sábado, 24 de junio de 2023

Valdecofrades: réquiem por un vallejo farol


En el extremo oriental del término de Huérmeces, justo en la raya con el de San Martín de Ubierna, existe un peculiar vallejo, de longilíneo perfil y suave pendiente. Un vallejo cuya denominación, no menos peculiar, se pierde en la noche de los siglos. Tristemente, también un vallejo a cuya integridad paisajística le queda poco tiempo. Y es que, justo por aquí, pasará el tramo Ubierna-Montorio de la autovía de Aguilar, de próxima ejecución.





A pesar de no encontrarse muy alejado del pueblo, apenas a 3 km de plácida caminata (subiendo por Valdelebrín), el paraje de Valdecofrades no resulta un lugar muy frecuentado por excursionistas faroles ni forasteros. Y sorprende que así sea, dada la singular belleza del paraje. 





El fondo del vallejo está ocupado por una estrecha tierra de labor, de algo más de una hectárea de extensión, definida por unos 440 metros de longitud, con una anchura máxima de 30 m y una mínima 6 m, y dispuesta en una suave pendiente (apenas un 2%) en sentido oeste-este. No es una tierra de mala calidad, ni mucho menos, ya que su textura franco-arcillosa resulta idónea para el cultivo de cereal.

En sus márgenes septentrional y meridional la parcela está limitada por un denso monte de encina, objeto de un ancestral aprovechamiento de leña por parte de los vecinos de Huérmeces. La suerte de leña de Valdecofrades era una de las mejores de todos los montes del pueblo, ya que se encontraba a una distancia moderada y sus caminos de servicio no eran del todo malos.


El camino de servicio del gasoducto atraviesa Valdecofrades y asciende hacia el monte en dirección sur

Entre el gasoducto (izda.) y su camino de servicio (dcha.) se ha producido un vigoroso rebrote de encinas

La tranquilidad del paraje se vio interrumpida al final de la década de los años ochenta del siglo pasado, cuando se ejecutaron las obras del gasoducto Burgos-Villapresente. Todo el monte del extremo oriental del término de Huérmeces, entre Valdevacas y Valdecofrades, sufrió un tajo de proporciones considerables: durante un kilómetro de rectilíneo trazado, y con una anchura de 12 metros, se talaron cientos de encinas, sacrificadas tanto para el enterramiento del gasoducto como para el trazado del camino de servicio del mismo.



Camino que hace las veces de límite territorial entre Huérmeces y San Martín de Ubierna

Zona baja de de Valdecofrades, justo en el límite con el término de San Martín de Ubierna


Y hoy, treinta y tantos años después del aquel tajo gasístico, otra infraestructura de entidad amenaza a parte del monte que se extiende entre Valdecofrades y Valdevacas: a finales de este 2023 se prevé que comiencen las obras de la autovía A-73 (Burgos-Aguilar), en su tramo entre Quintanaortuño y Montorio.




En este caso, el tajo a realizar será de mucha mayor entidad, ya que comprenderá una anchura media de unos 60 metros, al tener que dar cabida no solo a los cuatro carriles y la correspondiente mediana de la autovía, sino también a sendos caminos de servidumbre situados a los lados de aquella. En total, desaparecerán unas 7 hectáreas de espeso monte de encina, entre Valdecofrades y Valdevacas, en una banda que discurrirá entre el trazado del gasoducto y el camino que hace las veces de límite municipal.

Por si lo anterior no fuera suficiente, se realizará un paso elevado justo a la altura de la tierra de labor de Valdecofrades, por lo que desaparecerá o quedará inutilizado casi un tercio de la misma.

 

OTROS VALDECOFRADES

Por lo encontrado hasta el momento, Valdecofrades no es un término muy común en la toponimia menor española, aunque exista otro aquí al lado, apenas a 2 km al SE del nuestro, en el vecino pueblo de Ubierna.

El referido Valdecofrades de Ubierna se encuentra situado entre Los Pilones y Monteacedo, y consiste en una pequeña vaguada dibujada entre aquellas dos elevaciones, esteparia la primera, forestal la segunda. Por el paraje discurre el viejo -y casi perdido en algún tramo- camino que, desde San Martín, se dirigía a Santibáñez Zarzaguda.


