sábado, 30 de enero de 2021

El Palacio de Arriba de Huérmeces: los Alonso de Burgos


En Huérmeces, milagrosamente, han llegado a nuestros días dos palacios: el de Abajo (Palacio del Arzobispo o de los Fernández-Zorrilla) y el de Arriba (Palacio Arroyuelo, de los Alonso Maluenda o de los Arriaga Salamanca). El de Abajo es un siglo más "joven" que el de Arriba, ya que aquel puede datarse en las primeras décadas del siglo XVII, mientras que este puede hacerse en las primeras del siglo XVI.

Del Palacio de Abajo existe documentación abundante relativa al principal personaje que impulsó su construcción: Pedro Fernández Zorrilla (Huérmeces, c. 1577-Estella, 1637), que llegó a ser obispo de Mondoñedo (1616-1618), Badajoz (1618-1627) y Pamplona (1627-1637). A este curioso personaje ya se le dedicó una entrada en este blog, así como a un documento relacionado con la capilla de su Palacio: 

Pedro Fernández Zorrilla, obispo que fue de Mondoñedo, Badajoz y Pamplona

El curioso periplo de un manuscrito: de Huérmeces a Montserrat


Del Palacio de Arriba, sin embargo, poco era lo que sabíamos hasta ahora. En diversas publicaciones aparece denominado como "Palacio de los Arriaga Salamanca" o "Palacio de los Alonso Maluenda", ambas poderosas familias pertenecientes a la alta burguesía de la capital provincial. Y poco más.


El Palacio de Arriba, entonces denominado de Arroyuelo, en los años 20-30 del siglo XX


Aunque hoy nos pueda sorprender que el palacio se ubique en un paraje alejado del pueblo, a unos 350 metros al norte del caserío, no debemos olvidar que, en las probables fechas de su construcción (segundo cuarto del siglo XVI) el palacio se encontraría equidistante entre dos de los barrios que entonces tendría Huérmeces: La Parte (entre el puente de Miguel, el molino de Los Nogales y la entonces iglesia de La Blanca) y San Juan (el entonces barrio principal y hoy único, con la iglesia homónima).

Por otra parte, en un Apeo (1754) de los bienes que tenía en Huérmeces Cayetano de Arriaga, se dice que en las proximidades del palacio existen dos herrenes (parcelas muradas) que antes fueron casas, así como tres solares y una fuente. Todo parece indicar que Arroyuelo pudiera haber sido otro de los varios barrios con que contó Huérmeces en los viejos tiempos. Conviene recordar que existe una fuente homónima (hoy cubierta por una losa de hormigón) que daba servicio al barrio, así como que en el cercano paraje de La Nevera han aparecido enterramientos altomedievales, lo que indicaría un más que probable asentamiento poblacional en sus proximidades.



Tampoco puede descartarse que, con anterioridad al siglo XVI, existiera en el mismo emplazamiento otra construcción más o menos grande, puede que con mayor aspecto de fortaleza, y relacionada con alguna que otra poderosa familia de la ciudad de Burgos. 


EL PALACIO DE ARRIBA EN EL SIGLO XX

Algo más sabemos de la historia más reciente del palacio. Sabemos que su exterior había llegado relativamente intacto a las primeras décadas del siglo XX, no así su interior, que se encontraba prácticamente desbaratado, tras años de abandono y uso puntual como infra-vivienda, almacén de aperos, palomar y pajar.

En 1893, en la relación de propietarios de fincas urbanas en el término municipal de Huérmeces, el palacio figura a nombre de Rodrigo Arquiaga García. En aquellos tiempos, era denominado "Palacio de Arroyuelo" (por el nombre del paraje en el que se sitúa la construcción). Probablemente, ningún miembro de la familia Arquiaga llegó a habitar, ni siquiera puntualmente, el palacio de su propiedad, limitándose a cobrar rentas por el alquiler -a vecinos del pueblo- de la construcción, sus tierras anexas y su excelente huerta. En un viejo mapa de 1911, el palacio aparece rotulado como "Casa de Rodrigo Arquiaga". En aquellos tiempos, la familia Arquiaga era titular de numerosas propiedades en Huérmeces y otros pueblos del entorno.

En el padrón de habitantes de 1899, en el "Palacio de Arroyuelo" aparecen domiciliadas dos familias: 

-Francisco Blanco Huidobro (Quintanilla Sobresierra, 1852) e Ignacia Fontúrbel Gil (Ruyales del Páramo, 1852); pastores; 4 hijos de entre 7 y 19 años.

-María Paz Villalvilla Hidalgo (Huérmeces, 1864); labradora; viuda; con tres hijos de entre 2 y 5 años.

También sabemos que, en 1941, fue adquirido por Bernardo Varona Recio, vecino de Huérmeces, por compra a María Arquiaga Díaz (hija de Rodrigo Arquiaga). La familia Arquiaga fue desprendiéndose de sus numerosas propiedades en el pueblo a lo largo de los años 50 y 60. Bernardo utilizó el palacio como pajar, cochera para carros y palomar, además de aprovechar las buenas fincas que rodeaban a la construcción y, sobre todo, su excelente huerta, alimentada por el agua de una fuente cercana. También se vendieron parte de las espectaculares vigas de roble que atravesaban el desván de lado a lado.

En 1963, el palacio pasó a ser propiedad de Jesús Varona García, hijo de Bernardo, que continuó dando al edificio un uso similar al que le dio su padre.


El Palacio de Arriba (Arroyuelo) en los años 20-30 (Archivo Photo-Club, Diputación de Burgos)

A comienzos de la década de 1970, el palacio fue adquirido por Belén Landáburu, entonces procuradora en las cortes de Franco, luego senadora por designación real. Fue entonces cuando se abrió el llamativo mirador-galería que, orientado al oeste, modificó sustancialmente el aspecto exterior del edificio. La apertura de esta galería se realizó, en parte, por el mal estado que presentaba la pared lateral del palacio en su parte superior, por lo que era más sencillo derruir y dejar abierto el espacio que reconstruir la pared. Y más teniendo en cuenta que dicha pared lateral se encontraba "colgada" sobre la carretera de Aguilar, con los problemas de seguridad que conllevaba una pared -altísima- y en mal estado.



El interior del palacio se rehabilitó siguiendo unos criterios meramente prácticos, dados los escasos elementos aprovechables que habían llegado a nuestros días. Ni siquiera pudo aprovecharse la escalera existente.




