Cuando llegué a Candeleda, a mediados de julio de 1984, en lo que sería mi primer trabajo remunerado, pude hacerme una idea clara de lo lejos que me encontraba de las tierras norteñas situadas al otro lado de Gredos. A las pocas semanas de llegar conocí a un docente burgalés que había sido "desterrado" a Candeleda por las autoridades educativas regionales de la época. Para elegir el destino más alejado de Burgos, los prebostes del MEC solo tuvieron que coger una regla y posarla sobre el mapa físico-político de Castilla y León.
Y es que si tuviéramos que elegir la localidad más alejada de Burgos, por carretera, situada dentro del territorio de Castilla y León, Candeleda estaría entre las más firmes candidatas.
Candeleda se encuentra separada de Burgos por 385 km de carreteras de variado pelaje. Distancia solo superada por las localidades salmantinas de Navasfrías (403 km), Aldea del Obispo (390) y La Alberguería de Argañán (387), aunque con el matiz de que para llegar a Candeleda hay que atravesar los contundentes relieves de la sierra de Gredos, puerto del Pico mediante.
Candeleda está más alejada de Burgos que localidades castellano-leonesas tan conocidas como Fuentes de Oñoro (378 km), La Fregeneda (373), Lumbrales (360), Ciudad Rodrigo (352), Béjar (345), Puebla de Sanabria (310), Fermoselle (310) o Villafranca del Bierzo (306).
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Pantano de Rosarito (Candeleda) |
Dicen los atlas de geografía que Candeleda es la localidad de latitud más sureña de Castilla y León, claramente más meridional que las localidades salmantinas asentadas en la cara norte de la sierra de Gata. De hecho, todo el Valle del Tiétar abulense, del que forma parte Candeleda, se encuentra ubicado al sur de Gredos, drenando sus aguas a la cuenca del Tajo.
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La Lagunilla (Candeleda), en el arranque de la carretera del Rosarito |
Que nadie espere encontrar aquí estensos campos de cereales ni de oleaginosas. En esta zona, similar en todo a la Vera extremeña, las condiciones de suelo, agua, clima y propiedad de la tierra posibilitan que -desde hace mucho tiempo- se cultiven productos agrícolas de forma mucho más intensiva. A mediados de los años ochenta, los cultivos más importantes eran el tabaco, el pimentón, las plantas de fresa y otros cultivos hortícolas en régimen de regadío.
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Majalvenero (Candeleda). Al fondo, el Rosarito |
En aquellos años, la economía del sector primario de Candeleda se basaba en el cultivo de tabaco y pimentón, así como en la existencia de una importante cabaña caprina. Por otra parte, el sector de la construcción también alcanzaba cierta importancia y se encontraba en auge un incipiente sector servicios.
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Santuario de Chilla (Candeleda) |
EL TABACO
A diferencia del paisano docente, este bloggero no llegó a Candeleda en calidad de burgalés desterrado, ya que por entonces residía en Madrid. Aterricé en Candeleda a consecuencia de una de las muchas reconversiones ejecutadas por el gobierno durante la primera mitad de los años ochenta del siglo pasado.
En este caso, se trataba de una reconversión agrícola, que repondía al descriptivo nombre de Plan de Reordenación de la Producción Tabaquera Nacional, aprobado por un Real Decreto de mayo de 1984.

Los objetivos del plan eran adecuar los tipos de tabaco cultivado a los nuevos gustos de los consumidores que, en los últimos años, parecían decantarse por el consumo de cigarrillos "rubios" en detrimento del tabaco "negro". Para ello, se contemplaba la reconversión de 29.000 toneladas de tabacos negros a tabacos rubios, en cinco campañas, desde la 1985/86 hasta la 1989/90.
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Carmen. Centro de Tabacos de Candeleda |
En aquellos años, el tabaco era un producto sometido a régimen de monopolio estatal, por lo que los agricultores productores de tabaco tenían la condición de "concesionarios" y como tales, sometidos a ciertas obligaciones contractuales. Por lo tanto, el Plan de Reordenación, aparentemente voluntario, era en la práctica de obligado cumplimiento si es que querías seguir cultivando tabaco.
