martes, 28 de abril de 2015

El diapiro de Quintanilla Pedro Abarca


Dentro de una comarca muy variada desde el punto de vista geológico, un lugar destaca sobre los demás: el diapiro de Quintanilla Pedro Abarca.


¿Qué es un diapiro? Es una estructura geológica intrusiva formada por masas de evaporitas (sales, yesos, ...) que, procedentes de niveles estratigráficos muy plásticos sometidos a gran presión, ascienden por las capas sedimentarias que se encuentran por encima, atravesándolas y deformándolas, en un lento proceso que dura  millones de años.




El diapiro es aprovechado por unas rocas subvolcánicas (las ofitas) para salir a la superficie desde capas muy profundas, a través del cómodo camino que le ofrecen los yesos y arcillas triásicos. Es una especie de erupción volcánica pero sin aparato magmático, ni explosiones, ni lavas abrasadoras, ni terremotos. Una especie de “volcán” frío, flexible, salado, comodón e inofensivo este diapiro de Quintanilla. Así que pueden dormir tranquilos los vecinos del pueblo.

Los diapiros salinos suelen adquirir forma de cilindro, seta o gota y pueden ser de gran tamaño: desde unos cientos de metros hasta 3 km de diámetro. El diapiro más grande de Europa no lo tenemos muy lejos: en Poza de la Sal. Otro de buen tamaño y tampoco muy lejano es el de Salinas de Añana (Alava). Un poco más lejos: Orduña, Villasana de Mena, Salinas de Rosío, Murguía, Maestu, Estella...


El diapiro en todo su esplendor, desde las alturas de La Esa

Mapa Geológico Nacional, fragmento de la Hoja 167 en la que se detalla la estructura del diapiro: 1 (ofitas), 2 (arcillas y yesos del Keuper), 3 (dolomías, carniolas y calizas Hettagienses), 4 (margas liásicas), 5 (calizas y margas del Dogger), 6 (arcillas y arenas Purbeck)
El vallejo Valdepino, con el camino viejo de Acedillo a la derecha y el arroyo homónimo a su lado; el centro del diapiro se encuentra en la zona baja del vallejo, cerca ya del pueblo y del camino nuevo a Robledillo.


Zona baja de Valdepino: el centro del diapiro, denotado por la presencia de ofitas, se encuentra entre el camino viejo de Acedillo (izquierda) y el curso bajo del arroyo



El origen de estas formaciones hay que buscarlo en el Triásico Superior (200-240 millones de años). En concreto, en los materiales sedimentarios que reciben el nombre alemán de Keuper, que significa abigarrado (de muchos colores), haciendo referencia a la variedad cromática que presentan las arcillas, sales y yesos que lo forman.

En esta etapa geológica, gran parte de lo que es ahora nuestra comarca estuvo ocupado por llanuras fangosas y marismas salobres, lo que unido a un clima árido trajo consigo un episodio de intensa evaporación de agua y sedimentación de sales, arcillas y yesos. Duró una decena de millones de años, y al finalizar dejó unos gigantescos depósitos de sal que son el origen de los diapiros salinos de las provincias de Burgos, Alava y Navarra, así como de los yacimientos salinos de Cabezón de la Sal (Cantabria), salinas de Imón y Medinacelli (Guadalajara), y afloramientos de sal gema en Minglanilla (Cuenca).


Ofitas en la zona media-baja de Valdepino

Otra ofita en Valdepino. Su color oscuro y sus contornos redondeados hacen que sea fácilmente distinguible.


El diapiro de Quintanilla Pedro Abarca es singular por su alto grado de evolución y por el carácter doble de la combe de su pliegue diapírico, aunque paisajísticamente no sea tan espectacular como el de Poza ni tan productivo como el de Añana.

Sobre una concavidad o vaguada (Valdepino) de apenas medio kilómetro cuadrado de superficie, se eleva unos 70 m un anillo de carniolas (rocas sedimentarias evaporíticas carbonatadas) formado por los cotorros de La Esa, Moñico, El Peñuco y La Loma.