Desde Los Pilones, en las cercanías del Valdecofrades de Ubierna; al fondo, Monteacedo 


He encontrado otro Valdecofrades [Val de Cofrades] mucho más lejos, a unos 230 km al SE, entre las localidades zaragozanas de La Almunia de Doña Godina, Almonacid de la Sierra y Santa Cruz de Grío. El vallejo se encuentra en plena Sierra de Algairén, en un bonito paraje con restos de construcciones ganaderas, allí llamadas parideras.


Al Valdecofrades de la aragonesa Sierra de Algairén 


Seguro que existe algún que otro Valdecofrades más en la toponimia menor española, pero no he sido capaz de encontrarlo.


LA POSIBLE ETIMOLOGÍA DEL TÉRMINO VALDECOFRADES

Resulta sencillo conjeturar con la posibilidad de la antigua pertenencia de la finca o del monte de Valdecofrades a alguna de las varias cofradías que existieron en el pueblo de Huérmeces. Un documento fechado el 21 de octubre de 1770 nos habla de la existencia de cuatro cofradías en nuestro pueblo:

  • Cofradía de la Santa Vera Cruz
  • Cofradía de María Santísima y del Rosario
  • Cofradía de Nuestra Señora de Cuesta Castillo, San Juan Bautista y San Sebastián
  • Cofradía de las Benditas Ánimas
Es más que probable que alguna de las cofradías anteriores dispusieran en aquellos tiempos de algún bien patrimonial del que obtener rentas anuales suficientes para el normal desarrollo de su actividad. O bien, que fuera la iglesia parroquial la propietaria de alguna finca cuya renta dedicara a financiar en parte a alguna de las cofradías existentes.

Tiempo después, a lo largo de los diversos procesos desamortizadores acaecidos durante el siglo XIX, una buena parte de aquellas fincas, solares y casas propiedad del clero regular y secular acabaría en manos de particulares, y la finca de Valdecofrades no sería una excepción.

Sabemos que, a mediados del siglo XX, la finca de Valdecofrades pertenecía a Saturnino Ubierna García (Hces, 1901), quien la habría recibido -probablemente- en herencia de su padre Esteban Ubierna González (Hces, 1864) y este, a su vez, del suyo, Lorenzo Ubierna Arribas (Hces, 1839).

En las últimas décadas, la parcela fue cultivada por Hortensio Díez, vecino del cercano pueblo de Castrillo de Rucios, situado a poco más de 3 km al N-NE de Valdecofrades.


VALDECOFRADES DESDE EL AIRE: 65 AÑOS DE EVOLUCIÓN PAISAJÍSTICA

Si comparamos las fotografías aéreas del lugar, entre el vuelo americano de octubre de 1956 y el Google de agosto de 2021, observaremos el impacto de la infraestructuras energéticas, y también la regeneración parcial del monte de encina, al verse sometido a una menor presión ganadera y humana.


Vuelo americano, 8 de octubre de 1956

Vuelo IRYDA, noviembre de 1977

Vuelo Nacional, 9 de marzo de 1985


Las infraestructuras energéticas como modeladoras del paisaje: a finales de los años ochenta del siglo XX (1989) llegó a Valdecofrades el gasoducto Burgos-Santander-Asturias, y a finales de la primera década del siglo XXI  (2009) lo hizo el parque eólico del Sombrío, con sus 14 aerogeneradores, tres de los cuales se encuentran emplazados en la zona superior del vallejo.


PNOA, 24 de junio de 2009

Google, 18 de junio de 2021 

Y llegan las infraestructuras de transporte de alta capacidad: si la coyuntura económica lo permite y los plazos de ejecución se cumplen, es posible que para el verano de dentro de tres años (2026) los tableros de la A-73 discurran por el fondo de Valdecofrades. También es posible que el paso elevado previsto en el paraje nos permita atravesar sin problemas la autovía y continuar con nuestro paseo en dirección a San Martín, pero ya nada será igual. La quietud y el canto de pájaros y cigarras se verán aplastados por el rodar de coches y camiones.


Google, 18 de junio de 2026-2027


Las labores de desmonte y terraplenado en la zona de Valdecofrades serán sin duda importantes, tanto en la porción norte (en dirección a Valdevacas) como en la sur (en dirección a El Val de San Martín). Aparte de la importante tala de encinas, serán muchos los metros cúbicos de tierra y roca removidos.