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Coral, Daniel y Lorenza. Centro de Tabacos de Candeleda |
El Servicio Nacional del Cultivo y Fermentación del Tabaco (SNCFT) era el organismo autónomo del Ministerio de Agricultura, creado en 1921 y encargado de la gestión del cultivo (en régimen de concesión administrativa) y del procesado de la cosecha (principalmente la fermentación). En 1987, tras el ingreso de España en la CEE y la liberalización del sector tabaquero, el Servicio fue sustituido por la Agencia Nacional de Tabaco, ya con otras competencias.
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Centro de tabacos del SNCFT en Candeleda |
Para ejecutar aquel Plan de Reordenación, el Ministerio de Agricultura contrató a un buen número de técnicos, que fueron distribuidos por los principales centros productores de tabaco, que se encontraban por entonces en las provincias de Ávila (Candeleda), Badajoz (Don Benito, Coria), Cáceres (Jaraiz, Jarandilla, Navalmoral de la Mata, Talayuela), Granada, Navarra y Toledo (Talavera de la Reina).
Además de estas zonas principales, en 1984 también se producía tabaco en determinadas zonas de Galicia, Asturias, Álava, La Rioja, León, Lérida, Ciudad Real, Valencia, Córdoba, Cádiz y Canarias. Por el tipo de tabaco que cultivaban y por sus escasas producciones, estas zonas se encontraban fuera de los objetivos del Plan de Reordenación.
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El Llano (Candeleda) |
En Candeleda, localidad con una población de 5300 habitantes, el tabaco constituía por entonces una parte importante de las rentas familiares. El tamaño medio de la explotación tabaquera era pequeño, de apenas una hectárea, pero con una rentabilidad muy superior a la obtenida por otros cultivos, no digamos ya si la comparamos con la rentabilidad de una hectárea de cereal en secano.
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Viejo secadero de tabaco. El Llano. Candeleda |
En los años previos al Plan de Reordenación, en el Centro de Tabacos de Candeleda prestaban sus servicios un jefe provincial, tres técnicos y una administrativa, así como un buen número de trabajadores en la nave de almacenamiento y fermentación (hasta 90 personas en temporada de recepción de tabacos).
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Prueba de cultivo en San Bernardo (Candeleda) |
Para el desarrollo del Plan de Reordenación en la zona de Candeleda, el Ministerio de Agricultura contrató a ocho técnicos y dos administrativos aunque, desde hacía algún tiempo, ya se encontraba prestando sus servicios un asesor técnico extranjero, proporcionado por alguna de las multinacionales tabaqueras de la época.
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Un Renault 4L, la principal herramienta de trabajo de los técnicos del SNCFT de Candeleda |
Y precisamente ahí se encuentra el origen de la denominación popular que recibimos los bisoños técnicos en nuestras primeras salidas al campo: "los pitufos"; por nuestra natural predisposición a desfilar, en fila india, tras la estela del asesor foráneo y su inmensa sapiencia tabaquera.
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El logo del Servicio, de efímera existencia |
En 1984, eran nada menos que 800 los pequeños productores que cultivaban tabaco en la zona de Candeleda; se plantaba tabaco en unas 590 hectáreas y se producían alrededor de 1.100 toneladas de tabaco. Cuarenta años después, apenas queda una docena de tabaqueros, que cultivan tabaco en unas 30 hectáreas y producen alrededor de 80 toneladas de tabaco.
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Entregas de tabaco en el Centro de Fermentación de Candeleda |
A mediados de los años ochenta, además de en Candeleda y en su anexo de El Raso, se cultivaba tabaco en otras poblaciones cercanas, como Poyales del Hoyo, Lanzahíta y Ramacastaña.
A cada técnico se le asignó una zona tabaquera concreta, dentro del amplio territorio dependiente del Centro de Fermentación del SNCFT en Candeleda.
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La Lagunilla (Candeleda), desde la carretera del pantano de Rosarito |
Me tocó en suerte una zona situada al sudoeste del término municipal de Candeleda. Resulta imposible de olvidar alguno de los nombres de parajes por entonces muy tabaqueros: El Borbollón, Candeledilla, El Carrascal, Cerro Crespo, El Llano, El Lomo, Palancar, Posto Loboso, Robledillo, San Bernardo, Tabladilla, Vado los Fresnos, ...
