Julián, el más pequeño de un
total de seis hermanos, ya desde sus primeros años resultó ser un buen chaval.
Nunca les dio motivos de queja a sus padres, Eugenio y Elisa. Más tarde, ya en
la escuela, destacó como obediente y aplicado estudiante.
En aquellos años, en los que
las familias humildes no podían enviar a los hijos a estudiar fuera, ser buen
estudiante te encaminaba principalmente a la vocación religiosa. De todas
formas, en el pueblo no había sitio para todos. Las tierras eran las que eran,
y seis hermanos eran muchos hermanos. Los propios párrocos de cada lugar tenían
sus contactos en las diversas órdenes religiosas de la época, y animaban a
estos jóvenes a que se iniciaran en la vida religiosa.
Julián, a los 14 años |
Abrió el camino su hermana
mayor, Escolástica, que, tras profesar como Hija de la Caridad de San Vicente
Paúl, partió para Linares (Jaén) y no regresó a Huérmeces nunca más.
En aquellos años, muchos
jóvenes de la provincia de Burgos partieron hacia destinos diversos a lo largo
y ancho de la geografía nacional. Muchos acabaron en los paúles, por
influencias del cercano Tardajos. Otros, sin embargo, partieron hacia la
entonces minoritaria Congregación de
Hermanos de San Gabriel (Hermanos Gabrielistas) que desde principios de
siglo se había establecido en Cataluña, tras su expulsión de Francia en 1903.
Julián Alonso Villalvilla (Can Valls, 1932) |
En 1932, cuando Julián contaba tan solo con 14 años de edad, Julián fue reclutado (como otros muchos jóvenes de la zona) por Vicente Diego Pérez (Hno. Juan de Dios), también burgalés, y reclutador gabrielista desde 1923.
Julián ingresó en el Juniorado de los Hermanos de San Gabriel en Can Valls, al lado de Caldetas (Barcelona). En esta casa de formación para aspirantes adolescentes, adquirida en 1915, en la que era muy numerosa la “colonia burgalesa”, hizo su postulantado y noviciado, con el nombre de Hermano Enrique. Dos años más tarde, en 1934, profesó como gabrielista.
Julián ingresó en el Juniorado de los Hermanos de San Gabriel en Can Valls, al lado de Caldetas (Barcelona). En esta casa de formación para aspirantes adolescentes, adquirida en 1915, en la que era muy numerosa la “colonia burgalesa”, hizo su postulantado y noviciado, con el nombre de Hermano Enrique. Dos años más tarde, en 1934, profesó como gabrielista.
Can Valls (1915-1936) |
En julio de 1936, cuando estalló la Guerra Civil, Can Valls se
convirtió en el refugio de todos los Hermanos de San Gabriel de la Provincia. En noviembre de 1936, un centenar de
milicianos de la FAI
invadieron la casa y se llevaron a la mayor parte de los hermanos mayores de 18
años presos a la checa de San Elías, en Barcelona. Los más jóvenes fueron
internados en centros de asistencia social y a los ancianos se les dedicó a la
explotación de la finca.
Julián Alonso Villalvilla, gabrielista (1934) |
Can Valls, Caldetas (1935); Julián es el primero por la izquierda en la fila superior |
Can Valls (1937); Julián es el sexto por la derecha, en la fila de atrás; la fotografía fue realizada por la Cruz Roja Internacional a petición de los superiores gabrielistas de Francia |
A Julián, que acababa de
cumplir 18 años en junio, le salvo su entonces minoría de edad, librándose de la masacre a la que pocos días después fueron sometidos sus hermanos en
el cementerio de Montcada. De los 80
hermanos con que contaban en 1936 los Gabrielistas en España, distribuidos en
sus 7 colegios, 49 fueron asesinados en los primeros días de la Guerra Civil. De esos 49
hermanos asesinados, 36 eran nacidos en la provincia de Burgos, y 4 de ellos
procedían de pueblos muy cercanos a Huérmeces (Cayo Bañuelos y Laurentino
Serna, de Urbel del Castillo; Aniceto Alvarez, de Santibáñez Zarzaguda; y Sergio
Martínez, de Quintanilla Pedro Abarca).
Hoja nº 3 del listado de Cruz Roja Internacional (17 nov. 1936) Centro Documental de la Memoria Histórica (Salamanca) Cortesía de Severino Gómez |
Del antiguo Can Valls,
adquirido por los Hermanos en 1915, hoy solo queda la vieja torre del siglo
XVII, rodeada por un bonito parque conmemorativo, el Parque de los Hermanos Gabrielistas (“Parc dels Germans Gabrielistes”),
4 hectáreas
de terreno con un pequeño lago y árboles centenarios, muchos de ellos traídos
por los Hermanos desde sus misiones en Africa, Asia y Australia.
Julián, al igual que otros jóvenes
hermanos gabrielistas, se vio obligado a servir como sanitario en el ejército republicano en
Cataluña.
Tras meses en el frente,
Julián se pasó al lado “Nacional”, aunque antes tuvo que sobrevivir una
temporada en el campo de concentración
de Santa Ana (León), en el que eran internados casi todos los soldados,
milicianos y sanitarios procedentes de Cataluña.
