En las primeras décadas del siglo XX, escasas eran las ocasiones en las que acaecía alguna novedad en la escuálida vida cultural de una localidad rural de esta parte de Castilla. Para más inri, la Iglesia ejercía un monopolio absoluto en este aspecto, lo que tampoco contribuía a que se fomentaran en demasía actos ajenos a las tradicionales celebraciones religiosas.
No obstante, las cosas habían mejorado considerablemente con respecto a lo habitual en los últimos años del siglo anterior; habían descendido considerablemente las tasas de analfabetismo, había mejorado la calidad, cantidad y dotación de los maestros rurales, se daba incluso el caso de curas con mentalidad relativamente abierta a nuevos horizontes.
Nos encontramos a poco más de tres años de la llegada de la Segunda República y todo lo que ello significó para la renovación o eliminación de las viejas estructuras sociales, políticas y religiosas.
Hace unos cuatro años, ya habíamos publicado una entrada al respecto, titulada Velada literaria por las misiones: Huérmeces, 1924
Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, el interés de estas reseñas periodísticas radica en la aparición de parte de una generación de vecinos como participantes en la actividad recreativo-cultural de turno. Por dicho motivo, incluimos a continuación la transcripción literal de la reseña "Veladas teatrales en Huérmeces", publicada en el Diario de Burgos de 27 de diciembre de 1927:
Nuevamente acaba de organizarse la compañía (gormeaña) que con tanto éxito trabajó el pasado año, pues tenía una deuda que satisfacer por las muchas felicitaciones que recibió por parte de los muchos forasteros que acudieron y de todo este pueblo.
Como el año pasado, está encargado de la dirección de la compañía, el inteligente e infatigable cura párroco de este pueblo, don Félix L. Hidalgo, que pone todos sus desvelos en que la fiesta resulte lo más agradable posible.
La obra elegida ha sido "Los Secuestradores", y tomarán parte en la representación Casilda Ortega, Juanita Ontillera, Luzgerico Pérez, Francisco Hidalgo, Mariano Santa María, Saturio Pérez, Jaime García, Saturnino Ubierna, Santiago Hidalgo, José Ubierna, Joaquín Villalvilla, Eduardo Pérez, Heliodoro Ubierna, Domingo Ortega y Joaquín Villalvilla [repetido].
Dado el entusiasmo de que estos jóvenes están poseídos, no dudamos han de lograr un nuevo triunfo, que lo tienen doblemente merecido, por ser todos labriegos, que por el día labran la tierra y por la noche demuestran que también de los pueblos pueden salir hombres de provecho, si la instrucción estuviera mejor atendida.
Las representaciones de la obra tendrán lugar los días de Año Nuevo y de Reyes. El último se pondrán también en escena, los sainetes "El Gitano Tijeras" y "La Venta la Burra". De esperar es, que si el tiempo no lo impide, sea este pueblo concurridísimo esos días, de forasteros, pues apenas lo han sabido, ya son muchos los que han anunciado su venida.
De lo que resulte la fiesta daremos cuenta a los lectores del Diario. El Ayuntamiento, ha ofrecido su apoyo a la compañía, para lo que de él se necesite. EL CORRESPONSAL.
Como en otras ocasiones, damos por sentado que "el corresponsal" del Diario de Burgos en la comarca del Úrbel Medio era Marcelo Palacios Conde (Modúbar de San Cibrián, 1899-Burgos, 1965), que fue secretario del Ayuntamiento de Santibáñez Zarzaguda durante 25 años (1920-1944).
En esta ocasión, entre los catorce participantes en las veladas teatrales (2 mujeres y 12 varones) existe cierta variabilidad en la edad: desde los 14 años de Juanita Ontillera hasta los 36 años de Heliodoro Ubierna. Seis participantes eran menores de 20 años; cuatro tenían entre 24 y 27 años; y otros cuatro, entre 31 y 36 años.
Seis de estos jóvenes vecinos ya tenían la condición de "casados": Heliodoro, Francisco, Saturio, Luzgerico, Eduardo y Saturnino.