Tampoco he olvidado el nombre de alguno de los tabaqueros con los que acabamos por mantener una cordial relación: Catalino Jara, Leandro, Manolo Pintado, Serapio, los hermanos Farracache, los Torroba, Castor Pérez Serrano,...
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Labores preparatorias en Posto Loboso (Candeleda) |
Y, por supuesto, el nombre de los técnicos y administrativos, con los que tantas horas y experiencias compartimos: Álvaro, Felipe, Félix, Horst, Ignacio, Inocencio, Jesús, José, José Antonio, José Eduardo, José María, Mari Carmen, María Jesús, Miguel Ángel y Teresa.
EL PECULIAR CULTIVO DEL TABACO
Aunque la planta de tabaco apenas se cultiva en el terreno definitivo durante unos 5-6 meses, el ciclo total de su cultivo y curado alcanza la práctica totalidad del año:
- semillero (2 meses: marzo y abril): las semillas de tabaco se siembran en pequeñas eras de semillado, protegidas por plásticos moviles para paliar los efectos las bajas temperaturas nocturnas, hasta que la plántula alcance el tamaño suficiente (10 cm) para su trasplante al terreno definitivo
- trasplante (mayo): en perfectas alineaciones, para facilitar las posteriores labores de cultivo, tratamientos fitosanitarios, despunte y recolección
- cultivo (5-6 meses: mayo-septiembre-octubre): los tabacos tipo "Burley" se mantienen unos 5 meses sobre el terreno; los tipo "Virginia", un mes más.
- despunte (mediados de julio-mediados de agosto): cuando la planta de tabaco alcanza su máximo desarrollo (2 metros) y ha emitido su inflorescencia terminal, resulta imprescindible el corte de aquélla para que el rendimiento y calidad de la cosecha sean óptimos
- recolección (septiembre-octubre): las plantas de tabacos tipo "Burley" se recolectan enteras; las de tipo "Virginia" se recolectan hoja a hoja, por pisos foliares, comenzando por las bajeras, según vaya produciéndose su secado
- secado: en los tabacos tipo "Burley" se cuelga la planta entera en secaderos de ventilación controlada, y dura entre dos meses y dos meses y medio; en los tipo "Virginia" las hojas se secan en secaderos de aire caliente
- entrega del tabaco en los centros de fermentación y procesado: según lo húmedo o seco que resulte el otoño, el proceso de secado "natural" en los secaderos durará más o menos tiempo. En un año normal, diciembre resulta ser el mes en el que comienzan a entregarse los tabacos tipo "Burley". La fase de clasificación, con un amplio catálogo de calidades y precios, determina el valor de la cosecha.
Sin duda, el cultivo del tabaco resulta ser muy diferente al seguido para el cereal en secano, mayoritario al otro lado de Gredos. El cultivo del tabaco requiere importantes aportaciones de mano de obra, por lo que durante muchos años fue considerado un "cultivo social" en las principales zonas tabaqueras de Extremadura y Andalucía.
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Secadero de tabaco "Burley" en el paraje de Candeledilla (Candeleda) |
EL CENTRO DE FERMENTACIÓN DE TABACOS DE CANDELEDA
A las afueras de Candeleda, en una parcela situada a la vera de la carretera de Oropesa, destaca un peculiar edificio. Se trata de una gran nave que responde al curioso nombre de Centro de Fermentación de Tabacos.
En Candeleda y alrededores se venía cultivando tabaco, de manera experimental, desde el año 1915. A partir del año 1923, comenzó a cultivarse de manera regulada. En aquellos años, la producción se enviaba a Madrid y, desde allí, a Málaga, dónde se realizaba el proceso de fermentación.
Años más tarde, los tabacos candeledanos comenzaron a entregarse en los Centros de Fermentación de Talavera de la Reina y Navalmoral de la Mata, localidades situadas a unos 60 km de Candeleda.
A finales de los años cincuenta, dada la importancia que había adquirido el cultivo de tabaco en toda la zona del Valle del Tiétar, comenzaron a realizarse gestiones para la construcción de un centro de fermentación en Candeleda. Las gestiones se materializaron en 1960, al autorizar su construcción el Ministerio de Agricultura.