El Campo de Santa Ana, situado
a las afueras de la ciudad de León, era un simple descampado con unas naves
pertenecientes a una antigua fábrica de curtidos, y llegó a acoger a una media
de 500 detenidos. En Santa Ana, Julián pasó por no pocas penurias y calamidades
hasta que consiguió los avales necesarios para ser puesto en libertad. Cuentan
que tuvieron que comer incluso culebras, ya que el rancho mínimo que les
ofrecían en el campo no era suficiente para sobrevivir.
Para conseguir avales era imprescindible enviar alguna
tarjeta postal a familiares y conocidos, pero si no disponías de dinero
suficiente para pagar los 15 céntimos que costaba cada postal tus esperanzas de salir de allí eran mínimas.
Julián ayudó a otros a abandonar el campo, prestándoles el dinero necesario;
también atendió a internos enfermos y esperó a que llegaran los tan ansiados
avales, que llegaron.
Finalizada la guerra, Julián volvió
a Cataluña, en dónde estuvo enseñando en los colegios gabrielistas de Arenys de Mar, Viladecans y Sant Adrià de
Besòs. En esta última localidad también se dedicó al cuidado de los
enfermos de tuberculosis ingresados en el Sanatorio
del Espíritu Santo (Sanatori de l’Esperit Sant).
Tanto se implicó en el cuidado
de los enfermos que él mismo acabó por contraer la por entonces terrible
enfermedad. Murió en enero de 1943,
a los 24 años de edad.
APUNTES FAMILIARES:
Julián Alonso Villalvilla: Huérmeces (7 de
junio de 1918) - Sant Adrià de Besòs, Barcelona (19 de enero de
1943)
Hermanos: Escolástica (1896), Eladia (1900), Lucía (1905), Leonila (1910) y José (1915).
Sobrinos: Victoria,
Anunciación, Elisa, Agustín, Carmen, Casilda, Máxima, Secundina, Regina, María
Begoña, Constantina, María del Carmen, Jesús, José, Elisa, Caridad, Agustín,
Julián, Fernando Eugenio, Alberto y José Enrique.
AGRADECIMIENTOS:
Enric Roura Ventura: La
Garrotxa (Gerona), 1918 – La Aguilera (Burgos), 2005;
también Hermano Gabrielista (bajo el nombre de Vicente Ferrer), coincidió con
Julián en el Campo de Concentración de Santa Ana (León) durante la Guerra Civil, y más tarde, ya
de vuelta en Cataluña. Fue director en 1951-52 del Colegio de Sant Josep, en
Sant Sadurní d’Anoia. Dos años antes de morir, le contó al Hermano Angel Llana lo
que recordaba de Julián, entre otras cosas cómo le ayudó a él mismo a salir del
campo de concentración, prestándole incluso dinero para tal fin. Consideraba que
Julián era un buen religioso, siempre dispuesto a las obras de
caridad.
Angel Llana Obeso, Superior Provincial de los Hermanos de San Gabriel; se
interesó por la vida de Julián a raíz de una visita que realizó en julio de
2003 al entonces Convento de las Clarisas de Lerma (Burgos). En dicho convento
profesaba una sobrina de Julián, Constantina (Sor Jesús de Nazaret) que, al
enterarse de que el Hermano Llana era gabrielista, le pidió alguna información
sobre su tío. Resultó que una fuente de información de primera mano, el mencionado
Hermano Enric Roura, se encontraba muy cerca, en el Colegio Gabrielista de La Aguilera (Burgos). Gracias
a los datos recabados por el Hermano Llana en ese verano de 2003 ha sido posible
realizar esta breve reseña de Julián.
Unos años más tarde, y para acabar de
cuadrar el círculo, Sor Jesús de Nazaret,
la sobrina de Julián, así como una buena parte de las hermanas del Convento de
Santa Clara (Lerma), se trasladaron a La Aguilera,
al antiguo convento franciscano de San Pedro Regalado, a muy poca distancia del
Colegio Gabrielista allí existente. Si aquel lejano día de julio de 2003 no se
le hubiera ocurrido a Constantina preguntar al Hermano Llana por su tío Julián,
nunca habríamos podido conocer detalles de los últimos años de vida de Julián.
Severino Gómez me facilitó las tres fotografías de grupo de Can Valls en las que se identifica a Julián, además de una completa biografía del gabrielista y el listado confeccionado por el Comité de Cruz Roja Internacional.
Severino Gómez me facilitó las tres fotografías de grupo de Can Valls en las que se identifica a Julián, además de una completa biografía del gabrielista y el listado confeccionado por el Comité de Cruz Roja Internacional.
La memoria familiar contaba que Julián había sido una buena persona y que había muerto en Cataluña "en la Guerra", tras haber pasado muchas penalidades en ambos "lados". Poco más. Únicamente tres viejas fotos, guardadas en la caja de zapatos que hacía las veces de álbum familiar, que atestiguaban su existencia.
FUENTES:
- “Diario de campaña de un soldado catalán”, de Ignacio Yarza Hinojosa (Actas, 2005), en dónde el autor narra, entre otras cosas, su paso por el Campo de Concentración de Santa Ana.
- “Mártires gabrielistas: 50 peldaños para subir a la cruz”, Hermanos de San Gabriel, Barcelona 2007
- Campo de concentración de Santa Ana:
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