El centro del diapiro se encuentra en la parte baja del vallejo de Valdepino, entre el arroyo del mismo nombre y el camino viejo de Acedillo, cerca ya del desagüe de aquel en el arroyo de San Pantaleón. No esperemos encontrar en este diapiro el espectacular pitón de ofitas (El Castellar) que presenta el de Poza de la Sal. Aquí no hay pitón alguno y ofitas hay, pero pocas y dispersas en las tierras de labor. Tampoco esperemos encontrar yacimientos de sal, solo algún que otro pedazo de yeso despistado en todo caso.


En los alrededores del diapiro encontramos un compendio mesozoico: 7 (calizas Purbeck, Molares), 8' (arenas y conglomerados Weald), 9 (Arenas y gravas F. Utrillas), 10 (calizas Turoniense-Cenomaniense), 11 (calizas Coniacense), 12 (margas Santoniense), 13 (calizas Santoniense); y algo de Cenozoico: 21 (conglomerados Mioceno), 26 (conglomerados Oligoceno)
 

El interés de un diapiro como el de Quintanilla también radica en el hecho de que, en muy poco espacio, tanto dentro del diapiro como en sus alrededores inmediatos, encontramos una amplísima gama de materiales pertenecientes a varios períodos geológicos:

  • ofitas, arcillas rojas, arcillas verdes y arcillas yesíferas triásicas
  • dolomías, calizas y margas jurásicas
  • arenas albienses del cretácico inferior
  • calizas turonienses del cretácico superior
  • calizas y calcarenitas turonienses del cretácico superior

La Esa, en las proximidades de los dos aerogeneradores allí existentes: dolomías, carniolas y calizas Hettangienses

Alto Valdepino: arcillas yesíferas

Parte del anillo concéntrico que delimita al diapiro: conglomerados en El Peñuco

Alto de La Ermita, entre Quintanilla y Pantaleón: carniolas Hettangienses

Alto de la Ermita

Molares: calizas en el entorno del diapiro
Desde el alto de Molares, el diapiro se extiende a la izquierda, a partir de la bifurcación entre los caminos de Quintanilla a Robledillo y a La Nuez de Arriba


En poco más de 3-4 km2 tenemos un auténtico compendio de geología mesozoica, es decir, casi 200 millones de años de historia geológica de la Tierra. Y sin salir del término municipal. A ver quien supera eso.


En la comarca también encontraremos ofitas sin dificultad en otros lugares cercanos a Huérmeces. Por ejemplo, en Castrillo de Rucios, a unos 600 m al NW del este pueblo, en el paraje denominado Las Monjas, abundan este tipo de rocas características del Keuper, de tonos oscuros y verdes. No tienen ningún valor especial, simplemente se trata de una curiosidad geológica. Abundan tanto en algunos lugares que se llegan a utilizar para balastro de ferrocarril, por su dureza y buena capacidad de trabazón.


Las Monjas (Castrillo de Rucios): ofita

Las Monjas: ofita, claramente distinguible de los cantos calizos y restos yesíferon que la rodean


Las ofitas de Castrillo forman parte de la  faja diapírica que, de entre 200 y 300 m de anchura y alrededor de 4 km de longitud, se extiende entre Montorio y aquel pueblo.

Todos estos enclaves diapíricos están relacionados con la dislocación (falla horizontal) Lomilla-Castrillo, que se extiende desde las cercanías de Aguilar de Campóo hasta Castrillo, y es aprovechada por el curso alto del río Urbel y la carretera N-627.

