miércoles, 25 de julio de 2018

Siglo y medio de declive demográfico (1857-2017)

Se dice que una imagen vale más que mil palabras. Y suele ser cierto, aunque en este caso aquella no se corresponde con una fotografía más o menos antigua, en blanco y negro o aún en sepia: se trata de una simple gráfica de barras (también en sepia) que representa la evolución demográfica de un pequeño pueblo de Castilla -pero que podría ser la de cualquier otro lugar de la España rural- durante los últimos 160 años.



Evolución de la población del lugar de Huérmeces entre 1857 y 2017 (hasta 1991, población de hecho; luego, de derecho)



Por los datos consultados en antiguos censos (2), todo indica que el máximo poblacional de Huérmeces se alcanzó a principios del siglo XX (435 habitantes en el Censo de 1910), ya que la población en siglos anteriores (XVI-XVIII) nunca llegó a superar los 300 habitantes.


A finales del siglo XIX y principios del XX, una sensible mejoría en las condiciones higiénico-sanitarias de las poblaciones (fuentes públicas, cementerios, alcantarillado...), junto con los importantes avances médicos de la época, trajeron consigo un aumento de población, basado sobre todo en la disminución de los índices de mortalidad infantil.

De todas formas, se observa un claro estancamiento demográfico durante toda la segunda mitad del siglo XIX y las tres primeras décadas del XX, con censos siempre cercanos a los 400 habitantes, por lo que suponemos que ya entonces existían ciertas corrientes migratorias desde el mundo rural hacia las poblaciones de mayor tamaño.

Es a partir de 1930 cuando se inicia el imparable declive demográfico del mundo rural, que se verá fuertemente acelerado a partir de los años cincuenta y sesenta del siglo XX.


Evolución de la población (de hecho) en el lugar de Huérmeces entre 1950 y 1975 (3)
Por lo tanto, más ilustrativo resulta aún contemplar la gráfica de la evolución de la población entre 1950 y 1975, los años del éxodo masivo de la España rural. En apenas veinte años (1955-1975) la población queda reducida a la tercera parte de la existente a mediados de siglo. Esta salida masiva de habitantes, en busca de mejores condiciones de vida en los núcleos urbanos entonces en proceso de rápida industrialización, trajo consigo también el envejecimiento notable de la población restante, de aquellas personas que no emigraron por considerar que su avanzada edad no merecía el esfuerzo de adaptarse a otro mundo.

A partir de mediados de los sesenta emigraron, sobre todo, familias jóvenes: padres treintañeros con sus hijos aún en edad escolar. En décadas anteriores habían emigrado, sobre todo, los hijos mayores, bien a la vuelta del servicio militar, bien finalizados sus estudios.     

Dentro de una economía casi exclusivamente dedicada al sector primario, cabe apuntar la importancia demográfica que en España rural de aquellos años 50 aún mantenía el gremio de pastores o guardas de ganado. Estas familias solían ser amplias, con muchos hijos (generalmente más de cuatro), y se movían constantemente por los pueblos del entorno, ajustándose al mejor postor. Con la disminución drástica del número de vecinos labradores, también se redujo radicalmente el tamaño de las cabañas ovina, caprina y bovina, lo que ocasionó la consiguiente desaparición de gran parte de los pastores de La Comarca y territorios limítrofes. Y tres familias de pastores suponían, en aquellos años, unos 20 empadronamientos.


Junto con los pastores, fueron desapareciendo otros oficios con cierto arraigo en el mundo rural: zapateros, cantineros, carniceros, carpintero-carreteros y ... hasta los curas acabaron por ver claramente mermados sus efectivos: sin parroquianos no hay parroquia. Y qué decir de maestros y maestras, al compás del cierre imparable de escuelas...

Y en los pueblos de mayor población, también se vio afectada la actividad de panaderos, tenderos-repartidores de alimentos,  etc, cuya potencial clientela también se vio drásticamente reducida.

En un par de décadas asistimos no ya solo a un éxodo poblacional, sino a un auténtico desmoronamiento del mundo rural. El mínimo demográfico se registra en 1991, con 60 habitantes.