También se modificó la entrada al palacio, que originalmente se hacía desde la misma carretera, justo al lado del edificio (ver foto del vuelo americano, de octubre de 1956) Se rellenó completamente esta zona, para que el acceso se hiciera desde la finca anexa. De esta manera se originaron problemas de humedad en la zona de la planta baja afectada por esos rellenos. Hoy en día habría sido imposible realizar modificaciones de tal calado, pero aquellos años eran los que eran.

También se añadió una escalera exterior y diversas construcciones anexas, levantadas -en parte- gracias a la buena piedra procedente de la arruinada ermita de San Andrés, hasta entonces emplazada en el cercano pueblo de Ruyales del Páramo.

Eso sí, el palacio recuperó entonces el carácter con el que había nacido y se había mantenido durante cuatro siglos: el de lujosa segunda residencia para influyentes familias originarias de Burgos o residentes en esa capital provincial.





A principios del siglo XXI la propiedad se puso de nuevo en venta. Tras una serie de avatares, incluida una nueva rehabilitación, desde 2009 es sede de Fénix Restauración, una empresa de rehabilitación y conservación de obras de arte, así como espacio de celebración de bodas y diversos eventos sociales y culturales.



LOS ORÍGENES DEL PALACIO DE ARRIBA: LOS ALONSO DE BURGOS

Diversas fueron las razones que movieron a diversos mercaderes de la capital burgalesa a poseer bienes en el medio rural, tanto tierras como molinos y, por supuesto, palacios o segundas residencias más o menos lujosas. Entre las más evidentes, cabría citar las siguientes:

-invertir en bienes rústicos era una manera de "diversificar riesgos", siempre presentes en la vida de todo mercader.

-razones de prestigio social, en un tiempo en el que poseer bienes y cobrar rentas estaba muy bien considerado; además de resultar una forma de acrecentar el propio crédito frente a la posible clientela, respaldado por unas siempre seguras propiedades territoriales.

-las mansiones rurales eran lugares de reposo y retiro, así como amplias estancias en las que acumular enseres y documentos, lejos de los agobios de tiempo y espacio de las aglomeraciones urbanas.

-también podían ser lugares de refugio en caso de peste y otras enfermedades infecto contagiosas, tan letales en el medio urbano. Muchas de estas segundas residencias poseían su propia capilla, para pronta satisfacción de las necesidades espirituales de sus más o menos esporádicos moradores.



El escudo que campea en la fachada del Palacio de Arriba de Huérmeces se corresponde con las armas de los Alonso de Burgos, una familia de mercaderes de los siglos XV-XVI, afincada en Burgos.



Hasta ahora, siempre nos habíamos referido al palacio como "de los Alonso Maluenda". Y con ese nombre figuraba en diversas publicaciones. Nuevos documentos consultados en los últimos días parecen indicar que el palacio nunca perteneció a esa rama de la familia. El palacio de Arriba, el palacio de Arroyuelo fue, en sus orígenes, el palacio de los Alonso de Burgos. Por lo tanto, rehacemos completamente el contenido de esta entrada, ya que los fundadores del palacio de Huérmeces no fueron Lope Pérez de Maluenda y su mujer, Beatriz de Palencia, tal y como habíamos expuesto inicialmente.


El escudo que aparece sobre la puerta del palacio es cuartelado. Los cuarteles 1º y 4º contienen un castillo de oro (amarillo) sobre campo de gules (rojo); los cuarteles 2º y 3º contienen una flor de lis de plata (blanca) sobre fondo de azur (azul). Son las armas de un Alonso de Burgos, del fundador del palacio.

Hernando Alonso de Burgos (primo de Lope Pérez de Maluenda, al que hasta ahora suponíamos como fundador del palacio) casó con Juana Rodríguez de Haro, y tuvieron cuatro hijos. Uno de ellos, Gonzalo, ha resultado ser el promotor del palacio de Arriba de Huérmeces.


Gonzalo Alonso de Burgos se casó con Catalina Pardo Bigarny, hija del afamado escultor borgoñón afincado en Burgos, Felipe de Bigarny, y de su primera esposa, María Sanz Pardo.

Gonzalo Alonso de Burgos hizo su testamento ante escribano público el 22 de abril de 1549, nombrando como usufructuaria a su mujer, la citada Catalina Pardo Bigarny. Como Gonzalo y Catalina no tuvieron descendencia, en el testamento se nombraba por universal heredero a su sobrino Hernando Alonso de Burgos, hijo mayor de su hermano Francisco Alonso de Burgos.

En el testamento, Gonzalo constituyó un mayorazgo con estrictas normas de sucesión: no podían poseerlo quienes fueran clérigos o frailes, o no se pudieran casar, o fuesen malformados o mudos o hermafroditas; dónde siempre se preferiría al varón a la hembra, y el mayor al menor. Mandaba que los sucesores de su mayorazgo siempre utilizaran el apellido Alonso de Burgos, y que siempre utilizaran sus armas: dos castillos de oro en campo colorado y dos flores de lis en campo azul.

El palacio de Huérmeces, cuyo estilo arquitectónico es claramente renacentista, se levantó en el segundo cuarto del siglo XVI, durante el reinado de Carlos I (1516-1556). Y bajo el alfiz de su fachada, aparte del escudo familiar, nos aguarda otra sorpresa.



Flanqueando el escudo de los Alonso de Burgos, aparecen dos hermosos medallones renacentistas que, seguramente, podrían corresponder a los promotores del Palacio, los citados Gonzalo Alonso de Burgos y Catalina Pardo Bigarny, su esposa.

Gonzalo Alonso de Burgos

Catalina Pardo Bigarny


Nada nos impide imaginar que fuera el propio padre de Catalina, el gran escultor Felipe de Bigarny (Borgoña, 1474 - Toledo, 1543), el que tallara los medallones del palacio de Huérmeces, especialmente el de su hija. El paso del tiempo (casi cinco siglos) ha erosionado considerablemente la piedra caliza sobre la que se encuentran labrados pero, aun así, conservan gran parte de su belleza. 


En el tondo del sepulcro del canónigo Gonzalo de Lerma en la Capilla de la Presentación de la Catedral de Burgos, obra en alabastro de Felipe de Bigarny, aparece una representación de la alegoría de la Prudencia, en forma de persona con dos rostros: un hombre viejo mirando hacia atrás (conocedor del pasado, la experiencia) y una mujer joven mirando hacia delante, con un espejo en la mano (conocerse a sí mismo).