En septiembre de 1960 se formalizó la cesión de terrenos de titularidad municipal para la construcción del anhelado centro de tabacos.
El proyecto final contó con un presupuesto de 8 millones de pesetas. El diseño de la nave y zonas complementarias fue realizado por el arquitecto Ramón Canosa de los Cuetos y el ingeniero agrónomo José Benítez Vélez.
En octubre de 1961, las obras fueron adjudicadas, mediante subasta, a la empresa "Sociedad Anónima Construcciones Echegaraya", por un importe de 5 millones y medio de pesetas.
Las obras finalizaron en el otoño de 1964, por lo que en diciembre de ese mismo año comenzaron a recepcionarse tabacos de manera provisional, y solo para tabacos cultivados en Candeleda, en la recién inaugurada nave de fermentación.
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Diario de Ávila, 19 de enero de 1965 |
Al año siguiente, en el centro de Candeleda se recepcionaron tabacos de todo el Valle del Tiétar y de las zonas cercanas de la Vera caceceña. Su capacidad de almacenaje y fermentación alcanzaba las 2.000 toneladas de tabaco.
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Diario de Ávila, 10 de noviembre de 1965 |
Esta interesante construcción, diáfana y esbelta, de cierta belleza estructural, está realizada con arcos rebajados en forma de costillas, ejecutados en hormigón, que sustentan una cubierta armada, ondulada y alabeada, completada mediante piezas de cerámica de un solo tipo, siguiendo en parte el denominado "sistema Sánchez del Río".
Durante la segunda mitad de los años ochenta del pasado siglo, se realizaron importantes obras de ampliación del centro de tabacos de Candeleda, en el marco del Plan de Reordenación.
En el año 2000, y tras treinta y cinco años de servicio, la vistosa nave dejó de utilizarse para su función tabaquera original. En 2005, Patrimonio cedió las instalaciones al Ayuntamiento de Candeleda, que las viene utilizando como espacio para la celebración de eventos culturales y comerciales, así como para almacén municipal. Desde entonces, el tabaco producido en Candeleda se recoge y procesa en la localidad cacereña de Talayuela, situada a unos 47 km por carretera.
EL CLIMA Y EL AGUA
La escasa altitud a la que se ubica Candeleda (entre 400 y 450 metros), junto con la cercana presencia del Macizo Central de Gredos (entre 2000 y 2600 m), originan dos extremos meteorológicos:
- que los temporales de otoño/invierno, de procedencia atlántica, descarguen sobre la zona con toda su potencia pluviométrica; ente octubre y febrero se recogen 700 litros
- que las temperaturas estivales se disparen, al encontrarse fuera de la influencia de los vientos del norte; las temperaturas medias de los meses de junio a septiembre oscilan entre los 23 y los 26 grados.
Esta peculiar situación a la falda sur de Gredos ocasiona también una abundancia de aguas, procedentes del deshielo de las altas cumbres del Macizo Central.
Siguiendo un nítido curso norte-sur, son tres las principales gargantas que descienden desde las cumbres de Gredos hacia el río Tiétar: Alardos-Tejea, Chilla y Santa María-Blanca. Esta última es la que discurre por la límite occidental del casco urbano de Candeleda; la primera, la que sirve de raya con la Vera extremeña.
Además de su continuo aporte de agua para riego y consumo humano, las gargantas poseen indudables valores paisajísticos y turísticos. De estos últimos dan fe los numerosos charcos, naturales o forzados, que se forman en el curso de las gargantas: Carreras, Cueva del Oso, Palomas, Alardos, Los Riveros,...
Para completar este rico panorama hidrológico, en el extremo occidental del término municipal, muy cerca de dónde se encuentra el trifinio entre las provincias de Cáceres, Toledo y Ávila, se levanta desde 1958 la presa del embalse de Rosarito, que remansa las aguas del Tiétar.
ANEXOS
I. EL INEXORABLE DECLIVE DEL CULTIVO TABAQUERO EN ESPAÑA
En los cuarenta años transcurridos desde la puesta en marcha del Plan de Reordenación de la Producción Tabaquera Nacional (1984) se constata una evidente disminución de los parámetros de superficie y producción.