Además de los señalados enclaves diapíricos, también podemos observar más afloramientos mesozoicos “antiguos” (Triásico Superior y Jurásico) en otros seis parajes:

  • Cerro situado entre los arroyos de Las Ñavas y Honquijosa, ya en el término de Bustillo del Páramo, a unos 3 km al SW de Quintanilla Pedro Abarca
  • Laderas situadas en la margen derecha del Arroyo de San Pantaleón, desde este pueblo hasta la desembocadura en el Urbel: Entreoteros, Los Oteros, Las Arras, Hontiñel, Los Cotorros y La Bagoya, estos dos últimos paraje ya dentro del término de Huérmeces.
  • A unos 800 m al Oeste de Montorio, a lo largo de la falla Urbel-Ubierna, los cortados realizados durante la construcción de la nueva carretera N-627 (Burgos-Santander por Aguilar)

 
Corte realizado por la nueva N-627 (Burgos-Aguilar) en las cercanías de Montorio


  • Entorno del paraje Los Castillejos, puntiagudos cerros rocosos situados 1 km al Norte de La Nuez de Arriba, entre el río Urbel y la N-627
 
Los Castillejos (La Nuez de Arriba): valle alto del Urbel y N-627


  • Vadillo, llanura fluvial situada unos 400 m al Sur de Quintana del Pino, entre el Urbel y la N-627
  • Entorno de la Falla Urbel-Ubierna, desde el cruce de las carreteras N-627 y BU-622, pasando por El Nido del Buitre y llegando hasta Fuentipedro (Castrillo de Rucios) 



FOTOGRAFIAS DEL DIAPIRO DE POZA:

El diapiro desde el mirador, con el pitón ofítico en el medio
 
Pitón ofítico: El Castellar
  
Detalle de las rocas ofíticas de El Castellar

Eras salineras reconstruidas
  
Pared de era salinera reconstruida: profusión de ofitas (las rocas oscuras)

Pared de vivienda en Poza de la Sal: más ofitas


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martes, 21 de abril de 2015

Fucking Fracking



Es digno de análisis el hecho de que unas comarcas prácticamente despobladas, olvidadas cuando no maltratadas por diversas administraciones públicas, se encuentren en el ojo del huracán de la impropiamente denominada “revolución energética”.

Primero, con la proliferación de parques eólicos. Ahora con el “fracking” o, en cristiano, fracturación hidraúlica.



La energía hay que sacarla de algún sitio, de acuerdo. Las arcas municipales necesitan fondos y por estos lares no se han podido abastecer de la burbuja inmobiliaria, vaaale. Pero no a cualquier precio.

El peaje, fundamentalmente paisajístico, pagado por los parques eólicos, puede asumirse, pero el que habría que pagar por la fracturación hidraúlica resultaría inadmisible a largo plazo. Aparte del sinsentido que supone el seguir apostando fuerte por energías fósiles a estas alturas de la película.

Las perforaciones atraviesan los acuíferos, fracturan la roca, extraen el gas y, después de unos años, se van. Ahí abajo quedan agentes contaminantes, grietas y galerías "selladas". Y arriba, dudas, muchas dudas
 
¿En qué consiste el “fracking”? Básicamente, en extraer el denominado shale gas o gas pizarra, que no es más que gas natural almacenado en rocas de grano fino y casi impermeables (pizarras, esquistos, lutitas, etc). Estas acumulaciones de gas se extienden, generalmente, a lo largo de grandes superficies, no localizadas en bolsas más o menos grandes, como en el caso de los yacimientos “normales” de gas.


La técnica de extracción consiste en crear y expandir las fracturas naturales de la roca almacenadora de gas, mediante la introducción de agua, arena y aditivos químicos a alta presión (de ahí la denominación de fracturación hidraúlica). Primero se realiza una perforación vertical hasta alcanzar la profundidad deseada (normalmente más de 2500 m), a partir de la cual la perforación avanza en sentido horizontal (entre 1000 y 3000 m de longitud) a través de la roca en la que se encuentra el gas.

El inicio de esta técnica de extracción se produce en Estados Unidos, a finales de los años 90 del siglo pasado, en un contexto de incrementos considerables y sostenidos del precio del petróleo, lo que convierte en rentables técnicas y yacimientos antes considerados antieconómicos.

¿Futuro aspecto del Páramo de Masa?

Hoy en día, esta técnica se encuentra en clara expansión, y países como Canadá, Gran Bretaña y Polonia ya hace tiempo que la aplican.