¿No es un remedo de espejo lo que aparece en la mano de Catalina, representada en el medallón derecho de su palacio de Huérmeces?




LA SAGA DE PROPIETARIOS DEL PALACIO

El primer poseedor del mayorazgo así fundado por Gonzalo Alonso de Burgos en su testamento sería su sobrino Hernando Alonso de Burgos (hijo de Francisco Alonso de Burgos y de Ana de Motar), comenzando de esta manera la línea de sucesivos propietarios del palacio de Arriba de Huérmeces, que puede resumirse de la siguiente manera:

1. Gonzalo Alonso de Burgos (t. 1549)
2. Hernando Alonso de Burgos
3. Antonio Antolínez de Burgos
4. Ana Alonso de Burgos Mongenio (t. 1624)
5. Isabel de Mendoza Alonso de Burgos
6. Diego de Miranda y Mendoza (+ 1677)
7. José Manuel de Miranda y Mendoza Guerrero (+ 1708)
8. José de Miranda San Zoles
9. María Teresa de Miranda San Zoles
10. Francisca Javiera de Salamanca y Miranda
11. Mariana de Arriaga y Salamanca (* Burgos, 1734)
12. Antonio Mariano Gil Delgado y Arriaga (* Burgos, 1762)


Para que pueda resultar más entendible esta "línea sucesoria", así como el encaje familiar de los fundadores propuestos en una primera hipótesis (la de Lope Pérez Maluenda como fundador del palacio, ahora descartada) y en esta segunda, adjuntamos un pequeño cuadro genealógico.


-En fondo verde, familias Alonso de Burgos y Alonso Maluenda.
-En tinta azul los supuestos fundadores y primeros moradores del palacio (1, 2) en la primera hipótesis propuesta, y ahora descartada. 
-En tinta roja, la nueva línea propuesta para de los fundadores y sucesivos propietarios del palacio: del 1 al 12, desde Gonzalo Alonso de Burgos a los Condes de Berberaba.
-S.S.: sin sucesión






Suponemos que los Condes de Berberana fueron los propietarios del palacio de Huérmeces durante la mayor parte del siglo XIX; y que sería a finales de ese siglo cuando pasaría a manos de los Arquiaga, en la persona de Rodrigo Arquiaga García.

Una breve reseña de los cinco condes de Berberana, propietarios del palacio, podría ser la siguiente:

  • I Conde de Berberana: Manuel francisco Gil Delgado y Rodríguez de Salamanca, esposo de Mariana (o Ana o María) de Arriaga y Salamanca (nº 11 en la relación de propietarios del palacio) nació en Quintanadueñas en 1735 y falleció en Burgos en 1810.
  • II Conde de Berberana: Antonio Mariano Gil-Delgado Arriaga y Salamanca, nacido en Burgos en 1762 y fallecido en Madrid en 1851.
  • III Conde de Berberana: Antonio Gil-Delgado y Zapata, casado con Concepción Senosiain, natural de Lequeitio.
  • IV Conde de Berberana: Juan Gil-Delgado y Senosiain, nacido en Burdeos en 1824 y fallecido en Burgos en 1874
  • V Conde de Berberaba: Manuel Gil-Delgado y Pineda, nacido en 1861 y fallecido en Barcelona en 1932.

El V Conde de Berberana, Manuel Gil-Delgado y Pineda, resultó ser una persona muy popular en el Burgos de entre siglos, protagonizando no pocas historias, fabuladas o no, entre las que se encuentra un episodio que ya fue objeto de una entrada en este blog:


 








DOCUMENTACIÓN CONSULTADA EN EL MOSA 

En el Monasterio de San Agustín, en Burgos, dentro de los documentos del denominado "Fondo Berberana", se han encontrado algunos que han servido para desentrañar el "misterio" acerca de los fundadores del palacio de Arriba de Huérmeces. Entre ellos, cabe destacar los siguientes:

  • Apeo de los bienes que en términos de Huérmeces, Santibáñez e inmediaciones posee Cayetano Francisco de Arriaga (febrero de 1754)
  • Apeo y amojonamiento de la hacienda raíz del mayorazgo de Diego de Miranda Mendoza, vecino de Huérmeces, en dicho lugar, en Santibáñez y en San Pantaleón, realizado por Domingo Martínez, su mayordomo (julio de 1657)
  • Venta judicial a favor de Diego de Miranda y Mendoza, vecino de Huérmeces y de Burgos, de una casa, corral y tres heredades de Sebastián de Pesquera y Ángela de la Peña, sitas en Huérmeces (julio 1642)
  • Ventas de suertes de molino en Huérmeces otorgadas por los tutores de los hijos de Pedro Gallo e Isabel de Agustín, vecinos de Huérmeces, a favor de Diego de Miranda Salón y Mendoza (marzo-agosto 1634)



En concreto, del primero de los documentos, el correspondiente al apeo de los bienes de Cayetano de Arriaga, realizado en febrero de 1754, transcribimos el contenido de una parte que resultó especialmente clarificadora:


"... Real Provisión dieron principio del apeo y amojonamiento de las posesiones pertenecientes al Mayorazgo que goza dicha Doña Francisca Javiera de Salamanca y Miranda, y fundó la buena memoria de Don Gonzalo Alonso Antolínez de Burgos y que se hallan sitos en este lugar y sus términos en la forma y manera siguiente:

Palacio y Huerta

Primeramente los dichos apeadores apearon y declararon por del dicho Mayorazgo perteneciente a dicha Doña Francisca Javiera de Salamanca y Miranda una casa palacio con su huerta y plaza delante, y demás servidumbres, sita en este dicho lugar de Huermezes y en su barrio que llaman de Arroyuelo, que dicho palacio solo se halla tejada y [...] la fachada de él, el patio todo caído, y arruinándose todo lo demás que le pertenece. Las cercas de la huerta y plaza muy bajas, esta sirve hoy de prado y aquella solo de heredad, sin que tenga más árboles que dos nogales, el uno viejo y el otro muy nuevo, y un pedazo del solar de dicho palacio, que coge como tres celemines de sembradura, está hecho heredad labrantío. Confina dicho palacio, que es solariego, por regañón camino que va a San Pantaleón, Quintanilla Pedro Abarca y Ruyales del Páramo, por cierzo la huerta, y esta por el mismo aire la cuesta de Nuestra Señora, por solano camino que va a Nuestra Señora, Tras Vallejo, Montorio y otras partes, y por ábrego la dicha plaza, que hoy sirve de prado, y se halla entre dichos dos caminos, y llega hasta dividirlos por dicho aire ábrego.