Dos de estos jóvenes (Casilda y José) acabarían casándose entre sí apenas dos años más tarde (1930). Otros, como Juana Ontillera, abandonarían el pueblo a los pocos años, siendo aún menores de edad.
Y alguno, tristemente, fallecería cinco años después (Luzgerico, 1933), dejando viuda y tres hijas de corta edad.
ELENCO DE VECINOS PARTICIPANTES EN LAS VELADAS TEATRALES DE ENERO DE 1928
A continuación, detallamos la relación de los catorce vecinos de Huérmeces participantes en aquellas veladas teatrales, en orden de mayor a menor edad:
1. Heliodoro Ubierna Luis (Hces, 1891); [36 años]; hijo de Pablo Ubierna Díaz-Ubierna (Hces, 1850) y Balbina Luis Fuentes (Trashaedo, 1856); casado con Fidela Pérez Alonso (Hces, 1891); tres hijos: Aurelio (Hces, 1916), Abel (Hces, 1917) y Oliva (Hces, 1926). Heliodoro fue una afamado zapatero, cazador, alimañero, pescador, apicultor y taxidermista. En enero de 1928 tenía 36 años de edad y vivía en la casa número 3 de la calle de la Solana (hoy conocida como "casa de ...."). Heliodoro y su familia estaban a punto de emprender su aventura francesa, por la que se establecerían en el país vecino durante cinco años, hasta 1933.
2. Francisco Hidalgo Fernández (Hces, 1894); [33 años]; hijo de Quiterio Hidalgo Díez (Hces, 1852) y Florentina Fernández Gómez (Robredo Sobresierra, 1856); casado con Avelina Hidalgo San Martín (Montorio, 1901); labradores; cuatro hijos: Esther (1921), Ismael (1922), Evelio (1924) y María Blanca (1926); luego llegarían María Soledad (1928), Florentina (1931), María Carmen (1935) y Ana María (1938); en enero de 1928 vivía en el número 16 de la calle Real (en la que años más tarde sería conocida como "casa de Ismael y Lucía").
3. Saturio Pérez Alonso (Hces, 1894); [33 años]; casado con Jacinta García Fontúrbel (Hces, 1897); labradores; cinco hijos: Gonzalo (1920), Teodora (1921), Mercedes (1922), Domingo (1923) y Julián (1925); luego llegarían Luis (1929) y Margarita (1937). En enero de 1928 él y su familia vivían en el número 8 de la calle de la Plaza (luego conocida como "casa del Chato")
4. Luzgerico Pérez García (Acedillo, 1896); [31 años]; casado en 1923 con Lucía Alonso Villalvilla (Hces, 1904); dos hijas: Máxima (1924) y Secundina (1926); más tarde llegaría Regina (1931). En enero de 1928 Luzgerico tenía 35 años y vivían en el número 25 de la calle de la Plaza (luego conocida como "casa de Mauro Serna"), aunque estaban a punto de trasladarse a la que sería su residencia definitiva, en la casa número 14 de la calle de Ondovilla, al lado del taller de carpintería. Luzgerico fallecería cinco años más tarde, en 1933. Su joven viuda, Lucía, no volvió a casarse. Su hija Secundina falleció en 1944, a los 18 años de edad.