Los principales efectos medioambientales negativos que puede ocasionar esta técnica de extracción de gas son, resumiendo un poco, los siguientes:

  • Elevadísimo y persistente consumo de agua: la propia técnica de extracción requiere del consumo de grandes cantidades de agua, a cubrir con los recursos disponibles en el propio lugar de extracción, lo que llevará, sin remedio, a la sobreexplotación de los acuíferos, limitando –cuando no poniendo en riesgo- su uso habitual para abastecimiento de la población. Y mejor ni pensar en el riesgo de modificación del régimen de circulación de las aguas subterráneas.
  • Posible contaminación de los acuíferos y cursos de agua: los compuestos químicos utilizados como “aditivos”, junto con arena y agua, sirven para mantener abiertas las fracturas de la roca y favorecer el ascenso del gas a la superficie; una vez introducidos en la perforación, no se recuperan en su totalidad, existiendo el riesgo de que acaben alcanzando los acuíferos atravesados por la perforación.
  • Efectos secundarios puntuales: en Inglaterra y Arkansas se han documentado casos de sismos (temblores de tierra) en zonas en las que el fracking se encuentra muy extendido; también se han documentado episodios de contaminación por gas metano de las conducciones de agua potable.


En España, ya se han concedido algunos permisos para prospectar, que no para extraer ni producir, pero todo llegará. En nuestra zona, la Junta de Castilla y León ha concedido ya dos permisos, uno de los cuales (“Sedano”) nos afecta de lleno: una superficie total de 350 km2, que incluye los términos municipales –entre otros- de Merindad de Río Ubierna, Montorio, Urbel del Castillo y Villadiego.


Las reservas de gas que se buscan en nuestra zona se encuentran en las pizarras negras del Jurásico Inferior (180 millones de años). Está previsto que la “exploración” se desarrolle durante 4 años, sin ningún estudio de evaluación de impacto ambiental (ya que solo se trata de un “estudio prospector”), por lo que las operaciones de perforación de los 9 pozos autorizados se podrán ejecutar sin conocer previamente si se podrían ver afectados o no los acuíferos atravesados.

El coste total de estas perforaciones ronda los 60 millones de euros. La empresa adjudicataria del permiso ha sido “TROFAGAS HIDROCARBUROS, S.L.”, filial de la multinacional BNK Petroleum.





Creo que está más que justificado el creciente rechazo social que se ha venido constatando en la comarca afectada por estos planes de prospección. No solamente por parte de asociaciones ecologistas o movimientos ciudadanos, sino también de la mayor parte de los municipios afectados e, incluso, de la propia Diputación Provincial.


Puede parecer un brindis al sol el hecho de que algunas corporaciones municipales o instituciones provinciales (en fechas cercanas a procesos electorales) se declaren “libres de fracking”. La competencia no es suya, sino de la Comunidad Autónoma de turno o incluso del Estado, cuando las zonas a prospectar abarcan varias CC.AA. El problema se presentará cuando los alcaldes de los municipios afectados tengan que conceder licencias con el rechazo abierto de parte de la vecindad …


Seguro que a alguna corporación municipal o a algún particular podría parecerle apetitosa la oferta que, sin duda, algún día acabarán por realizar las empresas -ya extractoras- bajo amenaza de expropiación a más bajo precio. El dinero lo puede todo. Seguro que hay algunas personas –esperemos que no muchas- a las que les da lo mismo que sus tierras produzcan trigo, cebada, colza o gas mostaza. Con tal de que les paguen, pronto y bien… Y las generaciones futuras, que arreen.




NOTAS:

Para la confección de la parte descriptiva del texto de esta entrada me ha sido de gran utilidad la consulta de la espléndida tesis doctoral “Loras y Paramera de La Lora en Burgos. El incierto horizonte del desarrollo rural en un espacio de montaña media en recesión demográfica”, de Marta Martínez Arnáiz (Departamento de Geografía, Universidad de Valladolid, 2013)

Las fotografías de los logos y pintadas “Anti Fracking” han sido realizadas en diversos lugares de la comarca afectada por el permiso "Sedano" (Huérmeces, Montorio, Poza de la Sal) y un poco más allá (Rabé de las Calzadas).


martes, 14 de abril de 2015

Primavera 2015

Después de un invierno lluvioso, con una nevada en la primera semana de febrero que, acompañada de temperaturas más frías de lo habitual, hizo que la nieve persistiera en el suelo durante muchos días, llegó el "buen tiempo". La última semana de marzo y las dos primeras de abril alcanzaron temperaturas por encima de la media para la zona.