Hera [era]

Ítem una hera de trillar encima de dicho palacio, camino que va a Nuestra Señora, en medio de palmiento de cabida de una fanega, surca por regañón el citado camino, y por esta parte ha estado cercada de piedra, por solano y ábrego tierra de este mayorazgo, y por cierzo carretera, que entra en la hera y a la dicha tierra, estaba bien amojonada.

Do dicen Arroyuelo

Ítem en dicho término y barrio de Arroyuelo apearon una herrén, que antes era casa, entre la cual y el palacio dicho solo media el Camino Real bajo del, de cabida ..."


NOTAS Y VOCABULARIO

Gonzalo Alonso Antolínez de Burgos: aquí tenemos la clave que ha servido para desfacer el entuerto de los fundadores del Palacio; se refiere, claro está, a Gonzalo Alonso de Burgos (hay que reconocer que el añadido "Antolínez" despista bastante), en cuyo testamento de 1549 se constituía el mayorazgo que incluía al palacio de Arriba de Huérmeces. Ante todos ustedes, el auténtico fundador -ahora sí- del palacio de Arriba de Huérmeces.

Francisca Javiera de Salamanca y Miranda, esposa de Cayetano Francisco de Arriaga y Rivera, y etiquetada con el número 10 en la relación de propietarios del palacio. Fue el apeo de los bienes de su mayorazgo el que originó el documento que ha resultado esencial para encontrar los orígenes del palacio. 

Arroyuelo: paraje en el que se enclava el palacio, con fuente justo debajo del mismo, al otro lado de la hoy carretera de Aguilar, entonces Camino Real de Burgos a Reinosa. Restos de parcelas muradas. Enterramientos en los cercanos parajes de La Nevera y San Miguel.




Camino Real: el referido de Burgos a Reinosa, que después de pasar al lado del palacio cruza el Úrbel por el viejo puente del Barrio La Parte (hoy puente Miguel) y asciende por el camino del Alto la Cruz; también era entonces el camino utilizado para ir a Ruyales, San Pantaleón y Quintanilla Pedro Abarca, ya que no existían ninguno de los modernos accesos por carretera.

Nuestra Señora: la hoy conocida como ermita de Cuesta Castillo; probablemente levantada con los restos de la antigua fortificación que existió en el cotorro vecino de La Coronilla. Puede que la actual construcción sea heredera de otra más antigua, que bien pudiera haber ejercido las funciones de iglesia del barrio de Arroyuelo, como la Blanca lo hizo del barrio de La Parte.




Camino que va a Nuestra Señora, Tras Vallejo, Montorio y otras partes: viejo camino que se bifurca nada más pasado el palacio: a la izquierda, asciende hasta alcanzar la ermita de Cuesta Castillo; a la derecha, se dirige a Tras Vallejo (o Tresvallejo) y luego, por San Miguel e Isilla, asciende hasta La Lastra, para dirigirse a continuación hacia Montorio o Quintanilla Sobresierra. Por supuesto que, en aquellos tiempo, a Montorio no se podía acceder por la actual vía paralela al curso del Úrbel, por el desfiladero de Fuente la Hoz, una simple senda apenas apta para una caballería. 

palmiento: terreno de cultivo llano, sin apenas pendiente

herrén: finca cercada por un muro de piedra





AGRADECIMIENTOS

La mayor parte de la información relacionada con los Alonso Maluenda y los posibles promotores del Palacio de Arriba ha sido proporcionada por Ignacio Pérez, vecino de Las Hormazas y gran aficionado a temas históricos y genealógicos. Toda la labor de investigación en el archivo del MOSA es mérito suyo. 

sábado, 16 de enero de 2021

Breves noticias de prensa relativas a Huérmeces: III (1911-1920)

Seguimos consultando la hemeroteca del Diario de Burgos, en busca de noticias, anuncios y eventos relacionados bien con el pueblo de Huérmeces, bien con personas nacidas en el mismo.
  

-Diario de Burgos, 30 de junio de 1911


Se necesitan machacadores en el trozo de carretera de Huérmeces a Montorio. 

Este anuncio se repite en cuatro ocasiones más, entre los días 1 y 14 de julio.




Continúan, a ritmo tropical, las obras del tramo de Huérmeces a Montorio, dentro de la nueva carretera de Burgos a Aguilar de Campoo.



-Diario de Burgos, 4 de octubre de 1911

En una extensa crónica a dos columnas, firmada por Antonio Ruiz, se hace referencia a la reciente inauguración (26 de septiembre, justo después de las fiestas de la Merced) del edificio de las nuevas escuelas del pueblo de Santa María Tajadura. Dentro de la habitual costumbre de la época, mezclando lo religioso y lo profano, se realiza una alabanza a los esfuerzos del gobierno de la nación, de los representantes en las Cortes y en la provincia, del propio vecindario y de la Iglesia, en esta ocasión gracias a la intercesión de la Inmaculada Virgen de las Mercedes. Dentro de las celebraciones efectuadas, el cronista destaca los "dos sermones elocuentísimos pronunciados por el digno cura párroco de Huérmeces D. Eusebio Arroyo Doroteo [Dorao] ... subido al púlpito y allí con la elocuencia y dotes que le caracterizan, pronunció un inspirado sermón, probando que la Iglesia Católica ha sido, es y será amante de la escuela". El resto de la crónica se dedica a relacionar la amplia lista de ilustres visitantes forasteros: el diputado provincial, Bonifacio Díez Montero, "acompañado de su digna esposa, que demostró ser burgalesa y, como tal, amante de las glorias de su provincia"; los párrocos de Marmellar de Abajo, Villarmentero, Pedrosa de Río Úrbel, Lodoso y Las Quintanillas; los secretarios de Olmillos de Sasamón y Castrillo de Murcia; y las autoridades y fuerzas vivas locales: maestro (Delfín Martínez), alcalde (Eusebio Martínez), juez (Mariano García) y médico (Santiago Martínez). La explicación de tan concurrida presencia foránea quizás se deba a la celebración del último acto de la jornada: "un espléndido banquete, en el cual reinó fraternidad y alegría..."