El declive se manifiesta, sobre todo, en la superficie dedicada al cultivo de tabaco:
- en 1984 se cultivaban 22.152 ha
- en 2022 se cultivaron 6.017 ha
- hoy se cultiva solo el 27% de la superficie cultivada en 1984
En cuanto a la producción de tabaco, la disminución registrada no ha sido tan fuerte, ya que han aumentado los rendimientos por hectárea, al mejorarse las técnicas de cultivo y secado:
- en 1984 se produjeron 43.281 toneladas de tabaco
- en 2022 se produjeron 19.937 toneladas de tabaco
- hoy se produce el 46% de lo que se producía en 1984
En cuanto a las zonas tabaqueras, han desaparecido del mapa tabaquero las zonas gallegas, asturianas, alavesas, riojanas, leonesas, zamoranas, ilerdenses, cordobesas, sevillanas y onubenses; por su parte, se encuentran en trance de desaparición las zonas de Valencia, Granada, Navarra, Toledo y Ávila.
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Diario de Ávila, 27 de enero de 2020 |
El futuro tabaquero de España, si es que existe, quedará reducido a las comarcas cacereñas de La Vera y el Campo Arañuelo.
[de la cosecha del año 2023 se han publicado únicamente los datos agregados: se cultivaron en España 5.790 hectáreas y se produjeron 12.284 toneladas de tabaco, con un rendimiento muy bajo debido a la sequía; en la cosecha del año 2024 se recuperaron los rendimientos habituales]
II. CANDELEDA Y HUÉRMECES, DOS CASTILLAS MUY DIFERENTES
Ya ha quedado suficientemente claro que Candeleda y Huérmeces, situados en esquinas opuestas del mapa de Castilla y León, se encuentran muy alejadas no solo en lo geográfico, que también en lo histórico, biológico, climatológico, económico y sociológico.
Candeleda es hoy un lugar realtivamente dinámico, con una economía cada día más focalizada en el sector servicios y una demografía más o menos estabilizada en torno a los 5000 habitantes, todo ello gracias a sus valores biológicos y paisajísticos y, sobre todo, gracias a la relativa cercanía a la ciudad de Madrid (184 km, algo menos de dos horas de viaje).
Huérmeces, por el contrario, es un municipio en continua regresión demográfica, que llega al primer cuarto del siglo XXI con apenas 150 personas empadronadas, y una economía basada en la agricultura de secano, con una presencia casi testimonial de alojamientos rurales y unas cuentas municipales saneadas gracias a la existencia de tres parques eólicos en el territorio municipal.
En cuanto a los orígenes prehistóricos de cada población, es necesario que nos remontemos a la Edad del Hierro. Muy diferentes fueron los pueblos prerromanos que habitaron una y otra zona.
En Candeleda y alrededores vivía un pueblo de cultura celta, los vetones, de carácter guerrero, ecuestre y pastoril. El castro de El Raso, en el anejo de Candeleda, puede sersultar representativo de este pueblo. Los vetones eran vecinos de los lusitanos y carpetanos.
En Huérmeces, por su parte, vivían los turmogos, también de cultura celta, también guerreros, aunque su economía se basaba en el pastoreo en las alturas y en el cultivo de cereales en las zonas bajas. El castro de Páramo Ciudad (probable Bravum) en La Nuez de abajo, puede ser un castro representativo de este pueblo, al igua que el cercano de San Vicente (Huérmeces). Los turmogos eran vecinos de los cántabros.
A partir de aquellos tiempos, los devenires históricos de Candeleda y Huérmeces resultaron bien diferentes. Después de su completa romanización y posterior encuadre en la cultura visigoda, resultaron diferentes los niveles de "islamización" alcanzados en una y otra zona, así como los tiempos de despoblación y "reconquista" sufridos por cada una.
Así, la primera referencia documental de Candeleda data del último tercio del siglo XII (año 1170), mientras que el nombre de Huérmeces (Guermecis) aparece ya en algún documento de finales del siglo IX (año 860).