5. Eduardo Pérez Alonso (Hces, 1900); [27 años]; casado con Isabel Varona Recio (Hces, 1892); vivían en la casa número 31 de la calle Real (luego conocida como "casa de Narciso y Leonila"), dónde convivían su suegra, Eulalia Recio Bañuelos (Moradillo del Castillo, 1853), su hija Amelia (1920) y dos hijos del anterior matrimonio de Isabel: Clementina (1913) y Serafín (1916); años después llegarían tres hijas más, Ángela (1930), Teresa (1932) y María Purificación (1933), y la familia se trasladaría a la casa número 28 de la calle de la Plaza (luego conocida como "casa de Mauro y Angelita")
6. Saturnino Ubierna García (Hces, 1901); [26 años]; casado con Felisa García Ubierna (Hces, 1904); en enero de 1928 tenían un hijo, Santos (1926); años después llegarían tres más: Leandra (1930), Avelina (1932) y Saturnino (1934); vivían en la casa número 24 de la calle Real (luego conocida como "casa de Santos")
7. José Ubierna Luis (Hces, 1902); [25 años]; hermano de Heliodoro; hijo de Pablo Ubierna Díaz-Ubierna (Hces, 1850) y Balbina Luis Fuentes (Trashaedo, 1856); años después, se casó con Casilda Ortega Díaz (Hces, 1910) y tuvieron un hijo, Florentín (Hces, 1934). En enero de 1928 vivía, con sus padres, en la casa número 18 de la calle de la Plaza
8. Domingo Ortega Díaz (Hces, 1903); [24 años]; en enero de 1928 vivía en la casa número 24 de la calle de la Plaza, con sus padres, Julián Ortega Pérez (Santibáñez, 1880) y Emilia Díaz Martínez (Hces, 1882), y hermanos; dos años después, se casó con Rosario González Sanllorente (Úrbel, 1906) y tuvieron seis hijos: Aurelio (1930), Arsenio (1931), María Natividad (1933), María Concepción (1935), Sagrario (1936) y María Paz (1938); Domingo falleció en 1942, cuando la familia Ortega González vivía en la casa número 12 de la calle de la Solana
9. Jaime García Ubierna (Hces, 1908); [19 años]; hijo de Íñigo García Villanueva (Hces, 1872) y Juliana Ubierna Fontúrbel (Hces, 1882); en enero de 1928 la familia vivía en el Palacio de Abajo (Solana nº 11); años después se casó con Petra Fernández Rodríguez (San Andrés de Montearados, 1910) y tuvieron tres hijos: María Ángeles, Isidoro y Beatriz.
10. Fernando Santa María Arribas (Revilla del Campo, 1909); [18 años]; hijo de Antonia Arribas Serna (Hces, 1878), viuda en 1928; hermano de Inés (Revilla del Campo, 1915) y Victoriano (Revilla del Campo, 1917); labradores; en aquellos tiempos, la familia Santa María Arribas vivía en la calle Ondovilla nº 2. En el padrón de 1930 aparece como "ausente" por encontrarse trabajando fuera del pueblo
[en la reseña aparece como Mariano Santa María, aunque creemos que se trata de un error]
11. Casilda Ortega Díaz (Hces, 1909); [18 años]; hija de Julián Ortega Pérez (Santibáñez, 1880) y Emilia Díaz Martínez (Hces, 1882); años más tarde se casó con José Ubierna Luis (Hces, 1902) y tuvieron un hijo, Florentín (Hces, 1934). En enero de 1928 vivía, con sus padres y hermanos, en la calle de la Plaza nº 24 (luego conocida como "casa de Rodrigo").
12. Joaquín Villalvilla Santiago (Hces, 1909); [18 años]; hijo de Manuel Villalvilla Fernández "Trole" (Hces, 1877) y Virgilia Santiago Velasco (Marmellar, 1887); eran una familia de labradores que, en los años veinte, también regentaban una posada; vivían en la calle Real nº 29; dos hermanos: Concepción (Hces, 1912) y Ludivina (Hces, 1925). En el padrón de 1930 ya no aparece como residente en Huérmeces
13. Santiago Hidalgo Arce (Hces, 1910); [17 años]; hijo de Ángel Hidalgo Girón (Hces, 1870) y Hermenegilda Arce Arce (San Martín de Ubierna, 1882); hermano de Asunción (1901), Alfredo (1904), Jesús (1906), Carmen (1915) y Juana (1922). Santiago no llegó a casarse, y no tuvo descendencia. Residió en Huérmeces la mayor parte de su vida
14. Juana Ontillera Miguel (Ros, 1913); [14 años]; "Juanita" era hija del herrero Epifanio Ontillera Pérez (Las Hormazas, 1885) y Perfecta Miguel Alonso (Castrillo de Rucios, 1894); en enero de 1928 la familia vivía en la calle Real nº 3 (hoy conocida como "casa de Emilio Crespo"); Juana convivía con otros cuatro hermanos en 1928: Heliodoro (1921), Clotilde (1924), Lucinio (1926) y José María (1927); Fidencio (Ros, 1907) y Moisés (Ros, 1910) ya habían abandonado el pueblo; años más tarde nacería el último de los hijos de Epifanio y Perfecta, César Urbano (1931); Juana abandonó el pueblo muy joven, ya que aparece como "ausente" en el padrón de 1930; en el padrón de 1940 también aparece como "ausente", por encontrarse trabajando en Bélgica.
