Del latín riparius (ribereño), y a
su vez de ripa (ribazo)
El Úrbel, además de un curso de agua
relativamente largo y de caudal permanente, es un remanso de vida. De vida
animal y, sobre todo, de vida vegetal.
Dejando las especies leñosas (chopos,
álamos, sauces, salgueras, fresnos y majuelos) para otra ocasión, ahora nos
centraremos exclusivamente en las plantas herbáceas.
Lythrum salicaria en las cercanías de Retuerta (Huérmeces) |
Varias son las especies vegetales que
medran en sus riberas, algunas con parte de ellas sumergidas en el agua
(nenúfares, lirios, espadañas), otras aprovechando la humedad del entorno. La
lista de especies herbáceas riparias sería muy extensa, por lo que he preferido
limitarme a seleccionar una pequeña muestra de siete especies típicamente
ribereñas (más otra no estrictamente riparia, pero cercana a sustratos húmedos),
destacables tanto por su relativa abundancia como por su llamativa floración:
1. Lirio amarillo (Iris pseudacorus): [Iris:
diosa mensajera en la mitología griega; pseudacorus: falso acoro, planta
similar a un junco] Esta planta rizomatosa habita en bordes de cursos de agua
de cierta profundidad, así como en otros lugares de encharcamiento permanente;
su llamativa floración sucede en nuestra comarca desde mediados de mayo a
mediados de junio.
Su rizoma es muy rico en materias tánicas, lo que le confiere al mismo tiempo efectos astringentes, purgantes y vomitivos. Las antiguas farmacopeas solían recomendarlo para "despejar el cerebro de malos humores", porque introducido en la nariz provocaba el derrame de abundante mucosidad.
Su rizoma es muy rico en materias tánicas, lo que le confiere al mismo tiempo efectos astringentes, purgantes y vomitivos. Las antiguas farmacopeas solían recomendarlo para "despejar el cerebro de malos humores", porque introducido en la nariz provocaba el derrame de abundante mucosidad.
Con sus flores se preparaba una infusión que solía recomendarse por sus propiedades antiafrodisíacas, dirigida pues a "cuantos están dominados por el apetito venéreo".
3. Lisimaquia, hierba de las acequias, hierba de la sangre (Lysimachia vulgaris): [Lysimachia: del Rey Lysimacho; porque echada sobre el yugo entre algunos bueyes rixosos y discordes, los reduze à hermandad y concordia: Lysimachia, desbaratadora de lites y controversias; vulgaris: común] Planta alta (hasta 1,5 m), de tallos vellosos, cuya floración amarilla destaca al final de aquellos; su floración suele producirse entre los meses de julio y agosto.
Su rizoma contiene saponina, por lo que era considerado muy astringente, utilizándose para tratar disentería y hemorragias: "esta hierba detiene la sangre de cualquier parte que fluye, tomada en cocimiento o en polvos."
5. Menta de caballo (Mentha longifolia): [Mentha: por la diosa griega Mintha, convertida en planta por Proserpina, amante de Plutón, en un ataque de celos; longifolia: de hoja larga] Planta que se desarrolla en bordes de cursos de agua, acequias y herbazales de encharcamiento temporal; su inflorescencia alargada es menos aromática que otras especies de menta; su altura es claramente inferior a la de lisimaquia y salicaria; la tonalidad general de su follaje es cenicienta; florece entre julio y agosto.
Tiene la virtud de "confortar el estómago débil, así siendo aplicada por de fuera como comida en los guisados. De donde se vino a fabricar aquel antiguo refrán castellano que dice: jurado tiene la menta que al estómago nunca mienta". De todas formas, lo que es seguro es el valor culinario de las mentas en general.
Solía emplearse para la "supresión del menstruo femenino", o para su mera normalización.
7. Espadaña (Typha latifolia): [typha:
del griego thýphe, junco, procedente
de típhos, pantano; latifolia: del
latín latifolius, de hoja ancha] puede
alcanzar hasta los 3 metros
de altura, y vive en los bordes de masas de agua más o menos remansadas; sus inflorescencias
terminales, tubulares y densas, poseen una apariencia muy característica (espádice,
en forma de “puro”); florece entre julio y agosto.
8. Cardo de cardador, cardencha (Dipcacus fullonum): [dipsacus: del griego dípsakos, planta de tallos y hojas espinosas; fullonum: del latín fullo-onis, de los bataneros, ya que sus inflorescencias secas se utilizaban para cardar paños, felpas y otros tejidos] No se trata de una especie propiamente riparia, aunque también tiene cierta querencia por suelos que poseen abundante humedad durante buena parte del año; alcanza los 2,5 m de altura, y sus tallos son huecos, asurcados y son abundantes espinas; sus flores rosado-liláceas aparecen en cabezas espinosas y cónicas; florece entre julio y agosto.
Una infusión de su raíz solía utilizarse por sus "propiedades diuréticas, sudoríficas y aperitivas."
BIBLIOGRAFÍA:
Plantas silvestres de la provincia de Burgos. J.M. García López & Carmen Allué Camacho. Burgos (2004)
Contribución al estudio florístico de las comarcas deLa Lora y Páramo de Masa (Burgos). Pablo Galán Cela.
Fontqueria 30 (1990)
Atlas de la flora vascular silvestre de Burgos. J.A. Alejandre Sáenz, J.M. García López y G. Mateo Sanz. Burgos (2006)
Plantas medicinales. El Dioscórides renovado. Pío Font Quer. Editorial Labor, Barcelona (1961)
Nota: las supuestas propiedades medicinales se consignan únicamente a título de curiosidad, no recomendándose en absoluto su utilización con tales fines.
8. Cardo de cardador, cardencha (Dipcacus fullonum): [dipsacus: del griego dípsakos, planta de tallos y hojas espinosas; fullonum: del latín fullo-onis, de los bataneros, ya que sus inflorescencias secas se utilizaban para cardar paños, felpas y otros tejidos] No se trata de una especie propiamente riparia, aunque también tiene cierta querencia por suelos que poseen abundante humedad durante buena parte del año; alcanza los 2,5 m de altura, y sus tallos son huecos, asurcados y son abundantes espinas; sus flores rosado-liláceas aparecen en cabezas espinosas y cónicas; florece entre julio y agosto.
Una infusión de su raíz solía utilizarse por sus "propiedades diuréticas, sudoríficas y aperitivas."
BIBLIOGRAFÍA:
Plantas silvestres de la provincia de Burgos. J.M. García López & Carmen Allué Camacho. Burgos (2004)
Contribución al estudio florístico de las comarcas de
Atlas de la flora vascular silvestre de Burgos. J.A. Alejandre Sáenz, J.M. García López y G. Mateo Sanz. Burgos (2006)
Plantas medicinales. El Dioscórides renovado. Pío Font Quer. Editorial Labor, Barcelona (1961)
Nota: las supuestas propiedades medicinales se consignan únicamente a título de curiosidad, no recomendándose en absoluto su utilización con tales fines.
ILUSTRACIONES CLÁSICAS:
Epilobium
hirsutum
y Nuphar luteum: William
Curtis, Flora londinensis (1777-1798)
Dipsacus
fullonum, Typha latifolia y
Lythrum salicaria:
Otto Wilhelm Thomé, Flora von
Deutschland, Österreich un der Schweiz (1885)
Iris
pseudacorus:
Carl Axel Magnus Lindman, Bilder ur
Nordens Flora (1917-1926)
Lysimachia
vulgaris:
Jacob & Johann Georg Sturm, Deutschlands
Flora in Abbildungen (1796)
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