sábado, 10 de abril de 2021

La desaparecida ermita de San Bartolomé, en el páramo de Espinosilla


En el amplio páramo que se extiende entre las localidades de Las Hormazas y Los Tremellos existe, desde los años sesenta del siglo pasado, un enorme pinar de repoblación (102 ha) de perfil longilíneo (3 km de largo y 350 metros de ancho), que sigue un eje NNE-SSW. En la cartografía oficial, la zona del pinar limítrofe con la carretera que comunica los valles del Úrbel y del Hormazuela recibe el nombre de San Bartolomé. El paraje se encuentra a unos 1018 metros de altitud, en el punto culminar de esta zona de la paramera. 




Observando en una fotografía aérea esa zona septentrional del pinar, nos llamará la atención una especie de "claro" que, con una forma trapezoidal, destaca sobre la oscura mancha de pinar.



Esa porción de terreno (unos 8500 m2) no repoblada con pinos, tiene una razón de ser. Allí existió una ermita hasta la segunda mitad del siglo XIX. La ermita de San Bartolomé. En una fotografía del vuelo americano de 1956 (antes de la repoblación forestal) parecen adivinarse las paredes del estrecho edificio, dispuesto en un casi perfecto eje este-oeste, y de una longitud aproximada de 20 metros.


Vuelo americano, fotograma 28703 (8 de octubre de 1956)


También parecen apreciarse restos de dichos muros en la fotografía aérea de unos veinte años más tarde (c. 1978), cuando los pinos ya habían medrado lo suficiente como para cubrir gran parte del terreno.



No es mucha la información que hemos podido recopilar acerca de la desaparecida ermita. Parece ser que, en sus orígenes, la modesta construcción religiosa habría cumplido con las funciones de iglesia para el poblado homónimo. En un documento del siglo XII, aparece citada la "ecclesiam S. Bartholomei" dentro de la relación de propiedades del obispado y cabildo de la catedral de Burgos. 

Cabe suponerle un corto recorrido a la pervivencia de un poblamiento humano en este amplio páramo, abierto a todos los vientos y no muy pródigo en recursos; y más aun existiendo otro asentamiento (Espinosilla) a muy escasa distancia (apenas a un kilómetro y medio) y ubicado en un entorno mucho más placentero, en un vallejo protegido, con laderas arboladas y con abundancia de agua. 

El caso es que, probablemente, la aldea de San Bartolomé ya se encontraría despoblada a mediados del siglo XIV, pues su nombre no aparece en el Libro Becerro de las Behetrías. Siglo y medio después, en el año 1500, los pueblos vecinos de Espinosilla y Las Hormazas (en cuyo término comunero se encontraba enclavada la antigua iglesia del despoblado de San Bartolomé) se comprometieron a cumplir con lo estipulado en una antigua sentencia que establecía que la iglesía debía de seguir recibiendo cuidados y atención por parte de un ermitaño, elegido por los dos pueblos, y que dicho ermitaño podía tener un rebaño a su cargo:

"que haya de estar allí un frayre que entre por elección e licencia de amos, que las heredades las labren los que las tienen aradas estos dos años y den renta para la dicha iglesia dos fanegas de pan mediado y después al dicho frayre ermitaño para si junto con el dicho campo que se ha dejado e se a amojonado e que aunque haya frayre que no lo pueda romper."

Puede que ese campo amojonado sea el mismo "claro" que aparece en el pinar de nuestros días (terreno hoy en día de titularidad privada). Parece ser que todos los años se celebraba una fiesta y romería en la ermita. Suponemos que dicha romería se produciría en la festividad del santo, el 24 de agosto.


La ermita se situaba en el montículo de restos invadido por varias matas de majuelo. A la izquierda de la carretera, vallado de la finca de Espinosilla; al fondo, a la derecha, los ya altos ejemplares que forman el pinar de San Bartolomé


En el archivo parroquial existen documentos que hablan de una Cofradía de San Bartolomé, activa cuando la antigua iglesia ya se había visto reducida a ermita. Una bula del Papa Paulo V (1605-1621) contiene la concesión de indulgencias a los cofrades.