Eusebio Arroyo Dorao, párroco de Huérmeces durante el primer cuarto del siglo XX (1902-1926), y acreditado orador sagrado, cuya presencia resultaba muy solicitada para todo tipo de celebraciones religiosas y profanas, tanto en pueblos de la comarca del bajo Úrbel como, incluso, en iglesias de la capital provincial.



-Diario de Burgos, 6 de noviembre de 1911

Registro Civil: defunciones: Casilda García González, de Huérmeces, 75 años, San Juan 61.

En los padrones de 1896 y 1899 no he encontrado dato alguno referente a Casilda, por lo que supongo que habría abandonado el pueblo en una fecha anterior (quizás para fijar su residencia en Burgos). Casilda habría nacido en Huérmeces hacia el año 1836.



-Diario de Burgos, 23 de noviembre de 1911

Concurso de traslado para proveer de maestro a una serie de escuelas, entre las que se encuentra la de Huérmeces, dotada con 550 pesetas.



-Diario de Burgos, 22 de enero de 1912

Nombramiento de maestros: para Huérmeces, Justiniano Saldaña.



Justiniano Saldaña Alonso fue destinado a la escuela de Huérmeces en el concurso de ascensos y traslados resuelto en octubre de 1911. Sus servicios previos (0 años, 10 meses y 3 días) no eran gran cosa, por lo que suponemos que llevaba poco tiempo en activo. De todas formas, no tenemos certeza alguna de que llegara a ocupar la plaza de Huérmeces, ya que en el archivo municipal no existen padrones de población de aquellos años. Lo que sí sabemos es que, cinco años más tarde, Justiniano era inspector de zona de primera enseñanza. Una meteórica carrera en la que, probablemente, no tuvo nada que ver el hecho de que su hermano Julio ocupara el puesto de inspector jefe de enseñanza.



-Diario de Burgos, 2 de marzo de 1912

Comisión Provincial: sesión del día 1 de marzo, entre los diversos acuerdos tomados se encuentra el de admitir a Julián Díaz Güemes [sic] la renuncia de los cargos de alcalde y concejal de Huérmeces.




Existe un error en la consignación del apellido del entonces alcalde de Huérmeces, Julián Díaz-Ubierna García (Huérmeces, 1863). Julián fue alcalde durante 16 años (1896-1913). Estaba casado con María del Carmen Ortega Pérez (Ros, 1863), y no tuvieron descendencia. Su renuncia al cargo en marzo de 1912 quizás se debiera a la circunstancia de que la pareja hubiera decidido abandonar el pueblo (a la, por entonces, ya avanzada edad de 49 años) para establecerse en Bilbao, ciudad en la que fallecerían años después.



-Diario de Burgos, 9 de marzo de 1912


Notas bibliográficas: el ilustrado médico de Huérmeces, Rogelio Pérez, acaba de publicar una obra de gran interés, titulada "El malestar de la clase médica".



En esta extensa reseña bibliográfica se resume el contenido de la publicación escrita por Rogelio Pérez Domingo (Ibeas de Juarros, 1873), que fue médico de Huérmeces durante 17 años (1897-1913). Estudió en el Instituto de Burgos, obteniendo varios premios provinciales en física y química durante los cursos 1890-91 y 1891-92. Recién licenciado en medicina por la Universidad de Valladolid, nuestro pueblo fue su primer destino como médico. Después de Huérmeces estuvo destinado en Rioseras y Sotresgudo. Esperantista militante, prolífico escritor, impulsor del asociacionismo médico, persona de inquietudes profesionales y culturales, formó un peculiar tándem con el párroco don Eusebio, con el que coincidió en el pueblo durante once años. Estaba casado con Micaela Alonso Fernández (Cidad de Ebro, 1868), y durante sus primeros años en Huérmeces vivieron en la casa situada en el número 23 de la calle Real (la misma que en los años 60 del siglo XX sería conocida como casa de Víctor y Petra).

En "El malestar de la clase médica" hace referencia a la problemática profesional y económica de los médicos de la época, proponiendo el asociacionismo como posible solución, al igual que sucedía en otros países europeos.


-Diario de Burgos, 18 de marzo de 1912

Comisión Provincial: sesión del día 16 de marzo, entre los diversos acuerdos tomados se encuentra el de admitir a Antonio García y Dionisio Villalvilla la renuncia del cargo de concejal de Huérmeces.



Desconozco si estas renuncias están relacionadas con la del alcalde, admitida dos semanas antes. De todas formas, las funciones de alcalde serían ejercidas por Dionisio Villalvilla durante tres meses (marzo-junio 1912), hasta que se eligió a un nuevo alcalde, Florentín Ubierna (junio 1912-diciembre 1913). Hasta el año 1923 ningún alcalde de Huérmeces duraría en el cargo más de dos años, abundando los que lo hicieron únicamente durante unos pocos meses.

Antonio García Villalvilla (Hces, 1874), casado con Cecilia Villanueva Varona (Hces, 1879), tuvieron 8 hijos: Lucio (1903), Félix (1904), Antonio (1912), Lucas (1914), Julio (1915), Natividad (1918), Gloria (1920) y Francisco (1922). Calle Ondovilla nº 1.

Dionisio Villalvilla Varona (Hces, 1864), casado con Filomena Alonso Díez (Hces, 1869); dos hijas: Florencia (Hces, 1892) y Felisa (Hces, 1898). Calle Real nº 8.



-Diario de Burgos, 19 de julio de 1912

Registro Civil: defunciones: Isabel Fernández Bárcena, de Huérmeces, 57 años, San Lesmes 2.

En los padrones de 1896 y 1899 no he encontrado dato alguno referente a Isabel, por lo que supongo que habría abandonado el pueblo en una fecha anterior (quizás para fijar su residencia en Burgos). Isabel habría nacido en Huérmeces hacia el año 1855.



-Diario de Burgos, 22 de julio de 1912


Registro Civil: nacimientos: Julia Santamaría Huérmeces.

A este asunto ya se le dedicó una entrada monográfica:

Federico Santamaria Huérmeces (1906-1936) o el efímero renacer de un apellido



-Diario de Burgos, 28 de julio de 1912


Correos: cartas detenidas en esta administración, por ser desconocidos los destinatarios: Valentín Fernández, devuelta de Huérmeces.



No hemos encontrado a Valentín Fernández en los padrones de 1896 y 1899.