VECINOS REINCIDENTES ENTRE LAS FUNCIONES MÚSICO-LITERARIAS DE ENERO DE 1924 Y LAS TEATRALES DE ENERO DE 1928
Si comparamos el "elenco" de enero de 1928 con el seleccionado cuatro años antes (veladas literarias y musicales por las misiones, enero de 1924) por el entonces párroco Eusebio Arroyo Dorao, observamos que de aquellos dieciséis jóvenes declamadores repiten cuatro, que eran de los más jóvenes en aquellas sesiones de enero de 1924:
- Joaquín Villalvilla Santiago: 14 años de edad en enero de 1924
- Fernando Santa María Arribas, también 14 años en enero de 1924
- Casilda Ortega Díaz, también 14 años en enero de 1924
- Juana Ontillera Miguel: fue la benjamina tanto de las funciones de enero de 1924 (once años) como de las de enero de 1928 (catorce años)
[dos de las hijas del histórico herrero Epifanio Ontillera han pasado a la memoria popular de Huérmeces: Clotilde (Hces, 1924), que dejó plasmado su nombre y apellido hacia el año 1939, en forma de grafiti, en la pared interior del campanario de la iglesia del pueblo, cuando contaba con unos 15 años de edad; y Juana (Ros, 1913), que lo hizo participando en unas veladas músico-literarias y teatrales, celebradas en 1924 y 1928, cuando contaba con unas edades de 11 y 14 años; la memoria popular de Huérmeces afirma que Clotilde se estableció definitivamente en Peñafiel; de Juana, sin embargo, poco es lo que sabemos, aparte de su aparición como "ausente" en el padrón de 1940, por encontarse trabajando en Bélgica; desconocemos si continuó desarrollando sus inquietudes artísticas o si acabó formando una familia, tal y como era común para la mayor parte de las mujeres de aquellos tiempos]
Del resto de declamadores que intervinieron en las funciones músico-literarias de enero de 1924, una buena parte de ellos acabaron por abandonar el pueblo, bien para estudiar, bien para trabajar, estableciéndose en otros destinos:
- Albina Abad Puente (Hces, 1912): en el padrón de 1935 ya no aparece como residente en Huérmeces
- Lucas García Villanueva (Hces, 1914): abandonó Huérmeces con 14 años para estudiar en diversos colegios paúles; ingresó en la orden en 1930 y se convirtió en padre paúl en 1938
- Cecilio Néstor Hidalgo Conde: su padre, Emilio, falleció en 1925, y toda la familia abandonó Huérmeces camino de la capital provincial
- Basilisa Manjón Calle (Hces, 1910): en el padrón de 1935 aparece como modista; en el padrón de 1940 ya no aparece
- Maura Marín Villanueva (Hces, 1914): partió hacia la ciudad de Burgos para estudiar en la Escuela Normal de Maestras; durante los años 1933-1935 trabajó como maestra interina en varias localidades de la provincia (San Juan de Ortega, Belorado)
- Beatriz Pérez Alonso (Hces, 1906): en el padrón de 1930 ya no aparece como residente en Huérmeces
- Teófilo Villanueva González (Hces, 1911): en el padrón de 1935 aparece como "ausente", trabajando fuera de Huérmeces
Algunos, sin embargo, se establecieron definitivamente en Huérmeces u otros pueblos del entorno:
- Leonila Alonso Villalvilla (Hces, 1910): contrajo matrimonio con Narciso Varona García (Hces, 1910)
- Carmen Alonso Díez (Hces, 1913): contrajo matrimonio con Mariano Alonso Alonso (Hces, 1907)
- María Villanueva González (Hces, 1912): contrajo matrimonio con Ángel Pérez Díez (Castrillo de Rucios, 1910) y se estableció en este pueblo vecino