Por los libros de visita diocesana, sabemos que entre los años 1709 y 1714 la ermita continuaba recibiendo los cuidados de un ermitaño. Por el Catastro de Ensenada, sabemos que en 1751 se mantenía aún la Cofradía de San Bartolomé.

En el año 1804 se produce la venta judicial de varias heredades, sitas en Espinosilla, pertenecientes a la Cofradía de San Bartolomé, de Las Hormazas. El comprador fue el II Conde de Berberana (Antonio Mariano Gil-Delgado Arriaga y Salamanca), dueño por entonces de la mayor parte del término de Espinosilla, incluidos el viejo palacio, el molino y demás construcciones.

En el Diccionario de Madoz (1845-1850), en el epígrafe dedicado a "Espinosa de San Bartolomé del Páramo" se recoge claramente la existencia de la ermita en aquellos tiempos:

"...una ermita fuera del pueblo dedicada a San Bartolomé"

En el mapa de Francisco Coello, coetáneo del Madoz, aparece la ermita, rotulada y representada por el clásico signo convencional.



Parece ser que, a principios de los años treinta del pasado siglo, cuando Luciano Huidobro escribió una serie de artículos relativos a Espinosilla, aún resultaban claramente visibles las paredes de la arruinada ermita, justo al lado de la entonces joven carretera de Los Tremellos a Las Hormazas, ejecutada quince años antes (1914-1915).


FUENTES

"El obispado de Burgos y Castilla Primitiva: desde el siglo V al XIII". Luciano Serrano. Instituto de Valencia de don Juan, Madrid (1935) [tomo III, documento nº 131, página 217: Bula pancarta de Alejandro III, que ratifica los límites de la diócesis, las iglesias propias de la dignidad episcopal y del cabildo catedral, las villas de la propiedad de ambos y la exención de todo metropolitano. Abadía de Déols, 19 de julio de 1163]

"Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Burgos"Espinosilla de San Bartolomé. Su historia y monumentos. Editado en tres entregas casi consecutivas: Nº 32 (1er Trimestre de 1930) [páginas 71-75]; Nº 34 (1er trimestre de 1931) [páginas 129-136]; Nº 35 (2º trimestre de 1931) [páginas 162-166] Luciano Huidobro Serna.

"Compromiso y sentencia arbitraria entre el Concejo y vecinos de Espinosilla del Páramo y el Concejo y vecinos de Las Hormazas, sobre la ermita de San Bartolomé y su régimen, ante el escribano Fernando Pérez." (17 de septiembre de 1500). MOSA Burgos. Fondo Berberana.

"Venta judicial, en favor de Antonio Mariano Gil y Arriaga, de varias heredades en Espinosilla de San Bartolomé del Páramo, pertenecientes a la Cofradía de San Bartolomé, de Las Hormazas" (14  de noviembre de 1804). MOSA Burgos. Fondo Berberana.


EXCURSIÓN DESDE HUÉRMECES

En poco más de 10 km se puede alcanzar el paraje de San Bartolomé. Tanto si ascendemos al Páramo por el Camino Tremello como si lo hacemos por la carretera de Ruyales, la distancia a recorrer y el desnivel a superar serán muy similares.

Desde Los Tremellos nos tocará ascender de nuevo al páramo por la carretera que enlaza este pueblo y Las Hormazas. Desde Ruyales, tomaremos el camino que sube a La Frontera y continuaremos por el que discurre paralelo al cerramiento cinegético de Espinosilla. 

San Bartolomé formaba parte del antiguo recorrido seguido por la familia (años cuarenta y cincuenta del pasado siglo) en su visita anual a los parientes de Olmos de la Picaza; este recorrido ya fue tratado en otra entrada de este mismo blog:

http://huermeces.blogspot.com/2015/05/olmos-de-la-picaza.html  

 

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