro acabó por adquirir un Barreiros R-500, de fabricación nacional, pintado de un peculiar color verde grisáceo, el único Barreiros que no salió rojo.

El R-500 salió a la venta en el año 1965, tras la adquisición, por parte de la familia Barreiros, de la participación de la empresa alemana Hanomag. En 1967, asfixiados por problemas económicos y financieros, los hermanos Barreiros deciden vender gran parte de la empresa a la multinacional americana Chrysler, aunque los tractores mantendrán la marca Barreiros hasta 1980.

Por su parte, Daniel y Ricardo, adquirieron un Nuffield 10/60, de fabricación inglesa, importado por la compañía madrileña Trema-Osnur. A partir del año 1966, este tractor pasó a fabricarse en España por SAVA en su factoría de Valladolid; poco después, sería MOTRANSA la encargada de fabricar este tractor, también en Valladolid.



John Deere 717 (1965-1969)
Ebro Super 55 (1964-1972)


Algo más tarde se incorporarían al parque de tractores, un John Deere 717 adquirido por Mauro y un Ebro Super 55, adquirido por Jesús.

El John Deere 717, fabricado en Getafe, salió al mercado en 1965, con un motor Perkins de 4 cilindros y 3150 cc; incorporaba doble embrague, lo que permitía la actuación independiente de la toma de Fuerza.

El Ebro Super 55, fabricado en Barcelona, representaba una actualización del modelo Super Ebro, aumentando la potencia de 52 a 55 CV.




David Brown 780 (1967-1971)

Como mera curiosidad, cabe comentar que, a mediados de los años 60, pasó efímeramente por Huérmeces un tractor David Brown (probablemente un 780), de fabricación inglesa. No debió de cumplir las expectativas del agricultor, ya que no superó el periodo de prueba, condición bajo la cual llegó. Algunos aún recordamos la rareza cromática que suponía aquel elegante tractor inglés albino, así como su tendencia a encabritarse en cuanto enfilaba una ladera algo pindia.

Ebro 155 (1969-1976)

En 1972 y 1973 se produjeron las últimas incorporaciones al parque de tractores de Huérmeces, fueron sendos John Deere 2020, adquiridos por Fidel y Javier.

Este tractor fue uno de los pertenecientes a la Serie 20, fabricados tras las fuertes inversiones realizadas por John Deere en la planta de Getafe. Sus motores están dotados de inyección directa, con un régimen más alto que el habitual en la industria, lo que -unido a una alta reserva de par- le permite reaccionar con mayor rapidez ante una mayor demanda de fuerza.


John Deere 2020 (1969-1973)

Ebro 684 (1971-1977)

Ya por esos años se habían ido produciendo varios relevos en aquellos primeros tractores de finales de los 50 y primeros de los 60. Llegaron nuevos tractores de importación: los alemanes Deutz (6806 y 6807) y los americanos International (744 y 886), así como nuevos modelos de fabricación nacional: John Deere (Serie 30), y Ebro (155, 684).

Deutz 6806 (1974-1981)

En la década de los 60 llegaron a funcionar varias fábricas de tractores en España: a Lanz, Ebro y John Deere, se le unieron Barreiros, Renault, Sava y otras más pequeñas. A finales de la década se fabricaban en España 17 modelos de tractor, y las fábricas tenían una capacidad de producción total de 27.000 unidades al año.




Luego llegó la crisis de los años 80, durante la que tuvieron que cerrar gran parte de las plantas de producción. Ya en los 90, la multinacional Kubota, que había adquirido las instalaciones de Motor Ibérica para fabricar sus tractores, abandona la fabricación en España.



Lanz D-3850 (1960-1962)


Hoy ya no se fabrican tractores en España. En diciembre de 1994 salió el último tractor John Deere de su cadena de montaje. La fábrica de Getafe (en la que nacieron los primeros Lanz y, más tarde, los primeros John Deere), está hoy especializada en la fabricación de ejes, engranajes, cajas de cambio y enganches para tractores. A lo largo de sus 4 décadas fabricando tractores en España, la fábrica de Getafe produjo un total de 180.000 unidades, la mayoría de ellos comercializados en España.


Tractores que labraron los campos de Huérmeces hasta mediados de los ochenta del pasado siglo



Ebro 160-E (1974), cerca de Santibáñez Zarzaguda


A principios de los años setenta del siglo pasado, Huérmeces y el resto de pueblos del entorno han alcanzado una motorización agraria del 50%. Aquí, nueve de los 18 agricultores que aún mantenían su actividad, poseían tractor. Aunque, en la práctica, gran parte de la superficie arable era ya cultivada por tractores, habiendo quedado relegadas las parejas de bueyes a puntuales labores de acarreo y trilla.

La edad resultó el factor decisivo a la hora de persuadir a otros nueve labradores de que no era una idea sensata decantarse por la adquisición de un tractor. Durante los pocos años que les quedaban hasta la jubilación, gran parte de su trabajo lo pasaron a efectuar los tractores de sus vecinos motorizados y las cosechadoras venidas de lejos.




Hoy en día muy cambiado aparece el parque de tractores de Huérmeces. De entrada, y aunque el número de agricultores haya disminuido, no lo ha hecho el de tractores, ya que es habitual que cada explotación disponga de dos tractores, uno de alta potencia, y otro más ligero, destinado a las labores menos exigentes.


Hoy existen en Huérmeces entre 8 y 10 tractores en activo. Eso sí, todas las unidades son de importación, y con una potencia y tamaño muy superiores a las de aquellos primeros Lanz y Ebro. Las marcas existentes hoy en día: Massey Ferguson, John Deere, Fiat, Deutz, SAME y New Holland

El tractor más habitual para trabajar hoy una explotación media de unas 100-150 hectáreas de secano, ronda hoy los 150 CV de potencia, con un precio aproximado de unos 135.000 euros.


Lejos queda ya aquel primer tractor Lanz azul, de motor monocilíndrico de 38 CV de potencia y peculiar sonido metálico, duro de arranque y de marchas, con un consumo más propio de un mechero y peligrosos hábitos entornadizos.




BIBLIOGRAFÍA:

"100 años del tractor en España", Luis Márquez (coordinador). Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Madrid (2015)

Base de datos internacional sobre tractores:
Fabricantes de tractores


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