Charca estacional en Castrillo de Rucios

Ladera del Páramo en Huérmeces

Drenaje en finca, Quintanilla Pedro Abarca

Valdepino, Quintanilla Pedro Abarca
 
El río Urbel desde Los Castillejos (La Nuez de Arriba)


Se pudieron sembrar las cebadas, despedrar los barbechos, abonar los campos, aplicar herbicida y ... pasear por los ya casi secos caminos.

Camino de Quintanilla Pedro Abarca a La Nuez de Arriba

Molares (Quintanilla Pedro Abarca)

Valdepino, Quintanilla Pedro Abarca, desde La Esa



Camino de Quintanilla Pedro Abarca a Acedillo
 
Como es lo normal por estos lares, en los que la primavera real no llega hasta primeros de mayo, el monte sigue presentando un aspecto aletargado. Entre las especies más llamativas, únicamente han florecido los heléboros (Helleborus foetidus), las adonis (Adonis vernalis) y los piculillos (Narcissus bulbocodium).

Juniperus communis en San Pantaleón del Páramo

Narcissus bulbocodium en Los Castillejos (La Nuez de Arriba)

Adonis vernalis en Las Golondrinas (Montorio)

Sauce en brotación en Los Huertos (Montorio)

Helleborus foetidus en camino de Quintanilla Pedro Abarca a Ermita de Robledillo

Narcissus bulbocodium en pradera de Urbel del Castillo

Pradera de Urbel del Castillo: Narcissus bulbocodium
 
Comienza a florecer el endrino (Prunus spinosa), a brotar los sauces y salgueras (Salix sp); aún no lo ha hecho el roble melojo o rebollo (Quercus pyrenaica) ni el quejigo (Quercus faginea).

Los Castillejos (La Nuez de Arriba); al fondo, a la izda., Peñas de Montorio

Itero, Rallastra y La Cabañuela (Huérmeces) desde Peña Ladilla (Montorio)

Abrigaño con asientos, Peñas de Montorio

Navas (Huérmeces) desde Castrillo de Rucios

Camino de Quintanilla Pedro Abarca A Ruyales del Páramo

Camino de Quintanilla Pedro Abarca a la Ermita de Robledillo, por Los Prados

Molares (Quintanilla Pedro Abarca); al fondo, camino de Acedillo

Las Peñuelas (en el camino de Quintanilla a Ruyales); a la derecha de las peñas, el primer "Moai" descubierto fuera de la Isla de Pascua

Ruyales del Páramo, iglesia

San Pantaleón del Páramo y el valle del río homónimo, camino del Urbel

En las montañas de la cordillera cantábrica (Montaña Palentina y Alto Campóo) y de la ibérica (Sierra de la Demanda-Picos de Urbión) aún persiste la nieve.

La Sierra de la Demanda desde el camino de Quintanarrio a Castrillo de Rucios

La Cordillera Cantábrica desde Los Castillejos (La Nuez de Arriba); Valdehayas, La Piedra, Molino de Urbel

La Cordillera Cantábrica desde Peña Ladilla (Montorio); a la izda., subida de la carretera Masa-Villadiego, hacia La Pinza 

La Sierra de la Demanda desde Peña Ladilla (Montorio)

Peña Amaya (izda.) y El Perul-La Pinza (dcha.) desde el Páramo de Las Rebolledas

Quintanilla Pedro Abarca desde La Esa

El Urbel baja con buen caudal. Los manantiales, pletóricos. Ya vendrán tiempos más secos. 

Fuente La Hoz

Fuente La Hoz

Area recreativa de Fuente La Hoz

Pilones de Valdelebrín