A raiz de la derrota de los castellanos en Alarcos (1195), los musulmanes arrasaron la ciudad de Plasencia y recuperaron Talavera, lo que convirtió en tierra insegura toda la zona del valle del Tiétar. Candeleda, en concreto, no figura en la lista de parroquias abulenses del año 1250, por lo que se supone que se convirtió en un lugar despoblado. Candeleda fue repoblada hacia el año 1271.
Huérmeces, por su parte, al encontrarse mucho más alejado de las fronteras con los musulmanes, pudo mantener continuidad poblacional en sus tierras, aunque siempre dentro de unos bajos niveles de poblamiento.

Durante el siglo XVI Candeleda perteneció a la tierra de Navamorcuende. En el siglo XVIII Candeleda perteneció al denominado Estado de Miranda (por su señor, el conde de Miranda de Castañar), y estaba conformado por cinco localidades (dos despoblados) de la actual provincia de Cáceres, dos de Toledo y una a Ávila.
[Estado de Miranda: Berrocalejo, Bohonal de Ibor, El Gordo, Puebla de Naciados, Talavera la Vieja, Torrico, Valeverdeja y Candeleda]
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Respuestas Generales del Catastro de Ensenada: Candeleda (18 octubre 1751) |
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Respuestas Generales del Catastro de Ensenada: Huérmeces (13 mayo 1752) |
En 1805 Candeleda pasó a pertenecer eventualmente a la provincia de Toledo (Partido de Talavera) hasta que, en 1834, entró en vigor la actual división provincial diseñada por Javier de Burgos durante el inicio del reinado de Isabel II, pasando a formar parte -de nuevo- de la provincia de Ávila.
Huérmeces, al estar situado cerca de la capital burgalesa (apenas 25 km al noroeste), se mantuvo siempre dentro de los límites de la provincia de Burgos. Entre los siglos XIV y XIX perteneció a la Merindad (luego Partido) de Castrojeriz. A partir de la referida división provincial de 1834, pasó a pertenecer al partido judicial de Burgos.
Según el Diccionario Riera, en su edición de 1887, las diferencias demográficas, económicas y sociales entre ambos pueblos se resumen en los siguientes datos:
Candeleda: 2641 habitantes; 1259 edificaciones; puesto de la guardia civil (5 guardias y un cabo); iglesia de Santa María (con la máxima categoría: de término); dos escuelas de primeras letras para niños y otras dos para niñas, con 240 alumnos en total; sus tierras producen pimiento, aceite, cereales, legumbres, frutas y lino; ganados de toda especie qprovechan sus "envidiados pastos"; caza mayor y menor; pesca abundante; presupuestos municipal: 30.899 pesetas
Huérmeces: 381 habitantes; 117 edificios; iglesia de San Juan Bautista (categoría: de ascenso); una escuela para niños y niñas, con 60 alumnos; sus tierras producen trigo, maiz (!), cebada, avena, yeros, garbanzos, arvejas y lentejas; ganados de toda especie; caza menor; presupuesto municipal: 4.018 pesetas
Candeleda puede presumir de contar, desde 1989, con la puntual visita veraniega de todo un sir inglés, John Major, el que fuera primer ministro del Reino Unido durante buena parte de la década de los noventa del pasado siglo.
En 2013 el Ayuntamiento decidió poner su nombre (Avenida de John Major) a un tramo de una de las calles más importantes de Candeleda, la antes denominada Carrera de Oropesa, a cuya vera se localiza, precisamente, el antes referido Centro de Fermentación de Tabacos.
APELLIDOS CANDELEDANOS Y APELLIDOS FAROLES
Apellidos más comunes en Candeleda (siglo XX):
Acosta, Alcojor, Blázquez, Carrasco, Carreras, Chozas, Córdoba, Delgado, Fraile, Garbín, Garro, Gómez, Guzmán, Jara, Lancho, Lorente, Mesa, Monforte, Montesino, Morcuende, Plaza, Pozanco, Rivas, Suárez, Vaquero
Apellidos más comunes en Huérmeces (siglo XX):
Alonso, Arribas, Bárcena, Crespo, Díaz-Ubierna, García, Girón, Güemes, Hidalgo, Ortega, Pérez, Santamaría, Serna, Ubierna, Varona, Villalvilla, Villanueva
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