domingo, 11 de septiembre de 2016

Los Casares de Quintana



Al poco de culminar el último repecho del camino de Buzón (1005 m), dejando a la derecha el camino que continúa hacia La Lastra, y tomando el que baja hacia Castrillo y el pinar de Navas, encontramos un paraje de aspecto anodino, nada hospitalario y poco atractivo: Los Casares.

Sigpac (Julio 2014): Los Casares, entre los caminos de Buzón, Castrillo, Navas y La Lastra

Bing Maps (Junio 2010): alineamientos de piedras, alguno reconvertido en corral, en Los Casares


Pocos podrían imaginar que allí existió un poblado, en los lejanos tiempos de la repoblación altomedieval (siglos IX-XI). En una altiplanicie sacudida por los cuatro vientos, lejos de cualquier manantial o curso de agua, sin bosques cercanos ni aliciente alguno para establecerse allí. Unicamente la abundancia de pastos podría mantener un poblamiento humano, de ganaderos principalmente, ya que los terrenos tampoco parecen muy aptos para el cultivo.

Desde el camino, nada parece indicar la existencia de restos de un antiguo poblamiento


Quizás se tratara únicamente de un asentamiento temporal, mientras duraran los pastos de verano. Tal vez la población abandonara el lugar durante lo más crudo del invierno, en busca de la protección de las tierras más bajas, en el cercano desfiladero del Urbel. Puede que fuera únicamente el barrio alto del poblado de Buzón, situado a apenas kilómetro y medio vallejo abajo.

De todas formas, no conviene olvidar que la tipología de un asentamiento humano de altura, como este de Los Casares, tendría muy poco que ver con la de un poblado moderno de valle. Las construcciones serían sencillas, con piedras en la base y el zócalo, y el resto completado con elementos vegetales y quizás algún adobe. Pero nada de piedra labrada, madera trabajada y teja cerámica de cubierta. Podría tratarse de construcciones mixtas, para humanos y ganado, buscando el mutuo calor. La iglesia, sería algo más parecido a una humilde ermita, aunque realizada en piedra, probablemente.

Una vez pateado el lugar, aparecen numerosos apilamientos de piedra, bien distintos de los originados por el despedrado de las tierras de labor circundantes


En contra de lo que sucede con otros despoblados, recordados únicamente por la tradición oral, en este de Los Casares parece ser que existe algún viejo documento que atestigua su existencia. Tampoco pueden pasar desapercibidos los importantes amontonamientos de piedra que allí se encuentran.

Gonzalo Martínez Díez (1) consigna el paraje como uno de los despoblados del término de Huérmeces, y cita un documento de principios del siglo XVI como referencia histórica de la existencia del despoblado.

Vuelo Americano (8 octubre 1956): se aprecian los restos de Los Casares, junto con algún corral en el vallejo de Buzón


Dicho documento fue estudiado por Luciano Huidobro Serna, archivero diocesano durante la década de los cincuenta del siglo pasado, y se plasmó en un prolijo trabajo titulado "Señoríos de los prelados burgaleses. Fortalezas y palacios a ellos anejos. Iglesias.", publicado en varias entregas en el boletín de la Institución Fernán González (2).   

En dicho trabajo se recogen diversos asientos incluidos en el "Libro de Apeos de la Dignidad Episcopal", escrito en los años 1515-1516 y conservado en el Archivo Diocesano de Burgos.

En este libro de apeos vienen registrados, entre otras muchas cosas, los préstamos realizados por el Arzobispado de Burgos en diversos lugares del arciprestazgo de Santibáñez.

Entre ellos aparece el siguiente asiento:

"Quintana: tuvo iglesia de Santa María (Despoblado)"

Gonzalo Martínez Díez considera que este Quintana se corresponde con Los Casares de Quintana de Huérmeces.

Los Casares de Quintana se hallaban ya despoblados a principios del siglo XVI. Y casi con seguridad su despoblamiento fue anterior a mediados del siglo XIV, ya que el lugar no figura en el Libro Becerro de las Behetrías (1352). Fue el llamado "tirón de Andalucía", el efecto llamada que ejercieron las nuevas tierras vacías del sur de la península tras la victoria cristiana de Las Navas de Tolosa (1212), el que despobló las viejas tierras de Castilla.

