miércoles, 13 de septiembre de 2017

Sorteo de montes cercanos (1879)



Hasta la generalización del uso de las modernas cocinas a gas, ya mediado el siglo XX, el acopio anual de leña constituía una de las labores fundamentales para cualquier familia campesina. El fuego de la cocina permanecía encendido casi todo el día, por lo que el consumo de leña era constante a lo largo de todo el año. La leña que alimentaba la cocina también servía para caldear, aunque fuera mínimamente, el ambiente, además de suministrar combustible a braseros y tumbillas (calientacamas).

Aunque la práctica totalidad de la leña procedía de montes de encina, no hay que menospreciar la procedente de los ya entonces escasos rodales de roble (Quercus faginea, quejigo o roblencina) que medraban en determinados parajes del pueblo (Valdetope, sobre todo).


Al fondo, matas de encina de la Cuesta el Cuerno y del camino Ubierna


Las expresiones "suerte" o "sorteo" hacen referencia a lo heterogénea que podía resultar la calidad de los diferentes lotes de leña a repartir entre los vecinos del pueblo. Había montes con buena o mala leña, con accesos fáciles o complicados, más próximos o más alejados del pueblo.

La distribución de las diferentes suertes era realizada por el alguacil, con la ayuda de algún vecino más. Cada suerte era señalizada doblando una rama de encina en la mata elegida y colgando sobre la misma el número correspondiente.

Los sorteos se realizaban a últimos de año, poco antes de Navidad. Cada suerte servía para completar unos dos carros de leña, casi las necesidades anuales de una familia campesina.


Huérmeces desde una de las matas de encina de la Cuesta El Cuerno


En un documento titulado "Sorteo de los montes de Valdevacas, La Mazorra y demás", se consignan las suertes del aprovechamiento de una serie de montes del pueblo, en este caso los más cercanos al mismo; aunque no aparece fechado, suponemos que no diferirá de la fecha de otro documento con el que comparte archivo ("Sorteo de las roturas de las praderas del Mojón y Las Compuertas") y con el que también coincide en el tipo de letra del secretario de turno (probablemente, Felipe Gallo). Este documento está fechado el 21 de diciembre de 1879.

Por la información encontrada en otro documento datado en la misma fecha, sabemos que también se sorteaban los montes más alejados del pueblo, situados en parajes a los que únicamente llegaban largos y penosos caminos (Rallastra, Cotorros, Valcavado, La Revilla, Itero, Valdegoba, Isilla, Valdetope, San Vicente, La Veguilla, Rogarcía, Navatillo, etc). De este sorteo de montes lejanos trataremos en una próxima entrada: Sorteo de montes lejanos (1879)


Huérmeces desde las laderas -deforestadas- del camino Castrillo


Es de destacar que, en la citada relación de montes cercanos al pueblo, aparece algún topónimo que no ha sido posible situar en el mapa, por haberse perdido su memoria: Corrales de Nicolás, Corralines, Matacarros, Milagro, Tenada del Medio y Tronillo. También aparece algún paraje cuyo uso casi ha caído en el olvido, como Los Carboneros. Por último, suponemos que el topónimo Castrejón se refiere al Cotejón actual, pero no lo hemos podido confirmar.

Relación de parajes montaraces aparte, el documento posee el valor adicional de contener los nombres de la práctica totalidad de vecinos labradores con que contaba Huérmeces en aquel lejano 1879.

Por otras fuentes documentales, sabemos que en esos años vivían en Huérmeces otros vecinos que desempeñaban oficios no propiamente campesinos: molinero (Marcial Alonso), tabernero (Timoteo San Martín), zapateros (José González, Bonifacio Pérez), albeitar (Manuel González), cirujanos (Cipriano Andrés, Domingo Rodríguez), carreteros (Domingo Arribas, Estanislao Martín), maestro (Ponciano Fernández), cura (Florentín Díaz-Ubierna), etc. 

Suponemos que sería el propio ayuntamiento el que proporcionara leña a algunos de estos vecinos no labradores 
(cura, maestro, médico); otros, sin embargo, quizás se vieran obligados a comprarla a otros vecinos o al citado ayuntamiento. Lo desconozco.


Montes cercanos: división en tres zonas: norte (A), centro (B) y sur (C)


Aparentemente, la numeración de las diferentes suertes de estos montes cercanos al pueblo se realizaba considerando tres zonas montaraces diferentes:

  • Zona A (Norte): Monte las Eras y Valdevacas: se establecieron 56 suertes, justo el número de vecinos labradores del pueblo.
  • Zona B (Centro): Valdecofrades, Carboneros, Corral de Matacubillas y Milagro: se establecieron 58 suertes, dos más que el número total de vecinos labradores del pueblo.
  • Zona C (Sur): Alto el Cuerno, Mazorra, Buentudanca, Matacarros, Corrales de Nicolás y Lagunilla: 54 suertes, dos menos que el total de vecinos.

En aquellos años, a cada vecino le correspondían tres suertes, muchas veces situadas en cada una de las tres zonas referidas; o al menos, en parajes diferentes y más o menos distanciados.

Incluyo un cuadro con el resumen del resultado del sorteo, tal y como aparece en el documento citado; únicamente se han realizado pequeñas actualizaciones en las grafías de algunos apellidos y parajes.




Incluyo también una copia de las siete páginas originales del documento, incluyendo las dos páginas con las firmas de todos los vecinos:












FUENTES:

  • Archivo Municipal del Ayuntamiento de Huérmeces (Signatura 1018, años 1861-1916)
  • Anuario-almanaque del comercio, de la industria, de la magistratura y de la Administración de España y sus colonias (1879, 1881, 1886, 1894)
  • Indicador General de la Industria y del Comercio de Burgos (1894)
  • Declaraciones de nacimiento en Huérmeces (1879)

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