No
cabe duda de que, desde la generalización del uso de Internet para la búsqueda
de información, la labor de las personas interesadas en los más variados temas
(historia, geografía, demografía, ecología, necrología, taxidermia…) se ha
visto notablemente favorecida.
Año
tras año se han ido digitalizando multitud de libros descatalogados y documentos
de todo tipo, sobre todo por parte de diversas instituciones hasta hace poco
celosas guardianas de aquéllos (Bibliotecas, Archivos diocesanos, Museos,
institutos de investigación, etc).
Incluso
mapas por los que antes había que pagar (Mapa Geológico de España, por ejemplo), ahora se
pueden descargar desde la página oficial del organismo correspondiente.
Se
ha hecho más fácil investigar acerca de tus ascendientes familiares sin
necesidad de aguantar horas de espera para acceder a los archivos diocesanos
aún sin digitalizar (el de Burgos, sin ir más lejos). También te has ahorrado horas
de penosa búsqueda en bibliotecas, cartotecas y fototecas. Ahora, todo lo que
necesitas es un PC, acceso a Internet y también paciencia, mucha paciencia y
motivación.
Hagamos
una prueba: tecleemos en Google una palabra cualquiera y una cifra cualquiera: por
ejemplo … no sé …, un lugar elegido al azar y un año aleatorio, … Huermeces 1933.
Son
miles las combinaciones posibles que nos puede proporcionar el todopoderoso buscador.
Hay que tener en cuenta que Google no distingue categorías de cifras, por lo
que 1933 puede ser un año, una página de un libro, una nota a pie de página, un
número de inventario de un fondo documental, el portal de una calle muy larga
de una gran ciudad, un código postal, … cualquier cosa.
Del
total de 1.260.000 resultados obtenidos,
seleccionamos los cinco que, en mi opinión, podrían tener más interés:
1.
“El Siglo Futuro”, Diario Católico
Tradicionalista, Madrid, jueves 22 de junio de 1933.
En la sección “Hojas sueltas”, aparece una curiosa noticia
titulada “El complot de Huérmeces”, firmada
por un tal “Ciutti” (ver entrada en este mismo blog, de fecha 14 de julio de
2014)
2.
ABC – Edición de Andalucía, Sevilla,
3 de agosto de 1933
En la sección Noticias/Necrológicas:
“Ha muerto, reconfortado con todos los auxilios de la Religión, el reverendo
padre franciscano Angel Ortega, que
dedicó su vida al apostolado y la ciencia. El virtuoso finado nació en Huérmeces (Burgos) el día 28 de febrero
de 1871; ingresó en la Orden Franciscana,
en la provincia de Cataluña, el 8 de septiembre de 1887; sacerdote el 22 de
septiembre de 1894; a fines del siglo pasó a esta provincia de Andalucía, donde
ha ejercido varios cargos honoríficos como definidor provincial, guardián y
presidente, siendo últimamente vicario de este convento de San Buenaventura. Predicador
elocuente, recorrió muchos pueblos andaluces y extremeños. Escritor profundo,
culminó en su obra La Rábita.
Fue asiduo colaborador del Archivo Iberoamericano, de Madrid,
y actualmente era director de La Voz
de San Antonio. A la venerable Comunidad de Padres Franciscanos de Sevilla,
enviamos nuestro sentido pésame”.
3.
En la web www.todoslosnombres.org
de la Asociación Memoria
Histórica y Justicia de Andalucía, encontramos los siguientes datos biográficos
redactados por José Moreno Romero:
El teniente de Asalto don Ignacio Alonso Alonso falleció en Sevilla el día 18 de julio de
1936 víctima de los insurrectos que se sublevaron contra la República, defendiendo
la legalidad establecida, a la que había prestado promesa de fidelidad el 26 de
febrero de 1933…
…El teniente de Asalto Ignacio Alonso Alonso tenía cuarenta y cuatro años cuando fue muerto. Estaba casado con Francisca Herrera Simón y dejaba cuatro hijos llamados: Aurelio, Alonso, Bernardo e Ignacio. Había nacido el día 30 de julio de 1891 en Huérmeces, provincia de Burgos, hijo de Guillermo Alonso y Agustina Alonso…
… La familia del teniente de Asalto Ignacio Alonso Alonso
lleva años intentando la dignificación de su figura. Sus nietas, de manera
destacada Beatriz Alonso López, en contacto con el movimiento memorialista,
pretenden la recuperación de su memoria a la vez que se dignifique su
enterramiento junto a otros cientos existentes en fosa común del cementerio de
San Fernando de Sevilla.
4.
En las páginas 479 y 480 del número 861 de “La Semana Veterinaria”,
Boletín profesional de la “Revista de Higiene y Sanidad Pecuarias”, editada en
Madrid, de fecha domingo 25 de junio de 1933,
encontramos:
“VACANTES: la
Gaceta del 7 y 15 del corriente, publica como vacantes las
siguientes plazas de inspectores municipales veterinarios para que, conforme a
las disposiciones vigentes, sean provistas en propiedad. Las instancias, en
papel de octava clase, deberán dirigirse, dentro de un mes a partir de la
publicación de este anuncio en la
Gaceta, al señor alcalde presidente del Ayuntamiento
capitalidad del partido”...
… “Montorio, capital del partido veterinario integrado por
éste ayuntamiento más los de Nidáguila, Masa, Quintanilla Sobresierra, Acedillo
y Huérmeces, con una población total
de 2.102 habitantes, presenta una vacante de inspector veterinario por
defunción del anterior titular; la dotación anual de la plaza asciende a
2202,20 pesetas, con un censo ganadero de 4766 reses, más 314 reses porcinas
sacrificadas en domicilios; sin servicio de marcado y pesado, con ferias y
residencia en Montorio”.
5.
En el libro “Los Cántabros antes de Roma”,
de Eduardo Peralta Labrador, editado por la Real Academia de la Historia, Madrid 2003: en
la página 126, dentro del capítulo titulado “Repartición y territorio”, al
hablar del pueblo de los “moroecanos” o “moroicanos” encontramos:
…”La zona más sudoriental de Cantabria corresponde en
realidad con esos castros que desde Amaya y Humada siguen en dirección sudeste
las últimas estribaciones de la cordillera (castros de Icedo, Huérmeces, etc.)…
… En este caso habría que limitar el territorio de los
moroecanos a la línea de castros situados entre Amaya, Humada, Icedo y Huérmeces, es decir, a los cántabros
que limitan con la llanura burgalesa de los turmogos…
… lo que si puede señalarse es que esta zona de Icedo y Huérmeces parece coincidir teóricamente
con los datos de Ptolomeo porque está a la altura de Virovesca (Briviesca) y al
norte de Bravum (¿La Nuez
de Abajo?) …”
“Notas a pie de página:
945: Sobre los castros de Icedo y Huérmeces: Abásolo,
1978; Abásolo y Ruiz, 1977, y Fraile, 1990
955: Sobre el mapa de Agripa: Klotz, 1931; Berthelot, 1933”.
Con
una palabra, una cifra y cinco simples golpes de ratón hemos descubierto que en
Huérmeces hubo un complot tres años antes de la guerra, que no todos los
nativos del pueblo lucharon en el mismo bando durante la misma, que hubo un
tiempo en el que Huérmeces perteneció a Montorio (aunque solo sea pecuariamente), que
también emigramos y evangelizamos a Andalucía y, sobre todo, que nuestros genes
son … !cántabros¡
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