- Josefa Ubierna García (Hces, 1903): contrajo matrimonio con Marcelino García Ubierna (Hces,1902)
- Sofía Girón Montero (Hces, 1910): no contrajo matrimonio y residió gran parte de su vida en Huérmeces junto con su hermana Mercedes y su marido, Ildefonso
HUÉRMECES EN 1927-1928
A finales de 1927, Huérmeces presentaba una población de unos 440 habitantes. La pirámide demográfica estaba compuesta por los siguientes escalones:
- niños menores de 6 años: 20% (88)
- niños entre 6 y 12 años: 20% (88)
- adolescentes entre 13 y 18 años: 12% (53)
- jóvenes entre 19 y 30 años: 14% (62)
- adultos entre 31 y 40 años: 10% (44)
- adultos entre 41 y 50 años: 9% (40)
- adultos entre 51 y 60 años: 7% (31)
- adultos entre 61 y 70 años: 5% (21)
- adultos entre 71 y 80 años: 3% (13)
- adultos mayores de 80 años: 0% (0)
Alcalde: Eugenio Alonso Fernández (Hces, 1872), alcalde de Huérmeces durante ocho años (1923-1930)
Secretario: Nicasio Marcos Díez (Burgos, 1906): hijo del maestro de Huérmeces, Buenaventura Marcos Fontúrbel; fue secretario municipal entre 1926 y 1928; en los padrones de 1924 y 1925 figura como "escribiente"; se estableció en Bilbao, en cuyo ayuntamiento trabajó durante años; en 1928 llegaría Emilio Palacios Gómez (Arraya de Oca, 1893), secretario de Huérmeces durante cinco años (1928-1933)
Juez municipal: Prudencio Villanueva Varona (Hces, 1878); fue juez y fiscal municipal, de manera intermitente, durante las décadas de 1910 a 1930
Párroco: Félix López Hidalgo (Villanueva de Argaño, 1894): cura párroco de Huérmeces durante 31 años (1926-1957)
Maestro: Buenaventura Marcos Fontúrbel (Montorio, 1881): maestro de Huérmeces durante 14 años (1916-1930)
Maestra: Eusebia Quintana Rodríguez (Quintanavides, 1895): fue nombrada maestra interina para las escuelas de Huérmeces en enero de 1927; fue la primera maestra de la recién inaugurada escuela de niñas del pueblo
Médico: José Gil Guerra (Boadilla del Camino, 1900): médico de Huérmeces durante dos años (1925-1927); en diciembre de 1927, el ayuntamiento le homenajeó con una "opípara cena" en agradecimiento a sus servicios; en enero de 1928 tomó posesión de la plaza el joven médico Pedro Varona de la Peña (Soncillo, 1904), recién licenciado en medicina, que prestó sus servicios en nuestro pueblo durante unos pocos meses; en 1929 llegaría el histórico Luis Salinas Mendizábal (Burgos, 1903), médico de Huérmeces durante cuarenta años (1929-1969)
Posada: Manuel Villalvilla Fernández "Trole" (Hces, 1877): labrador y también, circunstancialmente, posadero
Barbería, sastrería y estanco: Mariano Crespo García (Hces, 1890): continuador del negocio de su padre, Pablo Crespo Díaz (Hces, 1891)
Carreteros:
Luzgerico Pérez García (Acedillo, 1896): carpintero-carretero de Huérmeces durante nueve años (1924-1933)
Dámaso Gallo Fernández (La Molina de Ubierna, 1884): carpintero-carretero de Huérmeces durante 25 años (1910-1935)
Herrero: Epifanio Ontillera Pérez (Las Hormazas, 1883): herrero de Huérmeces durante 36 años (1916-1952); también ejercía de campanero y relojero; durante la primera mitad de los años veinte ejerció, además, las funciones de secretario municipal
Taberneros:
