A lo largo de toda la zona nororiental del término de Huérmeces, siguiendo una alineación predominante NW-SE, existen una serie de afloramientos arenosos correspondientes a la denominada "Facies Utrillas" (Albiense, Cretácico Inferior, entre 100 y 113 millones de años)
Se aprecian claramente cinco manchas arenosas: la primera comienza en Valdefrailes (sobre todo en su ladera SW), y llega hasta Cotillos; la segunda, se desarrolla en la ladera sur de Valdegoba; la tercera, en Carromaribáñez; la cuarta, en los alrededores de La Coronilla (Mulimayor, Fuente Plumares, El Arenal, La Nevera); y la quinta, en la zona alta de San José.
En los pueblos vecinos de Quintanilla Pedro Abarca y San Pantaleón del Páramo también se localizan manchas arenosas de la "Facies Utrillas": en el primero, una larga banda situada justo al sur de las alturas de La Pinza y El Perul; y en el segundo, los terrenos situados en los alrededores de los arroyos de Pantaleón y La Pastiza.
En Montorio también existen importantes afloramientos de arenas silíceas albienses, aunque aquí sí que son objeto de un intenso aprovechamiento industrial, ya que su pureza y alto contenido en sílice las convierten en óptimas para su uso como fundentes en la industria del vidrio, sin ser despreciable su uso secundario como abrasivo (para labores de chorreo y pulido), material filtrante (depuradoras y desaladoras) y absorbente.
Instalaciones de AIMSA en las cercanías de Montorio |
En toda esta zona al norte de Huérmeces (El Tozo), es precisamente esa abundancia de terrenos arenosos la que condiciona gran parte del paisaje agrario y natural de la comarca:
- la importancia local del cultivo de patata de siembra
- la abundancia de bosques de roble rebollo (Quercus pyrenaica)
- la abundancia de matorrales de brezo (Erica sp) y brecina (Calluna vulgaris)
- la presencia puntual de pinares de repoblación (Pinus sylvestris)
Todas estas especies vegetales se adaptan perfectamente a los suelos sueltos, arenosos, ácidos y pobres en humus, típicos de estas zonas llanas de la depresión del Tozo, situadas a unos 900 metros de altitud media.
En alguno de los cinco afloramientos arenosos de Huérmeces se han realizado aprovechamientos muy puntuales, tanto de arenas (Cotillos) como de gravas (Valdegoba), pero en uno de ellos el aprovechamiento ha sido -por su situación cercana al pueblo y fácil acceso- más intensivo y continuado en el tiempo.
El Arenal, a la izquierda de la foto, en el viejo camino de Mulimayor y San Miguel |
Bing Maps: El Arenal y la mina de hierro |
El Arenal, en la falda de La Coronilla, con la ermita de Cuesta Castillo al fondo |
Se trata de El Arenal, situado en la zona baja de la ladera SW del cotorro de La Coronilla. El aprovechamiento de sus arenas por parte de los vecinos del pueblo comenzó en los primeros años del siglo XX y, con el paso del tiempo, se ha llegado a crear un cortado artificial de unos doce metros de altura máxima.
Durante los años de explotación, de forma más o menos continua, se habrán extraido unos 5000 metros cúbicos de arena.
Inicialmente, fueron los propios vecinos los que comenzaron a aprovechar las arenas albienses de este paraje, pero con el paso de los años, los albañiles y pequeñas empresas constructoras de la zona también terminaron por sacar partido.
El lugar suele pasar parte del año encharcado, como suele suceder en este tipo de cortas, y ha acabado por prosperar un pequeño bosquete de chopos, ávidos siempre de terrenos sueltos, removidos y con humedad suficiente.
La arena de este lugar reúne muchas de las caracteristicas óptimas (sobre todo: granulometría y composición química) para ser considerada de excelente calidad para su uso en la elaboración de morteros y hormigones
En las proximidades del arenal existió una pequeña mina de hierro. En los años cincuenta del siglo pasado, quizás en el contexto de los trabajos que entonces se estaban realizando en la zona para la elaboración de la hoja número 167 del Mapa Geológico de España (1), algún experto observó la diferente coloración en una porción del camino que, circunvalando La Coronilla, atraviesa el paraje.
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En el BOE de 19 de octubre de 1955 se publicó el otorgamiento, por parte del Ministerio de Industria, de un permiso de investigación minera (hierro) en el paraje denominado "Nuestra Señora de Cuesta Castillo", con una superficie de 25 hectáreas.
La empresa encargada de la realización de un sondeo exploratorio llegó a excavar una galería de unos 20 metros de longitud, con sus correspondientes entibaciones a base de maderos.
A la derecha de la pareja de piedras desprendidas, el montón de tierra ferruginosa, cubierto de vegetación |
Se llegó a extraer un buen montón de tierra ferruginosa pero se descartó completamente el aprovechamiento comercial del yacimiento, al considerar escasa la potencia de la veta mineral.
Ortofoto del Vuelo Americano (8 Octubre 1956): en la mina de hierro se observa una pequeña estructura horizontal que parte del camino, quizá una rampa o el voladizo de la galería excavada |
Para evitar posibles accidentes, ya que la galería constituía un polo de atracción para la chavalería de la época, se decidió taponar la bocamina a base de piedras y tierra.
Pequeña oquedad al lado del camino, surgida al hundirse la parte exterior de la pequeña bocamina |
Y de esta manera, el montón de tierra ferruginosa, extraída durante aquellos trabajos exploratorios, junto con una pequeña oquedad en el terraplén del camino, quedaron como únicos testigos de la única aventura minera en terrenos de Huérmeces.
El brillante montón de tierra ferruginosa aún resultaba claramente visible en los años setenta, pero acabó por quedar completamente cubierto por la vegetación ... hasta hace unas pocas semanas.
El brillante montón de tierra ferruginosa aún resultaba claramente visible en los años setenta, pero acabó por quedar completamente cubierto por la vegetación ... hasta hace unas pocas semanas.
La vieja mina ha vuelto a la luz |
A la izquierda, la vieja mina de hierro; en el centro, El Arenal, y por encima de ambos, la Ermita. Solo falta el castillo. |
Pequeños trabajos de relleno y explanación realizados en la finca colindante han dejado al descubierto una buena sección del viejo montón de hierro. De esta manera, sesenta y tantos años después de su génesis, y para admiración de vecinos y visitantes, la vieja mina de hierro del Arenal ha resurgido de sus cenizas, nunca mejor dicho.
NOTA:
(1) Los trabajos para la elaboración de la denominada Primera Serie del Mapa Geológico de España a escala 1:50.000 (más tarde denominado Mapa Geológico Nacional, MAGNA, Segunda Serie) comenzaron en 1928 y finalizaron en 1972, y fueron realizados por el Instituto Geológico y Minero de España.
La hoja que nos interesa (167-Montorio) fue editada en 1952, por lo que suponemos que los trabajos de campo se realizarían durante los dos o tres años anteriores, y que sería en el transcurso de dichos trabajos cuando el personal del IGME diera parte de la posible existencia de un yacimiento mineral de hierro en la falda de La Coronilla.
De todas formas, en la memoria explicativa que acompaña al mapa geológico, elaborada por el ingeniero de minas José Cantos Figuerola, no se hace mención alguna a dicho yacimiento, lo que resulta del todo lógico, ante la inexistencia de estudios previos que pudieran confirmar su riqueza y potencia.
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