-Diario de Burgos, 31 de marzo de 1913

Comisión Provincial: sesión del día 28 de marzo, entre los diversos acuerdos tomados se encuentra el de admitir a Simón Ubierna Fontúrbel la dimisión del cargo de concejal del Ayuntamiento de Huérmeces.

Simón Ubierna Fontúrbel (Hces, 1883) era hijo de Mariano Ubierna Arribas (Hces, 1852) y Luisa Fontúrbel (La Nuez de abajo, 1848); tres hermanos: Julián (1882), Bernardo (1888) y Zacarías (1890); calle de la Plaza nº 16. En el padrón de 1924 ya no aparece.


-Diario de Burgos, 17 de junio de 1914

Nuevo servicio de coches entre Burgos y Huérmeces (anuncio reiterado los días 18, 22 y 24 de junio):



La nueva carretera de Burgos a Aguilar había llegado a Huérmeces nada más estrenarse el siglo XX, aunque los trabajos de ejecución del tramo siguiente (Huérmeces-Montorio-cruce de la Nuez de Arriba) avanzaban lentamente. En abril de 1907 ya se había anunciado la pronta entrada en servicio de un coche diario para viajeros entre Burgos y Huérmeces, aunque desconozco si llegó a concretarse.

Este nuevo servicio, publicitado siete años más tarde, anunciaba un viaje de tres horas de duración entre Burgos y Huérmeces, que funcionaría cuatro días a la semana, en ambos sentidos. La salida desde Huérmeces estaba programada a las seis y media de la mañana, para posibilitar el enlace con el correo de Madrid. Las salidas desde Burgos, a las cuatro de la tarde, llegando a Huérmeces a las siete.

Más de diez años después de este anuncio, en 1925, ya funcionaba un servicio de viajeros entre Burgos y Aguilar, tres días a la semana, prestado por la empresa "El Rápido"; esta misma empresa ofrecía también un servicio diario de viajeros entre Burgos y Santa Cruz del Tozo, parando en todos los pueblos del trayecto. El precio del billete: 3,50 pesetas.


-Diario de Burgos, 7 de marzo de 1916


Fiestas del Ángel y del Árbol en Santibáñez Zarzaguda




Este asunto ya fue tratado en una entrada monográfica:

Crónica social de un corresponsal rural: Santibáñez Zarzaguda (1916)



-Diario de Burgos, 29 de julio de 1916

Registro Civil: defunciones: Diego Martínez González, de Huérmeces, 69 años, calle Andrés Martínez nº 8.

En los padrones de 1896 y 1899 no he encontrado dato alguno referente a Diego Martínez, por lo que supongo que habría abandonado el pueblo en una fecha anterior (quizás para fijar su residencia en Burgos). Diego habría nacido en Huérmeces hacia el año 1847.



-Diario de Burgos, 21 de septiembre de 1916


Instrucción Pública: Por concurso rápido de traslado han sido nombrados maestros en propiedad: ... Huérmeces, don Buenaventura Marcos ...




Buenaventura Marcos Fontúrbel (Montorio, 1881-1942): ejerció de maestro en Huérmeces durante unos once años (1916-1926). Aunque en 1926 un concurso de traslados resolvió que el nuevo destino de Buenaventura sería la localidad vizcaína de Axpe, no estamos seguros de que ese mismo año abandonara el pueblo o consiguiera algún tipo de prórroga que alargara algo más su estancia en el pueblo. Finalmente, se instaló en Vizcaya, para volver a su pueblo natal en 1936, ejerciendo aquí sus últimos años profesionales.



-Diario de Burgos, 10 de octubre de 1916

Muerte de un sacerdote, en un desgraciado accidente, en Quintanilla Pedro Abarca. El suceso fue recogido en dos crónicas consecutivas del Diario, en sus ediciones del 10 y 11 de octubre. Un año más tarde (10 y 12 de octubre de 1917), también fueron recogidos en la prensa local el inicio del juicio y la sentencia (absolutoria para los tres implicados) 



A este asunto ya se le dedicó una entrada monográfica:

Muerte de un sacerdote: Quintanilla Pedro Abarca (1916)



-Diario de Burgos, 23 de mayo de 1917

El pasado jueves día 17, fue encontrado el cadáver de un niño recién nacido en el río Úrbel, a la altura de Huérmeces. Se señala a la madre de la criatura, una joven vecina de Quintanilla Pedro Abarca, como presunta autora del infanticidio, ya que coincide este hecho con su desaparición; de la búsqueda de la joven se ocupó la Guardia Civil del puesto de Quintanilla Sobresierra.



En la edición del día siguiente (24 de mayo de 1917), el Diario recoge datos más concretos del caso, publicando los nombres y apellidos de la presunta infanticida, así como de sus padres -supongo que en su condición de encubridores- que fueron llevados a Burgos por la Guardia Civil, para ser puestos a disposición de la justicia.

Dos días después (26 de mayo de 1917), el Diario informa de la detención de la presunta infanticida en Baracaldo (Vizcaya). Dicha detención fue realizada por Julio Gil Güemes, cabo de la Guardia Civil del puesto de Quintanilla Sobresierra. Parece ser que el presunto infanticidio se habría perpetrado el viernes día 11 de mayo, seis días antes del descubrimiento del cuerpo de la criatura.

Días aciagos para Quintanilla Pedro Abarca, ya que en el periodo de siete meses, entre octubre de 1916 y mayo de 1917, dos hechos luctuosos empañaron el discreto discurrir de la población: la muerte accidental de su joven párroco y un infanticidio en el Úrbel.



-Diario de Burgos, 16 de julio de 1917

Continúan apareciendo noticias luctuosas relacionadas con Huérmeces y su entorno inmediato. En esta ocasión, también las aguas del Úrbel aparecen como negro telón de fondo, aunque ahora por un desgraciado accidente. 

El jueves, 12 de julio, por la mañana, un niño de 11 años pereció ahogado en el río, a la altura del molino de Retuerta, mientras su madre y otras mujeres se encontraban lavando la ropa. 


La crónica, firmada por el corresponsal del Diario en Santibáñez Zarzaguda, detalla las desgraciadas circunstancias del suceso: un grupo de chavales, en sus juegos, se introduce imprudentemente en el río y uno de ellos es engullido por las aguas. Recordemos que en aquellos tiempos eran muy pocas las personas que sabían nadar, por lo que el mero hecho de no hacer pie en una poza podía desencadenar la tragedia. Aunque el niño pudo finalmente ser extraído de las agua, el médico del pueblo, Zacarías Conde, ya nada pudo hacer por salvar su vida. El niño respondía al nombre de David, y era hijo de Francisco y Dorotea, vecinos del pueblo.