Zacarías Ubierna Fontúrbel (Hces, 1890): regentó una tienda-taberna durante, al menos, 14 años (1924-1938), situada en la luego conocida como "casa de Joaquín y Matilde"
Emilio Valladolid García (Peñafiel, 1885): llevó una tienda-taberna-carnicería durante, al menos, 13 años (1922-1935), situada en la luego conocida como "casa de Emilio y Teresa"
Molineros:
Filiberto Ruiz Ruiz (Vilviestre de Muño, 1884): molinero de Cigatón durante, al menos, 30 años (1926-1956)
Elena González Alonso (San Pantaleón del Páramo, 1856), viuda de Eustasio Alonso Gallo (Ubierna, 1875); desconocemos qué molino regentaba (Las Huertas o Navatillo) durante las décadas de 1920 y 1930
Donato García Fontúbel (Hces, 1894): molinero de Retuerta durante, al menos, 30 años (1924-1953)
El molino de Alba pasó por diversas manos durante la década de los años veinte y la primera mitad de los treinta; así, en 1924-1925 aparece Donato López Pérez (Melgosa, 1893); y en 1930 lo hace Esteban García Fontúrbel (Hces, 1889), hermano del Donato de Retuerta; Aquileo García Celis (Coculina, 1896) no llegaría al molino de Alba hasta 1936
Cartero: Benito Varona Ubierna (Hces, 1866): cartero de Huérmeces durante 12 años (1921-1933)
Modistas:
Lucila Infante García (Los Valcárceres, 1890): modista en el pueblo durante las décadas de 1920-1950; esposa de Lorenzo Güemes Pérez, zapatero en el pueblo durante mucho tiempo
Clara Puente Pérez (Santa Cruz del Tozo, 1877): modista en Huérmeces durante las décadas 1910-1940; esposa de Manuel Abad Terradillos (Villadiego, 1874), caminero y pescador en Huérmeces durante esas mismas décadas
Zapateros:
Lorenzo Güemes Pérez (Úrbel del Castillo, 1886): zapatero en Huérmeces durante las décadas de 1910-1950
Heliodoro Ubierna Luis (Huérmeces, 1891): zapatero en Huérmeces durante las décadas de 1920-1950; también fue cazador, pescador, apicultor, taxidermista y alimañero
Pastores: en la mayor parte de los casos, los pastores se ajustaban en los pueblos durante uno o dos años, por lo que la fuerte movilidad de este gremio ocasionaba que fueran muy pocos los que se establecieran definitivamente en un pueblo; entre los años 1924 y 1930 estos fueron algunos de los pastores que prestaron sus servicios en Huérmeces
- Julián Blanco Fernández (Mata, 1883); a mediados de los años treinta se establecería en Huérmeces su sobrino Jerónimo Blanco Mena (Hces, 1906), convirtiéndose en uno de los últimos pastores del pueblo
- Gregorio Manjón Rodríguez (Hces, 1881)
- Miguel Hernando Vegas (Hces, 1883)
- Fidel Santamaría (Montorio, 1887)
- Tiburcio Güemes Calzada (Hormazuela, 1877)
- Felipe Varona Ubierna (Hces, 1860)
- Lucio Pérez Crespo (Hces, 1877)
- Pedro Pérez Solano (Coculina, 1903)
- Tomás Iglesias Peña (Acedillo, 1883)
- Esteban Luis Fuentes (San Andrés de Montearados, 1870)
- Domingo Pérez Díez (Montorio, 1882)
RECORTES DE PRENSA
Diario de Burgos de 27 de diciembre de 1927:
Parece ser que, por indisposición de uno de los miembros de la compañía, no pudo celebrarse la primera de las veladas previstas (la programada para el día de Año Nuevo) y ambas tuvieron que celebarse el día de Reyes. Así lo recoge una reseña del Diario de Burgos de 30 de diciembre de 1927, que también hace alusión a la enfermedad sufrida por el entonces maestro de las escuelas de Huérmeces, Buenaventura Marcos Fontúrbel.