Como mera curiosidad, cabe añadir que en los padrones de 1981 y 1991 se registra una población "transeúnte" de 70 y 47 personas, respectivamente, todos varones. Se trata del contingente establecido en la base militar de comunicaciones de San Vicente, activa entre mediados de los años 70 y mediados de los 90 del siglo pasado. Lógicamente, no hemos incluido estas cifras en los padrones correspondientes a esos dos años. 


Evolución de la población (de derecho) en el lugar de Huérmeces entre 2000 y 2017 (3)




A partir de la última década del siglo XX, se constata un claro paréntesis en ese declive demográfico, registrándose incluso un pequeño repunte poblacional (76 habitantes en el año 2000). Se establecieron nuevas familias en el pueblo, nacieron incluso niños por primera vez en mucho tiempo, y se diversificaron ligeramente las actividades económicas. Varios jubilados -o personas cercanas a la jubilación- se empadronaron en el pueblo, ya que en él moraban gran parte del año.

La construcción de un bar de titularidad municipal en el viejo edificio de las escuelas contribuyó también a otorgar un mayor atractivo a la población. Con el nuevo siglo, la llegada del maná eólico también contribuyó a dotar de consistencia a las arcas municipales, acometiéndose inversiones de cierta envergadura.  


Durante la presente década, Huérmeces es un lugar con una población de derecho que oscila entre los 60 y 70 habitantes, sensiblemente rejuvenecida con respecto a la registrada veinte años antes. Algo menor es el número de personas que residen durante todo el año en el pueblo, sobre todo en el segmento de personas de mayor edad.





NOTAS:


(1) A partir de la segunda mitad de los años 70, la fusión de municipios origina -en el caso de Huérmeces- que los datos proporcionados por los diferentes censos de población se refieran al nuevo municipio, formado por la fusión de los antiguos municipios de Huérmeces y Quintanilla Pedro Abarca, y compuesto ahora por cuatro núcleos de población: Quintanilla, Pantaleón, Ruyales y Huérmeces. Para la confección de la gráfica -a partir del padrón de 1981- ha sido necesario desagregar los datos por entidades de población. La población del lugar de Huérmeces supone en la actualidad el 50% de la población total del municipio. La importancia relativa de los tres pueblos restantes que lo conforman es la siguiente: Quintanilla Pedro Abarca (22%), Ruyales del Páramo (19%) y San Pantaleón del Páramo (9%) (datos INE año 2017).

(2) Censos antiguos: Censo de Pecheros (1528), Censo de Castilla (1591), Censo de Campoflorido (1712; Huérmeces: 42 vecinos, 170-190 almas), Censo de Floridablanca (1787; Huérmeces: 254 habitantes) y Censo de Matrícula Catastral (1842; Huérmeces: 83 vecinos, 204 almas). Con la creación en 1876 de la Comisión de Estadística General del Reino (más tarde, Instituto Geográfico y Estadístico) se inicia la realización de una serie de censos oficiales: 1857, 1860, 1877, 1887 y 1897. A partir de 1900 se realizan censos de población cada diez años: 1900, 1910, 1920, 1930, 1940, 1950, 1960 y 1970. A partir de 1981 se realizan los censos en el primer año de cada década. A partir de 2001 se contabiliza -a efectos estadísticos- la población de derecho en lugar de la población de hecho, lo cual siempre puede ocasionar ciertas "distorsiones" de la realidad demográfica.

(3) Para la confección de esta gráfica se han utilizado los datos consignados (Población de Hecho) en los Censos Generales de la Población y Padrones Municipales de Habitantes: años 1950, 1955, 1960, 1965, 1970 y 1975, correspondiente a la inscripción original formada el 31 de diciembre de cada uno de esos años (Archivo Municipal del Ayto. de Huérmeces). Los datos de los padrones de 2001, 2011 y 2017 han sido extraídos de la página web del Instituto Nacional de Estadística (ine.es)

Otras entradas acerca de demografía y despoblamiento: demotanasia







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