-Diario de Burgos, 26 de septiembre de 1917

Suscripción popular para dedicar una lápida de mármol, en honor a Santa Teresa, en el convento de las madres carmelitas de la ciudad de Burgos; último fundado por ella en 1582. El párroco de Huérmeces (nuestro viejo amigo don Eusebio) dona 1 peseta.




Parece ser que la lapida de mármol llegó a realizarse ese mismo año de 1917, según reza en el pie de la misma:

Este observante Convento de San José y Santa Ana es el último de la Reforma de Monja Carmelitas Descalzas que personalmente y por mandato  expreso y repetido del Señor fundó la seráfica doctora Santa Teresa de Jesús en el año MDLXXXII cinco meses antes de su dichosa muerte

Sus devotos burgaleses le dedican este piadoso recuerdo de gratitud, amor y veneración Año de MCMXVII












Lo que no está tan claro es que se colocara inmediatamente, ya que una vieja foto de Gonzalo Miguel Ojeda-Photo Club (1924 como pronto, pues), del entonces denominado "Convento de Santa Teresa en Burgos", demuestra que en su fachada no existía lápida alguna.







En una foto posterior, también perteneciente al Archivo Photo-Club (Gonzalo Miguel Ojeda), y titulada "Convento de Carmelitas Descalzas en la plaza de Santa Teresa de Burgos", ya aparece la lápida, a la izquierda de la portada, tal y como se encuentra en la actualidad. También puede observarse que se ha añadido la verja que protege a toda la zona frontal del convento, y se ha revocado de cemento la fachada de piedra del edificio anexo a la iglesia.



-Diario de Burgos, 26 de octubre de 1917


Intento de robo en la taberna de Julián Díez, sita en la plaza mayor de Huérmeces. La casual aparición del dueño ocasionó que los ladrones huyeran sin tiempo de sustraer nada. Una ventana forzada. Los ladrones no pudieron ser capturados.


No hemos encontrado a Julián Díez en los padrones de 1896, 1899 y 1924, por lo que suponemos que su estancia en Huérmeces se limitó a un período de tiempo comprendido entre los dos últimos años. Seguramente se trata del mismo Julián Díez que aparece en diversas reseñas del DB en años posteriores, en su condición de "industrial" establecido en la capital provincial. Julián estaba casado con Juliana García, y tenían cinco hijos: Elías, Félix, Antonia, Julián y Sandalio. En una de las reseñas (1925) aparece el fallecimiento, en Huérmeces, de su hijo Elías, a la edad de 37 años.

En aquellos años, la taberna de Julián Díez estaba situada en el número 21 de la calle de la Plaza; en esa misma casa, años después (1924), tendría su taberna Emilio Valladolid; y años después, en esa misma casa, residirían Emilio y Teresa.



-Diario de Burgos, 9 de febrero de 1918

Registro Civil: defunciones: Ciriaco Calle Santa María, de Huérmeces, 54 años, barrio de Huelgas.

En los padrones de 1896 y 1899 aparece un supuesto hermano de Ciriaco: Román Calle Santa María (Huérmeces, 1849), casado con Leoncia Moral Vicario (Úrbel del Castillo, 1842), con dos hijos, residentes en el número 4 de la calle de la Solana (en la que luego sería casa de Elías e Isabel). Suponemos que Ciriaco, nacido en 1864, habría abandonado Huérmeces antes de la confección de los citados padrones, acabando por establecerse en la capital provincial.



-Diario de Burgos, 30 de marzo de 1918

Suscripción nacional a favor de los damnificados en el incendio del pueblo de Huerta de Rey: donativo de las escuelas de Huérmeces: 10,75 pesetas






La denominada catástrofe de Huerta de Rey hace referencia al pavoroso incendio que devastó dicho pueblo el día 26 de febrero de 1918. El fuego comenzó en una casa de la entonces denominada plaza de los Cochinos, a eso de las tres de la tarde, coincidiendo con un viento huracanado, que contribuyó a avivar las llamas y extender el fuego por todo el pueblo.


Resultaron destruidas unas 250 casas, entre ellas el ayuntamiento, la farmacia, la escuela y el cuartel de la Guardia Civil, que se encontraba a unos 400 metros del núcleo urbano. La iglesia, situada en la zona alta del caserío, resultó indemne, junto con unas 70 casas que se encontraban cerca del río Arandilla. La mayor parte de los vecinos perdieron no solo sus casas, que también sus víveres y ganados.


Las pérdidas económicas se estimaron en unos 3 millones de pesetas, un dineral para la época. Inmediatamente surgieron iniciativas recaudatorias en diversos estamentos de la provincia, del país e incluso de fuera de España. La suscripción abierta por el Diario de Burgos logró recaudar unas 90.000 pesetas en siete meses. En febrero de 2018 se colocó una placa conmemorativa en el lugar dónde se inició el fuego.






-Diario de Burgos, 25 de marzo de 1919


Se encuentra vacante la plaza de médico de Huérmeces, con sus anexos de Los Tremellos y Quintanilla Pedro Abarca. Dotación de 1000 pesetas anuales, a pagar por el Ayuntamiento, trimestralmente. Por el contrato con los vecinos "pudientes" puede obtener otras 4000 pesetas anuales. Se ofrece casa gratis, libre de todo impuesto y paja para el ganado.



El anuncio se reiteró en tres ocasiones más durante ese mes de marzo (26-28) y en seis ocasiones más entre el 23 y el 28 de junio. No parece que la plaza de Huérmeces tuviera atractivo suficiente para los médicos de la época. Suponemos que el médico anterior, el que renunció a la plaza, fue Zacarías Conde. El nuevo médico llegó, por fin, durante la segunda mitad de ese año 1919. Se trata de Adrián López Daza (Toro, 1882), junto con su mujer, Oliva Miguel Palomares (Revilla del Campo, 1889); sin hijos. Adrián fue médico de Huérmeces durante seis años (1919-1924), residiendo en la calle de la Solana nº 5, una de las casas propiedad del ayuntamiento, más tarde conocida como "casa del secretario".