El tramo Ubierna-Montorio de la autovía de Aguilar, con una longitud total de 11,5 km, se acaba de adjudicar por 108 millones de euros, con un plazo de ejecución de tres años. En las cercanías de Valdecofrades, en concreto en la zona alta de El Val de San Martín, está prevista la construcción de un ecoducto, un falso túnel cubierto de vegetación, que permitirá el paso de fauna entre las cuencas del Ubierna y del Úrbel. Tendrá una longitud de 145 metros y una anchura de 80. Está presupuestado en 4 millones de euros, un 3,5% del coste total del tramo.




 

UNA EXCURSION POR LOS ALREDEDORES DE VALDECOFRADES

Valdecofrades, Valdevacas y Navas son los tres vallejos de Huérmeces que drenan sus aguas hacia la cuenca del Ubierna. Es posible realizar una pequeña excursión circular, de poco más de 8 km de trazado, que recorra los tres citados vallejos orientales del pueblo.





Por el camino de Valdelebrín, alcanzamos el parque eólico del Sombrío en algo menos de 3 km de recorrido. A la altura del molino nº 7 encontramos fácilmente la zona superior del vallejo de Valdecofrades, rodeada de varios montones de piedras extraídos del entorno. Recorreremos la parcela en sus poco más de 400 metros de longitud, en suave pendiente descendente.







Al alcanzar el fondo del vallejo, tomamos el camino que, a la izquierda y siguiendo el límite jurisdiccional entre Huérmeces y Ubierna, asciende monte a través. Este camino constituye desde tiempos inmemoriales una de las vías de saca de leña de los montes de Valdecofrades; también coincide con el trazado de una antigua cañada ganadera.





Seguimos ascendiendo, pasando por lugares con abundancia de grandes rocas calizas sueltas, hasta alcanzar la zona más alta del recorrido. A partir de aquí, descendemos en dirección a Valdevacas, en suave pendiente.





Al alcanzar Valdevacas, continuamos por el camino que recorre el vallejo por su límite inferior. En época de lluvias suele presentar problemas de tránsito, pero en verano constituye un agradable trayecto. Dejamos a la derecha la laguna homónima, con agua este año a pesar de la sequía.




Al llegar al camino de Castrillo, en lugar de ascender por Monte las Eras hacia Huérmeces, nosotros continuamos hasta alcanzar el vallejo de Navas, cuyo camino tomamos a la izquierda.





Ascendemos durante kilómetro y medio, hasta culminar en el paraje de Palillos, al lado de la torre anemométrica. Al llegar al cruce de caminos, tomamos el que desciende hacia Huérmeces por el camino Castrillo. En 1,7 km alcanzaremos el pueblo.





Si las obras de la autovía comienzan -como está previsto- a finales de este año 2023, quizás nos encontremos ante uno de los últimos veranos en los que será posible realizar esta excursión sin escuchar el ruido de la maquinaria ni observar como desaparecen paisajes de indudable interés. Es el progreso, amigo.  


VALDECOFRADES BOTÁNICO

Pasado ya el clímax floral primaveral, que en estos lares acontece durante la segunda quincena de mayo (peonías, orquídeas, gamones, majuelos, espíreas y aulagas), aún resulta posible apreciar la floración de varias especies leñosas o herbáceas, incluso en años secos como el actual.

Gracias a que en este año no se ha cultivado ni barbechado la tierra de labor del paraje, y a pesar de las escasas precipitaciones registradas, un manto blanco de manzanilla loca (Anacyclus clavatus) se ha adueñado de la práctica totalidad de la superficie de la parcela.





También es posible encontrar algún ejemplar aislado de espuela de caballero (Delphinium sp.), cuya considerable talla destaca sobre el blanco dominante de la parcela.





En los márgenes forestales de la parcela, dispersas entre las encinas, podemos observar la aromática floración de la madreselva (Lonicera etrusca).





En las ladera pedregosas del fondo del vallejo encontraremos también pequeñas matas herbáceas de candilera (Phlomis lychnitis), cuya amarilla floración destaca sobre el reseco entorno.





Entre las rocas calizas, apenas destaca el humilde porte del tomillo salsero (Thymus zygis), aunque su aromática esencia no pasa desapercibida en el soleado atardecer.




También es posible encontrar buenos rodales de la gualda (Reseda lutea), de estilizada y amarillenta inflorescencia.




Por supuesto que, en la fecha de la excursión (17 de junio), existen muchas otras especies botánicas en plena floración. Sirvan estas seis únicamente como ejemplo y aliciente para visitar el lugar.



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