El topónimo Los Casares de Quintana no deja de tener su gracia, por su carácter reiterativo. Tanto Casares como Quintana hacen referencia a un antiguo poblamiento: 


  • Casares (y sus sinónimos Villares y Quintanares) hacen referencia al carácter ruinoso o abandonado de un grupo de construcciones. (1)

  • Quintana (Quintanas, Quintanilla) se refieren a casa o casas de labor, más o menos aisladas, y generalmente adosadas a una iglesia. (1)



Por lo tanto, el topónimo significaría algo así como "las casas arruinadas del antiguo poblado"

La abundancia de piedra fue aprovechada para la construcción de un corral de ganado


Modernas plantaciones de pinos (2006) se han acercado demasiado a los restos de Los Casares

Exiten otros muchos despoblados que carecen de soporte documental, y que han sido mantenidos únicamente por la tradición oral. A veces, al arar las tierras, aparecen aún restos de supuestas construcciones o enterramientos. Lo más frecuente es que se haya perdido el nombre del pueblo y el paraje sea conocido por el nombre del santo titular de la iglesia del poblado, o que se le asigne un nombre genérico: casar, quintana, convento... (1)

La tradición oral -y alguna referencia documental- sitúa otros dos despoblados en las cercanías de Los Casares: 

  • Buzón (Gozón, Mozún o Gozan): en la parte baja del vallejo homónimo, no muy lejos del manantial allí existente.
  • Valcavado: a la entrada del agreste vallejo de Los Avellanos, en el límite de los términos de Huérmeces y San Pantaleón.
Ambos formarían, junto con el actual San Pantaleón del Páramo, los tres San Pantaleones,  recogido en la tradición oral y en el Diccionario de Madoz.

De ambos despoblados también existen vagas referencias documentales, recogidas por Gonzalo Martínez Díez. (1)

Buzón; al fondo, el valle excavado por el arroyo de San Pantaleón

Valcavado
FUENTES:
(1) Pueblos y alfoces burgaleses de la repoblación. Gonzalo Martínez Díez. Junta de Castilla y León (Valladolid, 1987) [páginas 16-20, 318-328]
(2) Señoríos de los prelados burgaleses: Fortalezas y palacios a ellos anejos-Iglesias. Luciano Huidobro Serna. Boletín de la Institución Fernán González nº 124 (Burgos, 1953) [página 591]



2 comentarios:

  1. Hola de nuevo.

    Hay dos documentos relacionados con este artículo que te pueden interesar.

    El primero es un documento del Archivo Histórico de la Catedral de Burgos, fechado el 13 de octubre del 1189 que, entre otras cosas, menciona la donación de varias heredades en Huérmeces, Gozón y Quintanas. Gozón es el poblado que hubo en el paraje que hoy conocéis como "Buzón". Y Quintanas, por su cercanía a Huérmeces y Gozón, podría ser el poblado situado en los Casares de Quintana, al que te refieres en este artículo.

    El otro documento está en el Cartulario del monasterio cisterciense de Santa María de Rioseco. No tiene fecha, pero lo datan también en la segunda mitad del siglo XII. Lo puedes encontrar en el libro que escribió el profesor Inocencio Cadiñanos Bardeci sobre la Historia y Cartulario de dicho monasterio (documento nº 70). En dicho documento se contiene la venta de varias heredades, algunas en diversos lugares de Las Merindades, y otras en Huérmeces y otros lugares de su contorno que te sonarán ("Refoio" no lo tengo localizado; "Sant Mames de la pieça" es San Mamés de la Pinza, situado entre el Perúl y el alto del camino del Caracol; el resto son fácilmente reconocibles).

    Espero que te sean de utilidad.

    Un saludo.

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  2. Como en ocasiones anteriores, muchas gracias por tus aportaciones. Son siempre bien recibidas. Un cordial saludo,

    José Luis

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