En aquel año de 1919, el alcalde de Huérmeces era Ángel Hidalgo Girón (Hces, 1872), casado con Hermenegilda Arce Arce (San Martín de Ubierna, 1882); seis hijos: Asunción (1901), Alfredo (1904), Jesús (1906), Santiago (1910), Carmen (1914) y Juana (1922); calle de Ondovilla nº 3 (luego conocida como casa de Carmen Hidalgo).


-Diario de Burgos, 31 de marzo de 1919



Casa de Socorro: ha sido atendido Julio Huérmeces, de 6 años, por herida incisa en la región parotidea izquierda.

Este asunto ya fue tratado en una entrada monográfica:

Federico Santamaria Huérmeces (1906-1936) o el efímero renacer de un apellido


-Diario de Burgos, 19 de febrero de 1918

Registro Civil: defunciones: Julián García Girón, de Huérmeces, 61 años, calle de la Paloma 56.

Pudiera tratarse del mismo Julián García Girón (Hces, 1850) que aparece en el padrón de 1899, aunque existe una discordancia en el año de nacimiento. El Julián de la reseña necrológica tendría que haber nacido en 1858 para fallecer en 1918 a los 61 años. De todas formas, como los errores en la consignación de las fechas eran muy habituales en aquellos años, suponemos que se trata de la misma persona: casado con Teodora Fontúrbel Marcos (Quintanilla Sobresierra, 1850); seis hijos: Santos (1883), Luisa (1885), Modesto (1887), Esteban (1889), Donato (1891) y Jacinta (1896). Julián y Teodora eran los molineros de Retuerta, padres de los también molineros Donato y Esteban.



-Diario de Burgos, 15 de octubre de 1919

ANUNCIOS: Yegua, propiedad de Mariano Ubierna, extraviada en el pueblo de Huérmeces. El anuncio se reitera al día siguiente.




Mariano Ubierna Arribas (Hces, 1851), casado con Luisa Fontúrbel (La Nuez de Abajo, 1848), cuatro hijos: Juliana (1882), Simón (1883), Bernardo (1888) y Zacarías (1890). La Plaza nº 16.


-Diario de Burgos, 10 de enero de 1920

CRÓNICA SOCIAL: Enlace matrimonial ente Francisco Hidalgo Fernández y Avelina Hidalgo San Martín, en la iglesia de San Lorenzo el Real, de Burgos; bendijo la unión el párroco de Huérmeces, Eusebio Arroyo Dorao; el banquete se efectuó en el restaurante de Aureliano Hidalgo, hermano del contrayente. El viaje de novios, a Valladolid en el "rápido".



En aquellos años, era relativamente habitual que las familias "de posibles" anunciaran en la prensa local, previa o posteriormente, el matrimonio de sus vástagos. Francisco Hidalgo Fernández (Hces, 1894) era hijo de Quiterio Hidalgo Díez (Hces, 1852), uno de los labradores que más terrazgo poseían en Huérmeces; Francisco era hermano de Emilio (1881) y Aureliano (1883), que regentaron negocios diversos en Huérmeces y Burgos, mientras que Francisco siguió con la labranza familiar. Francisco y Avelina Hidalgo San Martín (Montorio, 1901) tuvieron siete hijos: Ester (1921), Ismael (1922), Evelio (1924), Ana María (1926), María Soledad (1928), Florentina (1931), María del Carmen (1935).

La iglesia de San Lorenzo el Real, en la ciudad de Burgos, es un edificio barroco, levantado entre 1684 y 1694 sobre los restos de una iglesia anterior. Inicialmente perteneció a los jesuitas, para acabar siendo parroquia. El templo es la sede de la Cofradía de la Coronación de Espinas y de Cristo Rey, una de las más activas en las procesiones de la Semana Santa burgalesa.


-Diario de Burgos, 24 de mayo de 1920

Diputación: en la sesión del sábado se tomó, entre otros, el acuerdo para que por la Contaduría se gestione la posesión de una parte de la finca propiedad de la Beneficencia, intrusada por Dionisio Martínez, de Huérmeces.


La intrusión en fincas comunales, propiedad del ayuntamiento o de diversas entidades de beneficencia, ha sido y es una práctica relativamente habitual en el mundo rural. Siempre han existido vecinos que, poco a poco, año a año, van arañando porciones de terreno público. Casi todos los años, el ayuntamiento imponía las sanciones correspondientes, que lo único que conseguían era recaudar fondos, ya que rara vez lograban modificar esas más que arraigadas actitudes.

En esta ocasión, la finca intrusada era propiedad de la Beneficencia, por lo que hubo de ser la Diputación Provincial la que inició el procedimiento administrativo correspondiente. Ignoramos si se logró revertir la situación o si acabó generando un procedimiento sancionador.

Dionisio Martínez Alonso (Hces, 1869), casado con María González Villalvilla (Hces, 1866); cuatro hijos: Isabel (1894), Nicolás (1898), Gerardo (1900) y Jacinta (1910).


-Diario de Burgos, 27 de septiembre de 1920

Fiesta de las Mercedes en Montorio: celebradas los pasados días 24 y 25 de septiembre.



La extensa crónica, firmada por J. de la Serna, mantiene el tono habitual de la época, común en todos los corresponsales del Diario: desmesurada loa hacia todos los actos festivos, enumeración de las autoridades y fuerzas vivas participantes en los actos, predominio absoluto de los actos religiosos, crónica social de eventos que hoy nos pueden sorprender por su escasa relevancia, etc. En esta ocasión, los oradores sagrados invitados fueron el párroco de la Nuez de Arriba (Raimundo Izquierdo) y el de Ros (Fidel Díez); entre los visitantes, se destaca la presencia de varios médicos -y un farmacéutico- del entorno inmediato, entre los que aparece el médico de Huérmeces, Adrián López Daza, y "su distinguida esposa, Dª Oliva de Miguel". También se hace mención a la presencia en el pueblo, para cazar en el coto que allí tiene, de Ernesto Hattemberg, director ingeniero alemán de la fábrica de seda de Valdenoceda; y la salida hacia Burgos, "tras larga temporada al frente de las obras que aquí está realizando, del conocido contratista Felipe del Monte y su simpática hija Teresa"  [las obras a las que se refiere son el tramo Huérmeces-Montorio-Cruce de La Nuez de Arriba, de la carretera entre Burgos y Aguilar de Campoo]; también destaca que "después de pasar unos días con su familia, ha salido para Barcelona, donde tiene la representación de una casa importante, el culto joven D. Arturo G. Rodero."


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